lunes, octubre 14, 2013

Teatro / México: «La otra crueldad de Conchi León con Carretera 45 Teatro», una reseña de Jaime Chabaud Magnus

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Momento de la obra. (Foto: Carretera 45)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 11 de octubre de 2013. (RanchoNEWS).- En el cálido proyecto que es Carretera 45 Teatro, en el corazón de la colonia Obrera, han aterrizado dos producciones de la ardiente Mérida: Mestiza Power (lunes 20:30 horas, hasta el 28 de octubre) y La otra crueldad (martes y miércoles 20:30 horas, hasta el 30 de octubre), escritas, dirigidas y actuadas por Conchi León, quien comanda el colectivo Sa’as Tun desde el año 2005. Con la primera, tanto grupo como dramaturga-directora se proyectaron a escala nacional e internacional. La participación de Mestiza Power en escenarios de España, Cuba, Estados Unidos, etcétera, le ha valido a los artistas yucatecos el reconocimiento y la construcción de una cierta continuidad. De esa manera, Conchi ha creado un mapa de complicidades con teatristas de otras geografías, y ha establecido colaboraciones como la que sostiene con Antonio Zúñiga, no sólo presentándose en Carretera 45 Teatro, sino compartiendo dramaturgia, dirección y escena con Antonio en el espectáculo Memorias de dos hijos caracol, que se presenta sábados y domingos a las 13 horas, en ese mismo foro hasta el 27 de octubre.

La otra crueldad es un estreno en el que Conchi León arriesga una «cursi historia de amor» –según sus palabras– con una estructura a la manera de Traición, de Pinter (contada de adelante hacia atrás en la línea del tiempo), pero con dos líneas de acción, con dos historias de amor paralelas que no podríamos asegurar que se tocan anecdóticamente porque la dramaturga hábilmente lo mantiene en la ambigüedad. Y de esa habilidad surge una consecuencia interesante, que es provocar en la mente del espectador la urgencia de relacionar las dos historias, de ponerlas en juego, de hacerlas complementarias para que resulten una. ¿El protagonista joven de una de ellas es en realidad el hijo de la pareja de la otra? El material textual que urde
Conchi empuja al espectador a convertirse en tejedor de la trama pero los elementos en ningún momento son concluyentes como para que finalmente se cierre la cadena de significados, lo cual es una virtud grande.


Oswaldo Ferrer y Fernanda Flores encarnan a la pareja joven que enuncia en principio cómo él la ha dejado hecha un rompecabezas (cuchillo, vestuario de la actriz y una cabeza de muñeca –que nunca manipulan los actores– son signos de una economía encomiable). Miguel Ángel López y Conchi León encarnan a la pareja madura que también inicia el declive –destructivo– de su relación. Y como las historias remontan a sus orígenes, tenemos dos inevitables finales felices. La iluminación es de Esaú Corona.

Carretera 45 Teatro, Juan Lucas de Lassaga 122, entre 5 de Febrero e Isabel La Católica, colonia Obrera, a dos cuadras del Metro San Antonio Abad.

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