martes, enero 20, 2009

Teatro / México: La mujer de antes o de la teatralización del tiempo fragmentado

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Momento de la representación en el Teatro Rascón Banda. (Foto: RMV / RanchoNEWS)

C iudad Juárez, Chihuahua. Miércoles 12 de noviembre de 2008. (Rubén Moreno Valenzuela / RanchoNEWS).- Un momento antes. Más tarde. Más tarde en la noche como a las 3 y media. Dos días antes. Dos noches después. Más tarde la misma noche. Algo más temprano. Algo más tarde. Diez horas antes. A la mañana siguiente. Un par de minutos antes. Un par de minutos después. Un par de minutos antes: Teatral tiempo fragmentado.

El grupo Teatro Línea de Sombra (Monterrey-Ciudad de México) ha traído hoy a la XXIX Muestra Nacional de Teatro una obra de uno de los jóvenes dramaturgos europeos más originales: Roland Schimmelpfennig (Gotinga,1967), autor de más deuna decena de piezas dramáticas y traducido a cerca de 20 idiomas.

La obra presentada fue «La mujer de antes» (2004), cuyo estreno se llevó a cabo en Viena, después seguirían escenificaciones en Berna, Munich, Sttutgart y Nueva York.

La dirección de esta versión, a cargo de Javier Vargas, es espléndida.

El argumento comienza en el momento en que los esposos Frank (Rodolfo Arias) y Claudia (Alicia Laguna) –que llevan 19 años de matrimonio– están preparando el menaje para la mudanza de casa. Los preparativos son interrumpidos por la aparición de Romy (Érika de la Llave), novia de Frank hace 24 años, quien ha regresado para que éste cumpla su promesa de amor. Frank la corre, pero ella regresa desmayada en brazos de Andi (Rodrigo Espinosa), hijo del matrimonio, quien accidentalmente la ha golpeado con una piedra. Romy pernocta en la casa y tiene una relación sexual con Andi, a quien termina asesinando en busca de borrar el pasado de Frank y que éste haga efectiva su promesa.

La magia del drama reside en la manera en que es contado. Schimmelpfennig recurre a la fragmentación del tiempo, como resumimos en el primer párrafo, mediante rótulos, con una técnica evidentemente de edición cinematográfica.

El montaje que hicieron Javier Vargas y Teatro Línea de Sombra es admirable. La actuación de todo el elenco fue sumamente profesional –incluyendo a Rocío Leal, en el papel de Tina, la novia de Andi y que funge como una especie de coro griego.

A partir de esta calidad actoral, Javier Vargas y su equipo de producción se dieron a la tarea de conseguir una muy fina escenificación. «La mujer de antes» es una obra de teatro de cámara. La escenografía recrea propiamente una casa con paredes negras, el público queda inserto dentro de la habitación. Desde una cabina se conduce la proyección de los rótulos electrónicos del tiempo segmentado, así como la banda sonora –con música minimalista original para la obra, mezclada con sonidos ambientales– que se convierte en un personaje más; y que consiguen acentuar la intimidad y el extraño carrusel temporal de la representación.

El grupo Teatro Línea de Sombra consigue con esta propuesta mostrar el alcance de la mejor calidad del teatro mexicano contemporáneo.


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