jueves, abril 01, 2010

Música / México: Salen a la venta dos de las últimas grabaciones de Carlos Montemayor

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Portada de uno de los discos. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 10 de marzo de 2010. (RanchoNEWS).- Desde la Ciudad de México, la agencia Notimex informa sobre las dos últimas producciones discógraficas del escritor pero también tenor chihuahuense:

Como las botellas que son lanzadas al mar, los discos Concierto mexicano y Zarzuelas y cantos de España, del recién fallecido tenor y académico Carlos Montemayor y el pianista Antonio Bravo, comenzaron su periplo por el mundo de la música y del mercado.

Con sendos homenajes póstumos, el primero en la Universidad Autónoma Metropolitana (18 de marzo) y el segundo (tentativamente el 21 del mismo mes) en el Teatro de la Ciudad «Esperanza Iris», serán interpretados por dicho pianista algunos de los temas que a lo largo de casi 11 años formaron parte del repertorio del dúo.

Se trata de dos discos grabados entre 2005 y 2008 en la Sala Hermilo Novelo, del Centro Cultural Ollin Yoliztli, con Montemayor, sobre todo a lo que concierne a la canción española, que vienen a ser sus dos últimas obras musicales publicadas, explicó Bravo.

Durante una visita a Notimex, el pianista con más de 30 años de carrera artística y gran amigo de Montemayor (fallecido el pasado 28 de febrero) indicó que se quedaron en el tintero varios proyectos conjuntos, entre ellos la publicación de 10 temas en alemán de compositores de la talla de Schubert, Bach, Strauss y Wagner.

Montemayor no tenía problema con el alemán, como ocurre con la mayoría de los latinos, a los que cuesta trabajo hablarlo, explicó Bravo, y aclaró que el maestro era políglota y gustaba mucho de este tipo de temas.

Asimismo, quedaron pendientes la grabación de 10 temas españoles, de los que Bravo comentó que posteriormente hablará con la disquera que los patrocinaba, Pentagrama, para que estas canciones salgan a la luz pública como un álbum póstumo.
Intima
Concierto mexicano está integrada con temas de compositores de la talla de Manuel M. Ponce: Acuérdate de mí, Marchita el alma y Estrellita; Mario Talavera: Arrullo; Alfonso Esparza Oteo: No vuelvo a amar e Intimo secreto; Jorge del Moral: Por unos ojos, y Tata Nacho: Intima.

En la solapa, Carlos Montemayor escribió que son temas que representan todavía el canto mexicano en una amplia gama de su tradición, que resulta difícil de agotar en la selección de un disco, pero que viene a ser como un recuerdo de su atrayente y armoniosa música.

En Zarzuela y cantos de España, Montemayor y Bravo interpretan temas como Maravilla, de Antonio Quintero; El huésped de sevillano, de J. J. Luca de Tena; La pícara molinera, de A. Torres del Alamo; Marinero en tierra, de Rafael Alberti; Ay que linda moza, de Ernesto Halffter, y Malagueña, de Joaquín Nim, entre otros.

También en la solapa aparecen algunas reflexiones de Carlos Montemayor en las que se señala que la idea es ofrecer varias facetas de los cantos de España. Primero varias romanzas de zarzuela, de los maestros Amadeo Vives, Pablo Luna y J. Guerrero, entre otros.

«Además de las romanzas de zarzuela seleccionamos varias canciones de diferentes épocas y autores. Una pieza originalmente escrita para laúd, proveniente del siglo XVI, Si no os hubiera mirado, de Cristóbal de Morales; puesto que en esa época no existía otra voz», explicó Montemayor.

Los temas de los hermanos Halffter, tanto Ernesto como Rodolfo, son parte del repertorio que «teníamos para nuestros conciertos», explicó Antonio Bravo, «y que grabamos a partir de nuestro segundo disco, que estuvo dedicado a las canciones italianas y napolitanas».

La muerte de Carlos Montemayor, añadió, fue una pérdida no sólo para mí sino para todos, los que saben de su trayectoria en diferentes ámbitos del conocimiento, como fue la literatura, la música, la ópera, la política, etcétera, lo pueden constatar.

Aseguró que «fuimos grandes amigos», y destacó de Montemayor su bonhomía y su sentido fraternal, tras recordar algunas anécdotas vividas con él durante sus conciertos, sus viajes y aquellos días en el estudio, que propició una amistad profunda que duró casi 11 años.

Fue una pérdida difícil de superar, indicó, siempre detallista y preciso en sus indicaciones, como el de pedir que no se dijera nada acerca de su enfermedad y que, por el contrario, siguieran en el terreno de la música, la literatura y darle voz a los que no la tienen, como los escritores indígenas, entre otros compromisos sociales.

«En ese sentido, creo que Montemayor nos deja tareas pendientes para que las realicemos todos, cada uno desde sus respectivos ámbitos. Ése fue el legado del maestro, ahora nos corresponde a nosotros como sociedad seguir su línea», expresó.

Asimismo, dio a conocer que se tienen preparados varios homenajes póstumos dedicados a la obra de Montemayor, el más cercano será el 18 de marzo en la UAM, institución educativa en la que participó en su fundación.

En tanto, la Secretaría de Cultura tentativamente tiene programado un homenaje magno, en el Teatro de la Ciudad «Esperanza Iris», donde «hablaremos de él, escucharemos música, su acervo literario y se promoverán los discos, que son como de esas botellas que fueron lanzadas al mar y que ya iniciaron su periplo y esa es la mejor manera de recordarlo».

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