miércoles, abril 04, 2007

Libros / México: Publica el FCE el primer tomo de las «Obras reunidas» de Carlos Montemayor

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El autor investigó durante cinco años la guerrilla en Chihuahua. (Foto: Héctor Téllez)

M éxico, 4 de Abril 2007 (Jesús Alejo/Milenio).- Hace unos años, Carlos Montemayor se propuso contar la historia de la guerrilla en Chihuahua, pero en el proceso de documentación se encontró con muchos vacíos, prácticamente no existía trabajo historiográfico alguno acerca del movimiento, si acaso documentación que no estaba articulada no procesada, mucho menos investigada.

Así fue como decidió dedicarse a hurgar en los archivos a fin de ofrecer el panorama de ciertas guerrillas en México, siendo el primer ejemplo de su esfuerzo las novelas Guerra en el paraíso o Las armas del alba, dos obras en las que se reúne no sólo el esfuerzo literario, sino “las tareas propias de la historia”.

“Hay un trabajo historiográfico que coincide con el trabajo literario, pero antes de esas novelas no había algo disponible como para utilizarla como referente o darle vida a ciertos episodios. En ese sentido, podemos decir que refleja mi propio interés o mi vocación de descubrir lo que aún no merece la atención de la historiografía oficial.”

Ambos títulos forman el primer volumen de la colección Obras Reunidas del Fondo de Cultura Económica, seleccionadas por Montemayor por estar concentradas en movimientos armados campesinos en distintas sierras, una en la sierra de Chihuahua y otra en la de Guerrero.

“Las dos tienen como dirigentes a campesinos y a profesores rurales. Cuando decidí escribir la saga de los guerrilleros chihuahuenses, me fue imposible entrar en contacto con sobrevivientes, porque algunos de ellos estaban bajo otro nombre en otras zonas, no se habían vuelto a reunir y todavía estaba activa la guerra sucia", explicó.

“Así preferí dar una especie de rodeo y empezar por otra guerrilla que estuviera en el extremo opuesto de la sierra de Chihuahua. Durante cinco años trabajé en la investigación documental y hemerográfica, entrevistas, testimonios orales y recorridos de campo.”

Un trabajo literario y de investigación que continúa, cuenta el escritor, sobre todo en el caso de los movimientos campesino de Chihuahua. En mayo próximo aparece La fuga, en la cual narra la manera en que uno de los protagonistas de Las armas del alba huye de las Islas Marías, y trabaja en otra novela que abarca el mismo periodo en que se dio el asalto al cuartel militar, pero contado por mujeres.

“Con eso concluiría lo del asalto al cuartel y me faltaría otra novela para enfocarme a otros periodos históricos del movimiento guerrillero chihuahuense.”

El compromiso con su literatura

Si bien algunas de las obras de Carlos Montemayor buscan mostrar la marginalidad de los pueblos indígenas y las luchas de los movimientos campesinos, no le gusta hablar de una literatura comprometida, “un término acuñado en los años 60 y 70, cuando era estudiante universitario, lo que nos traía algunos dolores de cabeza y discusiones largas y bizantinas.” Desde sus años juveniles, el escritor ha sostenido que un mal médico no podía justificarse por su compromiso político: si además de ser buen médico era un militante, qué bueno, pero tampoco se puede justificar. “El compromiso político no hace mejor a un escritor, pero creo que cada artista tiene una intención vital, a la que le podemos llamar un compromiso vital. Sí, en ese sentido, mi compromiso es claramente literario y político.”

Al reunir los libros y acordar con los editores cuáles materiales iban juntos y cuáles en otro tomo, Montemayor fue descubriendo ciertas presencias, aunque también algunas ausencias, en especial de forma. Por ejemplo, la presencia del paisaje es casi siempre esencial en su narrativa: cuando es selvático el paisaje, el lenguaje se torna exuberante; cuando el paisaje es desértico, el lenguaje se torna más llano, más directo.

La búsqueda de una coincidencia o de un cruce de líneas temporales forma parte de ciertas preocupaciones de estilo del escritor. “El haber reunido las novelas en un solo volumen es una experiencia muy nueva, que ayuda a ver similitudes y a destacar los rasgos comunes que tienen varios de mis libros y que creía diferentes. De manera que es una especie de recuento, de repaso y de ordenamiento de papeles para lo que vienes”, finaliza Carlos Montemayor.

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