domingo, noviembre 27, 2016

Literatura / México: Y de pronto, todos hablaron de Fidel, en la FIL

.
«Mientras exista la humanidad, existirán ideas e ideologías, conflictos y rebeliones”, dijo el rumano Norman Manea. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de noviembre de 2016. (RanchoNEWS).-En la apertura de la Feria, la muerte del líder cubano cambió todos los papeles. Hubo voces a favor y en contra. «Ahora no va a haber imparcialidad; están quienes lo van a alabar con desmesura y quienes se alegran por su muerte», dijo Sergio Ramírez. Silvina Friera reporta desde Guadalajara para Página/12.

La muerte del líder de la Revolución cubana dejó una huella profunda en el acto de apertura de la 30° Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). «El fallecimiento de Fidel Castro marca el fin de una época que le dio a América Latina una proyección mundial», dijo Raúl Padilla, presidente de la FIL. «En el mundo se generó una gran expectativa de lo que en el Caribe se estaba gestando. Sin duda, su personalidad tuvo una influencia determinante en Latinoamérica y la efervescencia cultural en Cuba en el boom de la literatura latinoamericana. La historia juzgará el derrotero de la Revolución cubana y la impronta de Castro; pero el futuro de Cuba es de interés para todos los latinoamericanos», planteó Padilla en el comienzo de esta edición en la que el escritor rumano Norman Manea recibió el premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, dotado de 150.000 dólares. «Nunca las ideas pueden florecer en el totalitarismo; sin libertad no hay creación. En lo que venga para el pueblo cubano, los mexicanos estaremos como siempre hemos estado. Nuestra solidaridad está por encima de las ideologías», subrayó el presidente de la Feria. El Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, presente durante la inauguración, afirmó que a Castro «no lo absolverá la historia» y aseguró que espera que esta muerte inicie en Cuba «un período de apertura, de tolerancia, de democratización». Vargas Llosa será homenajeado por sus ochenta años, presentará su última novela, Cinco esquinas; y por primera vez en México se estrenará su pieza teatral La chunga, el próximo lunes en el teatro Diana de esta ciudad.

Manea consideró que la muerte del líder cubano, a quien describió como uno de los «últimos revolucionarios del siglo XX», representa el fin de una ideología. «Cuba no era el paraíso, aunque era lo que prometieron», comentó el escritor rumano tras la inauguración de la FIL, pero aclaró que Cuba y Rumania no pueden compararse porque la Revolución en la isla, «para bien o para mal», fue propia y no provino de una nación externa. La mayor feria del libro en español y uno de los festivales literarios más importantes del mundo –que en esta edición con América Latina como región invitada contará con la participación de 120 escritores latinoamericanos– es una caja de resonancias políticas. «¡Fue el Estado Mexicano. Ayotzinapa vive!», voceaba un hombre a la entrada de la Expo Guadalajara, para recordar a los desmemoriados asistentes a la FIL esa herida abierta que dejó el asesinato de los 43 estudiantes normalistas en 2014. «Fidel es una figura histórica que ahora y en el futuro va a tener gente que lo alabe y detractores; pero lo que no se puede negar es que es una figura decisiva para América Latina en el siglo XX», afirmó el escritor nicaragüense Sergio Ramírez a Página/12. «El siglo XX termina con su muerte; es la historia a la que le toca juzgarlo. Mientras más distancia pase, mejor va a ser el juicio porque va a haber más imparcialidad. Ahora no va a haber imparcialidad; están quienes lo van a alabar con desmesura y quienes se alegran por su muerte celebrando en las calles. Esa no es la medida para juzgar a una persona que tanta influencia tuvo en la vida de América Latina y en el mundo. Fidel deja una huella profunda».

Padilla, ex rector de la Universidad de Guadalajara, advirtió que en tiempos en que renacen los nacionalismos y la xenofobia cobra vigencia, es importante darle continuidad lingüística y cultural a América Latina para blindar a sus sociedades, como aventuró el escritor mexicano Carlos Fuentes. «Ante el debilitamiento de la unidad de Europa, que retrocede intimidada por el terrorismo y la migración, y frente al supremacismo racial y el nacionalismo que ha generado un clima de exclusión y proteccionismo xenofóbico en Estados Unidos, México y América Latina deben mandar una señal inequívoca de unión para enfrentar con éxito los tiempos por venir». Antes de presentar a Manea, que vive exiliado en Nueva York desde 1988, Alberto Manguel manifestó su apoyo al escritor argentino Pablo Katchadjian, autor de El aleph engordado, que fue procesado por plagio: «La sombra de Borges se indigna ante esta injusticia literaria». Manguel ponderó la voz «irónica y lúcida» del narrador y ensayista rumano, que siempre ha sido fiel a su lengua natal, y destacó la figura del judío errante que asume el exilio como modo de vida. Manea leyó su discurso de aceptación del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en rumano, mientras la traducción fue proyectada por varias pantallas ubicadas en la sala Juan Rulfo. «La caída del comunismo europeo me encontró muy lejos, pero exaltado por el cambio inesperado», recordó el autor de El regreso del húligan. «Sin embargo, fui y sigo siendo escéptico con respecto a los nuevos eslóganes sobre la muerte de la ideología y el comienzo de la armonía universal. Mientras exista la humanidad, existirán ideas e ideologías, conflictos y rebeliones».


REGRESAR A LA REVISTA

Servicio de Suscripción
* requerido
* Email Marketing by VerticalResponse