lunes, julio 02, 2007

Fotografía / México: Cuatro exposiciones refrendan papel del Centro de la Imagen

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My Town / Mi pueblo, Mexico 1998. De La vida brinca. (Foto: Bill Wittliff)

M éxico, 2 e julio, 2007. (Merry MacMasters/La Jornada).- Las cuatro exposiciones, de índole diversa, abiertas en el Centro de la Imagen, Plaza de la Cuidadela 2, Centro, refrendan de alguna manera su vocación de proyecto de difusión, pero también de investigación y proyección de los jóvenes artistas en el campo profesional, expresa su director, Alejandro Castellanos.

Si las dos muestras procedentes de Estados Unidos, La vida brinca, de Bill Wittliff, y Visión revelada: selección de obras de Abelardo Morell, entablan cierto diálogo entre sí por la forma en que los fotógrafos usan la cámara y la técnica, las otras dos refuerzan lo que el Centro de la Imagen es en cuanto a su programa educativo. Tácticas es una colectiva de la obra de los jóvenes egresados del seminario anual de fotografía contemporánea; mientras que La bruja, de Alberto Contreras, se promueve en el circuito de centros de fotografía que ahora existe en el país.


Aunque ya estaba programada, La bruja se ha convertido en un homenaje a Contreras (1975-2007), fallecido en un accidente automovilístico en enero. La muestra comenzó su itinerancia en el Centro Fotográfico Álvarez Bravo, de Oaxaca, luego estuvo en la Fototeca de Veracruz, que dirigía Contreras.

En ese sentido no se queda atrás la muestra de Abelardo Morell (La Habana, Cuba, 1948), conocido como el artista «cámara oscura». Proveniente del Museo de Arte Frost, en Miami, ya estuvo en Sao Paulo, Santiago de Chile y terminará su trayecto en Buenos Aires. Recién nacido, Morell emigró con su familia a Estados Unidos. En 1979 hizo un posgrado en la Escuela de Fotografía de la Universidad de Yale.

Visión revelada es una muestra antológica de sus diferentes series, aunque la más conocida es la que tiene que ver con la cámara oscura. El proyecto se originó en la demostración que dio a sus alumnos sobre el tema de este artefacto y su funcionamiento. También llaman la atención sus tomas de libros viejos, que adquieren nuevas formas y ritmos.

El trabajo de Morell se vincula con el de Bill Wittliff (Austin, Texas, 1940), quien tiene una década de emplear la cámara estenopeica, aunque es más conocido como guionista. Wittliff, además, es un artista muy cercano a México. Muchas de las imágenes de la exposición se hicieron en México, ya que vive parte del tiempo en San Miguel de Allende.

Al respecto, en el libro La vida brinca, Elizabeth Ferrer escribe que Wittliff está «profundamente familiarizado con la historia de México, inclusive, una historia fotográfica que se distingue por cuerpos de obra que documentan la sobrevivencia de culturas tradicionales y modos de vida».

Por otra parte, Wittliff donó la obra con la que se fundó la Galería Wittliff de fotografía del suroeste de Estados Unidos y México, dirigida por Connie Todd, que está en la Universidad Estatal de Texas-San Marcos. Castellanos adelanta que Ojos para volar, exposición que la galería curó de obra de Graciela Iturbide –también cuenta con un libro–, viajará al Centro de la Imagen para fin de año.

También revela que para FotoSeptiembre se presentará una colección de índole latinoamericano del Consejo Mexicano de Fotografía

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