viernes, febrero 28, 2014

Tin Tan / Fernando Díaz: «El “Tin Tan” incomprendido y trompabulario»

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Fotograma de la cinta Calabacitas tiernas. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 22 de febrero de 2014. (RanchoNEWS).- En sus películas, «Tin Tan» no sólo destacó por aquellos trajes de pachuco o las innumerables situaciones cómicas en las que parodió a diversos personajes, sino también por el lenguaje, atestado de palabras creadas por él mismo, en ocasiones inentendibles para algunos, pero consideradas una de sus máximas aportaciones como artista, escribe Fernando Díaz en el portal Filmeweb.

Así, tras cinco años de trabajo en los que realizó una ardua investigación, el mexicano José Andrés Niquet publicó el libro Tin Tan y su trompabulario, con más de 300 palabras popularizadas por el actor de cintas como Calabacitas tiernas, El rey del barrio y El ceniciento, entre otras.


«Hay palabras que Germán Valdés difundió durante sus participaciones en el cine, y que fueron de su propia creación o retomó de otros idiomas, por ejemplo, hay algunas de origen germánico o africano; otras son de origen urbano o pachuco, como ‘arranarse’, que significa sentarse, ponerse cómodo», explicó el autor.

Para José Andrés Niquet, las frases usadas por «Tin Tan» en algunas de sus cintas resultan indescifrables, como sucede en El hijo desobediente, dirigida por Humberto Gómez Landero en 1945, donde el histrión interpreta a «Germán Rico» y pronuncia: «Si ya se los teoriqué yo serafín, lo que me entolata meganancia».

De acuerdo con Niquet, el libro tuvo como detonante su afinidad con «Tin Tan». Explica: «Mi primer acercamiento con él fue durante la infancia, porque mi padre y yo veíamos sus películas y eso despertó en mí un interés casi idolátrico. El proyecto del libro lo tuve 20 años en mente, pero bastaron cinco para concretarlo».

Para el especialista, «Tin Tan» fue un personaje contestatario para su época, incomprendido y seriamente criticado por usar el spanglish, sin embargo, a partir de su participación en la cinta El Rey del barrio, comenzó a fusionar su lenguaje con el caló urbano, tomando vocablos franceses, italianos y hasta kenianos para forjar lo que llama un «idolecto».

«Cada persona tiene una forma particular de hablar, pero cuando ésta se vuelve objeto de estudio cobra relevancia, y es lo que pasa con ‘Tin Tan’, cuyo idolecto fue transmitido a otras generaciones, a jóvenes que ya tienen el gusto por lo tintanesco», afirmó.

En Tin Tan y su trompabulario, editado de forma independiente, figuran frases y palabras como «aflojar unos fierros» (dar dinero), «mercar» (comprar), «achantarse» (mostrar miedo), «guachar» (ver, fijarse), «verifain» (que algo está bien), «niguas, nones, nogales» (no), «orejas» (órale) y andar «wino» (borracho), por citar algunas.

Incluso Niquet aseguró que a diferencia de «cantinflear», en su opinión un término peyorativo por el hecho de confundir a los demás diciendo todo y nada a la vez; «con ‘tintanear’ podemos decir mucho usando pocas palabras».

Cabe destacar que la publicación incluye reflexiones sobre el trabajo de Germán Valdés, hechas por personajes de la vida cultural mexicana, entre ellos José Agustín, Carlos Monsiváis, Salvador Novo y José Emilio Pacheco.

«En este libro se le da la palabra a detractores, admiradores y críticos, a quienes quisieron aportar algo para comprender la imagen y el trompabulario de ‘Tin Tan’, como Octavio Paz, Armando Ramírez, Francisco Moreno Fernández, Tomás Mojarro, José Saramago o José Revueltas».

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