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Javier Avilés, Maritza Morillas y Gustavo Jaimes. (Foto: Jessica Oliva)
C
iudad Juárez, Chihuahua. 28 de junio de 2014. (RanchoNEWS).-En la exposición colectiva Sombras, inaugurada la noche del jueves pasado en el Centro Cultural Eje, conviven distintas sensibilidades plásticas. Nueve creadores mexicanos dialogan en este foro de promoción artística que se alza en Eje Central Lázaro Cárdenas 425, en la colonia Narvarte. Una nota de Jéssica Oliva para Milenio:
Hasta el 30 de agosto la muestra desplegará y pondrá a la venta obras de Maritza Morillas, Javier Avilés, Gustavo Jaimes, Alejandro Barrón, Krysia González, Paulina Jaimes, César Oropeza, Isaac Tamariz y Eduardo Pola, representantes de distintas edades y preocupaciones estéticas, que se unieron por una iniciativa del pintor Arturo Rivera.
«Hemos planeado esta exhibición por más de un año. Algunos expusimos juntos en San Luis Potosí con Arturo Rivera, quien nos llamó y nos propuso exhibir bajo el tema de La Máscara. A partir de ahí surgió este grupo, con esa misma tesitura en cuanto a la forma de trabajar», afirmó en entrevista con MILENIO Maritza Morillas, que presenta 17 óleos sobre tela y quien forma parte de la colección El Milenio Visto por el Arte.
Paisajes desoladores, producto de la mano humana en el planeta, invaden los lienzos de Morillas, para quien el duro trasfondo social de su obra responde más a una necesidad de expresión que a una intensión de hacer denuncia. «Son paisajes desoladores, de esos que no queremos mirar ni admitir que están ahí, pero que representan la huella que ha dejado el ser humano en el mundo», comentó.
El tema de la muerte y del humano que se disuelve está presente en la obra de Javier Avilés, quien participa en el proyecto La Poesía Vista por el Arte, de Grupo MILENIO. Para hablar del hombre, el artista decidió dejar fuera de sus lienzos la figura humana, a pesar del antropocentrismo que caracteriza al arte actual: «Quería hablar del hombre sin ponerlo. Hablar de la soledad y demás emociones sin que éste apareciera ahí», dijo.
Avilés exhibe cuadros de gran formato, algunos inspirados en radiografías, cuya exploración sobre la transformación y la energía se benefician de la espaciosa sala.
Piezas intervenidas sobre madera y cuadros con motivos mitológicos son parte de la selección, cuyos artistas coinciden en el manejo de la figura y en su vocación por el oficio. «Nos une el amor a la pintura. Las edades no cuentan y eso se necesita en México: que los artistas se junten y convivan. Es el caldo de cultivo. A veces se esconden, se encierran, se van al cerro y están muy aislados», comentó Gustavo Jaimes para MILENIO.
Jaimes, cuyos óleos de tintes tenebristas narran la historia de Prometeo, también destacó la labor del Eje: «Ahorita que los museos están 'secuestrados', como dice Arturo Rivera, a muchos nos impulsan solo los coleccionistas. Por ello, este es un gran foro, pues es de los pocos lugares en donde nos dan la oportunidad de exponer. No tanto para vender, sino para que la gente vea las obras, porque el trabajo de uno como pintor es social: tiene que verse. No es para guardarlo en el clóset», afirmó.
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sábado, junio 28, 2014
viernes, junio 27, 2014
Crónica / España: Inolvidable princesa Matute
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El hijo de Ana María Matute, Juan Pablo Goicoechea en los alrededores de la capilla ardiente de la escritora. (Foto: Marta Pérez)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- «Fuimos a comer a un italiano que a Ana María le gustaba mucho y a los que les dejó una dedicatoria en un plato blanco, pero no lo encontrábamos; luego salió el cocinero y dijo que hacía unos 15 días cayó uno de los platos de la pared y se rompió; quizá no era el suyo pero fue por esas fechas cuando Ana María entró en el hospital; y ahora aquí tiene la sala de velatorio número 13. ¿Supersticiosa? Sonreiría y lo habría utilizado, niña mala, para alguno de sus fantasiosos relatos», vaticinaba ayer Silvia Sesé, editora de Destino, en uno de los pequeños pero constantes corrillos que se formaron ayer tarde en la capilla ardiente de la escritora y académica Ana María Matute, fallecida el miércoles a los 88 años. Una crónica de Carles Geli para El País:
No fue el único guiño del destino: en esa misma sala, la 13, estuvo no hace ni cuatro meses su amiga y también escritora Ana María Moix, que fue quien le presentó a Pere Gimferrer en un bar de los años 60. Bastante afectado, el académico fue el primero en personarse para dar su último adiós. Salió en silencio pero en el libro de condolencias se le escapó el corazón, brevemente: «Gracias por todo. Nunca te olvidaré, Matutona», firmó cariñosamente.
La capilla ardiente era un continuo contraste. Junto al consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, los editores Jorge Herralde y Emili Rosales o la cineasta Rosa Vergés («la tratamos mucho en casa», recordaba la hija del histórico editor Josep Vergés, que en la revista Destino le permitió escribir con 18 años) se alternaban con gente anónima, lectores que, con la condescendencia del hijo de la autor de Olvidado rey Gudú, Juan Pablo Goicoechea Matute, acudían a dar el pésame. Entre ellas, una mujer con muletas, Pilar Castro Villaba, que resultó fue la ganadora de la tercera edición del Premio Internacional Ana María Matute, hace más de 20 años.
Las diferencias también se notaban en las muestras florales que iban enmarcando el féretro y una sala anexa: los modestos ramos de flores que llegaban a media tarde contrastaban con las notables coronas institucionales; entre éstas, la de rosas blancas de la Real Academia Española, cuya blancura fulgía aún más ante las rosas rojas y rosas de la corona que enviaron los Reyes Juan Carlos y Sofía, con la bandera española; también hubo ofrenda de los nuevos Reyes y del presidente de la Generalitat, Artur Mas.
«Coronas de dos reyes: eso le habría gustado7, comentaban en los corrillos de amigos, entre los que estaba la colega Maruja Torres o Guillem d’Efak, director de la que fue su agencia, la Carmen Balcells, que tanto la ayudó en los momentos difíciles de su depresión. Inevitables ya los móviles mostrando las últimas imágenes que habían almacenado de la vitalista escritora, que hace apenas cinco meses aun tuvo ánimos para hacer entrega del galardón del premio Nadal, que cumplía 70 años. «Era una mujer afable pero de mucho carácter y fortaleza», trazó el alcalde de Barcelona, Xavier Trías. «Vivir hasta los 88 años y no tener adversarios en la vida dice mucho de una persona7, comentaba el hijo de la escritora, al que se le escapó las últimas palabras que le dirigió su madre: «Te quiero». Simples, si se quiere, pero para ellos cargadas de todo si se sabe que tardó 10 años hasta que logró su custodia cuando niño.
Una demostración de amor puro también traspiraban la veintena de páginas de dedicatorias, allí donde los lectores anónimos se dejaban ir, menos tensos que ante la sala de velatorio. «Gracias siempre por liberarnos con tus palabras», escribía Laia. «Un poco más solas, un poco más huérfanas, un poco más tristes», rezaba otra. «Volarás a tu infancia mágica y terrible, cabalgando en el magnífico Clavileño», jugaba con las propias armas de Matute, diablura y surrealismo, un lector al evocar el caballo de madera con el que unos duques gastan una broma a Don Quijote y Sancho.
«Como estudiante, imagino que vengo de portavoz de todos nosotros y decir que Ana María Matute fue una inspiración para todos nosotros. Agradecemos tu magia», había reflejado una joven de tejanos y bolsa de tela roja. «Te quiero, princesa», finalizaba su dedicatoria Sonia. Inolvidable princesa Matute.
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El hijo de Ana María Matute, Juan Pablo Goicoechea en los alrededores de la capilla ardiente de la escritora. (Foto: Marta Pérez)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- «Fuimos a comer a un italiano que a Ana María le gustaba mucho y a los que les dejó una dedicatoria en un plato blanco, pero no lo encontrábamos; luego salió el cocinero y dijo que hacía unos 15 días cayó uno de los platos de la pared y se rompió; quizá no era el suyo pero fue por esas fechas cuando Ana María entró en el hospital; y ahora aquí tiene la sala de velatorio número 13. ¿Supersticiosa? Sonreiría y lo habría utilizado, niña mala, para alguno de sus fantasiosos relatos», vaticinaba ayer Silvia Sesé, editora de Destino, en uno de los pequeños pero constantes corrillos que se formaron ayer tarde en la capilla ardiente de la escritora y académica Ana María Matute, fallecida el miércoles a los 88 años. Una crónica de Carles Geli para El País:
No fue el único guiño del destino: en esa misma sala, la 13, estuvo no hace ni cuatro meses su amiga y también escritora Ana María Moix, que fue quien le presentó a Pere Gimferrer en un bar de los años 60. Bastante afectado, el académico fue el primero en personarse para dar su último adiós. Salió en silencio pero en el libro de condolencias se le escapó el corazón, brevemente: «Gracias por todo. Nunca te olvidaré, Matutona», firmó cariñosamente.
La capilla ardiente era un continuo contraste. Junto al consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, los editores Jorge Herralde y Emili Rosales o la cineasta Rosa Vergés («la tratamos mucho en casa», recordaba la hija del histórico editor Josep Vergés, que en la revista Destino le permitió escribir con 18 años) se alternaban con gente anónima, lectores que, con la condescendencia del hijo de la autor de Olvidado rey Gudú, Juan Pablo Goicoechea Matute, acudían a dar el pésame. Entre ellas, una mujer con muletas, Pilar Castro Villaba, que resultó fue la ganadora de la tercera edición del Premio Internacional Ana María Matute, hace más de 20 años.
Las diferencias también se notaban en las muestras florales que iban enmarcando el féretro y una sala anexa: los modestos ramos de flores que llegaban a media tarde contrastaban con las notables coronas institucionales; entre éstas, la de rosas blancas de la Real Academia Española, cuya blancura fulgía aún más ante las rosas rojas y rosas de la corona que enviaron los Reyes Juan Carlos y Sofía, con la bandera española; también hubo ofrenda de los nuevos Reyes y del presidente de la Generalitat, Artur Mas.
«Coronas de dos reyes: eso le habría gustado7, comentaban en los corrillos de amigos, entre los que estaba la colega Maruja Torres o Guillem d’Efak, director de la que fue su agencia, la Carmen Balcells, que tanto la ayudó en los momentos difíciles de su depresión. Inevitables ya los móviles mostrando las últimas imágenes que habían almacenado de la vitalista escritora, que hace apenas cinco meses aun tuvo ánimos para hacer entrega del galardón del premio Nadal, que cumplía 70 años. «Era una mujer afable pero de mucho carácter y fortaleza», trazó el alcalde de Barcelona, Xavier Trías. «Vivir hasta los 88 años y no tener adversarios en la vida dice mucho de una persona7, comentaba el hijo de la escritora, al que se le escapó las últimas palabras que le dirigió su madre: «Te quiero». Simples, si se quiere, pero para ellos cargadas de todo si se sabe que tardó 10 años hasta que logró su custodia cuando niño.
Una demostración de amor puro también traspiraban la veintena de páginas de dedicatorias, allí donde los lectores anónimos se dejaban ir, menos tensos que ante la sala de velatorio. «Gracias siempre por liberarnos con tus palabras», escribía Laia. «Un poco más solas, un poco más huérfanas, un poco más tristes», rezaba otra. «Volarás a tu infancia mágica y terrible, cabalgando en el magnífico Clavileño», jugaba con las propias armas de Matute, diablura y surrealismo, un lector al evocar el caballo de madera con el que unos duques gastan una broma a Don Quijote y Sancho.
«Como estudiante, imagino que vengo de portavoz de todos nosotros y decir que Ana María Matute fue una inspiración para todos nosotros. Agradecemos tu magia», había reflejado una joven de tejanos y bolsa de tela roja. «Te quiero, princesa», finalizaba su dedicatoria Sonia. Inolvidable princesa Matute.
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Libros / México: «La princesa Selenita» de El Fisgón
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Portada del libro publicado por Ediciones Era, en el que Rafael Barajas, El Fisgón, plasma su admiración por Elena Poniatowska. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Hace muchos años, en un reino muy lejano, un apuesto príncipe se encontró con una bella aristócrata porfiriana. Él era el heredero del trono de Polonia y ella llevaba el Amor como apellido. Se enamoraron, se casaron y tuvieron tres hijos, entre ellos una inteligente princesita. Una nota de Ángel Vargas para La Jornada:
Todo parecía augurar un futuro venturoso a esa noble y agraciada jovencita, pero el destino la condenó a vivir en un extraño paraje, un país del tercer mundo, plagado de injusticias que le dolían, pero también de acontecimientos y personajes insólitos y fascinantes que la cautivaron...
Parecería un cuento de hadas, pero no, es una historia real, que hasta la fecha prosigue. Es la historia de la escritora y periodista Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, conocida como Elena Poniatowska, La Poni o Elenita.
Y sobre esa historia, el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón acaba de hacer un libro ilustrado, La princesa Selenita, con el cual rinde homenaje y expresa su cariño a tan entrañable intelectual y colaboradora de La Jornada, quien el pasado abril recibió el Premio Cervantes de Literatura.
Es una historia de princesas, con el agregado de que esta princesa que tenemos en México es más fregona, más chingona que las de Disney. Es, en realidad, un falso libro para niños; tiene la intención de que éstos lo lean para que un adulto se los explique, señala.
«Elena es un personaje de cuento, su vida tiene los elementos de leyenda: es una princesa que cae en desgracia y llega a México y luego, ya como periodista, se topa con animales mitológicos, como Diego Rivera; con brujas, como María Félix, con sapos en redacciones, y se enamora del país y de la gente, y ésta se enamora de ella».
Los malos de la historia
Publicada por Ediciones Era, esta breve semblanza en forma de cuento infantil tiene como origen una invitación a El Fisgón para participar en un homenaje a Poniatowska.
El texto lo obligó a estudiar la vida de la autora de Leonora, pues «aunque parezca mentira y estén narrados en forma de cuento, todos los datos (del libro) son ciertos y los personajes reales. Obviamente, los malos de la historia tenían que ser (el ex presidente Gustavo) Díaz Ordaz, (el también ex presidente Felipe) Calderón y (la ex líder magisterial) Elba Es-ther (Gordillo), agrega el caricaturista en entrevista.
«Las hadas son las amigas de Elena: Chaneca, Jesusa (Rodríguez), Liliana Felipe y Martha Lamas. La idea de este cuento es contar de manera coloquial la historia de esta princesa que nos ha tocado vivir y que es muy amada por el pueblo».
De acuerdo con El Fisgón, Elena Poniatowska forma parte de esa tradición de lo que en Estados Unidos llaman intelectuales públicos, entre los que coloca a Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Fernando del Paso y Eduardo del Río, Rius.
«México tiene un tradición muy grande en lo que respecta a ese tipo de personajes. Viene desde el siglo XIX, por ejemplo, con fray Servando Teresa de Mier, Melchor Ocampo, Ponciano Arriaga, Ignacio Ramírez, Vicente Riva Palacio y Guillermo Prieto; incluso Justo Sierra en su momento», dice.
«Y estos intelectuales básicamente son escritores, pero también analizan a la sociedad y dan un punto de vista un poco desde fuera de la misma. Con ello contribuyen a encarrilar a la sociedad y forjar una opinión pública razonada sobre temas públicos».
Inteligencia y compromiso ético
Cuenta el caricaturista que desde muy joven ha admirado a Poniatowska, a la cual comenzó a leer desde muy chavo. Primero fue Hasta no verte Jesús mío y después La noche de Tlatelolco; y a partir de eso tomó enorme respeto por tan incomparable mujer.
«Me pareció increíble que en este país de machos fuera una mujer la única valiente que se atreviera a hablar del tema del 68, a confrontar al poder, que además, se nos olvida, era un poder brutal, omnímodo. Parece increíble que teniendo Gustavo Díaz Ordaz un proyecto de control total de la población, hubiera un puñado de gentes –entre las cuales se encuentra Elena– que se atreviera a dar una visión acercada a la realidad, la cual desentonaba de la realidad oficial».
En su opinión, detrás del ser y el hacer de Poniatowska hay una motivación ética y su ejemplo contrasta con el caso de otros intelectuales, que pueden ser brillantes, pero que se han aliado al poder y han hecho su carrera a la sombra de éste.
«Me llama la atención cómo lo que sobresale de Elena es su calidad ética, y creo que esta es parte de un compromiso intelectual de fondo. No entiendo la inteligencia sin un compromiso ético. Estoy convencido de que cuando los intelectuales hacen concesiones en materia de ética y principios hacen concesiones a su inteligencia, es decir, se apendejan», añade.
Uno de los aspectos que más llamadon la atención de El Fisgón respecto de Poniatowska es que de repente personas sin autoridad moral la juzgan, a veces con desprecio y, otras, hasta con crueldad.
Recuerda al respecto que en las elecciones de 2006, el entonces dirigente del PAN Manuel Espino se lanzó con todo en contra de ella, diciendo que era una pobre señora que le inspiraba pena. «Y ¿ quién es él para decir eso?
Para finalizar, El Fisgón recalca que con La princesa Selenita lo que pretende es destacar la importancia de tener con nosotros una persona honesta, alguien que dice la verdad, en un país que quiere ser de a mentiritas.
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Portada del libro publicado por Ediciones Era, en el que Rafael Barajas, El Fisgón, plasma su admiración por Elena Poniatowska. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Hace muchos años, en un reino muy lejano, un apuesto príncipe se encontró con una bella aristócrata porfiriana. Él era el heredero del trono de Polonia y ella llevaba el Amor como apellido. Se enamoraron, se casaron y tuvieron tres hijos, entre ellos una inteligente princesita. Una nota de Ángel Vargas para La Jornada:
Todo parecía augurar un futuro venturoso a esa noble y agraciada jovencita, pero el destino la condenó a vivir en un extraño paraje, un país del tercer mundo, plagado de injusticias que le dolían, pero también de acontecimientos y personajes insólitos y fascinantes que la cautivaron...
Parecería un cuento de hadas, pero no, es una historia real, que hasta la fecha prosigue. Es la historia de la escritora y periodista Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, conocida como Elena Poniatowska, La Poni o Elenita.
Y sobre esa historia, el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón acaba de hacer un libro ilustrado, La princesa Selenita, con el cual rinde homenaje y expresa su cariño a tan entrañable intelectual y colaboradora de La Jornada, quien el pasado abril recibió el Premio Cervantes de Literatura.
Es una historia de princesas, con el agregado de que esta princesa que tenemos en México es más fregona, más chingona que las de Disney. Es, en realidad, un falso libro para niños; tiene la intención de que éstos lo lean para que un adulto se los explique, señala.
«Elena es un personaje de cuento, su vida tiene los elementos de leyenda: es una princesa que cae en desgracia y llega a México y luego, ya como periodista, se topa con animales mitológicos, como Diego Rivera; con brujas, como María Félix, con sapos en redacciones, y se enamora del país y de la gente, y ésta se enamora de ella».
Los malos de la historia
Publicada por Ediciones Era, esta breve semblanza en forma de cuento infantil tiene como origen una invitación a El Fisgón para participar en un homenaje a Poniatowska.
El texto lo obligó a estudiar la vida de la autora de Leonora, pues «aunque parezca mentira y estén narrados en forma de cuento, todos los datos (del libro) son ciertos y los personajes reales. Obviamente, los malos de la historia tenían que ser (el ex presidente Gustavo) Díaz Ordaz, (el también ex presidente Felipe) Calderón y (la ex líder magisterial) Elba Es-ther (Gordillo), agrega el caricaturista en entrevista.
«Las hadas son las amigas de Elena: Chaneca, Jesusa (Rodríguez), Liliana Felipe y Martha Lamas. La idea de este cuento es contar de manera coloquial la historia de esta princesa que nos ha tocado vivir y que es muy amada por el pueblo».
De acuerdo con El Fisgón, Elena Poniatowska forma parte de esa tradición de lo que en Estados Unidos llaman intelectuales públicos, entre los que coloca a Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Fernando del Paso y Eduardo del Río, Rius.
«México tiene un tradición muy grande en lo que respecta a ese tipo de personajes. Viene desde el siglo XIX, por ejemplo, con fray Servando Teresa de Mier, Melchor Ocampo, Ponciano Arriaga, Ignacio Ramírez, Vicente Riva Palacio y Guillermo Prieto; incluso Justo Sierra en su momento», dice.
«Y estos intelectuales básicamente son escritores, pero también analizan a la sociedad y dan un punto de vista un poco desde fuera de la misma. Con ello contribuyen a encarrilar a la sociedad y forjar una opinión pública razonada sobre temas públicos».
Inteligencia y compromiso ético
Cuenta el caricaturista que desde muy joven ha admirado a Poniatowska, a la cual comenzó a leer desde muy chavo. Primero fue Hasta no verte Jesús mío y después La noche de Tlatelolco; y a partir de eso tomó enorme respeto por tan incomparable mujer.
«Me pareció increíble que en este país de machos fuera una mujer la única valiente que se atreviera a hablar del tema del 68, a confrontar al poder, que además, se nos olvida, era un poder brutal, omnímodo. Parece increíble que teniendo Gustavo Díaz Ordaz un proyecto de control total de la población, hubiera un puñado de gentes –entre las cuales se encuentra Elena– que se atreviera a dar una visión acercada a la realidad, la cual desentonaba de la realidad oficial».
En su opinión, detrás del ser y el hacer de Poniatowska hay una motivación ética y su ejemplo contrasta con el caso de otros intelectuales, que pueden ser brillantes, pero que se han aliado al poder y han hecho su carrera a la sombra de éste.
«Me llama la atención cómo lo que sobresale de Elena es su calidad ética, y creo que esta es parte de un compromiso intelectual de fondo. No entiendo la inteligencia sin un compromiso ético. Estoy convencido de que cuando los intelectuales hacen concesiones en materia de ética y principios hacen concesiones a su inteligencia, es decir, se apendejan», añade.
Uno de los aspectos que más llamadon la atención de El Fisgón respecto de Poniatowska es que de repente personas sin autoridad moral la juzgan, a veces con desprecio y, otras, hasta con crueldad.
Recuerda al respecto que en las elecciones de 2006, el entonces dirigente del PAN Manuel Espino se lanzó con todo en contra de ella, diciendo que era una pobre señora que le inspiraba pena. «Y ¿ quién es él para decir eso?
Para finalizar, El Fisgón recalca que con La princesa Selenita lo que pretende es destacar la importancia de tener con nosotros una persona honesta, alguien que dice la verdad, en un país que quiere ser de a mentiritas.
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Artes Plásticas / México: El arte social y marginal llega al Museo Universitario del Chopo
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En Bogotá empecé a hacer mis estudios de campo hasta llegar a una de las zonas informales: Ciudad Bolívar, donde planeo autoconstruir una casa, dice Sandra Calvo, quien aparece junto con su instalación Arquitectura sin arquitectos, que muestra en el Museo Universitario del Chopo. (Foto: Yazmín Ortega Cortés)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Uno puede hacer política de muchas maneras, expresa la politóloga de formación Sandra Calvo (DF, 1977), quien eligió el arte como herramienta de expresión, en particular, el video, la instalación y la fotografía. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
Calvo decidió desenvolverse en el ámbito artístico, en la medida que se trata de «formatos que me interesan más para generar algún tipo de catarsis o entendimiento. La verdad, nunca he sido buena con los formatos más apolillados que de alguna manera me superaban. Por otro lado, el estudio de la política se me hace muy interesante, lo que significa el poder. Por eso hablo de espacio público y de la teoría política que me encanta».
Aunque no sabe dibujar, asegura que si lo considerara necesario para alguna propuesta «aprendería a hacerlo o me apoyaría en una serie de técnicos capaces de dibujar para el proyecto. Por ejemplo, no soy escultora, pero aquí tenemos –se refiere a su instalación Arquitectura sin arquitectos, construida en el Museo Universitario del Chopo– una escultura, o arquitectura, que parte de una idea que tiene que materializarse.
«Es decir, tengo que estudiar, ver cómo se hace una escultura de hilo, tengo que probar, hay una serie de errores detrás antes de que eso sea posible, y una vez obtenido, saber qué recursos humanos necesito para su realización».
Trazos con hilo en vez de lápiz
Arquitectura sin arquitectos es un proyecto que lleva ya dos años y consiste en la representación de lo que algún día será una casa en Ciudad Bolívar, Colombia.
Calvo, en entrevista, explica que trabaja con la economía informal, con temas que tienen que ver con el espacio público, el entendimiento de la apropiación y legalidad informal, que cuestiona y problematiza con sus obras.
«En 2012 –relata– la Universidad Nacional de Colombia me becó para hacer una investigación sobre la informalidad. Todavía no tenía una idea muy clara, sólo sabía que deseaba hacer algo sobre la autoconstrucción. En Bogotá empecé a hacer mis estudios de campo hasta llegar a una de las zonas informales: Ciudad Bolívar.
«Después de una serie de eventos di con una familia que me dijo que tenían un terreno en que había tres paredes y una cubierta de lámina, pero querían construir una plancha, que es cuando uno echa la losa, el acto más relevante de la autoconstrucción porque le da un carácter semifijo o de casa. Les ofrecí mi beca para poder echar la losa, la familia y los vecinos aportaron la mano de obra. Se registró el proceso, incluso me fui a vivir con ellos. En estos dos años he estado entre Colombia y México».
Como todavía falta mucho por hacer, Calvo decidió trazar un plano arquitectónico, pero en el espacio de la futura casa de dos pisos, donde en vez de lápiz se utilizó hilo por su sutileza, su flexibilidad, porque así «podemos cambiar un día una cosa por otra». Se usó hilo negro para delinear los espacios para los que hubo consenso con la familia, y rojo en los que no.
La familia tejió in situ el inmueble y tres de sus integrantes, Maicol Ramírez Moreno, An-ghello Gil Moreno y Celestino Guerrero, vinieron a México a repetirlo en el Chopo.
La exposición también incluye un documental «fragmentado, o extendido», para el que se ha hecho un cine «autoconstruido de lámina y demás materiales de la informalidad, para proyectar tres momentos de esta vivienda: la casa habitada, planeada y construida».
Muestra de artista colombiano
El artista José María Rubio (Bogotá, 1986) se encuentra en México desde hace año y medio estudiando un posgrado en arte contemporáneo en SOMA. Relacionado con el arte tradicional desde chico, al ingresar a la Universidad Jorge Tadeo Lozano, empezó a familiarizarse más con los contenidos del arte contemporáneo. Su estancia aquí, sin embargo, le ha hecho pensar en cómo «el trabajo que uno realiza no se materializa directamente en un objeto, sino más bien los objetos, y cómo son usadas las imágenes, pueden tener diferentes soportes».
Jardín nuclear, instalación que Rubio ha concebido para el Chopo, se desprende de un proyecto en el que ha revisado la iconografía y las representaciones de la figura masculina. El presente se basa en el periodo de posguerra y se centra en la figura de John F. Kennedy como «una imagen que se repite en distintos medios y empieza a ser parte de la industria cultural como un personaje político, pero también de reconocimiento internacional. El título juega con el contexto de las amenazas de la guerra fría y con la idea de la ciudad jardín que son proyectos de renovación de la arquitectura social en América Latina, que Estados Unidos busca potenciar».
Para la exposición se revisaron los archivos de prensa de las visitas que Kennedy hizo a la región, en particular a México. Otro elemento utilizado es «un sonido ambiental de una unidad habitacional con la finalidad de llevar al museo la idea de la ciudad jardín».
Después de la visita de Kennedy al país se construyó una unidad habitacional que lleva su nombre, diseñada por Mario Pani. El entorno de la instalación es un camino sinuoso con pasto a los lados, tomado de imágenes del malogrado presidente, en las que «se aparece en el jardín frontal de la casa burguesa de la clase media».
Las dos exposiciones fueron inauguradas anoche en el Museo Universitario del Chopo (Dr. González Martínez 10, colonia Santa María la Ribera).
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En Bogotá empecé a hacer mis estudios de campo hasta llegar a una de las zonas informales: Ciudad Bolívar, donde planeo autoconstruir una casa, dice Sandra Calvo, quien aparece junto con su instalación Arquitectura sin arquitectos, que muestra en el Museo Universitario del Chopo. (Foto: Yazmín Ortega Cortés)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Uno puede hacer política de muchas maneras, expresa la politóloga de formación Sandra Calvo (DF, 1977), quien eligió el arte como herramienta de expresión, en particular, el video, la instalación y la fotografía. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
Calvo decidió desenvolverse en el ámbito artístico, en la medida que se trata de «formatos que me interesan más para generar algún tipo de catarsis o entendimiento. La verdad, nunca he sido buena con los formatos más apolillados que de alguna manera me superaban. Por otro lado, el estudio de la política se me hace muy interesante, lo que significa el poder. Por eso hablo de espacio público y de la teoría política que me encanta».
Aunque no sabe dibujar, asegura que si lo considerara necesario para alguna propuesta «aprendería a hacerlo o me apoyaría en una serie de técnicos capaces de dibujar para el proyecto. Por ejemplo, no soy escultora, pero aquí tenemos –se refiere a su instalación Arquitectura sin arquitectos, construida en el Museo Universitario del Chopo– una escultura, o arquitectura, que parte de una idea que tiene que materializarse.
«Es decir, tengo que estudiar, ver cómo se hace una escultura de hilo, tengo que probar, hay una serie de errores detrás antes de que eso sea posible, y una vez obtenido, saber qué recursos humanos necesito para su realización».
Trazos con hilo en vez de lápiz
Arquitectura sin arquitectos es un proyecto que lleva ya dos años y consiste en la representación de lo que algún día será una casa en Ciudad Bolívar, Colombia.
Calvo, en entrevista, explica que trabaja con la economía informal, con temas que tienen que ver con el espacio público, el entendimiento de la apropiación y legalidad informal, que cuestiona y problematiza con sus obras.
«En 2012 –relata– la Universidad Nacional de Colombia me becó para hacer una investigación sobre la informalidad. Todavía no tenía una idea muy clara, sólo sabía que deseaba hacer algo sobre la autoconstrucción. En Bogotá empecé a hacer mis estudios de campo hasta llegar a una de las zonas informales: Ciudad Bolívar.
«Después de una serie de eventos di con una familia que me dijo que tenían un terreno en que había tres paredes y una cubierta de lámina, pero querían construir una plancha, que es cuando uno echa la losa, el acto más relevante de la autoconstrucción porque le da un carácter semifijo o de casa. Les ofrecí mi beca para poder echar la losa, la familia y los vecinos aportaron la mano de obra. Se registró el proceso, incluso me fui a vivir con ellos. En estos dos años he estado entre Colombia y México».
Como todavía falta mucho por hacer, Calvo decidió trazar un plano arquitectónico, pero en el espacio de la futura casa de dos pisos, donde en vez de lápiz se utilizó hilo por su sutileza, su flexibilidad, porque así «podemos cambiar un día una cosa por otra». Se usó hilo negro para delinear los espacios para los que hubo consenso con la familia, y rojo en los que no.
La familia tejió in situ el inmueble y tres de sus integrantes, Maicol Ramírez Moreno, An-ghello Gil Moreno y Celestino Guerrero, vinieron a México a repetirlo en el Chopo.
La exposición también incluye un documental «fragmentado, o extendido», para el que se ha hecho un cine «autoconstruido de lámina y demás materiales de la informalidad, para proyectar tres momentos de esta vivienda: la casa habitada, planeada y construida».
Muestra de artista colombiano
El artista José María Rubio (Bogotá, 1986) se encuentra en México desde hace año y medio estudiando un posgrado en arte contemporáneo en SOMA. Relacionado con el arte tradicional desde chico, al ingresar a la Universidad Jorge Tadeo Lozano, empezó a familiarizarse más con los contenidos del arte contemporáneo. Su estancia aquí, sin embargo, le ha hecho pensar en cómo «el trabajo que uno realiza no se materializa directamente en un objeto, sino más bien los objetos, y cómo son usadas las imágenes, pueden tener diferentes soportes».
Jardín nuclear, instalación que Rubio ha concebido para el Chopo, se desprende de un proyecto en el que ha revisado la iconografía y las representaciones de la figura masculina. El presente se basa en el periodo de posguerra y se centra en la figura de John F. Kennedy como «una imagen que se repite en distintos medios y empieza a ser parte de la industria cultural como un personaje político, pero también de reconocimiento internacional. El título juega con el contexto de las amenazas de la guerra fría y con la idea de la ciudad jardín que son proyectos de renovación de la arquitectura social en América Latina, que Estados Unidos busca potenciar».
Para la exposición se revisaron los archivos de prensa de las visitas que Kennedy hizo a la región, en particular a México. Otro elemento utilizado es «un sonido ambiental de una unidad habitacional con la finalidad de llevar al museo la idea de la ciudad jardín».
Después de la visita de Kennedy al país se construyó una unidad habitacional que lleva su nombre, diseñada por Mario Pani. El entorno de la instalación es un camino sinuoso con pasto a los lados, tomado de imágenes del malogrado presidente, en las que «se aparece en el jardín frontal de la casa burguesa de la clase media».
Las dos exposiciones fueron inauguradas anoche en el Museo Universitario del Chopo (Dr. González Martínez 10, colonia Santa María la Ribera).
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Fotografía / Estados Unidos: Garry Winogrand, el fotógrafo de la normalidad, llega al MET
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Winogrand trabajó para revistas como Life o Sports Ilustrated. (Foto: Garry Winogrand)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Nadie como él retrató la normalidad de Estados Unidos entre los años 50 y los 60, pero Garry Winogrand, además, dejó como legado póstumo miles de fotografías de los años ochenta que ahora el Museo Metropolitano de Nueva York añade a la primera retrospectiva dedicada al fotógrafo en 25 años. Una entrega de EFE:
Ni la devastación de la Gran Depresión, ni el patriotismo de la II Guerra Mundial ni la maquinaria capitalista perfectamente engrasada de los ochenta. Justo cuando Estados Unidos era una mezcla, una consecuencia o un preludio de todo eso, Garry Winogrand (1928-1984) se encargó de retratarla no solo con ojo experto, pero sobre todo, ojo humilde.
«A veces me da la sensación de que el mundo es un lugar para el que compré una entrada. Un gran espectáculo dedicado a mí. Como si no pasara si no llevara la cámara», dijo Winogrand en el año 80, cuatro antes de que le detectaran un cáncer terminal que le prorrogó la vida solo diez semanas más.
Tres décadas después de su muerte, el Museo Metropolitano de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA) han trabajado en recuperar la ingente cantidad de material inédito que ese fallecimiento repentino dejó sin editar, además de recuperar sus imágenes más icónicas.
Pero además han osado a hacer algo que él siempre rechazó: interpretar el sentido de su obra, recuperar sus cartas de motivación para la universidad e hilar las pocas reflexiones profesionales que hizo a lo largo de su corta vida.
Deudor de Walker Evans y Robert Frank a la par que coetáneo de Diane Arbus y Lee Friedlander, Winogran «se resistía cuando la gente le empujaba a que explicara su trabajo y él siempre definía como un estudiante de Estados Unidos», explicó hoy el escritor, fotógrafo y comisario independiente Leo Rubinfien en la presentación ante la prensa de esta exposición que, desde mañana hasta el 21 de septiembre ocupará el museo enciclopédico de Nueva York con 175 imágenes en blanco y negro.
Nacido en el condado del Bronx, en Nueva York, Winogrand trabajó para revistas como Life o Sports Ilustrated, pero pronto quiso divorciarse del periodismo para centrarse en la realidad menos noticiosa, menos impactante y más matizada.
Así, entre 1950 y 1971 fue con su cámara captando todas las gamas de esa Nueva York entre decadente y floreciente, y los mismo hizo con otras partes de Estados Unidos.
«Winogrand era una persona sumamente contradictoria, que jamás claudicaba en una discusión porque siempre pensaba que tenía razón pero que luego te decía en voz baja que no podías ser libre hasta que no te dieran cuenta de que no eras nada», recordó hoy el comisario de fotografía del Met, Jeff L. Rosenheim.
Down from the Bronx es la primera parte de esta exposición, en la que están algunas de sus fotografías más recordadas, como la que protagoniza el cartel de la muestra, de una mujer riendo a carcajadas en el club Morocco del alto Manhattan, o la mezcla de lo ordinario y lo extraordinaria que colisiona en la instantánea de un padre y una madre llevando en sus brazos dos chimpancés en Central Park.
La segunda, titulada Student of America muestra las profundidades del país más poderoso del mundo. Desde los desiertos de Nuevo México a los barrios residenciales de Los Ángeles. Y, finalmente, Boom and Bust (explosión y fracaso), en la que se percibe más amargura en su objetivo y afirmaba que «no hay nada más misterioso que un hecho descrito con claridad».
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Winogrand trabajó para revistas como Life o Sports Ilustrated. (Foto: Garry Winogrand)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Nadie como él retrató la normalidad de Estados Unidos entre los años 50 y los 60, pero Garry Winogrand, además, dejó como legado póstumo miles de fotografías de los años ochenta que ahora el Museo Metropolitano de Nueva York añade a la primera retrospectiva dedicada al fotógrafo en 25 años. Una entrega de EFE:
Ni la devastación de la Gran Depresión, ni el patriotismo de la II Guerra Mundial ni la maquinaria capitalista perfectamente engrasada de los ochenta. Justo cuando Estados Unidos era una mezcla, una consecuencia o un preludio de todo eso, Garry Winogrand (1928-1984) se encargó de retratarla no solo con ojo experto, pero sobre todo, ojo humilde.
«A veces me da la sensación de que el mundo es un lugar para el que compré una entrada. Un gran espectáculo dedicado a mí. Como si no pasara si no llevara la cámara», dijo Winogrand en el año 80, cuatro antes de que le detectaran un cáncer terminal que le prorrogó la vida solo diez semanas más.
Tres décadas después de su muerte, el Museo Metropolitano de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA) han trabajado en recuperar la ingente cantidad de material inédito que ese fallecimiento repentino dejó sin editar, además de recuperar sus imágenes más icónicas.
Pero además han osado a hacer algo que él siempre rechazó: interpretar el sentido de su obra, recuperar sus cartas de motivación para la universidad e hilar las pocas reflexiones profesionales que hizo a lo largo de su corta vida.
Deudor de Walker Evans y Robert Frank a la par que coetáneo de Diane Arbus y Lee Friedlander, Winogran «se resistía cuando la gente le empujaba a que explicara su trabajo y él siempre definía como un estudiante de Estados Unidos», explicó hoy el escritor, fotógrafo y comisario independiente Leo Rubinfien en la presentación ante la prensa de esta exposición que, desde mañana hasta el 21 de septiembre ocupará el museo enciclopédico de Nueva York con 175 imágenes en blanco y negro.
Nacido en el condado del Bronx, en Nueva York, Winogrand trabajó para revistas como Life o Sports Ilustrated, pero pronto quiso divorciarse del periodismo para centrarse en la realidad menos noticiosa, menos impactante y más matizada.
Así, entre 1950 y 1971 fue con su cámara captando todas las gamas de esa Nueva York entre decadente y floreciente, y los mismo hizo con otras partes de Estados Unidos.
«Winogrand era una persona sumamente contradictoria, que jamás claudicaba en una discusión porque siempre pensaba que tenía razón pero que luego te decía en voz baja que no podías ser libre hasta que no te dieran cuenta de que no eras nada», recordó hoy el comisario de fotografía del Met, Jeff L. Rosenheim.
Down from the Bronx es la primera parte de esta exposición, en la que están algunas de sus fotografías más recordadas, como la que protagoniza el cartel de la muestra, de una mujer riendo a carcajadas en el club Morocco del alto Manhattan, o la mezcla de lo ordinario y lo extraordinaria que colisiona en la instantánea de un padre y una madre llevando en sus brazos dos chimpancés en Central Park.
La segunda, titulada Student of America muestra las profundidades del país más poderoso del mundo. Desde los desiertos de Nuevo México a los barrios residenciales de Los Ángeles. Y, finalmente, Boom and Bust (explosión y fracaso), en la que se percibe más amargura en su objetivo y afirmaba que «no hay nada más misterioso que un hecho descrito con claridad».
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Arquitectura / México: Exhiben vigencia de la arquitectura del exilio español
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Ramón Miquela Jáuregui participó en el diseño del Polyforum. (Foto: Nelly Salas)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de junio de 2014. (RanchoNEWS).-La fisonomía de numerosas ciudades mexicanas no sería la misma sin la intervención de aquellos creadores españoles que huyeron a México en 1939 tras la derrota de los republicanos. Sin embargo, aunque es bien conocida la influencia del exilio español en la vida cultural y artística mexicana, sus valiosas aportaciones en el ámbito arquitectónico no han sido apreciadas en su completa dimensión, comenta a MILENIO Juan Ignacio del Cueto, curador de la exposición Presencia del exilio español en la arquitectura mexicana, que se presenta en el Museo Nacional de Arquitectura hasta el 3 de agosto, como parte de la conmemoración del éxodo republicano. Una nota de Laura Cortés para Milenio:
A 75 años de aquella diáspora, el legado del exilio español en México es evidente en numerosas instituciones educativas y académicas, e incluso en actividades comerciales y empresariales, pero la impronta en el patrimonio arquitectónico es todavía más tangible: basta un recorrido por colonias como Polanco, Nápoles, Roma y Centro, en el Distrito Federal, para admirar casas y edificios autoría de esos urbanistas que encontraron refugio en México.
Entre los más de 20 mil españoles acogidos por el gobierno de Lázaro Cárdenas se encontraban 25 destacados arquitectos, los cuales, a decir de Del Cueto, «no vinieron a enseñar» sino, por el contrario, sorprendidos ante la calidad de la obra arquitectónica, contribuyeron significativamente a lo que ya se estaba haciendo en el país. El también arquitecto añade que otro grupo de profesionistas con valiosas contribuciones fue la llamada «generación hispanomexicana», españoles que llegaron a México siendo niños, cuya formación académica tuvo lugar en instituciones nacionales (principalmente en la UNAM): «arquitectos mexicanos nacidos en España».
Trazos y rostros
El arquitecto Félix Candela llegó a México a los 29 años, y una década después comenzó a construir los cascarones de concreto que le dieron prestigio internacional, señala Del Cueto. En los años cincuenta y sesenta ya era uno de los constructores más famosos del mundo. Es autor, entre otras obras, de los arcos de los mercados de Coyoacán y de San Pedro de los Pinos; también del restaurante Los Manantiales, en Xochimilco, edificio considerado un clásico de la arquitectura moderna. Su creación más representativa es el Palacio de los Deportes, realizada junto con los arquitectos Enrique Castañeda Tamborrel y el también exiliado Antonio Peyrí.
Otra obra con sello del destierro español es el Polyforum Cultural Siqueiros, en cuya edificación participaron arquitectos del exilio, entre otros Ramón Miquela Jáuregui, quien llegó con su familia cuando era niño y se formó profesionalmente en México.
Un caso más es el de Arturo Sáenz de la Calzada, quien construyó la casa del cineasta Luis Buñuel en la colonia del Valle, en la Ciudad de México. A petición del creador surrealista, Sáenz diseñó la vivienda evocando la Residencia de Estudiantes de Madrid. Actualmente el inmueble es un centro de investigación cinematográfica.
La residencia del renombrado psicoanalista Erich Fromm, en Cuernavaca, también fue construida por un arquitecto desplazado: Óscar Coll Alas, quien por cierto había estado confinado en un campo de concentración.
Otro ejemplo es el extinto Hotel Casino de la Selva, también en Cuernavaca, proyectado por Jesús Martí (en esta construcción también participó Candela), quien también realizó el emblemático Hotel Mocambo, en el puerto de Veracruz.
La lista de obras arquitectónicas realizadas por miembros del exilio español se antoja interminable: universidades como la Anáhuac, conjuntos habitaciones como el de Iztacalco, edificios corporativos, hoteles, galerías e incluso gasolineras. De ahí que la conmemoración por el 75 aniversario de este suceso histórico ofrece la oportunidad de rescatar del olvido a esos creadores.
Otras personalidades representativas
Francisco Azorín
Tomás Bilbao
Ovidio Botella
José Caridad
Óscar de Buen
Félix Colinas
Roberto Fernández
Imanol Ordorika
Jaime Ramonell
Enrique Segarra
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Ramón Miquela Jáuregui participó en el diseño del Polyforum. (Foto: Nelly Salas)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de junio de 2014. (RanchoNEWS).-La fisonomía de numerosas ciudades mexicanas no sería la misma sin la intervención de aquellos creadores españoles que huyeron a México en 1939 tras la derrota de los republicanos. Sin embargo, aunque es bien conocida la influencia del exilio español en la vida cultural y artística mexicana, sus valiosas aportaciones en el ámbito arquitectónico no han sido apreciadas en su completa dimensión, comenta a MILENIO Juan Ignacio del Cueto, curador de la exposición Presencia del exilio español en la arquitectura mexicana, que se presenta en el Museo Nacional de Arquitectura hasta el 3 de agosto, como parte de la conmemoración del éxodo republicano. Una nota de Laura Cortés para Milenio:
A 75 años de aquella diáspora, el legado del exilio español en México es evidente en numerosas instituciones educativas y académicas, e incluso en actividades comerciales y empresariales, pero la impronta en el patrimonio arquitectónico es todavía más tangible: basta un recorrido por colonias como Polanco, Nápoles, Roma y Centro, en el Distrito Federal, para admirar casas y edificios autoría de esos urbanistas que encontraron refugio en México.
Entre los más de 20 mil españoles acogidos por el gobierno de Lázaro Cárdenas se encontraban 25 destacados arquitectos, los cuales, a decir de Del Cueto, «no vinieron a enseñar» sino, por el contrario, sorprendidos ante la calidad de la obra arquitectónica, contribuyeron significativamente a lo que ya se estaba haciendo en el país. El también arquitecto añade que otro grupo de profesionistas con valiosas contribuciones fue la llamada «generación hispanomexicana», españoles que llegaron a México siendo niños, cuya formación académica tuvo lugar en instituciones nacionales (principalmente en la UNAM): «arquitectos mexicanos nacidos en España».
Trazos y rostros
El arquitecto Félix Candela llegó a México a los 29 años, y una década después comenzó a construir los cascarones de concreto que le dieron prestigio internacional, señala Del Cueto. En los años cincuenta y sesenta ya era uno de los constructores más famosos del mundo. Es autor, entre otras obras, de los arcos de los mercados de Coyoacán y de San Pedro de los Pinos; también del restaurante Los Manantiales, en Xochimilco, edificio considerado un clásico de la arquitectura moderna. Su creación más representativa es el Palacio de los Deportes, realizada junto con los arquitectos Enrique Castañeda Tamborrel y el también exiliado Antonio Peyrí.
Otra obra con sello del destierro español es el Polyforum Cultural Siqueiros, en cuya edificación participaron arquitectos del exilio, entre otros Ramón Miquela Jáuregui, quien llegó con su familia cuando era niño y se formó profesionalmente en México.
Un caso más es el de Arturo Sáenz de la Calzada, quien construyó la casa del cineasta Luis Buñuel en la colonia del Valle, en la Ciudad de México. A petición del creador surrealista, Sáenz diseñó la vivienda evocando la Residencia de Estudiantes de Madrid. Actualmente el inmueble es un centro de investigación cinematográfica.
La residencia del renombrado psicoanalista Erich Fromm, en Cuernavaca, también fue construida por un arquitecto desplazado: Óscar Coll Alas, quien por cierto había estado confinado en un campo de concentración.
Otro ejemplo es el extinto Hotel Casino de la Selva, también en Cuernavaca, proyectado por Jesús Martí (en esta construcción también participó Candela), quien también realizó el emblemático Hotel Mocambo, en el puerto de Veracruz.
La lista de obras arquitectónicas realizadas por miembros del exilio español se antoja interminable: universidades como la Anáhuac, conjuntos habitaciones como el de Iztacalco, edificios corporativos, hoteles, galerías e incluso gasolineras. De ahí que la conmemoración por el 75 aniversario de este suceso histórico ofrece la oportunidad de rescatar del olvido a esos creadores.
Otras personalidades representativas
Francisco Azorín
Tomás Bilbao
Ovidio Botella
José Caridad
Óscar de Buen
Félix Colinas
Roberto Fernández
Imanol Ordorika
Jaime Ramonell
Enrique Segarra
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jueves, junio 26, 2014
Arte Público / Ciudad Juárez: Jóvenes artistas protestan por mural borrado
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Aspecto del mural desaparecido. (Foto: Norte)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Decenas de jóvenes de organizaciones sociales y artistas urbanos realizan esta madrugada una protesta en el Puente Rotario, mejor conocido como ‘el puente al revés’, informa la Redacción del periódico Norte.
Indignados por la desaparición de un mural elaborado con el esfuerzo del Consulado de Estados Unidos, Ichicult, CASA Promoción Juvenil AC, Colectivo 656 Cómics y Colectivo Fundamental, los jóvenes exigen a las autoridades una explicación sobre el mural que borraron en ese lugar.
Indignados por la desaparición de un mural elaborado con el esfuerzo del Consulado de Estados Unidos, Ichicult, CASA Promoción Juvenil AC, Colectivo 656 Cómics y Colectivo Fundamental, los jóvenes exigen a las autoridades una explicación sobre el mural que borraron en ese lugar.
La dirección de Obras Públicas del Municipio argumentó ayer miércoles en la tarde que la obra fue borrada por el deterioro que presentaba, pero que en un futuro harían una convocatoria para realizar otro mural.
«Es una falta de atención a la juventud y a los artistas que buscan expresar lo que sienten los ciudadanos. El mural decía mucho de eso, de todo lo que sentimos los jóvenes fronterizos», manifestó el artista gráfico Antonio Briones.
Piden al Municipio no cierre espacios de arte urbano
Juan de Dios Olivas (El Diario).- Integrantes de varios colectivos y organizaciones de jóvenes se manifestaron la noche de este miércoles debajo del puente ‘al revés’ para pedirle al Municipio no cierre los espacios de arte urbano.
Lo anterior ya que en ese lugar había un mural patrocinado por el Consulado General de Estados Unidos en Juárez, que fue despintado por el Municipio.
«Queremos diálogo, que no desaparezcan estos espacios, los jóvenes estamos a favor del arte y la cultura. Nuestra duda es porque se borró, no hay comunicación oficial. Nosotros queremos sumarnos a favor del cambio en la ciudad y estamos abiertos al diálogo», señaló Sigifredo Galaz, integrante de Super Arte A.C.
Indicó que el mural fue una manifestación ciudadana en la que participaron jóvenes y organizaciones civiles, por lo que destacó la importancia de ser incluidos en la toma de decisiones que tienen que ver con Juárez
Los jóvenes que participaron en el evento realizaron una demostración de arte urbano, música y otras actividades para pedir que se les vuelva a retribuir el espacio donde se pintó el mural.
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Aspecto del mural desaparecido. (Foto: Norte)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Decenas de jóvenes de organizaciones sociales y artistas urbanos realizan esta madrugada una protesta en el Puente Rotario, mejor conocido como ‘el puente al revés’, informa la Redacción del periódico Norte.
Indignados por la desaparición de un mural elaborado con el esfuerzo del Consulado de Estados Unidos, Ichicult, CASA Promoción Juvenil AC, Colectivo 656 Cómics y Colectivo Fundamental, los jóvenes exigen a las autoridades una explicación sobre el mural que borraron en ese lugar.
Indignados por la desaparición de un mural elaborado con el esfuerzo del Consulado de Estados Unidos, Ichicult, CASA Promoción Juvenil AC, Colectivo 656 Cómics y Colectivo Fundamental, los jóvenes exigen a las autoridades una explicación sobre el mural que borraron en ese lugar.
La dirección de Obras Públicas del Municipio argumentó ayer miércoles en la tarde que la obra fue borrada por el deterioro que presentaba, pero que en un futuro harían una convocatoria para realizar otro mural.
«Es una falta de atención a la juventud y a los artistas que buscan expresar lo que sienten los ciudadanos. El mural decía mucho de eso, de todo lo que sentimos los jóvenes fronterizos», manifestó el artista gráfico Antonio Briones.
Piden al Municipio no cierre espacios de arte urbano
Juan de Dios Olivas (El Diario).- Integrantes de varios colectivos y organizaciones de jóvenes se manifestaron la noche de este miércoles debajo del puente ‘al revés’ para pedirle al Municipio no cierre los espacios de arte urbano.
Lo anterior ya que en ese lugar había un mural patrocinado por el Consulado General de Estados Unidos en Juárez, que fue despintado por el Municipio.
«Queremos diálogo, que no desaparezcan estos espacios, los jóvenes estamos a favor del arte y la cultura. Nuestra duda es porque se borró, no hay comunicación oficial. Nosotros queremos sumarnos a favor del cambio en la ciudad y estamos abiertos al diálogo», señaló Sigifredo Galaz, integrante de Super Arte A.C.
Indicó que el mural fue una manifestación ciudadana en la que participaron jóvenes y organizaciones civiles, por lo que destacó la importancia de ser incluidos en la toma de decisiones que tienen que ver con Juárez
Los jóvenes que participaron en el evento realizaron una demostración de arte urbano, música y otras actividades para pedir que se les vuelva a retribuir el espacio donde se pintó el mural.
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Revista Rancho Las Voces: Últimas Noticias
Buenos días desde la redacción de la revista Rancho Las Voces en Ciudad Juárez, Chihuahua. Temperatura máxima para hoy: 38°C - 101°F / Dólar: $12.72 - $13.17. Éstas son algunas de nuestras últimas noticias:
- Fotografía / España: El surf de Cartier-Bresson
- Literatura / Entrevista a Ernesto Cardenal
- Artes Plásticas / España: Richard Hamilton, profeta de la posmodernidad, toma el Reina Sofía
- Textos / Ana Rodríguez Fischer: «Mujeres clave de la posguerra»
- Danza / Ciudad Juárez: Continúan presentaciones del grupo «México, Fiesta y Tradición»
- Edición 145
Fotografía / España: El surf de Cartier-Bresson
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Imagen de la exposición. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- El relato debería empezar por una instantánea del húngaro Martin Munkácsi, la imagen de tres críos desnudos, de espaldas (se ve el brazo de un cuarto niño), corriendo hacia un mar que resulta que no era mar sino lago, el lago Tanganica. Daban ganas de lanzarse con ellos. Era 1930 y la fotografía, al cabo de unos meses, cayó en las manos de Henri Cartier-Bresson, niño bien parisino, hijo de un industrial que se había hecho rico con una fábrica de botones o algo por el estilo, pintor vocacional, fotógrafo primerizo a la manera de Eugène Atget, un poco fotógrafo de inventario, registro del-París-que-va-a-desaparecer y esas cosas. Y entonces, la epifanía: Henri vio la foto de los chicos del 'Tanganyika Territory', aquel caos pletórico, y, según contó años después, pensó «éstas son las fotos que merece la pena hacer, las que quiero hacer». Una nota de Luis Alemany para El País:
Y vaya que sí, que lo consiguió, aunque eso sea el final de la historia. Una historia que nunca hasta ahora se había así, con principio y con final, con un sentido cronológico. La exposición dedicada a Henri Cartier-Bresson que mañana por la tarde abrirá sus puertas en la sede de la Fundación Mapfre de Madrid (procedente del Pompidou de París) hace ese relato vital: los dibujos del adolescente Henri, sus primeras fotografías, aún planas y estáticas, el descubrimientos de las vanguardias, del comunismo, sus viajes, la fundación de Magnum, el regreso a los orígenes...
«Todas las grandes antológicas que se habían hecho hasta ahora trataban de presentar a Cartier-Bresson como una unidad, cuando la realidad es que su historia fue más compleja», explica Clément Chéroux, comisario de la exposición. «Hay que recomponer esa complejidad».
En realidad, no es tan complicada la historia. En resumen: Cartier-Bresson se dio cuenta, un día, delante de la foto de los niños de Tanganica, de que iba a ser mucho más divertido salir al encuentro del caos de la vida que intentar dar orden y sentido a las cosas, que es lo que hacían los fotógrafos de su tiempo, y a ello se dedicó con perseverancia, con más delicadeza cada vez y con distintas herramientas: las nuevas cámaras Leica, ligeras y manejables, el surrealismo... A hacer esa cosa tan francesa del 'flânerie'. A aquello del «instante decisivo», aunque suene un poco tópico.
Dice Chéroux que lo que de verdad que permaneció siempre igual en la carrera de Cartier Bresson fue «la inteligencia». Inteligencia en el sentido de entendimiento, de intuición, de comprender de una sola mirada qué es lo que estaba pasando y entonces hacer como el surfero que sabe cómo dejarse llevar por la ola. «Fue a China cuando empezaba a avanzar Mao y supo en seguida que el gran asunto era el dinero, la inflación, de modo que se puso a hacer fotografías de chinos que intercambiaban maletines llenos de billetes», explica el comisario.
Y aquí están las fotografías del viaje a China, igual que las del reportaje en Cuba cuando Fidel estaba recién estrenado o las del entierro de Mahatma Gandhi, o el viaje a la URSS tras la muerte de Stalin. O la escena, bastante tremenda, de la mujer francesa que encuentra y abofetea a la vecina que la delató a los nazis y la envió a Deschau. No está mal para un 'flâneur'.
Las fotografías de la exposición de la Fundación Mapfre (casi 400, a las que hay que sumar 100 documentos más, entre revistas, libros y dibujos) traen una particularidad: por primera vez, se ha procurado mostrar las impresiones originales de Cartier-Bresson. El fotógrafo, en sus primeros años, hacía copias pequeñas y bastante empastadas de sus fotografías. En cada exposición antológica, él mismo (o quizá sus comisarios) fueron 'ennobleciendo' sus viejos negativos: copias cada vez más grandes y más contrastadas.
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Imagen de la exposición. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- El relato debería empezar por una instantánea del húngaro Martin Munkácsi, la imagen de tres críos desnudos, de espaldas (se ve el brazo de un cuarto niño), corriendo hacia un mar que resulta que no era mar sino lago, el lago Tanganica. Daban ganas de lanzarse con ellos. Era 1930 y la fotografía, al cabo de unos meses, cayó en las manos de Henri Cartier-Bresson, niño bien parisino, hijo de un industrial que se había hecho rico con una fábrica de botones o algo por el estilo, pintor vocacional, fotógrafo primerizo a la manera de Eugène Atget, un poco fotógrafo de inventario, registro del-París-que-va-a-desaparecer y esas cosas. Y entonces, la epifanía: Henri vio la foto de los chicos del 'Tanganyika Territory', aquel caos pletórico, y, según contó años después, pensó «éstas son las fotos que merece la pena hacer, las que quiero hacer». Una nota de Luis Alemany para El País:
Y vaya que sí, que lo consiguió, aunque eso sea el final de la historia. Una historia que nunca hasta ahora se había así, con principio y con final, con un sentido cronológico. La exposición dedicada a Henri Cartier-Bresson que mañana por la tarde abrirá sus puertas en la sede de la Fundación Mapfre de Madrid (procedente del Pompidou de París) hace ese relato vital: los dibujos del adolescente Henri, sus primeras fotografías, aún planas y estáticas, el descubrimientos de las vanguardias, del comunismo, sus viajes, la fundación de Magnum, el regreso a los orígenes...
«Todas las grandes antológicas que se habían hecho hasta ahora trataban de presentar a Cartier-Bresson como una unidad, cuando la realidad es que su historia fue más compleja», explica Clément Chéroux, comisario de la exposición. «Hay que recomponer esa complejidad».
En realidad, no es tan complicada la historia. En resumen: Cartier-Bresson se dio cuenta, un día, delante de la foto de los niños de Tanganica, de que iba a ser mucho más divertido salir al encuentro del caos de la vida que intentar dar orden y sentido a las cosas, que es lo que hacían los fotógrafos de su tiempo, y a ello se dedicó con perseverancia, con más delicadeza cada vez y con distintas herramientas: las nuevas cámaras Leica, ligeras y manejables, el surrealismo... A hacer esa cosa tan francesa del 'flânerie'. A aquello del «instante decisivo», aunque suene un poco tópico.
Dice Chéroux que lo que de verdad que permaneció siempre igual en la carrera de Cartier Bresson fue «la inteligencia». Inteligencia en el sentido de entendimiento, de intuición, de comprender de una sola mirada qué es lo que estaba pasando y entonces hacer como el surfero que sabe cómo dejarse llevar por la ola. «Fue a China cuando empezaba a avanzar Mao y supo en seguida que el gran asunto era el dinero, la inflación, de modo que se puso a hacer fotografías de chinos que intercambiaban maletines llenos de billetes», explica el comisario.
Y aquí están las fotografías del viaje a China, igual que las del reportaje en Cuba cuando Fidel estaba recién estrenado o las del entierro de Mahatma Gandhi, o el viaje a la URSS tras la muerte de Stalin. O la escena, bastante tremenda, de la mujer francesa que encuentra y abofetea a la vecina que la delató a los nazis y la envió a Deschau. No está mal para un 'flâneur'.
Las fotografías de la exposición de la Fundación Mapfre (casi 400, a las que hay que sumar 100 documentos más, entre revistas, libros y dibujos) traen una particularidad: por primera vez, se ha procurado mostrar las impresiones originales de Cartier-Bresson. El fotógrafo, en sus primeros años, hacía copias pequeñas y bastante empastadas de sus fotografías. En cada exposición antológica, él mismo (o quizá sus comisarios) fueron 'ennobleciendo' sus viejos negativos: copias cada vez más grandes y más contrastadas.
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Literatura / Entrevista a Ernesto Cardenal
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El escritor y sacerdote nicaragüense celebra los cambios en el Vaticano y lamenta la perpetuación de los Ortega en el poder de su país. (Foto: José Ayma)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Sigue luciendo la característica boina negra que contrasta con sus blanquísimas cabellera y barba. A sus 89 años le falla el oído y se apoya en un bastón. Dicen que no podrá hablar más de 20 minutos porque se fatiga con rapidez y tiene por delante la ceremonia de entrega en Berlín del Premio de la paz Theodor Wanner. María Laura Araóz lo entrevista para Dpa:
Pero cuando se trata de hablar de sus convicciones, al poeta y teólogo nicaragüense Ernesto Cardenal le brillan los ojos.
En una charla con dpa y la emisora Deutsche Welle en el Allianz Forum junto a la emblemática Puerta de Brandeburgo de la capital alemana, el teólogo, amonestado por el Vaticano por abrazar la revolución, celebró la llegada a Roma del papa Francisco y volvió a arremeter contra el Gobierno de quien fuera su aliado, el presidente de Nicaragua e histórico líder sandinista Daniel Ortega.
Tenemos un nuevo papa latinoamericano, el papa Francisco, cuyos postulados parece que son más cercanos a lo que podría ser la teología de la liberación. ¿Cree que el papa Francisco va a suponer un cambio en la iglesia?
Ya ahorita hubo un gran cambio, un milagro, porque nadie pensaba eso, que llegara un papa distinto de los dos anteriores. Estos dos papas escogían a los sacerdotes más conservadores y más reaccionarios para obispos, y después a estos obispos para hacerlos cardenales de manera de que no se podía pensar que fuera a resultar uno de estos papas un revolucionario y éste ha cambiado todo en el Vaticano. En primer lugar [Francisco] no acepta vivir como un papa, está en un hotelito. No ha aceptado el palacio pontificio con las 14 habitaciones que tiene (...) Y no ha aceptado el papamóvil. Éste es un papa que habla por teléfono personalmente. No vive como papa. Ha renunciado a vivir como papa. Todo eso es un gran cambio en el Vaticano que nadie podía prever. Semejante a Juan Pablo I que pensó dejar el Vaticano para irse a vivir a un barrio obrero cuando parece que lo mataron, ¿no? Me parece que está cambiando a toda la iglesia, nos está cambiando a todos, también a mí. Creo que nos está dando una lección a todos. También me la ha dado a mí. Él vino a la elección de papa pagando su boleto de clase económica. Para mí ha sido una lección, porque yo a mi edad no hago un viaje en clase económica de América a Europa por prescripción médica. Tengo que venir en clase ejecutiva, de manera que puedo decir que me está dando una lección también a mí.
Usted calificó de «monstruosidad» la santificación de Juan Pablo II por haber protegido a curas acusados de pedofilia. ¿Qué puede hacer ahora el papa Francisco respecto a estos casos de pedofilia en la Iglesia?
Yo no dije que fuera monstruoso el papa. Yo dije que había sido un monstruo, según habían dicho los medios de comunicación, este Maciel, este sacerdote mexicano. Yo dije que la canonización de un papa que había protegido a este hombre me parecía monstruoso también. Francisco podrá cambiar unas cosas y otras no. Lo que hicieron los otros papas tal vez no lo pueda cambiar, pero está cambiando lo que puede cambiar, lo está haciendo.
Usted ha sido una figura referencial para muchas generaciones de latinoamericanos por su calidad literaria pero también por su compromiso social. ¿Cuál es su mensaje a los jóvenes latinoamericanos de hoy?
Yo no tengo ningún mensaje. A Jorge Luis Borges le preguntaron también cuál era su mensaje y dijo 'yo no soy mensajero'. Mi mensaje es el del Evangelio, mi mensaje es ése, el mensaje de Jesús de Nazaret, que es el de este papa: que los últimos serán los primeros. Ésa es una revolución, una gran revolución de la humanidad. Desde hace 100.000 años, cuando empezó la civilización, ha habido injusticia y desigualdad. Esto estaba cambiando con el mensaje de los profetas que retomó Jesús de Nazaret y que lo retomó también San Francisco de Asís y ahora el papa Francisco, de poner las cosas al revés.
Usted calificó de dictadura al actual gobierno de Nicaragua. Después de siete años de gestión, ¿qué elementos positivos y qué elementos negativos ve?
Nada de positivo, es una dictadura de Daniel Ortega, de su mujer y de sus hijos, enriqueciéndose escandalosamente también ellos. Si hay algo positivo, puede haber, pero a mí me cuesta verlo. Yo creo que peor cosa no puedo decir. Además yo tengo que volver a Nicaragua.
¿Sigue activo en la política?
No participo más en la política partidaria porque es una dictadura. Denunciar es lo único que puedo hacer, si es que para algo sirve.
¿Qué es lo que lo mueve en su labor?
Me mueve más que la fe la esperanza y más que la esperanza el amor, las tres virtudes teologales. La fe es lo de menos. Me parece lo mismo ser ateo o creer en Dios, más importante es la esperanza y también el amor. Yo todavía intento seguir teniendo amor.
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El escritor y sacerdote nicaragüense celebra los cambios en el Vaticano y lamenta la perpetuación de los Ortega en el poder de su país. (Foto: José Ayma)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Sigue luciendo la característica boina negra que contrasta con sus blanquísimas cabellera y barba. A sus 89 años le falla el oído y se apoya en un bastón. Dicen que no podrá hablar más de 20 minutos porque se fatiga con rapidez y tiene por delante la ceremonia de entrega en Berlín del Premio de la paz Theodor Wanner. María Laura Araóz lo entrevista para Dpa:
Pero cuando se trata de hablar de sus convicciones, al poeta y teólogo nicaragüense Ernesto Cardenal le brillan los ojos.
En una charla con dpa y la emisora Deutsche Welle en el Allianz Forum junto a la emblemática Puerta de Brandeburgo de la capital alemana, el teólogo, amonestado por el Vaticano por abrazar la revolución, celebró la llegada a Roma del papa Francisco y volvió a arremeter contra el Gobierno de quien fuera su aliado, el presidente de Nicaragua e histórico líder sandinista Daniel Ortega.
Tenemos un nuevo papa latinoamericano, el papa Francisco, cuyos postulados parece que son más cercanos a lo que podría ser la teología de la liberación. ¿Cree que el papa Francisco va a suponer un cambio en la iglesia?
Ya ahorita hubo un gran cambio, un milagro, porque nadie pensaba eso, que llegara un papa distinto de los dos anteriores. Estos dos papas escogían a los sacerdotes más conservadores y más reaccionarios para obispos, y después a estos obispos para hacerlos cardenales de manera de que no se podía pensar que fuera a resultar uno de estos papas un revolucionario y éste ha cambiado todo en el Vaticano. En primer lugar [Francisco] no acepta vivir como un papa, está en un hotelito. No ha aceptado el palacio pontificio con las 14 habitaciones que tiene (...) Y no ha aceptado el papamóvil. Éste es un papa que habla por teléfono personalmente. No vive como papa. Ha renunciado a vivir como papa. Todo eso es un gran cambio en el Vaticano que nadie podía prever. Semejante a Juan Pablo I que pensó dejar el Vaticano para irse a vivir a un barrio obrero cuando parece que lo mataron, ¿no? Me parece que está cambiando a toda la iglesia, nos está cambiando a todos, también a mí. Creo que nos está dando una lección a todos. También me la ha dado a mí. Él vino a la elección de papa pagando su boleto de clase económica. Para mí ha sido una lección, porque yo a mi edad no hago un viaje en clase económica de América a Europa por prescripción médica. Tengo que venir en clase ejecutiva, de manera que puedo decir que me está dando una lección también a mí.
Usted calificó de «monstruosidad» la santificación de Juan Pablo II por haber protegido a curas acusados de pedofilia. ¿Qué puede hacer ahora el papa Francisco respecto a estos casos de pedofilia en la Iglesia?
Yo no dije que fuera monstruoso el papa. Yo dije que había sido un monstruo, según habían dicho los medios de comunicación, este Maciel, este sacerdote mexicano. Yo dije que la canonización de un papa que había protegido a este hombre me parecía monstruoso también. Francisco podrá cambiar unas cosas y otras no. Lo que hicieron los otros papas tal vez no lo pueda cambiar, pero está cambiando lo que puede cambiar, lo está haciendo.
Usted ha sido una figura referencial para muchas generaciones de latinoamericanos por su calidad literaria pero también por su compromiso social. ¿Cuál es su mensaje a los jóvenes latinoamericanos de hoy?
Yo no tengo ningún mensaje. A Jorge Luis Borges le preguntaron también cuál era su mensaje y dijo 'yo no soy mensajero'. Mi mensaje es el del Evangelio, mi mensaje es ése, el mensaje de Jesús de Nazaret, que es el de este papa: que los últimos serán los primeros. Ésa es una revolución, una gran revolución de la humanidad. Desde hace 100.000 años, cuando empezó la civilización, ha habido injusticia y desigualdad. Esto estaba cambiando con el mensaje de los profetas que retomó Jesús de Nazaret y que lo retomó también San Francisco de Asís y ahora el papa Francisco, de poner las cosas al revés.
Usted calificó de dictadura al actual gobierno de Nicaragua. Después de siete años de gestión, ¿qué elementos positivos y qué elementos negativos ve?
Nada de positivo, es una dictadura de Daniel Ortega, de su mujer y de sus hijos, enriqueciéndose escandalosamente también ellos. Si hay algo positivo, puede haber, pero a mí me cuesta verlo. Yo creo que peor cosa no puedo decir. Además yo tengo que volver a Nicaragua.
¿Sigue activo en la política?
No participo más en la política partidaria porque es una dictadura. Denunciar es lo único que puedo hacer, si es que para algo sirve.
¿Qué es lo que lo mueve en su labor?
Me mueve más que la fe la esperanza y más que la esperanza el amor, las tres virtudes teologales. La fe es lo de menos. Me parece lo mismo ser ateo o creer en Dios, más importante es la esperanza y también el amor. Yo todavía intento seguir teniendo amor.
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Artes Plásticas / España: Richard Hamilton, profeta de la posmodernidad, toma el Reina Sofía
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Instalación que realizó Hamilton para la exposición colectiva This is tomorrow en 1956, y que ahora exhibe el Reina Sofía. . (Foto: Álvaro García)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- A Richard Hamilton (Londres, 1922- 2011) se le suele atribuir la paternidad del pop art, el movimiento artístico inspirado en la cultura popular. Pero también fue precursor del apropiacionismo, de la instalación y de muchas otras tendencias que fueron sorprendiendo según avanzaba el siglo XX y arrancaba el XXI. Hijo artístico de Duchamp, la ironía y el juego forman parte de sus reflexiones críticas y de sus permanentes investigaciones. El Reina Sofía abre el viernes al público Richard Hamilton, la exposición más completa que se le ha dedicado nunca al artista. Una nota de Ángeles García Vargas para El País:
Con más de 270 obras, la exposición fue proyectada por el propio artista en 2010, un año antes de su muerte, para las salas del Reina Sofía. En la Tate Modern de Londres se pudo ver este invierno una versión reducida, alrededor de una tercera parte de lo que se muestra en Madrid.
Junto a todas las obras más conocidas y representativas de Hamilton (la carátula del doble disco de los Beatles, White album; la serie de celebridades de Swinging London 67; las reproducciones de Duchamp, My Marilyn, Interior o The Solomon R. Guggenheim), se exponen sus últimos trabajos en los que volvió a jugar con la fotografía y la pintura. Un retrato de Tony Blair, Conmoción y pavor (2010) vestido de indomable vaquero, da idea del espíritu corrosivo que mantuvo hasta el final.
Pero la gran diferencia de la exposición de Madrid, patrocinada por la Fundación Abertis, respecto a la ya vista en Londres, está en su propia estructura. Cuenta Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, que el proyecto surgió hace cinco años, cuando Hamilton visitó el museo para reproducir una obra de Duchamp, El gran vidrio. «En este gran continuador de Duchamp», explica Borja-Villel, «más que el estilo, importa el proceso creativo. Lo que más le interesa es el evento, el acontecimiento. De una exposición, le importaba su concepto y su organización. Y quiso que esta fuese a una exposición de exposiciones. Junto a los conjuntos y series, están los proyectos».
Siguiendo las directrices del artista, para el Reina Sofía se han reconstruido cinco instalaciones de gran tamaño y se ha hecho utilizando los archivos del artista: Growth and Form (reconstruida por primera vez desde 1951), Lobby an Exhibit, This is tomorrow y Man, Machine and Motion, propiedad del centro madrileño.
Los comisarios, Vicente Todolí y Paul Schimmel han utilizado películas de 16 milímetros proyectadas en la exposición original y la filmación de un paseo por la muestra. El interés de esta instalación estriba en que representaba el modelo de exposición paradigmático del artista a la vez que muestra cómo Hamilton se inspiró en la sensibilidad y en las tácticas del surrealismo y del dadaísmo con las técnicas literarias de Joyce y el lenguaje de Duchamp.
Sin orden cronológico y gran interés en los temas, los comisarios han dividido la exposición, que desborda la tercera planta del edificio, en 14 apartados que abarcan todos los campos y soportes con los que trabajó Hamilton entre 1949 y 2011. Arranca con sus primeras pinturas de comienzos de los años cincuenta, donde aborda la alteración de la materia orgánica y prosigue con sus conocidísimas piezas de arte pop inspiradas en el consumo de masas; un pop que tiene poco más que un aire de familia con el que luego desarrollan los artistas norteamericanos como Warhol o Lichtenstein. Una versión del collage titulado Just what is it that makes today’s homes so different, so appealing? es la pieza central de This is tomorrow (1956), la exposición en la que se invitó a artistas, arquitectos y diseñadores para armar un solo proyecto. Con imágenes procedentes del cine de Hollywood, la ciencia-ficción y la publicidad, se organizó un proyecto de una potencia visual excepcional. El cartel anunciador de la muestra era precisamente el mencionado collage en el que un culturista, una grabadora, una modelo con el pecho descubierto y unas luces de neón sirvieron para marcar formalmente el nacimiento del pop.
Espectacularidad aparte, una de las más sorprendentes recreaciones es la realizada a partir de la exposición An Exhibit (1957), una propuesta en la que Hamilton manifestó sus preocupaciones estéticas y conceptuales de entonces. Aquí lo importante era la estructura y, a base de paneles de metacrilato, proponía la interacción del espectador. Planteaba sus dudas sobre la indeterminación espacial que ofrecen el cine y la televisión.
Curioso resulta contemplar ahora los retratos que hizo a una gran parte de las celebridades de los sesenta en Londres o los retratos que pidió que le hicieran a él con la Polaroid. Hay 128 imágenes que fueron disparadas por amigos suyos tan célebres como Francis Bacon, Andy Warhol, Man Ray, Yoko Ono o Ferran Adrià, entre muchos otros artistas archiconocidos.
Entre sus últimos trabajos se encuentra una obra sin titular inspirada en un relato de Balzac, La obra maestra desconocida en la que cuenta la historia de un pintor empeñado en realizar un desnudo femenino perfecto. Junto a la mujer tumbada, Hamilton incorpora autorretratos de Poussin, Courbet y Tiziano; tres artistas que mantuvieron una permanente lucha por resolver el desnudo femenino.
Alta, flaca y toda vestida de negro, la artista Rita Donagh, compañera durante casi toda su vida del artista, recorría ayer la exposición con sonrisa de satisfacción. Antes, durante la presentación a la prensa, agradeció a cada uno de los organizadores la recreación de lo que se puede considerar el testamento artístico de Richard Hamilton.
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Instalación que realizó Hamilton para la exposición colectiva This is tomorrow en 1956, y que ahora exhibe el Reina Sofía. . (Foto: Álvaro García)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- A Richard Hamilton (Londres, 1922- 2011) se le suele atribuir la paternidad del pop art, el movimiento artístico inspirado en la cultura popular. Pero también fue precursor del apropiacionismo, de la instalación y de muchas otras tendencias que fueron sorprendiendo según avanzaba el siglo XX y arrancaba el XXI. Hijo artístico de Duchamp, la ironía y el juego forman parte de sus reflexiones críticas y de sus permanentes investigaciones. El Reina Sofía abre el viernes al público Richard Hamilton, la exposición más completa que se le ha dedicado nunca al artista. Una nota de Ángeles García Vargas para El País:
Con más de 270 obras, la exposición fue proyectada por el propio artista en 2010, un año antes de su muerte, para las salas del Reina Sofía. En la Tate Modern de Londres se pudo ver este invierno una versión reducida, alrededor de una tercera parte de lo que se muestra en Madrid.
Junto a todas las obras más conocidas y representativas de Hamilton (la carátula del doble disco de los Beatles, White album; la serie de celebridades de Swinging London 67; las reproducciones de Duchamp, My Marilyn, Interior o The Solomon R. Guggenheim), se exponen sus últimos trabajos en los que volvió a jugar con la fotografía y la pintura. Un retrato de Tony Blair, Conmoción y pavor (2010) vestido de indomable vaquero, da idea del espíritu corrosivo que mantuvo hasta el final.
Pero la gran diferencia de la exposición de Madrid, patrocinada por la Fundación Abertis, respecto a la ya vista en Londres, está en su propia estructura. Cuenta Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, que el proyecto surgió hace cinco años, cuando Hamilton visitó el museo para reproducir una obra de Duchamp, El gran vidrio. «En este gran continuador de Duchamp», explica Borja-Villel, «más que el estilo, importa el proceso creativo. Lo que más le interesa es el evento, el acontecimiento. De una exposición, le importaba su concepto y su organización. Y quiso que esta fuese a una exposición de exposiciones. Junto a los conjuntos y series, están los proyectos».
Siguiendo las directrices del artista, para el Reina Sofía se han reconstruido cinco instalaciones de gran tamaño y se ha hecho utilizando los archivos del artista: Growth and Form (reconstruida por primera vez desde 1951), Lobby an Exhibit, This is tomorrow y Man, Machine and Motion, propiedad del centro madrileño.
Los comisarios, Vicente Todolí y Paul Schimmel han utilizado películas de 16 milímetros proyectadas en la exposición original y la filmación de un paseo por la muestra. El interés de esta instalación estriba en que representaba el modelo de exposición paradigmático del artista a la vez que muestra cómo Hamilton se inspiró en la sensibilidad y en las tácticas del surrealismo y del dadaísmo con las técnicas literarias de Joyce y el lenguaje de Duchamp.
Sin orden cronológico y gran interés en los temas, los comisarios han dividido la exposición, que desborda la tercera planta del edificio, en 14 apartados que abarcan todos los campos y soportes con los que trabajó Hamilton entre 1949 y 2011. Arranca con sus primeras pinturas de comienzos de los años cincuenta, donde aborda la alteración de la materia orgánica y prosigue con sus conocidísimas piezas de arte pop inspiradas en el consumo de masas; un pop que tiene poco más que un aire de familia con el que luego desarrollan los artistas norteamericanos como Warhol o Lichtenstein. Una versión del collage titulado Just what is it that makes today’s homes so different, so appealing? es la pieza central de This is tomorrow (1956), la exposición en la que se invitó a artistas, arquitectos y diseñadores para armar un solo proyecto. Con imágenes procedentes del cine de Hollywood, la ciencia-ficción y la publicidad, se organizó un proyecto de una potencia visual excepcional. El cartel anunciador de la muestra era precisamente el mencionado collage en el que un culturista, una grabadora, una modelo con el pecho descubierto y unas luces de neón sirvieron para marcar formalmente el nacimiento del pop.
Espectacularidad aparte, una de las más sorprendentes recreaciones es la realizada a partir de la exposición An Exhibit (1957), una propuesta en la que Hamilton manifestó sus preocupaciones estéticas y conceptuales de entonces. Aquí lo importante era la estructura y, a base de paneles de metacrilato, proponía la interacción del espectador. Planteaba sus dudas sobre la indeterminación espacial que ofrecen el cine y la televisión.
Curioso resulta contemplar ahora los retratos que hizo a una gran parte de las celebridades de los sesenta en Londres o los retratos que pidió que le hicieran a él con la Polaroid. Hay 128 imágenes que fueron disparadas por amigos suyos tan célebres como Francis Bacon, Andy Warhol, Man Ray, Yoko Ono o Ferran Adrià, entre muchos otros artistas archiconocidos.
Entre sus últimos trabajos se encuentra una obra sin titular inspirada en un relato de Balzac, La obra maestra desconocida en la que cuenta la historia de un pintor empeñado en realizar un desnudo femenino perfecto. Junto a la mujer tumbada, Hamilton incorpora autorretratos de Poussin, Courbet y Tiziano; tres artistas que mantuvieron una permanente lucha por resolver el desnudo femenino.
Alta, flaca y toda vestida de negro, la artista Rita Donagh, compañera durante casi toda su vida del artista, recorría ayer la exposición con sonrisa de satisfacción. Antes, durante la presentación a la prensa, agradeció a cada uno de los organizadores la recreación de lo que se puede considerar el testamento artístico de Richard Hamilton.
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Textos / «Mujeres clave de la posguerra» por Ana Rodríguez Fischer
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De izquierda a derecha: Ana María Moix, Ana María Matute y Esther Tusquets. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).-Con motivo del fallecimiento de la escritora Ana María Matute reproducimos el texto de Ana Rodríguez Fischer publicado en El País, donde repasa el trabajo de las escritoras de la posguerra.
En noviembre de 1969, desde las páginas de La Estafeta Literaria, Carmen Martín Gaite, a raíz de la temprana muerte de su amigo el escritor Ignacio Aldecoa, nos avisaba: «Los años cuarenta y cincuenta, lo queramos o no, empiezan a ser historia». La historia de la novela española contemporánea de esas décadas y siguientes no se podría escribir en toda su pluralidad y riqueza sin incluir en ella los nombres de Carmen Laforet, Ana María Matute, Dolores Medio, Carmen Martín Gaite o Josefina Aldecoa, todas ellas nacidas en fechas muy próximas. Con perfiles literarios que a veces convergen pero también divergen, estas escritoras irrumpen con fuerza y pulso firme en nuestro panorama, e imprimen a las diversas corrientes realistas del momento un sello muy peculiar. Renovaron la novela de formación y llevaron sus historias a territorios interiores e intimistas, al fondo personal de donde brota la autoficción que más de una practicó avant la lettre, sin renunciar a proyectar su lente narrativa sobre la circunstancia inmediata o el pasado reciente –la niñez en tiempo de guerra-, y asimismo atentas a la gran renovación estructural y técnica de la novela en años posteriores.
Fue una mujer, Carmen Laforet, quien en 1944 inauguraba el premio Nadal con Nada, novela que sobrepasaba la condición histórico-documental propia de las obras de aquellos años, lo que las narraciones realistas tienen de crónica del vivir y de testimonio veraz de un ambiente concreto, para entregarnos también la mirada de una muchacha que descubre una ciudad y sus mundos: Barcelona, la universidad, la casa familiar de la calle Aribau, su atmósfera, los personajes que la habitan. Desde la primera página se percibe el filtro subjetivo, la realidad pulsada a través de la mirada de la joven Andrea, que, junto con el relato, transmite sus sensaciones, estados anímicos, fantasías… al par que se explora y conoce a sí misma, casi siempre a partir de la negación y del rechazo de la moral y los valores que encarnan la mayoría de los personajes. En contra de todos y de todas, Andrea consigue partir, dejando tras de sí la calle Aribau y Barcelona entera: un mundo, una época.
Por entonces, Ana María Matute ya tenía acabada su primera novela (Pequeño teatro, escrita en 1943 pero sólo publicada en 1954, obteniendo con ella el Premio Planeta), si bien fue con Los Abel (1947) como se dio a conocer la escritora barcelonesa, apuntando ya en esta obra el aliento narrativo que la llevaría a forjar una obra literaria extensa y de muy distinto sesgo que para mí tiene su cénit en Los hijos muertos (1958), verdadera opera magna de la escritora junto con Olvidado rey Gudú (1993). Situada y ambientada en Hegroz -un pequeño valle entre montañas, por el que se extienden los bosques de Neva, Oz y Cuatro Cruces; un escenario literario cuya topografía se corresponde con notable precisión al trazado real del pueblo riojano de Mansilla de la Sierra, y que proporciona a la novela su naturalismo de estirpe faulkneriana-, Los hijos muertos es una de esas obras que, en clave de saga familiar, encierra el signo de una época: avatares históricos, conflictos morales y sociales, ideario político, peripecia existencial, sentimientos. Y aunque la novela esté protagonizada por personajes masculinos, encontramos en ella una variada gama de figuras femeninas que, si bien al principio resultan casi tan inaccesibles y adustas (lejanas, escondidas) como el paisaje que habitan, poco a poco van emergiendo hasta situarse en un primer plano. Recordemos, además, que es una de las escasísimas novelas tratan de un tema poco conocido como son los campos de trabajos forzados existentes durante la dictadura franquista. Son imborrables las páginas dedicadas a las mujeres de los presos que con los hijos siguen a sus hombres y viven en unas chabolas, mujeres que «cocinaban en hornillos hechos con piedra o con ladrillos viejos», que «dormían bajo los techos de cañizo, latas vacías y cartón embreado», mujeres que «se tapaban unas a otras como podían: con abrigos, con alguna manta, para evacuar sus excrementos. Parecían avergonzadas y doloridas».
Ya en la década siguiente, Dolores Medio obtenía también el Premio Nadal 1953 con Nosotros, los Rivero, novela de factura clásica, que narra la historia de una familia de clase media en el Oviedo de principios del siglo XX, deteniéndose el relato en los dramáticos sucesos del «octubre rojo», que es la fecha en que arranca otra de las obras más conocidas de esta escritora asturiana, Diario de una maestra (1961). Fruto de su pasión por la enseñanza, a la que consagró buena parte de su vida, e inspirada en su propia experiencia como maestra en un pueblecito asturiano, la novela centra en la trayectoria vocacional e íntima de Irene Gal durante el curso 1935-1936, cuando se incorporó de manera activa y entusiasta al proyecto cultural político y educativo de la II República.
Precisamente Josefina Aldecoa, que se incorpora más tardíamente a la literatura, alcanzaría su primer gran éxito con una novela muy parecida, Historia de una maestra (1990), primera parte de la trilogía que componen Mujeres de negro (1994) y La fuerza del destino (1997), que cubren respectivamente la guerra civil y el exilio. Y sin embargo, durante mucho tiempo la escritora mantuvo inédita una novela que a mí me parece realmente ejemplar de aquel neorrealismo de los cincuenta del pasado siglo, escrita a raíz de una experiencia londinense, que Aldecoa recuerda en su libro de memorias En la distancia (2004). Me refiero a La casa gris (2005), que cuenta el verano que Teresa vivió en Londres, en Crosby Hall, una famosa residencia de mujeres universitarias postgraduadas y profesionales de distintas disciplinas, situada en el aristocrático y muy literario barrio de Chelsea. Allí trabajó Josefina Aldecoa de mayo a octubre de 1950 y para la joven española aquel fue un viaje a la libertad y a la cultura.
Y en 1957 fue también otra escritora, Carmen Martín Gaite, quien obtenía el Premio Nadal con Entre visillos, novela imborrable que apuntaba ya la indeclinable sugestión de una obra fecunda que alcanza distintos géneros literarios. Con un lenguaje eficaz por su naturalidad y transparencia, un lenguaje visual, grácil, vivísimo, permeable a los mil registros de una oralidad callejera (exenta de vulgaridad) a la que la escritora siempre estuvo muy atenta, en Entre visillos apunta ya la magia verbal de Carmiña, que nos cautiva a sus lectores-interlocutores hasta el punto de anhelar que todos sus relatos e historias fueran un cuento de nunca acabar. Sus personajes nos cautivan especialmente cuando hablan porque son criaturas a las que la voz se les va coloreando línea a línea. En la seducción que despierta Entre visillos cuenta mucho la inmediatez verbal, lo instantáneo de una narración que se abre precisamente con una carta, la que le escribe Gertru a su amiga Natalia. Y en los fragmentos de interior verbalizados, en los monólogos y los diálogos casi minimalistas a ratos, tenemos el espléndido dibujo de una época vista «entre visillos», cuyo transcurrir fijo con palabras Martín Gaite, dejándonos de ella un murmullo extendido en el tiempo. Una época presidida por la angustia-angostura de la vida provinciana en la que una joven española caminaba hacia el porvenir rompiendo ataduras. Las literarias también.
Ella y las demás, que con su dilatada obra nos dejaron un valioso legado en herencia, tanto a lectores como a escritores.
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De izquierda a derecha: Ana María Moix, Ana María Matute y Esther Tusquets. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).-Con motivo del fallecimiento de la escritora Ana María Matute reproducimos el texto de Ana Rodríguez Fischer publicado en El País, donde repasa el trabajo de las escritoras de la posguerra.
En noviembre de 1969, desde las páginas de La Estafeta Literaria, Carmen Martín Gaite, a raíz de la temprana muerte de su amigo el escritor Ignacio Aldecoa, nos avisaba: «Los años cuarenta y cincuenta, lo queramos o no, empiezan a ser historia». La historia de la novela española contemporánea de esas décadas y siguientes no se podría escribir en toda su pluralidad y riqueza sin incluir en ella los nombres de Carmen Laforet, Ana María Matute, Dolores Medio, Carmen Martín Gaite o Josefina Aldecoa, todas ellas nacidas en fechas muy próximas. Con perfiles literarios que a veces convergen pero también divergen, estas escritoras irrumpen con fuerza y pulso firme en nuestro panorama, e imprimen a las diversas corrientes realistas del momento un sello muy peculiar. Renovaron la novela de formación y llevaron sus historias a territorios interiores e intimistas, al fondo personal de donde brota la autoficción que más de una practicó avant la lettre, sin renunciar a proyectar su lente narrativa sobre la circunstancia inmediata o el pasado reciente –la niñez en tiempo de guerra-, y asimismo atentas a la gran renovación estructural y técnica de la novela en años posteriores.
Fue una mujer, Carmen Laforet, quien en 1944 inauguraba el premio Nadal con Nada, novela que sobrepasaba la condición histórico-documental propia de las obras de aquellos años, lo que las narraciones realistas tienen de crónica del vivir y de testimonio veraz de un ambiente concreto, para entregarnos también la mirada de una muchacha que descubre una ciudad y sus mundos: Barcelona, la universidad, la casa familiar de la calle Aribau, su atmósfera, los personajes que la habitan. Desde la primera página se percibe el filtro subjetivo, la realidad pulsada a través de la mirada de la joven Andrea, que, junto con el relato, transmite sus sensaciones, estados anímicos, fantasías… al par que se explora y conoce a sí misma, casi siempre a partir de la negación y del rechazo de la moral y los valores que encarnan la mayoría de los personajes. En contra de todos y de todas, Andrea consigue partir, dejando tras de sí la calle Aribau y Barcelona entera: un mundo, una época.
Por entonces, Ana María Matute ya tenía acabada su primera novela (Pequeño teatro, escrita en 1943 pero sólo publicada en 1954, obteniendo con ella el Premio Planeta), si bien fue con Los Abel (1947) como se dio a conocer la escritora barcelonesa, apuntando ya en esta obra el aliento narrativo que la llevaría a forjar una obra literaria extensa y de muy distinto sesgo que para mí tiene su cénit en Los hijos muertos (1958), verdadera opera magna de la escritora junto con Olvidado rey Gudú (1993). Situada y ambientada en Hegroz -un pequeño valle entre montañas, por el que se extienden los bosques de Neva, Oz y Cuatro Cruces; un escenario literario cuya topografía se corresponde con notable precisión al trazado real del pueblo riojano de Mansilla de la Sierra, y que proporciona a la novela su naturalismo de estirpe faulkneriana-, Los hijos muertos es una de esas obras que, en clave de saga familiar, encierra el signo de una época: avatares históricos, conflictos morales y sociales, ideario político, peripecia existencial, sentimientos. Y aunque la novela esté protagonizada por personajes masculinos, encontramos en ella una variada gama de figuras femeninas que, si bien al principio resultan casi tan inaccesibles y adustas (lejanas, escondidas) como el paisaje que habitan, poco a poco van emergiendo hasta situarse en un primer plano. Recordemos, además, que es una de las escasísimas novelas tratan de un tema poco conocido como son los campos de trabajos forzados existentes durante la dictadura franquista. Son imborrables las páginas dedicadas a las mujeres de los presos que con los hijos siguen a sus hombres y viven en unas chabolas, mujeres que «cocinaban en hornillos hechos con piedra o con ladrillos viejos», que «dormían bajo los techos de cañizo, latas vacías y cartón embreado», mujeres que «se tapaban unas a otras como podían: con abrigos, con alguna manta, para evacuar sus excrementos. Parecían avergonzadas y doloridas».
Ya en la década siguiente, Dolores Medio obtenía también el Premio Nadal 1953 con Nosotros, los Rivero, novela de factura clásica, que narra la historia de una familia de clase media en el Oviedo de principios del siglo XX, deteniéndose el relato en los dramáticos sucesos del «octubre rojo», que es la fecha en que arranca otra de las obras más conocidas de esta escritora asturiana, Diario de una maestra (1961). Fruto de su pasión por la enseñanza, a la que consagró buena parte de su vida, e inspirada en su propia experiencia como maestra en un pueblecito asturiano, la novela centra en la trayectoria vocacional e íntima de Irene Gal durante el curso 1935-1936, cuando se incorporó de manera activa y entusiasta al proyecto cultural político y educativo de la II República.
Precisamente Josefina Aldecoa, que se incorpora más tardíamente a la literatura, alcanzaría su primer gran éxito con una novela muy parecida, Historia de una maestra (1990), primera parte de la trilogía que componen Mujeres de negro (1994) y La fuerza del destino (1997), que cubren respectivamente la guerra civil y el exilio. Y sin embargo, durante mucho tiempo la escritora mantuvo inédita una novela que a mí me parece realmente ejemplar de aquel neorrealismo de los cincuenta del pasado siglo, escrita a raíz de una experiencia londinense, que Aldecoa recuerda en su libro de memorias En la distancia (2004). Me refiero a La casa gris (2005), que cuenta el verano que Teresa vivió en Londres, en Crosby Hall, una famosa residencia de mujeres universitarias postgraduadas y profesionales de distintas disciplinas, situada en el aristocrático y muy literario barrio de Chelsea. Allí trabajó Josefina Aldecoa de mayo a octubre de 1950 y para la joven española aquel fue un viaje a la libertad y a la cultura.
Y en 1957 fue también otra escritora, Carmen Martín Gaite, quien obtenía el Premio Nadal con Entre visillos, novela imborrable que apuntaba ya la indeclinable sugestión de una obra fecunda que alcanza distintos géneros literarios. Con un lenguaje eficaz por su naturalidad y transparencia, un lenguaje visual, grácil, vivísimo, permeable a los mil registros de una oralidad callejera (exenta de vulgaridad) a la que la escritora siempre estuvo muy atenta, en Entre visillos apunta ya la magia verbal de Carmiña, que nos cautiva a sus lectores-interlocutores hasta el punto de anhelar que todos sus relatos e historias fueran un cuento de nunca acabar. Sus personajes nos cautivan especialmente cuando hablan porque son criaturas a las que la voz se les va coloreando línea a línea. En la seducción que despierta Entre visillos cuenta mucho la inmediatez verbal, lo instantáneo de una narración que se abre precisamente con una carta, la que le escribe Gertru a su amiga Natalia. Y en los fragmentos de interior verbalizados, en los monólogos y los diálogos casi minimalistas a ratos, tenemos el espléndido dibujo de una época vista «entre visillos», cuyo transcurrir fijo con palabras Martín Gaite, dejándonos de ella un murmullo extendido en el tiempo. Una época presidida por la angustia-angostura de la vida provinciana en la que una joven española caminaba hacia el porvenir rompiendo ataduras. Las literarias también.
Ella y las demás, que con su dilatada obra nos dejaron un valioso legado en herencia, tanto a lectores como a escritores.
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Noticias / México: Homenaje al pintor Pedro Cruz Castillo a 10 años de su muerte
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Autorretrato de Pedro Cruz Castillo (1912-2004), muralista originario de Santa Ana Maya, Michoacán. (Foto: Cortesía de la familia Cruz)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Entre el paisaje y el surrealismo, la obra del muralista Pedro Cruz Castillo (1912-2004) es testimonio de una profunda pasión por la pintura. Una nota de Mónica Mateos-Vega para La Jornada:
De ello da cuenta el libro Detrás del mural, escrito por Carmen Herrera Torres, que el sábado será presentado en Acámbaro, Guanajuato, como un homenaje al artista en su décimo aniversario luctuoso.
El maestro Cruz, originario de Santa Ana Maya, Michoacán, formó parte de esas primeras generaciones de artistas que tuvieron el privilegio de ingresar a la Academia de San Carlos con tan sólo 13 años.
A los 18 ya era un avezado paisajista que, no obstante carecer de apoyo como artista, comenzó a trabajar en el Departamento de Tránsito de la ciudad de México para pintar toda clase de señalamientos viales.
Su vocación por la enseñanza lo llevó después a las escuelas rurales de Durango, Chiapas y Veracruz, donde impartió clases de artes plásticas, además de realizar, con el apoyo de sus alumnos, varios murales con temas revolucionarios.
Luego vinieron varios encargos para crear obras en planteles escolares y recintos religiosos, incluso fuera de México.
Cercanía estética con Orozco
En 1943, por acuerdo del gobierno de Baja California, Cruz Castillo realizó obras para la escuela de música y danza de La Paz, posteriormente pintó los murales de la parroquia de Santiago Maravatío, Guanajuato.
Además de ser reconocido como un estupendo retratista, incursionó también en la escultura y la restauración.
A partir de los años 70 del siglo pasado comenzó a colaborar en la realización de sus pinturas su hijo Pedro Pablo, quien heredó el talento artístico de su padre.
En esa época, algunas críticas definieron la obra del maestro Cruz como «cercana a José Clemente Orozco, con un pincel vigoroso. Pinta para su propia satisfacción, son los paisajes los que ávidamente buscan sus ojos».
En 1961 David Ayala escribió: «Como un rayo de sol que se hubiese difundido dejando aquí y allá preciosas gamas de colores, unas veces vibrante y otras apacibles, la obra artística del pintor Pedro Cruz Castillo tiene en esta región (Guanajuato) inestimables muestras de ella. Sus cuadros de temas bíblicos o tradicionales se destinan a los templos de todo el país en una exaltación objetiva de la fe católica. Su pincel genialmente manejado ha logrado un sinnúmero de claroscuros que son un alarde de técnica y precisión inimitables».
Entre los tesoros arquitectónicos de Acámbaro, donde se efectuará el homenaje al pintor, destaca precisamente el Santuario de Guadalupe, una construcción que data del siglo XVIII, en cuyo interior se pueden apreciar cuatro murales de Pedro Cruz Castillo, en los que detalla cómo fue el arribo de la orden franciscana a tierras de América, así como la construcción del convento de San Francisco.
La presentación del libro Detrás del mural se realizará a las 18 horas en el auditorio de la Casa de Cultura Acámbaro. También se inaugurará, a las 19 horas, una exposición dedicada al maestro, integrada por obras de caballete, bocetos de murales, dibujos a lápiz y fotografías, en el museo local de esa ciudad. Participará el grupo musical Tribus Babel.
La exposición Pedro Cruz: a diez años de su partida terminará el 12 de agosto.
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Autorretrato de Pedro Cruz Castillo (1912-2004), muralista originario de Santa Ana Maya, Michoacán. (Foto: Cortesía de la familia Cruz)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Entre el paisaje y el surrealismo, la obra del muralista Pedro Cruz Castillo (1912-2004) es testimonio de una profunda pasión por la pintura. Una nota de Mónica Mateos-Vega para La Jornada:
De ello da cuenta el libro Detrás del mural, escrito por Carmen Herrera Torres, que el sábado será presentado en Acámbaro, Guanajuato, como un homenaje al artista en su décimo aniversario luctuoso.
El maestro Cruz, originario de Santa Ana Maya, Michoacán, formó parte de esas primeras generaciones de artistas que tuvieron el privilegio de ingresar a la Academia de San Carlos con tan sólo 13 años.
A los 18 ya era un avezado paisajista que, no obstante carecer de apoyo como artista, comenzó a trabajar en el Departamento de Tránsito de la ciudad de México para pintar toda clase de señalamientos viales.
Su vocación por la enseñanza lo llevó después a las escuelas rurales de Durango, Chiapas y Veracruz, donde impartió clases de artes plásticas, además de realizar, con el apoyo de sus alumnos, varios murales con temas revolucionarios.
Luego vinieron varios encargos para crear obras en planteles escolares y recintos religiosos, incluso fuera de México.
Cercanía estética con Orozco
En 1943, por acuerdo del gobierno de Baja California, Cruz Castillo realizó obras para la escuela de música y danza de La Paz, posteriormente pintó los murales de la parroquia de Santiago Maravatío, Guanajuato.
Además de ser reconocido como un estupendo retratista, incursionó también en la escultura y la restauración.
A partir de los años 70 del siglo pasado comenzó a colaborar en la realización de sus pinturas su hijo Pedro Pablo, quien heredó el talento artístico de su padre.
En esa época, algunas críticas definieron la obra del maestro Cruz como «cercana a José Clemente Orozco, con un pincel vigoroso. Pinta para su propia satisfacción, son los paisajes los que ávidamente buscan sus ojos».
En 1961 David Ayala escribió: «Como un rayo de sol que se hubiese difundido dejando aquí y allá preciosas gamas de colores, unas veces vibrante y otras apacibles, la obra artística del pintor Pedro Cruz Castillo tiene en esta región (Guanajuato) inestimables muestras de ella. Sus cuadros de temas bíblicos o tradicionales se destinan a los templos de todo el país en una exaltación objetiva de la fe católica. Su pincel genialmente manejado ha logrado un sinnúmero de claroscuros que son un alarde de técnica y precisión inimitables».
Entre los tesoros arquitectónicos de Acámbaro, donde se efectuará el homenaje al pintor, destaca precisamente el Santuario de Guadalupe, una construcción que data del siglo XVIII, en cuyo interior se pueden apreciar cuatro murales de Pedro Cruz Castillo, en los que detalla cómo fue el arribo de la orden franciscana a tierras de América, así como la construcción del convento de San Francisco.
La presentación del libro Detrás del mural se realizará a las 18 horas en el auditorio de la Casa de Cultura Acámbaro. También se inaugurará, a las 19 horas, una exposición dedicada al maestro, integrada por obras de caballete, bocetos de murales, dibujos a lápiz y fotografías, en el museo local de esa ciudad. Participará el grupo musical Tribus Babel.
La exposición Pedro Cruz: a diez años de su partida terminará el 12 de agosto.
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Ciencia y Salud / México: Diseña la UNAM fármaco contra leucemia sin efectos adversos
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El tratamiento existente puede causar fiebre, náusea, vómito, reacción alérgica y hasta neurotoxicidad. (Foto: Mónica González)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Un grupo de científicos de la UNAM emplea la estructura de un virus de planta sin su material genético para que contenga un fármaco e introducirlo al organismo sin que sea tóxico. Esta es una estrategia que desarrollan para crear una nueva generación de medicamentos más eficientes y sin efectos adversos. Una nota de Gabriel Bolio para Milenio:
Los expertos del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNyN), campus Ensenada, en Baja California, diseñan ese nanofármaco para combatir la leucemia linfocítica aguda, que representa 85% de los casos de cáncer sanguíneo en niños de tres a siete años, además de que, en menor frecuencia, también afecta a adultos.
Morir de hambre
Rubén Darío Cadena Nava, uno de los especialistas que trabajan en esta investigación, explicó que el fármaco consiste en usar una enzima llamada asaparaginasa y ponerla dentro de la estructura viral para que literalmente «mueran de hambre» las células cancerígenas al dejarlas sin un aminoácido que se llama asparagina.
«Lo que pasa es que este virus tiene poros de dos nanómetros que solo dejan pasar la asparagina, porque es pequeña y logra atravesar la cápside, entonces la enzima que está adentro la degrada y así se mata a las células cancerosas de hambre, porque éstas no producen ese aminoácido y usan el del torrente sanguíneo para nutrirse», dijo Cadena en entrevista con MILENIO.
En el Departamento de Bionanotecnología del CNyN, Cadena, junto con los científicos Alejandro Huerta Saquero, Rafael Vázquez Duhalt y Sergio Águila Puentes, combinan las técnicas de biología molecular, bioquímica y nanotecnología para «meter la enzima en un baloncito de futbol muy pequeño, de unos 28 nanómetros».
Para hacer esa cápsula emplean el virus del moteado clorótico del caupí, que infecta la planta de frijol Vignaunguiculata, «lo desensamblamos, separamos el material genético (ARN) y nos quedamos con las proteínas, que las podemos autoensamblar en estructuras de diferentes formas como nanotubos o en este caso con la forma de un balón», abundó Cadena.
Inocuo para el humano
«Es un virus que infecta plantas, entonces es inocuo para nosotros; además hay estudios que han mostrado que no presenta toxicidad en mamíferos, en sí ya lo han probado en ratones», explicó el científico.
En la naturaleza es normal consumir patógenos de planta sin que hagan daño, por ejemplo, «cuando va alguien a un mercado y compra frutas que cree que son exóticas, como los duraznos rojos que tienen un anillo muy geométrico, piensan que es otra clase de fruta, pero en realidad tiene un virus; nos lo comemos, está muy rico y nunca nos pasa nada», explicó Cadena.
El reto de los universitarios en realidad consiste en eliminar la toxicidad de la asaparaginasa, pues esta enzima ya se utiliza, pero recubierta con un polímero que en algunos casos se degrada y libera la sustancia ocasionando efectos adversos como fiebre, náusea, vómito, reacciones alérgicas y hasta neurotoxicidad.
«Si la enzima se pone libre en el torrente sanguíneo hay dos problemas. Uno es la toxicidad; actualmente se enmascara con un polímero para que no esté expuesta; sin embargo, este sistema no es muy bueno porque se degrada fácilmente», explicó el científico.
El otro problema, continuó, es que «después de estar libre y de producir los efectos adversos, la asparaginasa es degradada por las proteasas, porque es una proteína», y entonces el fármaco ya no surge el efecto deseado.
La solución que propone el equipo de Cadena es que «el balón de futbol —le decimos así porque tiene la misma forma, se ordena en pentágonos o hexágonos— tiene 60 hoyitos que sí dejan pasar la asparagina y además bloquean las proteasas que pueden descomponer la asparaginasa», resaltó el científico.
Nuevo sistema
Con el sistema propuesto por los expertos de la UNAM, «al estar la asaparaginasa dentro de una cápside formada por proteínas de un virus de planta protege la enzima y de esta manera la tendríamos más tiempo en el sistema cumpliendo su función y sin efectos secundarios», señaló Cadena.
Al cuestionarlo sobre cuánto tiempo puede durar el fármaco en el torrente sanguíneo, contestó que «esa es la pregunta del millón, no tengo ahorita datos, pero esperamos que supere lo que hay comercialmente».
El experto acotó que el fármaco todavía está en la etapa de construcción, por lo que las primeras pruebas de laboratorio, «si todo va bien, pueden ser a finales de este año o principios del siguiente». Los experimentos con animales espera que se realicen a finales de 2015, pero «no queremos dar fechas tajantes.
«Estamos trabajando en esto muy contentos y, de acuerdo con la experiencia que hemos tenido con este sistema y las características que presenta, le veo mucho futuro», concluyó Cadena.
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El tratamiento existente puede causar fiebre, náusea, vómito, reacción alérgica y hasta neurotoxicidad. (Foto: Mónica González)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Un grupo de científicos de la UNAM emplea la estructura de un virus de planta sin su material genético para que contenga un fármaco e introducirlo al organismo sin que sea tóxico. Esta es una estrategia que desarrollan para crear una nueva generación de medicamentos más eficientes y sin efectos adversos. Una nota de Gabriel Bolio para Milenio:
Los expertos del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNyN), campus Ensenada, en Baja California, diseñan ese nanofármaco para combatir la leucemia linfocítica aguda, que representa 85% de los casos de cáncer sanguíneo en niños de tres a siete años, además de que, en menor frecuencia, también afecta a adultos.
Morir de hambre
Rubén Darío Cadena Nava, uno de los especialistas que trabajan en esta investigación, explicó que el fármaco consiste en usar una enzima llamada asaparaginasa y ponerla dentro de la estructura viral para que literalmente «mueran de hambre» las células cancerígenas al dejarlas sin un aminoácido que se llama asparagina.
«Lo que pasa es que este virus tiene poros de dos nanómetros que solo dejan pasar la asparagina, porque es pequeña y logra atravesar la cápside, entonces la enzima que está adentro la degrada y así se mata a las células cancerosas de hambre, porque éstas no producen ese aminoácido y usan el del torrente sanguíneo para nutrirse», dijo Cadena en entrevista con MILENIO.
En el Departamento de Bionanotecnología del CNyN, Cadena, junto con los científicos Alejandro Huerta Saquero, Rafael Vázquez Duhalt y Sergio Águila Puentes, combinan las técnicas de biología molecular, bioquímica y nanotecnología para «meter la enzima en un baloncito de futbol muy pequeño, de unos 28 nanómetros».
Para hacer esa cápsula emplean el virus del moteado clorótico del caupí, que infecta la planta de frijol Vignaunguiculata, «lo desensamblamos, separamos el material genético (ARN) y nos quedamos con las proteínas, que las podemos autoensamblar en estructuras de diferentes formas como nanotubos o en este caso con la forma de un balón», abundó Cadena.
Inocuo para el humano
«Es un virus que infecta plantas, entonces es inocuo para nosotros; además hay estudios que han mostrado que no presenta toxicidad en mamíferos, en sí ya lo han probado en ratones», explicó el científico.
En la naturaleza es normal consumir patógenos de planta sin que hagan daño, por ejemplo, «cuando va alguien a un mercado y compra frutas que cree que son exóticas, como los duraznos rojos que tienen un anillo muy geométrico, piensan que es otra clase de fruta, pero en realidad tiene un virus; nos lo comemos, está muy rico y nunca nos pasa nada», explicó Cadena.
El reto de los universitarios en realidad consiste en eliminar la toxicidad de la asaparaginasa, pues esta enzima ya se utiliza, pero recubierta con un polímero que en algunos casos se degrada y libera la sustancia ocasionando efectos adversos como fiebre, náusea, vómito, reacciones alérgicas y hasta neurotoxicidad.
«Si la enzima se pone libre en el torrente sanguíneo hay dos problemas. Uno es la toxicidad; actualmente se enmascara con un polímero para que no esté expuesta; sin embargo, este sistema no es muy bueno porque se degrada fácilmente», explicó el científico.
El otro problema, continuó, es que «después de estar libre y de producir los efectos adversos, la asparaginasa es degradada por las proteasas, porque es una proteína», y entonces el fármaco ya no surge el efecto deseado.
La solución que propone el equipo de Cadena es que «el balón de futbol —le decimos así porque tiene la misma forma, se ordena en pentágonos o hexágonos— tiene 60 hoyitos que sí dejan pasar la asparagina y además bloquean las proteasas que pueden descomponer la asparaginasa», resaltó el científico.
Nuevo sistema
Con el sistema propuesto por los expertos de la UNAM, «al estar la asaparaginasa dentro de una cápside formada por proteínas de un virus de planta protege la enzima y de esta manera la tendríamos más tiempo en el sistema cumpliendo su función y sin efectos secundarios», señaló Cadena.
Al cuestionarlo sobre cuánto tiempo puede durar el fármaco en el torrente sanguíneo, contestó que «esa es la pregunta del millón, no tengo ahorita datos, pero esperamos que supere lo que hay comercialmente».
El experto acotó que el fármaco todavía está en la etapa de construcción, por lo que las primeras pruebas de laboratorio, «si todo va bien, pueden ser a finales de este año o principios del siguiente». Los experimentos con animales espera que se realicen a finales de 2015, pero «no queremos dar fechas tajantes.
«Estamos trabajando en esto muy contentos y, de acuerdo con la experiencia que hemos tenido con este sistema y las características que presenta, le veo mucho futuro», concluyó Cadena.
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miércoles, junio 25, 2014
Arqueología / Ciudad Juárez: La visita de Raúl Barrera Rodríguez
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El arqueólogo mexicano. (Foto: Municipio de Juárez)
C iudad Juárez, Chihuahua. 6 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- El arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con 25 años de desarrollo profesional, visitó esta frontera con motivo de su exposición fotográfica Coras del Nayar que fue inaugurada este viernes a las 4 de la tarde en el Museo de Arqueología de El Chamizal.
La estadía en Nayarit para realizar las excavaciones en el Cañón de la Sierra, lo llevaron a concretar un archivo fotográfico de las festividades del grupo étnico, resultando en la exposición que durará hasta el 10 de agosto.
El arqueólogo Raúl Barrera, ha participado en 41 intervenciones arqueológicas en distintas regiones de la República Mexicana.
Por mencionar algunos de los trabajos más sobresalientes, se encuentran los realizados en la fortaleza mexica de Oztuma, las excavaciones de Tlapa de Comonfort en el sitio de Cuetlajuchitlán, en Xochipala y en la zona de Ixcateopan, Guerrero, donde actualmente coordina un proyecto de investigación.
En el Estado de Nayarit, ha efectuado trabajos de excavación y restauración en la zona arqueológica de Ixtlán del Rio, así como de salvamento arqueológico durante la construcción de la Presa Hidroeléctrica Aguamilpa y el Cajón, en esta última se desempeño como director del proyecto de investigación.
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El arqueólogo mexicano. (Foto: Municipio de Juárez)
C iudad Juárez, Chihuahua. 6 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- El arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con 25 años de desarrollo profesional, visitó esta frontera con motivo de su exposición fotográfica Coras del Nayar que fue inaugurada este viernes a las 4 de la tarde en el Museo de Arqueología de El Chamizal.
La estadía en Nayarit para realizar las excavaciones en el Cañón de la Sierra, lo llevaron a concretar un archivo fotográfico de las festividades del grupo étnico, resultando en la exposición que durará hasta el 10 de agosto.
El arqueólogo Raúl Barrera, ha participado en 41 intervenciones arqueológicas en distintas regiones de la República Mexicana.
Por mencionar algunos de los trabajos más sobresalientes, se encuentran los realizados en la fortaleza mexica de Oztuma, las excavaciones de Tlapa de Comonfort en el sitio de Cuetlajuchitlán, en Xochipala y en la zona de Ixcateopan, Guerrero, donde actualmente coordina un proyecto de investigación.
En el Estado de Nayarit, ha efectuado trabajos de excavación y restauración en la zona arqueológica de Ixtlán del Rio, así como de salvamento arqueológico durante la construcción de la Presa Hidroeléctrica Aguamilpa y el Cajón, en esta última se desempeño como director del proyecto de investigación.
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Danza / Ciudad Juárez: Continúan presentaciones del grupo «México, Fiesta y Tradición»
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El grupo en su participación en las festividades del CIII aniversario de la Toma de Juárez. (Foto: RanchoNEWS)
C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Después de haber estado en gira para participar en certámenes de danza, el Grupo «México, Fiesta y Tradición», regresa a sus presentaciones sabatinas en el Foro del Centro Municipal de las Artes, informa en un comunicado de la presidencia municipal.
Como cada sábado a las 11:00 de la mañana la agrupación deleita al público que los acompaña en cada presentación en las que van cambiando los cuadros de danza.
Estas presentaciones cumplen con el objetivo de llevar las manifestaciones de arte a todo ciudadano ya que son gratuitas y atraen a transeúntes del Centro Histórico y a decenas de personas que ya tiene como tradición acudir.
Recientemente la agrupación participó en dos certámenes de danza, uno en la Ciudad de Durango y otro en Chihuahua capital.
Los integrantes de «México, Fiesta y Tradición», en su mayoría alumnos del Centro Municipal de las Artes, mantienen su nivel profesional por sus constantes ensayos.
Cualquier joven de 15 a 21 años interesado en ser parte del grupo puede acudir a las presentaciones para conversar con los directivos, a fin de que vean la factibilidad de ser invitado.
Para mayor información sobre «México, Fiesta y Tradición», comunicarse a los teléfonos 737 05 71 y 737 05 72.
Las funciones inician a las 11 horas y duran como promedio una hora. El Foro del Centro Municipal de las Artes se ubica en la calle Mariscal 105 en el Centro de la ciudad.
Representan a Chihuahua
Martes 3 de Junio del 2014.- El Grupo de Danza México, Fiesta y Tradición del Centro Municipal de las Artes, representa a Chihuahua en el Sexto Festival Nacional de Danza, en la ciudad de Durango.
La agrupación que ha forjado un lugar entre el público juarense por la calidad de sus coreografías y quienes cada sábado se presentan en el Foro del Centro Municipal de las Artes de manera gratuita, recibieron la invitación del Gobierno del Estado de Durango para participar.
Un total de 30 bailarines incluyendo a sus maestros Lilia Ruvalcaba y Carlos Guerrero se presentaron los dias domingo y lunes a las 6 de la tarde en el teatro Ricardo Castro de la capital duranguense.
Los cuadros que disfrutó el público que acudió al recinto fueron «La leyenda de Pascualita», «Matachines», «Cuadro revolucionario», «Polkas de Chihuahua, de las tradicionales a contemporáneas».
Este lunes participaron en la misma sede, retornando el miércoles a esta ciudad después de esta su segunda gira que gracias a las buenas relaciones que el Municipio de Juárez está entablando con otras ciudades gracias a la labor realizada por el Presidente Municipal Enrique Serrano Escobar y la Dirección de Turismo Municipal.
Recientemente la agrupación representó a Chihuahua en la Feria de Nayarit quedando constancia de su talento por lo que a nivel estatal no dudaron en asignarlos para esta nueva gira.
«México, Fiesta y Tradición» está conformado por jóvenes talentos, estudiantes del Centro Municipal de las Artes y para llegar al cuadro principal pasan muchas horas de ensayo aparte del talento que demuestren, aunado a las presentaciones sabatinas que los ha convertido en un grupo muy profesional.
Con la finalidad de apoyar a la juventud interesada en la danza, la agrupación ha abierto la invitación para formar parte de ella a todo joven aunque no esté cursando la carrera en el CMA, esto para propiciar que se integren y practiquen una actividad que les dará muchos logros y satisfacciones.
Para mayores informes comunicarse al 737 05 72 del Centro Municipal de las Artes.
Las presentaciones del grupo son todos los sábados a las 12 horas en el foro del Centro Municipal de las Artes, puede entrar libremente cualquier espectador o los interesados en integrarse, al finalizar la función pueden abordar a los directivos para ello.
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El grupo en su participación en las festividades del CIII aniversario de la Toma de Juárez. (Foto: RanchoNEWS)
C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Después de haber estado en gira para participar en certámenes de danza, el Grupo «México, Fiesta y Tradición», regresa a sus presentaciones sabatinas en el Foro del Centro Municipal de las Artes, informa en un comunicado de la presidencia municipal.
Como cada sábado a las 11:00 de la mañana la agrupación deleita al público que los acompaña en cada presentación en las que van cambiando los cuadros de danza.
Estas presentaciones cumplen con el objetivo de llevar las manifestaciones de arte a todo ciudadano ya que son gratuitas y atraen a transeúntes del Centro Histórico y a decenas de personas que ya tiene como tradición acudir.
Recientemente la agrupación participó en dos certámenes de danza, uno en la Ciudad de Durango y otro en Chihuahua capital.
Los integrantes de «México, Fiesta y Tradición», en su mayoría alumnos del Centro Municipal de las Artes, mantienen su nivel profesional por sus constantes ensayos.
Cualquier joven de 15 a 21 años interesado en ser parte del grupo puede acudir a las presentaciones para conversar con los directivos, a fin de que vean la factibilidad de ser invitado.
Para mayor información sobre «México, Fiesta y Tradición», comunicarse a los teléfonos 737 05 71 y 737 05 72.
Las funciones inician a las 11 horas y duran como promedio una hora. El Foro del Centro Municipal de las Artes se ubica en la calle Mariscal 105 en el Centro de la ciudad.
Representan a Chihuahua
Martes 3 de Junio del 2014.- El Grupo de Danza México, Fiesta y Tradición del Centro Municipal de las Artes, representa a Chihuahua en el Sexto Festival Nacional de Danza, en la ciudad de Durango.
La agrupación que ha forjado un lugar entre el público juarense por la calidad de sus coreografías y quienes cada sábado se presentan en el Foro del Centro Municipal de las Artes de manera gratuita, recibieron la invitación del Gobierno del Estado de Durango para participar.
Un total de 30 bailarines incluyendo a sus maestros Lilia Ruvalcaba y Carlos Guerrero se presentaron los dias domingo y lunes a las 6 de la tarde en el teatro Ricardo Castro de la capital duranguense.
Los cuadros que disfrutó el público que acudió al recinto fueron «La leyenda de Pascualita», «Matachines», «Cuadro revolucionario», «Polkas de Chihuahua, de las tradicionales a contemporáneas».
Este lunes participaron en la misma sede, retornando el miércoles a esta ciudad después de esta su segunda gira que gracias a las buenas relaciones que el Municipio de Juárez está entablando con otras ciudades gracias a la labor realizada por el Presidente Municipal Enrique Serrano Escobar y la Dirección de Turismo Municipal.
Recientemente la agrupación representó a Chihuahua en la Feria de Nayarit quedando constancia de su talento por lo que a nivel estatal no dudaron en asignarlos para esta nueva gira.
«México, Fiesta y Tradición» está conformado por jóvenes talentos, estudiantes del Centro Municipal de las Artes y para llegar al cuadro principal pasan muchas horas de ensayo aparte del talento que demuestren, aunado a las presentaciones sabatinas que los ha convertido en un grupo muy profesional.
Con la finalidad de apoyar a la juventud interesada en la danza, la agrupación ha abierto la invitación para formar parte de ella a todo joven aunque no esté cursando la carrera en el CMA, esto para propiciar que se integren y practiquen una actividad que les dará muchos logros y satisfacciones.
Para mayores informes comunicarse al 737 05 72 del Centro Municipal de las Artes.
Las presentaciones del grupo son todos los sábados a las 12 horas en el foro del Centro Municipal de las Artes, puede entrar libremente cualquier espectador o los interesados en integrarse, al finalizar la función pueden abordar a los directivos para ello.
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Literatura / Entrevista a Luis Alberto de Cuenca
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El poeta. (Foto: Paco Campos)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Hubo días en los que Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) tensaba en su poesía el tsunami de un culturalismo desatado. Bajo esa estupefacción de la palabra escribió algunos de sus primeros libros: Los retratos (1971), Elsinore (1972)... para ir derivando después a una escritura que se iba despojando y anunciaba otros remansos. El principio de su nueva escritura apareció en los años 80 con La caja de plata. Y desde ese momento, De Cuenca, ex secretario de Estado de Cultura, inició una poesía de línea clara donde se ha convertido en jefe de expedición. Una entrevista de Antonio Lucas para El Mundo:
Culto, inteligente, irónico... Esos rasgos dan cuerpo y fondo también a su poesía, que ahora tiene una muesca nueva en Cuaderno de vacaciones, publicado en la colección «Palabra de honor» de la editorial Visor. Un conjunto de poemas escrito en varios veranos donde está, esenciada, la mirada singular y el pensamiento de un hombre que cree, principalmente, en la cultura como motor de explosión de la vida.
Cuaderno de vacaciones es un conjunto de poemas escritos en el verano y, quizá por eso, los poemas tienen un punto más lúdico, más demorado, donde la vida fluye de otro modo.
Es verdad. Pero también lo es que esos poemas que escribo en verano se han ido fabricando mental y espiritualmente a través de los 12 meses anteriores. Para un poeta la mirada poética es obligatoria a lo largo de todo el año.
Estos poemas gozan de un espíritu y una dicción que no esquiva también la reflexión. Es un libro celebratorio, ¿pero también tiene un punto nihilista?
Sin duda. Y es que veo perfectamente compatibles la celebración y la desesperanza. De hecho, esos dos conceptos han ido vertebrando mi poesía desde que empecé a escribir.
¿De qué modo habita hoy en ti la poesía?
De una forma invasiva y compasiva a la vez. Se me impone al tiempo que me consuela y empatiza conmigo. Es madre y madrastra al mismo tiempo.
En su escritura, sin perder el rigor, hay una sostenida voluntad de quitarle solemnidad al poema. ¿Es así?
Sin duda. No hay cosa que me aburra más que un poema solemne, que adopte ese supuesto tono poético que se supone debe tener un poema como es debido. Los poetas profesionales son unos cursis y/o unos engreídos insoportables.
El libro tiene un tono vital. A veces parece que vea el folio no como un problema metafísico, sino como un campo de juego.
Nada hay tan sagrado y, a la vez, tan humano como el juego. De toda la creación, únicamente el homo sapiens es capaz de jugar en el sentido pleno del término juego. Gracias a Dios, no se me ha pasado nunca por la cabeza abordar un problema metafísico en mi poesía.
A la vez acaba de publicar otro libro singular como novedad, Lección magistral. 15 enseñanzas para la vida, ¿qué hay dentro?
Una charla de un par de horas a unos chicos y chicas universitarios en la que desarrollé mis puntos de vista sobre la educación y la cultura, tan desabastecidas últimamente.
¿Lo llamaría libro de autoayuda?
No. Sin embargo, me encantaría que pudiese ayudar a alguien. Todos los libros son, en el fondo, de autoayuda, sobre todo los que no llevan esa etiqueta. Shakespeare y Homero, por ejemplo, me han ayudado una barbaridad siempre que he recurrido a ellos.
¿Qué enseñanzas son esenciales en usted para afrontar la vida?
Las que derivan de la filosofía escéptica. Los Esbozos pirrónicos de Sexto Empírico son mi libro de cabecera. Aunque tampoco otras filosofías helenísticas como el epicureísmo y el estoicismo son moco de pavo.
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El poeta. (Foto: Paco Campos)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Hubo días en los que Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) tensaba en su poesía el tsunami de un culturalismo desatado. Bajo esa estupefacción de la palabra escribió algunos de sus primeros libros: Los retratos (1971), Elsinore (1972)... para ir derivando después a una escritura que se iba despojando y anunciaba otros remansos. El principio de su nueva escritura apareció en los años 80 con La caja de plata. Y desde ese momento, De Cuenca, ex secretario de Estado de Cultura, inició una poesía de línea clara donde se ha convertido en jefe de expedición. Una entrevista de Antonio Lucas para El Mundo:
Culto, inteligente, irónico... Esos rasgos dan cuerpo y fondo también a su poesía, que ahora tiene una muesca nueva en Cuaderno de vacaciones, publicado en la colección «Palabra de honor» de la editorial Visor. Un conjunto de poemas escrito en varios veranos donde está, esenciada, la mirada singular y el pensamiento de un hombre que cree, principalmente, en la cultura como motor de explosión de la vida.
Cuaderno de vacaciones es un conjunto de poemas escritos en el verano y, quizá por eso, los poemas tienen un punto más lúdico, más demorado, donde la vida fluye de otro modo.
Es verdad. Pero también lo es que esos poemas que escribo en verano se han ido fabricando mental y espiritualmente a través de los 12 meses anteriores. Para un poeta la mirada poética es obligatoria a lo largo de todo el año.
Estos poemas gozan de un espíritu y una dicción que no esquiva también la reflexión. Es un libro celebratorio, ¿pero también tiene un punto nihilista?
Sin duda. Y es que veo perfectamente compatibles la celebración y la desesperanza. De hecho, esos dos conceptos han ido vertebrando mi poesía desde que empecé a escribir.
¿De qué modo habita hoy en ti la poesía?
De una forma invasiva y compasiva a la vez. Se me impone al tiempo que me consuela y empatiza conmigo. Es madre y madrastra al mismo tiempo.
En su escritura, sin perder el rigor, hay una sostenida voluntad de quitarle solemnidad al poema. ¿Es así?
Sin duda. No hay cosa que me aburra más que un poema solemne, que adopte ese supuesto tono poético que se supone debe tener un poema como es debido. Los poetas profesionales son unos cursis y/o unos engreídos insoportables.
El libro tiene un tono vital. A veces parece que vea el folio no como un problema metafísico, sino como un campo de juego.
Nada hay tan sagrado y, a la vez, tan humano como el juego. De toda la creación, únicamente el homo sapiens es capaz de jugar en el sentido pleno del término juego. Gracias a Dios, no se me ha pasado nunca por la cabeza abordar un problema metafísico en mi poesía.
A la vez acaba de publicar otro libro singular como novedad, Lección magistral. 15 enseñanzas para la vida, ¿qué hay dentro?
Una charla de un par de horas a unos chicos y chicas universitarios en la que desarrollé mis puntos de vista sobre la educación y la cultura, tan desabastecidas últimamente.
¿Lo llamaría libro de autoayuda?
No. Sin embargo, me encantaría que pudiese ayudar a alguien. Todos los libros son, en el fondo, de autoayuda, sobre todo los que no llevan esa etiqueta. Shakespeare y Homero, por ejemplo, me han ayudado una barbaridad siempre que he recurrido a ellos.
¿Qué enseñanzas son esenciales en usted para afrontar la vida?
Las que derivan de la filosofía escéptica. Los Esbozos pirrónicos de Sexto Empírico son mi libro de cabecera. Aunque tampoco otras filosofías helenísticas como el epicureísmo y el estoicismo son moco de pavo.
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Revista Rancho Las Voces: Últimas Noticias
Buenos días desde la redacción de la revista Rancho Las Voces en Ciudad Juárez, Chihuahua. Temperatura máxima para hoy: 38°C - 101°F / Dólar: $12.72 - $13.17. Éstas son algunas de nuestras últimas noticias:
- Artes Plásticas / Alemania: Exposición revela la faceta como profesor de Kandisky
- Obituario / Eli Wallach
- Noticias / México: Francisco Toledo dona 45 grabados de su serie «Las fábulas de Esopo» al Munae
- Noticias / México: Más de 450 mdp harán de Nuevo León polo cultural
- Obituario / Ana María Matute
- Edición 145