lunes, noviembre 20, 2017

Libros / «Herencia del volcán» de Rolando Keller

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Autorretrato Dr. Atl, de Gerardo Murillo. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 18 de noviembre de 2017. (RanchoNEWS).- La novela emerge de la lectura de los diarios del artista y vulcanólogo, dice el autor Rolando Keller. Describe la relación de Gerardo Murillo con otros pintores y su oposición a Huerta, que lo lleva a salir del país y a su regreso entra por Veracruz con un nombre falso. Reyna Paz Avendaño reporta para Crónica.

En los años 40 del siglo pasado, La Merced se convirtió en el hogar del artista Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl. Ahí convivió con los niños de la calle y al igual que ellos, buscó la fruta que era desechada por los vendedores para comérsela, hasta que un día el portero del hoy ex convento en proceso de rescate, lo reconoció y le ofreció un cuarto. En ese gran mercado el pintor mexicano vendió algunos de sus cuadros y huyó de la orden de fusilamiento por apoyar a Venustiano Carranza.

Esa historia forma parte del libro Herencia del volcán, novela escrita por Rolando Keller (Ciudad de México, 1949) quien se basó en la bibliografía existente del Dr. Atl, para construir con elementos de ficción la vida política y amorosa de uno de los pintores más importantes del siglo XIX y XX de México, dedicado a retratar los volcanes y paisajes del país.

«Es un libro que parte de la biografía de Gerardo Murillo, pero también habla de la fuerza de pintores como José María Velasco, Joaquín Clausell, Frida Kahlo, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. La historia empieza en 1900, después pasa por la huelga de 1911 con Madero, porque los pintores querían salir a pintar murales y al serles negado, iniciaron una huelga», comenta el autor.

En ese momento, añade el Keller, Siqueiros pelea con Antonio Rivas Mercado, el entonces director de la Academia de San Carlos; las consecuencias: el muralista mexicano estuvo en la cárcel por primera vez. «Siqueiros tenía 16 años pero esa explosión nos habla de las ganas de pintar algo diferente, finalmente los muralistas lo lograron años después e hicieron varios murales en edificios públicos».

Sobre el Dr.Atl, la novela incluye descripciones de su pensamiento libre: un hombre que no se compromete y que veía a las mujeres como sus musas, un pintor reconocido que viajó a París y que fue cercano a Carmen Mondragón- Nahui Olin, la hija del general Mondragón, famoso por haber inventado una ametralladora que lo hizo rico.

«Dr. Atl nunca se casó, se iba a casar a los 25 años con la sobrina de Clausell pero el día de la boda la dejó plantada en el altar, agarró sus cosas y se fue al Popocatépetl caminando. También estuvo contra Victoriano Huerta y tuvo que salir casi expulsado del país, de lo contrario lo matarían. Terminó viviendo en la central de abasto (de aquel entonces), ahí puso un local con sus pinturas y no se movió porque decía que diario iban más de 10 mil personas», precisa Keller.

Herencia del volcán también narra anécdotas de otros pintores como la forma en que Joaquín Clausell aprendió a pintar y las fiestas que organizaba en su casa. «Aparece Frida Kahlo con su fortaleza, Diego Rivera y su convivencia con Neruda, Trotsky y Picasso, así como la transformación arquitectónica de la Ciudad de México».

Las anécdotas de los pintores mexicanos del siglo XIX y principios del XX, son contadas a partir de la ficticia familia Cayetana, cuando Licia encuentra el diario su abuela y bisabuela quienes convivieron con dicho grupo de artistas.

«Es una novela que se desarrolla a partir de los diarios, eso hace que la historia se viva en el presente. De alguna forma son diarios de amor, relación con los pintores y se habla de sus fiestas, de cómo la pasaron. Las misivas las hereda Licia y entonces descubre que son documentos fantásticos. La novela es la lectura de los diarios», indica el autor.

¿Cuáles eran los motivos por los que Dr. Atl era buscado?

Estaba en contra de Victoriano Huerta, por usurparle la silla a Francisco I. Madero. Murillo quería una democracia, entonces era un político idealista, publicaba en periódicos y revistas opiniones en contra de Huerta, eso le costó casi la vida, lo persiguieron y se fue a Europa, después regresó al país, entró por Veracruz, pero con un nombre falso.

¿Qué postura tomaron los otros pintores ante la persecución de Murillo?

No lo menciona Murillo. No se platica sobre los demás y sus posiciones políticas en el momento del golpe de estado. Sus colegas estaban estudiando en la Academia de San Carlos pero sabemos que hicieron una huelga porque Porfirio Díaz no les quería dar exhibición en el año 1910, fueron con él y le reclamaron, al final les dio 15 mil pesos para exhibirlos porque sólo quería mostrar a artistas españoles.

La novela editada por Sélector, también evidencia las buenas y malas relaciones entre los pintores, así como la consolidación de un grupo que generó cambios en el arte mexicano. «Mucho de eso empezó con José Vasconcelos, fue en ese periodo cuando Rivera, Siqueiros y Orozco realizaron sus murales que hoy conocemos. Considero que Vasconcelos fue quien empujó de manera favorable a los muralistas», comenta el autor.

Sobre la vida de Murillo en La Merced, Rolando Keller narra que eso sucedió en los años 40 del siglo XX, cuando regresó de Guadalajara, ahí fue reconocido y lo enviaron a una prisión de la Ciudad de México, no obstante, logró escapar.

«Es increíble cómo convivió con los niños indigentes, comió de la basura hasta que el cuidador le dijo que si no era el Dr Atl. Entonces fue así que le dio un cuarto, pero Murillo no se salió de La Merced porque se dio cuenta que era un lugar muy concurrido y muchas personas podían ver sus cuadros», comenta el autor.


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