C iudad Juárez, Chihuahua. 13 de octubre de 2013. (RanchoNEWS).- El gobierno de Guanajuato estima que en los primeros días del 41 Festival Internacional Cervantino (FIC), que comenzó el miércoles pasado, llegaron 144 mil visitantes, tres por ciento más que en 2012. La derrama económica fue de alrededor de 343 millones de pesos (cinco por ciento más que el año anterior); además, llegaron 35 mil turistas (tres por ciento más que en 2012), y hubo una ocupación hotelera de 57 por ciento. Una nota de Ana Mónica Rodríguez para La Jornada:
La Secretaría de Turismo del estado detalló a La Jornada que se esperan alrededor de 66 mil turistas por noche hasta el 27 de octubre, fecha en que concluye el encuentro cultural.
En tanto, el control policial es moderado y con vigilancia en puntos específicos de la ciudad. Sólo se intercepta a jóvenes en vía pública si traen botellas de licor o cervezas en mano, o a quien altere el orden público.
Propios y extraños señalan que, al parecer, ya quedó lejano el FIC del gobierno de Vicente Fox, cuando la ciudad fue blindada, con ultravigilancia, cámaras y pantallas, estilo Big Brother, para la capital guanajuatense, lo cual alejó a los visitantes –sobre todo jóvenes– de la fiesta cervantina. En esta versión 41, los muchachos volvieron a aparecer por doquier y las calles se observaron con bastante afluencia desde el día de la inauguración, flujo turístico que aumentó conforme se acercó el fin de semana.
Incluso, este domingo, la fiesta no se alteró ni con la marcha de maestros que llegó hasta el centro de la ciudad para difundir sus demandas laborales y protestar por la reforma educativa.
Con el apoteósico concierto Champán para gitanos del bosnio Goran Bregovic, la espectacularidad de la ópera El holandés errante y la brillantez de las piezas de la Sydney Dance Company, el Festival Internacional Cervantino resarció el desangelado comienzo que tuvo el pasado miércoles.
La noche del viernes fue un placer para los sentidos, provocado por Goran Bregovic con su Banda de Bodas y Funerales, más la tormenta que cayó de manera ininterrumpida, con granizo y rayos, que ofreció una escenografía natural y espectacular al público que resistió en la Alhóndiga de Granaditas.
Durante casi dos horas los empapados espectadores –algunos con impermeables, otros con paraguas y unos más valientes con el torso desnudo– presenciaron regocijados con bailes, gritos y cantos la festividad y fuerza de la música de los Balcanes, la cual dedicó Bregovic a los gitanos.
En ese torrencial viernes, mientras el músico atrapaba y cautivaba al público en la Alhóndiga, fueron suspendidos otros espectáculos al aire libre, como el del diyéi Amón Tóbin en Los Pastitos y los Entremeses Cervantinos en la Plaza de San Roque, con los que se rendiría un homenaje al dramaturgo Enrique Ruelas en el centenario de su natalicio.
En el abundante programa musical del FIC, que incluye diversas actividades dedicadas al bicentenario de los natalicios de Wagner y Verdi, la música de cámara, antigua y recitales también han tenido notable asistencia, así como las óperas y las obras de teatro que este fin de semana protagonizaron la Compañía Nacional de Teatro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.
La Gala Verdiana con el sonorense Arturo Chacón-Cruz y la ópera El holandés errante, de Wagner, comenzaron con el «duelo» musical propuesto por los organizadores para recordar a ambos compositores.
Esta primera semana del FIC, las charlas y conferencias también tuvieron nutrida asistencia en los salones de la Universidad de Guanajuato, al igual que los espectáculos de calle dedicados a los niños, que ofrecieron otra alternativa lúdica a los turistas.
Además, la tarde de ayer domingo se rindió homenaje al compositor Mario Lavista con el concierto de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, que se realizó en el Teatro Principal de esta ciudad.
No faltan en las calles y plazas aledañas al Teatro Juárez los variopintos personajes que cada FIC se hacen presentes: lo mismo deambula por las tardes y noches un Quijote –que gusta de lanzar piropos a las jóvenes–, que superhéroes o soldados, que por una módica cantidad posan para las fotografías del recuerdo.
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