.
Portada del libro de fotos Violentología, de Stephen Ferry. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Una Comisión Parlamentaria encargó un análisis de la violencia en Colombia en los años setenta, y aquello dio lugar a la escuela de sociólogos conocidos como violentólogos. El fotógrafo estadounidense Stephen Ferry decidió recurrir a aquel término cuando compiló su particular estudio fotográfico, Violentología. Manual del conflicto colombiano. «Un poco presuntuosamente, me quise colocar en la misma tradición de documentación de aquel grupo liderado por monseñor Guzmán», explicó Ferry, afincado en Colombia desde 1999. «También quería destacar la importancia de un archivo y el libro recoge imágenes procedentes de uno de ellos y de otros fotógrafos también. Deseo que este libro sea útil y que ayude a comprender qué ocurre en este país», aseguró. Violentología cuenta con una edición en español y otra en inglés y fue presentado el fin de semana pasado en Cartagena de Indias, en el marco del Festival Hay. Una nota de Andrea Aguilar para El País:
Para desentrañar la madeja violenta en la que se ha visto envuelta Colombia, el fotógrafo decidió abrir el foco e incluir una extensa cronología que se remonta al siglo XIX y dos textos del historiador Gonzalo Sánchez y de la periodista María Teresa Ronderos. «Simplemente la imagen de un hombre armado no explica su ideología, o quién lo armó», dijo Ferry, que mencionó la obra de Sontag Sobre fotografía (Alfaguara) para explicar su decisión de ahondar en el contexto. Quiso, sin embargo, prescindir de las interpretaciones culturales sobre las razones de la guerra. «Cualquier país, sea Colombia o Estados Unidos, cae en la tentación de recurrir a la cultura de esa determinada nación para explicar la violencia».
Con su libro ha tratado de acercarse formalmente a la prensa escrita, tanto en el diseño (las páginas tienen exactamente el mismo tamaño que una doble de la revista Time) como en la impresión, que fue realizada en las rotativas del diario El Espectador. «La prensa colombiana es muy valiente y quería que Violentología tuviera una relación lo más estrecha posible con los periódicos», aseguró. Consciente del estereotipo que desde el auge del narcotráfico pesa sobre Colombia, y que relaciona este país con cocaína y terrorismo, Ferry declara en las primeras páginas del libro que la violencia es sólo un aspecto de esta nación. «Hay dos visiones contrapuestas: una que afirma que sólo existe esta dimensión violenta y otra que defiende que aquí no pasa nada. Me parece importante mostrar la crisis humanitaria y de derechos humanos que ha sido poco explicada. La guerra es cruel, pero en este país hay gente creativa, pacífica y valiente, de la que el resto del mundo podría aprender mucho», explicó.
Exponer al mundo un conjunto de las voces atrozmente castigadas por la violencia, fue uno de los objetivos que guía la historia oral Throwing stones at the moon, compilada por la Sibylla Brodzinsky y Max Schoening y publicada por el sello Voice of Witness, de la editorial estadounidense McSweeneys. De las cerca de 70 entrevistas realizadas, 23 entraron en este libro prologado por Ingrid Betancourt. «Hay personas a quienes contar su historia les ayuda porque de alguna manera les hace sentir que a alguien les importa lo que les ha ocurrido y que alguien en algún lugar del mundo lo podrá leer», señaló Brodzinsky durante la presentación del volumen en el Hay Festival.
Se calcula que hay cerca de cuatro millones de desplazados, lo que convierte a Colombia en el segundo país con mayor número de refugiados internos después de Sudán. «Los desplazamientos no han terminado, ahora se producen gota a gota, y según cifras del gobierno hay cerca de 100.000 al año», apuntó la periodista María Teresa Ronderos que acompañó a los autores.
El libro cubre un amplio espectro geográfico, temporal y social. «Quisimos mostrar que esto afecta a todos, a personas con profesiones y edades distintas, de muy distinto extracto social», señaló Brodzinsky. «El libro está pensado para una público internacional. Queremos hacerles despertar ante este drama». El formato de historia oral aporta según la autora, otra manera de ver las cosas, incluyendo aspectos que quedan fuera de la historia oficial, gran parte de la cual está siendo escrito por un Grupo de Memoria Histórica, una de las iniciativas puestas en marcha en los últimos años. Además, estos testimonios han permitido destacar un rasgo netamente colombiano; su prodigiosa capacidad para narrar. «Tienen una forma de contar increíble, son cuentistas innatos en la forma que tienen de narrar sus historias aunque sean terriblemente dolorosas», destacó Brodzinsky. Baste recoger una líneas de las palabras Emilia González, una campesina de 59 años que sufrió la masacre de El Salado, para comprender a qué se refiere: «La gente de la oficina del Fiscal General vino el día 20 para hacer recuento de los muertos. Desenterraron los cuerpos para proceder a su reconocimiento. No podíamos soportar el hedor. Cuando los volvieron a enterrar, muchos de los nichos del cementerio no fueron sellados bien y los perros entraron y se comieron los cuerpos. Podíamos ver los huesos. Luego llovió y los burros que habían sido sacrificados se hincharon, y el olor era horrible».
REGRESAR A LA REVISTA
jueves, enero 31, 2013
Artes Plásticas / España: Ai Weiwei expone en Sevilla
.
Pipas de girasol (2009), de Weiwei. (Foto: Guillermo Mendo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Las millones pipas de girasol de porcelana, esas supuestas vasijas neolíticas echadas a perder con pintura industrial, la cerámica como metáfora de todo lo que va mal en China desde que el comunismo feroz dejó paso al capitalismo de Estado, la disidencia, el humor y el fenomenal manejo del espectáculo y de las redes sociales de Ai Weiwei (Pekín, 1957) se citan desde hoy jueves en la muestra que –por fin (estuvo programada para el pasado septiembre, pero se cayó del cartel por falta de dinero )– le dedica el sevillano Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC). La inauguración coincide con el estreno mañana en los cines del documental Never sorry, de Alison Klayman. Una nota de Iker Seisdedos para El País:
Desplegado en las salas monumentales del antiguo Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas, el recorrido que proponen los comisarios Luisa Espino y Juan Antonio Álvarez Reyes, director del centro, funciona como un juego de dicotomías: entre la tradición y la modernidad, el original y la copia o la sobreexposición mediática y la rebelión como un acto que en origen que se dirime en la intimidad. «Representa una de las corrientes más interesantes de la estética de la resistencia del arte contemporáneo, sobre todo, cuando, al volver en 1993 de su estancia en Nueva York toma consciencia de la realidad de su país», explica Álvarez Reyes.
La pieza estrella, las más de tres millones de pipas que suponen la trigésima parte de las que hizo fabricar a mano durante dos años y medio a 1.600 de sus compatriotas para llenar en 2009 la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres, recibe al visitante en la capilla bajo la que estuvo enterrado durante 35 años Cristóbal Colón. Frente a ella, un vídeo producido por la Tate explica el fascinante proceso de creación de la pieza.
Tres fuentes distintas
La mayor parte de los préstamos proceden de tres fuentes distintas: varias colecciones danesas (país donde el creador ya gozaba de predicamento antes de convertirse en una superestrella del arte político), su galería española (Ivorypress, allí expuso en 2009) y Helga de Alvear, que se ha demostrado en los últimos años como una devota coleccionista de su obra. Gracias a la generosidad de estos prestadores, así como de un ejercicio de racionalización logística, la exposición se ha podido llevar a cabo con un presupuesto modesto: 50.000 euros, de los 200.000 con los que cuenta el centro para programar.
A la colección de De Alvear pertenece el otro gran foco de atención de la exposición: la pieza Descending light (2007), monumental lámpara de color rojo maoísta. Metáfora sobre la decadencia del régimen comunista chino, sólo se había visto en una ocasión en Nueva York, cuando fue creada para la galería Mary Boone.
El artista no acudirá a la inauguración, ni participó en el montaje, pese a que lo ha supervisado desde su estudio en Pekín; las autoridades no le permiten salir de China, donde es considerado un enemigo público y se enfrenta a acusaciones por evasión fiscal y pornografía.
REGRESAR A LA REVISTA
Pipas de girasol (2009), de Weiwei. (Foto: Guillermo Mendo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Las millones pipas de girasol de porcelana, esas supuestas vasijas neolíticas echadas a perder con pintura industrial, la cerámica como metáfora de todo lo que va mal en China desde que el comunismo feroz dejó paso al capitalismo de Estado, la disidencia, el humor y el fenomenal manejo del espectáculo y de las redes sociales de Ai Weiwei (Pekín, 1957) se citan desde hoy jueves en la muestra que –por fin (estuvo programada para el pasado septiembre, pero se cayó del cartel por falta de dinero )– le dedica el sevillano Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC). La inauguración coincide con el estreno mañana en los cines del documental Never sorry, de Alison Klayman. Una nota de Iker Seisdedos para El País:
Desplegado en las salas monumentales del antiguo Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas, el recorrido que proponen los comisarios Luisa Espino y Juan Antonio Álvarez Reyes, director del centro, funciona como un juego de dicotomías: entre la tradición y la modernidad, el original y la copia o la sobreexposición mediática y la rebelión como un acto que en origen que se dirime en la intimidad. «Representa una de las corrientes más interesantes de la estética de la resistencia del arte contemporáneo, sobre todo, cuando, al volver en 1993 de su estancia en Nueva York toma consciencia de la realidad de su país», explica Álvarez Reyes.
La pieza estrella, las más de tres millones de pipas que suponen la trigésima parte de las que hizo fabricar a mano durante dos años y medio a 1.600 de sus compatriotas para llenar en 2009 la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres, recibe al visitante en la capilla bajo la que estuvo enterrado durante 35 años Cristóbal Colón. Frente a ella, un vídeo producido por la Tate explica el fascinante proceso de creación de la pieza.
Tres fuentes distintas
La mayor parte de los préstamos proceden de tres fuentes distintas: varias colecciones danesas (país donde el creador ya gozaba de predicamento antes de convertirse en una superestrella del arte político), su galería española (Ivorypress, allí expuso en 2009) y Helga de Alvear, que se ha demostrado en los últimos años como una devota coleccionista de su obra. Gracias a la generosidad de estos prestadores, así como de un ejercicio de racionalización logística, la exposición se ha podido llevar a cabo con un presupuesto modesto: 50.000 euros, de los 200.000 con los que cuenta el centro para programar.
A la colección de De Alvear pertenece el otro gran foco de atención de la exposición: la pieza Descending light (2007), monumental lámpara de color rojo maoísta. Metáfora sobre la decadencia del régimen comunista chino, sólo se había visto en una ocasión en Nueva York, cuando fue creada para la galería Mary Boone.
El artista no acudirá a la inauguración, ni participó en el montaje, pese a que lo ha supervisado desde su estudio en Pekín; las autoridades no le permiten salir de China, donde es considerado un enemigo público y se enfrenta a acusaciones por evasión fiscal y pornografía.
REGRESAR A LA REVISTA
Literatura / Cuba: La ronda de debates y lecturas en Casa de las Américas
.
El multiculturalismo es el «nuevo ropaje que adopta el racismo», dijo Volnovich. (Foto: Gentileza Abel Carmenate)
C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- «Fabular un país, testimoniar una literatura» es una invitación a resistir el arrasamiento subjetivo, un modo de escribir para escapar y lanzar al mismo tiempo mensajes al mar. La ronda de debates y lecturas continúa en la 54 edición del Premio Literario Casa de las Américas, cuyos ganadores se anunciarán hoy. Juan Carlos Volnovich (Argentina), Edda Fabbri (Uruguay), Félix Julio Alfonso (Cuba) y los brasileños Marcelino Freire, Carola Saavedra y Suzana Vargas se encargaron de encender un par de chispas tan necesarias como ineludibles. El escritor y psicoanalista ofreció una clase magistral. «La reconversión monetarista de la economía ha llevado al sistema capitalista mundial al borde del abismo al tiempo que las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones tienden a imponer el concepto de cibercultura. Nuestra enfermedad actual reclama un remedio y la receta que se nos ofrece es la del multiculturalismo con su fórmula magistral: el respeto de las diferencias, la tolerancia, el reinado de una diversidad libre de conflictos.» Una nota de Silvina Friera desde La Habana para Página/12:
Volnovich aseguró que aunque no haya cesado el modelo clásico de la colonización, hay un nuevo esquema en el que las empresas multinacionales, con los residuos del poder de los Estados, explotan por igual a la población global. «Se da la paradoja de una colonización donde sólo hay colonias sin países colonizadores; se impone la evidencia de un poder colonizador que no proviene sólo del Estado-Nación, sino que surge directamente de las empresas globales», advirtió. Luego de la caída del Muro de Berlín, las concepciones marxistas acerca de la lucha de clases quedaron cuestionadas para que triunfara la subjetividad imaginaria característica del capitalismo. «El multiculturalismo tiene escasas posibilidades de reemplazar la categoría ‘lucha de clases’ porque aún no ha sido posible eludir la evidencia marxista de que hay algo en la realidad del capitalismo que no cierra; algo que pone en evidencia una falla en el sistema de equivalencias universales; algo que se ha dado en llamar plusvalía... La misma plusvalía que Lacan asimila al plus de goce cuando sostiene la teoría psicoanalítica del síntoma», comparó el escritor y médico argentino, que estuvo exiliado en La Habana durante la última dictadura cívico-militar.
El cuadro trazado conduce a pensar que el multiculturalismo ha devenido ideología perfecta de la globalización. El multiculturalismo es el «nuevo ropaje que adopta el racismo», gatilló un Volnovich esmeradísimo en demoler un puñado de correcciones políticas. «El reemplazo de la lucha de clases por el multiculturalismo es la operación para mantener la ilusión de un sistema que, de haber funcionado bien, hubiera evitado las catástrofes que protagonizamos. Así como Marx sostenía que todo sistema lleva en su seno las fuerzas que le son antagónicas, el capitalismo triunfa cada vez que logra reforzar la idea de que lleva en su seno las fuerzas que se encargarán de salvarlo», planteó el autor de Claves de infancia.
«Más bien parecería que los nuevos tipos de dominación remiten a una ‘tiranía sin tirano’, donde triunfa el levantamiento de las prohibiciones para dar paso a la pura impetuosidad de los apetitos. El capitalismo descubrió una manera barata y eficaz de asegurar su expansión. Ya no sólo intenta controlar, someter, sujetar, reprimir, amenazar a los ciudadanos para que obedezcan a las instituciones dominantes. Ahora, simplemente destruye, disuelve las instituciones de modo tal que las nuevas generaciones, las muchachas y los muchachos, por ejemplo, quedan sueltos, caen blandos, precarios, móviles, livianos, bien dispuestos para ser arrastrados por la catarata del mercado; listos para circular a toda prisa, para ser consumidos a toda prisa y para ser descartados de prisa. Paradójicamente la cultura actual, la ‘cultura represora’ produce sujetos flotantes, libres de toda atadura simbólica», fundamentó Volnovich y estimó que si no hay Otro en la cultura actual el desafío para el psicoanálisis reside en «la posibilidad de sostener un espacio de resistencia al desmantelamiento simbólico».
La dulzura de Edda Fabbri, jurado en Literatura Testimonial junto con Volnovich, no parece de este mundo. Es la única de la delegación que anda con el termo y el mate, tentando con unos amargos que minuciosamente explica cómo servir a latinoamericanos con escasa cultura matera. «Estoy aquí en tanto agonista de algunos hechos», se presentó la escritora uruguaya, ganadora del Premio Casa de las Américas 2007 en Literatura Testimonial con Oblivion, libro de poco más de cien páginas en el que reconstruye la vida de un grupo de presas políticas en una cárcel de mujeres de Punta de Rieles. «A veces he deseado mirar el pasado con los ojos del historiador. Su mirada me recuerda aquella del Superman de mi infancia, que podía ver a través de las paredes. La pared en este caso es el tiempo, que nos aleja de lo que pasó, lo disfraza, lo transforma. No sé si los historiadores pueden ver así, a través de esa pared, creo que no. Acaso logren componer una imagen mejor, no menos borrosa pero más amplia, y por eso me gustaría a veces poder mirar así. Pero no puedo hacerlo y la razón es simple: no estudié como ellos, no investigué», señaló la narradora, ex militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros que estuvo encarcelada durante la dictadura militar uruguaya.
«Desde siempre inventamos, desde siempre aceptamos aquel antiguo encanto: contar, escuchar que nos cuenten, escribir y leer, confiar. La fábula es mentira, eso lo aprendemos temprano o tarde pero no importa. Confiamos porque sabemos que ella habla, ella dice siempre, y hay que esperar a veces al final para que nos golpee o bendiga su verdad, o cerrar los ojos y creer para oírla mejor. Escribimos para escapar, lanzamos nuestro mensaje al mar, nuestro sos, un grito o un susurro que pretende decirnos y que siempre nos dice», sugirió. Si toda literatura es testimonio, hay que preguntarse por la diferencia, por lo que hace que sea nombrada como literatura testimonial. «Podría pensarse que es la voluntad, el deseo del escritor, consciente o no, de referir a una experiencia que es suya y seguramente también colectiva, inevitablemente colectiva –postuló Fabbri–. Creo que sería mejor hablar de necesidad, antes que de deseo. Hay una diferencia grande entre esos dos términos. Quiero pensar que la literatura arranca, dentro del individuo, de una zona bastante desconocida por él mismo, no vacía sino, al contrario, demasiado llena. Esa es la zona de su testimonio, ahí está todo escrito, aunque él no lo sepa, en otras letras, un alfabeto indescifrable casi desconocido». En el itinerario trazado por la escritora uruguaya surgió otra palabra clave: verdad. «Sólo cuando el escritor puede traducir aquellos oscuros caracteres que lo asedian, puede, como otros artífices, construir un puente. No para salvar a nadie, sino para salvarse. Hay un solo deber, parafraseando a Onetti: buscar la verdad propia, que es decir la llaga, que es decir la falta, y escribirla. Hablamos porque no podemos decir, explicó alguien, por eso escribimos.»
REGRESAR A LA REVISTA
El multiculturalismo es el «nuevo ropaje que adopta el racismo», dijo Volnovich. (Foto: Gentileza Abel Carmenate)
C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- «Fabular un país, testimoniar una literatura» es una invitación a resistir el arrasamiento subjetivo, un modo de escribir para escapar y lanzar al mismo tiempo mensajes al mar. La ronda de debates y lecturas continúa en la 54 edición del Premio Literario Casa de las Américas, cuyos ganadores se anunciarán hoy. Juan Carlos Volnovich (Argentina), Edda Fabbri (Uruguay), Félix Julio Alfonso (Cuba) y los brasileños Marcelino Freire, Carola Saavedra y Suzana Vargas se encargaron de encender un par de chispas tan necesarias como ineludibles. El escritor y psicoanalista ofreció una clase magistral. «La reconversión monetarista de la economía ha llevado al sistema capitalista mundial al borde del abismo al tiempo que las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones tienden a imponer el concepto de cibercultura. Nuestra enfermedad actual reclama un remedio y la receta que se nos ofrece es la del multiculturalismo con su fórmula magistral: el respeto de las diferencias, la tolerancia, el reinado de una diversidad libre de conflictos.» Una nota de Silvina Friera desde La Habana para Página/12:
Volnovich aseguró que aunque no haya cesado el modelo clásico de la colonización, hay un nuevo esquema en el que las empresas multinacionales, con los residuos del poder de los Estados, explotan por igual a la población global. «Se da la paradoja de una colonización donde sólo hay colonias sin países colonizadores; se impone la evidencia de un poder colonizador que no proviene sólo del Estado-Nación, sino que surge directamente de las empresas globales», advirtió. Luego de la caída del Muro de Berlín, las concepciones marxistas acerca de la lucha de clases quedaron cuestionadas para que triunfara la subjetividad imaginaria característica del capitalismo. «El multiculturalismo tiene escasas posibilidades de reemplazar la categoría ‘lucha de clases’ porque aún no ha sido posible eludir la evidencia marxista de que hay algo en la realidad del capitalismo que no cierra; algo que pone en evidencia una falla en el sistema de equivalencias universales; algo que se ha dado en llamar plusvalía... La misma plusvalía que Lacan asimila al plus de goce cuando sostiene la teoría psicoanalítica del síntoma», comparó el escritor y médico argentino, que estuvo exiliado en La Habana durante la última dictadura cívico-militar.
El cuadro trazado conduce a pensar que el multiculturalismo ha devenido ideología perfecta de la globalización. El multiculturalismo es el «nuevo ropaje que adopta el racismo», gatilló un Volnovich esmeradísimo en demoler un puñado de correcciones políticas. «El reemplazo de la lucha de clases por el multiculturalismo es la operación para mantener la ilusión de un sistema que, de haber funcionado bien, hubiera evitado las catástrofes que protagonizamos. Así como Marx sostenía que todo sistema lleva en su seno las fuerzas que le son antagónicas, el capitalismo triunfa cada vez que logra reforzar la idea de que lleva en su seno las fuerzas que se encargarán de salvarlo», planteó el autor de Claves de infancia.
«Más bien parecería que los nuevos tipos de dominación remiten a una ‘tiranía sin tirano’, donde triunfa el levantamiento de las prohibiciones para dar paso a la pura impetuosidad de los apetitos. El capitalismo descubrió una manera barata y eficaz de asegurar su expansión. Ya no sólo intenta controlar, someter, sujetar, reprimir, amenazar a los ciudadanos para que obedezcan a las instituciones dominantes. Ahora, simplemente destruye, disuelve las instituciones de modo tal que las nuevas generaciones, las muchachas y los muchachos, por ejemplo, quedan sueltos, caen blandos, precarios, móviles, livianos, bien dispuestos para ser arrastrados por la catarata del mercado; listos para circular a toda prisa, para ser consumidos a toda prisa y para ser descartados de prisa. Paradójicamente la cultura actual, la ‘cultura represora’ produce sujetos flotantes, libres de toda atadura simbólica», fundamentó Volnovich y estimó que si no hay Otro en la cultura actual el desafío para el psicoanálisis reside en «la posibilidad de sostener un espacio de resistencia al desmantelamiento simbólico».
La dulzura de Edda Fabbri, jurado en Literatura Testimonial junto con Volnovich, no parece de este mundo. Es la única de la delegación que anda con el termo y el mate, tentando con unos amargos que minuciosamente explica cómo servir a latinoamericanos con escasa cultura matera. «Estoy aquí en tanto agonista de algunos hechos», se presentó la escritora uruguaya, ganadora del Premio Casa de las Américas 2007 en Literatura Testimonial con Oblivion, libro de poco más de cien páginas en el que reconstruye la vida de un grupo de presas políticas en una cárcel de mujeres de Punta de Rieles. «A veces he deseado mirar el pasado con los ojos del historiador. Su mirada me recuerda aquella del Superman de mi infancia, que podía ver a través de las paredes. La pared en este caso es el tiempo, que nos aleja de lo que pasó, lo disfraza, lo transforma. No sé si los historiadores pueden ver así, a través de esa pared, creo que no. Acaso logren componer una imagen mejor, no menos borrosa pero más amplia, y por eso me gustaría a veces poder mirar así. Pero no puedo hacerlo y la razón es simple: no estudié como ellos, no investigué», señaló la narradora, ex militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros que estuvo encarcelada durante la dictadura militar uruguaya.
«Desde siempre inventamos, desde siempre aceptamos aquel antiguo encanto: contar, escuchar que nos cuenten, escribir y leer, confiar. La fábula es mentira, eso lo aprendemos temprano o tarde pero no importa. Confiamos porque sabemos que ella habla, ella dice siempre, y hay que esperar a veces al final para que nos golpee o bendiga su verdad, o cerrar los ojos y creer para oírla mejor. Escribimos para escapar, lanzamos nuestro mensaje al mar, nuestro sos, un grito o un susurro que pretende decirnos y que siempre nos dice», sugirió. Si toda literatura es testimonio, hay que preguntarse por la diferencia, por lo que hace que sea nombrada como literatura testimonial. «Podría pensarse que es la voluntad, el deseo del escritor, consciente o no, de referir a una experiencia que es suya y seguramente también colectiva, inevitablemente colectiva –postuló Fabbri–. Creo que sería mejor hablar de necesidad, antes que de deseo. Hay una diferencia grande entre esos dos términos. Quiero pensar que la literatura arranca, dentro del individuo, de una zona bastante desconocida por él mismo, no vacía sino, al contrario, demasiado llena. Esa es la zona de su testimonio, ahí está todo escrito, aunque él no lo sepa, en otras letras, un alfabeto indescifrable casi desconocido». En el itinerario trazado por la escritora uruguaya surgió otra palabra clave: verdad. «Sólo cuando el escritor puede traducir aquellos oscuros caracteres que lo asedian, puede, como otros artífices, construir un puente. No para salvar a nadie, sino para salvarse. Hay un solo deber, parafraseando a Onetti: buscar la verdad propia, que es decir la llaga, que es decir la falta, y escribirla. Hablamos porque no podemos decir, explicó alguien, por eso escribimos.»
REGRESAR A LA REVISTA
Libros / México: Presentaron «José Guadalupe Posada: a cien años de su partida» de la historiadora Helia Emma Bonilla
.
Rafael Tovar y de Teresa durante la presentación del volumen José Guadalupe Posada: a cien años de su partida. (Foto: Carlos Cisneros)
C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Varios años de investigación dieron como resultado el libro José Guadalupe Posada: a cien años de su partida, de la historiadora Helia Emma Bonilla, que se presentó la noche del martes como parte de las actividades que se realizarán este año para conmemorar el centenario luctuoso del grabador y caricaturista. Una nota de Ericka Montaño Garfias para La Jornada:
Un siglo después de su muerte, ocurrida el 20 de enero de 1913, Posada «se ha convertido en uno de los artistas más importantes y representativos de México, señaló Bonilla Reyna, y agregó que la lectura de la prolífica obra de Posada y su personaje no han cesado de modificarse y enriquecerse».
Con todo, añadió, «mucha de su obra continúa a la espera de ser explicada». Entre los objetivos de este libro se encuentra proporcionar, mediante un lenguaje claro y directo, «una visión panorámica que responda a las expectativas del lector que pretenda adentrarse en el tema, incluso por primera vez, enterándolo además de algunas de las polémicas más sobresalientes en torno a esta gran figura del arte mexicano, así como aportaciones inéditas al estudio de la obra de Posada, nacido en Aguascalientes en 1852, tanto a nivel documental como en el de la reflexión».
El volumen, coeditado por el Instituto Cultural de Aguascalientes, Banamex e Índice Editores, tiene tres apartados: el primero acerca de la vida y obra de Posada, tanto en Aguascalientes como en León y finalmente en la ciudad de México. El segundo documenta la necesidad de ubicar al artista en el contexto del porfiriato «y sugiere que es necesario ahondar en el estudio de imágenes específicas para poder comprender sus distintas formas de trabajo, y a partir de ahí, resolver las polémicas que en torno a su obra han surgido: una es la de las técnicas utilizadas por el artista, y la otra la de su ambigua posición política».
El tercero es una antología representativa de su obra, y muchas de estas imágenes son inéditas, como ocurre con otras de los apartados iniciales.
Prisma de imágenes contrastadas
En esta investigación, manifestó Helia Emma Bonilla, «he querido insistir en la diversidad y en los aspectos poco conocidos de la obra de Posada, además de aportar algunas informaciones inéditas que sin duda ayudarán a ampliar su comprensión. Encuentro que la labor del artista aguascalentense, como un prisma, ofrece para nuestro deleite y entendimiento un mundo de imágenes contrastadas y diversas que van de la ternura al drama, de lo sensual a lo místico, de lo chusco a lo refinado, de lo burdo a lo comercial, del halago al poder a su crítica directa. A cien años de su muerte, la lectura de su arte contundente se ha ido modificando, pero lo que no se ha cuestionado en ningún momento es su calidad ni su potencia expresiva».
A José Guadalupe Posada «hay que mirarlo en su complejidad y contextualizarlo en su época», destacó Bonilla.
A la presentación del libro, en el antiguo Palacio de Iturbide, asistieron Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; Carlos Lozano de la Torre, gobernador de Aguascalientes; Blanca Rivera, presidenta del DIF Aguascalientes; Ernesto Torres Cantú, director de Banamex; el editor Mauricio de la Cruz, y Cándida Fernández, directora de Fomento Cultural Banamex.
Tovar y de Teresa apuntó que durante este año, en el que se programaron unas 100 actividades para recordar a Posada, «iremos conociendo mejor la obra de este artista. Se puede decir de él que fue el primero en jalar al arte al México no incluido, y lo incluyó en el imaginario colectivo.»
Posada «supo mezclar la vida y la muerte, lo cómico y lo trágico, y es sin duda uno de los referentes para entender cuál es la identidad del mexicano. Eso es lo que lo hace permanente y eterno», afirmó.
REGRESAR A LA REVISTA
Rafael Tovar y de Teresa durante la presentación del volumen José Guadalupe Posada: a cien años de su partida. (Foto: Carlos Cisneros)
C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Varios años de investigación dieron como resultado el libro José Guadalupe Posada: a cien años de su partida, de la historiadora Helia Emma Bonilla, que se presentó la noche del martes como parte de las actividades que se realizarán este año para conmemorar el centenario luctuoso del grabador y caricaturista. Una nota de Ericka Montaño Garfias para La Jornada:
Un siglo después de su muerte, ocurrida el 20 de enero de 1913, Posada «se ha convertido en uno de los artistas más importantes y representativos de México, señaló Bonilla Reyna, y agregó que la lectura de la prolífica obra de Posada y su personaje no han cesado de modificarse y enriquecerse».
Con todo, añadió, «mucha de su obra continúa a la espera de ser explicada». Entre los objetivos de este libro se encuentra proporcionar, mediante un lenguaje claro y directo, «una visión panorámica que responda a las expectativas del lector que pretenda adentrarse en el tema, incluso por primera vez, enterándolo además de algunas de las polémicas más sobresalientes en torno a esta gran figura del arte mexicano, así como aportaciones inéditas al estudio de la obra de Posada, nacido en Aguascalientes en 1852, tanto a nivel documental como en el de la reflexión».
El volumen, coeditado por el Instituto Cultural de Aguascalientes, Banamex e Índice Editores, tiene tres apartados: el primero acerca de la vida y obra de Posada, tanto en Aguascalientes como en León y finalmente en la ciudad de México. El segundo documenta la necesidad de ubicar al artista en el contexto del porfiriato «y sugiere que es necesario ahondar en el estudio de imágenes específicas para poder comprender sus distintas formas de trabajo, y a partir de ahí, resolver las polémicas que en torno a su obra han surgido: una es la de las técnicas utilizadas por el artista, y la otra la de su ambigua posición política».
El tercero es una antología representativa de su obra, y muchas de estas imágenes son inéditas, como ocurre con otras de los apartados iniciales.
Prisma de imágenes contrastadas
En esta investigación, manifestó Helia Emma Bonilla, «he querido insistir en la diversidad y en los aspectos poco conocidos de la obra de Posada, además de aportar algunas informaciones inéditas que sin duda ayudarán a ampliar su comprensión. Encuentro que la labor del artista aguascalentense, como un prisma, ofrece para nuestro deleite y entendimiento un mundo de imágenes contrastadas y diversas que van de la ternura al drama, de lo sensual a lo místico, de lo chusco a lo refinado, de lo burdo a lo comercial, del halago al poder a su crítica directa. A cien años de su muerte, la lectura de su arte contundente se ha ido modificando, pero lo que no se ha cuestionado en ningún momento es su calidad ni su potencia expresiva».
A José Guadalupe Posada «hay que mirarlo en su complejidad y contextualizarlo en su época», destacó Bonilla.
A la presentación del libro, en el antiguo Palacio de Iturbide, asistieron Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; Carlos Lozano de la Torre, gobernador de Aguascalientes; Blanca Rivera, presidenta del DIF Aguascalientes; Ernesto Torres Cantú, director de Banamex; el editor Mauricio de la Cruz, y Cándida Fernández, directora de Fomento Cultural Banamex.
Tovar y de Teresa apuntó que durante este año, en el que se programaron unas 100 actividades para recordar a Posada, «iremos conociendo mejor la obra de este artista. Se puede decir de él que fue el primero en jalar al arte al México no incluido, y lo incluyó en el imaginario colectivo.»
Posada «supo mezclar la vida y la muerte, lo cómico y lo trágico, y es sin duda uno de los referentes para entender cuál es la identidad del mexicano. Eso es lo que lo hace permanente y eterno», afirmó.
REGRESAR A LA REVISTA
Cine / México: Nueva sede del CUEC será en Ciudad Universitaria
.
El emblema de la institución. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Salones de clases, de usos múltiples, de grabación y posproducción, una biblioteca, un área de publicaciones, modernas instalaciones de grabación y sonido, así como una sala de cine para 160 personas, serán parte de la nueva sede del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Una entrega de Notimex:
Se trata de un amplio espacio que incluye dos edificios y a partir del segundo semestre de este año, el CUEC regresa a Ciudad Universitaria (CU) para transformarse en la Escuela Nacional de Cinematografía, con facultades para expedir títulos en licenciatura.
En entrevista para Notimex, José Felipe Coria, director de la citada institución, dijo que se trata de un proyecto que se lleva a cabo en el marco del 50 aniversario del CUEC, fundado en 1963 por Manuel González Casanova (1934-2012).
Con una inversión de 40 millones de pesos, refirió que la nueva sede se alojará justo entre TV UNAM y la Filmoteca, y cuya edificación está concluida, para regresar a la máxima casa de estudios, a cinco décadas de su fundación.
«El edificio está prácticamente concluido, lo único que hace falta es equipamiento, que es la parte más difícil porque se requiere hacer el acondicionamiento acústico, las salas y áreas de producción deben de quedar impecables; solo esto nos llevará tiempo», explicó Coria.
Recordó que fue una aula de la Facultad de Filosofía y Letras hace 50 años, el espacio que vio nacer al CUEC. «Ahí estuvieron las primeras 50 lecciones de cine, que en ese momento así se llamaba», mencionó.
Sobre la licenciatura, dijo que en estos momentos las comisiones de los Consejos Académicos de las Áreas de Humanidades y de las Artes, cuentan con la iniciativa para la creación de dicha carrera, la cual tendrá que estar lista antes de la apertura de este espacio en agosto próximo.
«En estos 50 años hemos profesionalizado la enseñanza cinematográfica, pero al ser un centro de extensión académica, no podemos expedir títulos de licenciatura», explicó.
«Tenemos una planta de maestros profesional, y lo que nos faltaba un poco, eran las instalaciones y gracias a la voluntad del rector José Narro, conseguimos que estas instalaciones se construyeran», comentó.
Según Coria, el trabajo consistió en presentar el protocolo de la Licenciatura en Cinematografía, la cual ya obtuvo dictámenes favorables de las comisiones antes mencionadas.
«Está en trámite y esperamos que concluya exitosamente para que sea aprobado por dicho Consejo y entonces la Licenciatura en Cinematografía pasará a formar parte de la oferta que dará la UNAM», indicó.
«La licenciatura es todo lo que falta para convertirnos en Escuela Nacional, porque ya existen varias instituciones que dan esta licenciatura en cine; los últimos años ha sido constante el interés por profesionalizar esto», comentó.
Y es que para el crítico de cine, el llamado séptimo arte, «ya no es una cosa que se pueda improvisar, es algo caro y exige demasiado, de tal modo que aquel que se interese en estudiar cine, salga con la formación profesional que le permita desarrollarse por su cuenta o dentro de alguna institución o empresa en el ambiente cinematográfico y televisivo».
Subrayó que la nueva escuela en Ciudad Universitaria le apostará a la profesionalización y enseñanza cinematográfica. Por lo que hace a la actual sede en Adolfo Prieto en la colonia Del Valle, dijo desconocer qué pasará con esa «casona».
REGRESAR A LA REVISTA
El emblema de la institución. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Salones de clases, de usos múltiples, de grabación y posproducción, una biblioteca, un área de publicaciones, modernas instalaciones de grabación y sonido, así como una sala de cine para 160 personas, serán parte de la nueva sede del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Una entrega de Notimex:
Se trata de un amplio espacio que incluye dos edificios y a partir del segundo semestre de este año, el CUEC regresa a Ciudad Universitaria (CU) para transformarse en la Escuela Nacional de Cinematografía, con facultades para expedir títulos en licenciatura.
En entrevista para Notimex, José Felipe Coria, director de la citada institución, dijo que se trata de un proyecto que se lleva a cabo en el marco del 50 aniversario del CUEC, fundado en 1963 por Manuel González Casanova (1934-2012).
Con una inversión de 40 millones de pesos, refirió que la nueva sede se alojará justo entre TV UNAM y la Filmoteca, y cuya edificación está concluida, para regresar a la máxima casa de estudios, a cinco décadas de su fundación.
«El edificio está prácticamente concluido, lo único que hace falta es equipamiento, que es la parte más difícil porque se requiere hacer el acondicionamiento acústico, las salas y áreas de producción deben de quedar impecables; solo esto nos llevará tiempo», explicó Coria.
Recordó que fue una aula de la Facultad de Filosofía y Letras hace 50 años, el espacio que vio nacer al CUEC. «Ahí estuvieron las primeras 50 lecciones de cine, que en ese momento así se llamaba», mencionó.
Sobre la licenciatura, dijo que en estos momentos las comisiones de los Consejos Académicos de las Áreas de Humanidades y de las Artes, cuentan con la iniciativa para la creación de dicha carrera, la cual tendrá que estar lista antes de la apertura de este espacio en agosto próximo.
«En estos 50 años hemos profesionalizado la enseñanza cinematográfica, pero al ser un centro de extensión académica, no podemos expedir títulos de licenciatura», explicó.
«Tenemos una planta de maestros profesional, y lo que nos faltaba un poco, eran las instalaciones y gracias a la voluntad del rector José Narro, conseguimos que estas instalaciones se construyeran», comentó.
Según Coria, el trabajo consistió en presentar el protocolo de la Licenciatura en Cinematografía, la cual ya obtuvo dictámenes favorables de las comisiones antes mencionadas.
«Está en trámite y esperamos que concluya exitosamente para que sea aprobado por dicho Consejo y entonces la Licenciatura en Cinematografía pasará a formar parte de la oferta que dará la UNAM», indicó.
«La licenciatura es todo lo que falta para convertirnos en Escuela Nacional, porque ya existen varias instituciones que dan esta licenciatura en cine; los últimos años ha sido constante el interés por profesionalizar esto», comentó.
Y es que para el crítico de cine, el llamado séptimo arte, «ya no es una cosa que se pueda improvisar, es algo caro y exige demasiado, de tal modo que aquel que se interese en estudiar cine, salga con la formación profesional que le permita desarrollarse por su cuenta o dentro de alguna institución o empresa en el ambiente cinematográfico y televisivo».
Subrayó que la nueva escuela en Ciudad Universitaria le apostará a la profesionalización y enseñanza cinematográfica. Por lo que hace a la actual sede en Adolfo Prieto en la colonia Del Valle, dijo desconocer qué pasará con esa «casona».
REGRESAR A LA REVISTA
Artes Plásticas / Italia: El Castello de Rivoli dedica una exposición a Ana Mendieta
.
Cosmetic Facial Variation, 1972. (Foto: Cortesía de The Estate of Ana Mendieta, Nueva York)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- En lo alto de una loma al pie de los Alpes italianos y a poco más de veinte kilómetros de la ciudad de Turín se encuentra el Castello di Rivoli, una de las instituciones artísticas emblemáticas del país transalpino. Alojada en la antigua pinacoteca de la familia Saboya, que contaba con un buen número de residencias en torno al núcleo turinés, nació a mediados de los ochenta al abrigo de la iniciativa cultural de la región del Piamonte y durante muchos años fue uno de los centros más relevantes de Europa. Tuvo a Rudi Fuchs como primer director y por aquí también pasaron figuras de la talla de Carolyn Christov-Bakargiev, directora artística de la última Documenta, que lideró el proyecto en dos etapas distintas. Cuenta con una estupenda colección, probablemente la más importante del país, instalada permanentemente en las deslumbrantes salas del Castello, y ha acogido algunas de las mejores exposiciones realizadas en Italia en las últimas dos décadas. Hoy, sin embargo, como ocurre en España, la flagrante falta de interés de la clase política por la cultura ha relegado a todas las instituciones italianas en una situación de coma inducido, y el Castello lucha por mantenerse a flote con apoyos de un sector privado que no acaba de participar con decisión en la vida cultural del país. Una nota de Javier Hontoria para El Cultural:
Esta exposición que ahora se le dedica a la figura de Ana Mendieta en la Manica Lunga, como se le llama a la larguísima sala de exposiciones temporales del Castello, es, por tanto, una gran noticia. Titulada Ana Mendieta. She Got Love, es la muestra retrospectiva más importante realizada sobre la artista cubana en Europa (en España pudo verse su trabajo en la Fundación Tàpies de Barcelona y en el CGAC de Santiago en 1996-97) y es una oportunidad magnífica para ver su trabajo en un contexto, el de la tradición del arte Povera italiano con su elenco de penones, calzolaris, fabros y zorios exuberantemente expuestos en la colección a pocos metros de ahí, que propiciará, seguro, interesantísimas lecturas. La exposición sirve también de marco para la premiere del documental Itali-Ana. Mendieta in Rome, dirigido por Raquel Cecilia Mendieta, sobrina de Ana, un filme sobre la estancia de la artista en Roma, donde disfrutó de una beca de la Academia Americana y en cuyas calles y plazas pasó sus años más felices.
La vida de Ana Mendieta fue corta, pero la intensidad con la que fue vivida, esa forma tan volcánica de estar en el mundo, y su manera de entender el arte, siempre en el borde difuso de los géneros, hacen de ella una de las figuras más interesantes de los años setenta y mediados ochenta. Nacida en La Habana en 1948, fue trasladada al estadounidense estado de Iowa en 1961 en la llamada «Operación Peter Pan», en la que miles de niños cubanos fueron arrancados de sus padres y llevados a diferentes estados para evitar que cayeran en las garras doctrinarias castristas. Las vidas de una Ana casi adolescente y la de su hermana Raquelina, algo mayor que ella, experimentaron el notable giro que puede esperarse al dejar atrás la efervescencia revolucionaria cubana para instalarse en la casta y escasamente excitante Iowa. Tras deambular por diferentes parroquias y familias, ingresó en la Universidad del estado y comenzó a vertebrar ese lenguaje tan suyo pero tan universal, y tan insólitamente poderoso siempre. Viajó a Europa y vivió en Roma, donde descubrió las tradiciones milenarias europeas que hermanó con las precolombinas, con las que ya había enraizado con anterioridad. Conoció y sufrió al siniestro Carl André, y murió joven, en 1985, al caer de una ventana del apartamento en el que vivía con el pope minimalista, que se encontraba en casa cuando ocurrieron los hechos.
Las comisarias de la exposición, la directora Beatrice Merz y Olga Gambari, detestarán cualquier alusión al fatal desenlace de la vida de Mendieta pues su proyecto tiene la ambición de trascender todo lo que no sea alumbrar el inmenso legado artístico de la cubana a través de la exploración de todas las facetas de su obra. Además de los morbosos, también quedará decepcionado todo quien quiera situar a Mendieta en el ámbito exclusivo del feminismo, pues la artista fue piedra angular en la transformación de las relaciones de poder entre hombres y mujeres en los años sesenta, sí, pero fue también muchas otras cosas. Fue pionera del body art y de la performance, campos en los que creó un conjunto de trabajo extraordinariamente singular; se sumergió en la marea del Land Art y coqueteó con el arte Povera. Pero, sobre todo, lideró siempre la visión alternativa a toda mirada canónica, despedazando cualquier posición excluyente.
La marcada disposición longitudinal de la Manica Lunga es muy apropiada para exposiciones de carácter cronológico, pero Ana Mendieta. She Got Love no quiere ceñirse a una lectura progresiva y sí explorar las asociaciones entre grupos de trabajo. Por eso, aunque los primeros trabajos de Mendieta fueron realizados en torno a 1972, momento en que comenzó un periodo creativo de una fertilidad asombrosa, la primera pieza de la exposición es de 1978, su conocida madera con la palma de su mano grabada, un trabajo extraordinario que revela muchas claves del trabajo de Mendieta. Es la comunión verdadera entre cuerpo y material, es la revelación de la huella como registro vaporoso de un acontecer que será signo inequívoco y vertebrador de todos sus trabajos, desde sus archiconocidas Siluetas hasta otros trabajos sobre madera realizados más tarde y presentes también en la exposición.
Series de fotografías como Cosmetic Facial Variations o Glass on Body Imprints, ambas de 1972 muestran ya la presencia flagrante del cuerpo femenino y una propensión a su transformación que se manifiesta en imágenes ya enconadas. Mendieta trabajó fundamentalmente con fotografías y películas filmadas en Súper 8 (transferidas aquí a DVD). Hay películas que se emiten en monitores sobre pedestales y otras que son retroproyectadas sobre superficies de vidrio. Estas últimas proporcionan imágenes que sobrevuelan al espectador, livianas y etéreas, que contrastan con la aplastante rotundidad que desprenden las imágenes del cuerpo de Mendieta en las fotografías que cuelgan de los muros. ¿No es, acaso, la dicotomía entre presencias y ausencias, uno de los ejes centrales del trabajo de la artista? En este sentido, el montaje está decididamente logrado.
En 1973 Mendieta realizó una serie de trabajos en torno al asunto de la violación (Rape Performance). Son trabajos tremendos que nacen de un oscuro suceso ocurrido en su universidad. Se caracterizan por su notable dimensión crítica pero son también buena prueba del carácter pionero del trabajo de Mendieta, que abrió con ellos el camino de la instalación. La artista creaba un escenario dramático en el que citaba a alumnos de la universidad que eran recibidos por el cuerpo ensangrentado de la artista entre platos rotos. Vinculado a estos trabajos se encuentra el registro de la performance People looking at Blood, Moffit, Iowa, en la que los viandantes han de sortear un charco formado por un reguero de sangre que procede de una casa. ¿Con qué nivel de naturalidad se inscribe la violencia en lo cotidiano?, parece preguntarse la artista.
Hacia 1975, el cuerpo de Mendieta empieza a tener una presencia sólo relativa en sus imágenes pues es la ausencia de este la que se impone en la magnífica serie Siluetas, tal vez la más célebre de la artista. Su cuerpo se adivina en la arena de la playa batida por el agua del mar, sobre el césped o en superficies rocosas, o sobre los lugares de culto que dejaron civilizaciones ancestrales. Es una huella, un testimonio de la fusión del cuerpo con la tierra, colmando la ambición de llegar hasta el principio de las cosas en trabajos concebidos en clave antropológica. En 1977 surge la serie The Tree of Life, derivada de la anterior, en la que trata nuevamente de fundirse con un árbol en camaleónica afirmación de la naturaleza cósmica de la vida.
Las esculturas que pueden verse hacia la mitad del recorrido pertenecen a su periodo romano y son tentativas de trabajar en su estudio, en interiores, algo no habitual en el quehacer de Mendieta. Son troncos de árboles sobre los que imprimía imágenes abstractas que aluden a las primeras culturas, en particular la etrusca. Mendieta crea las imágenes con pólvora, como grabadas a fuego, tienen mucho de ritual primitivo y encuentran su eco en los dibujos sobre hojas de árboles que pueden verse a continuación.
La muerte de Ana Mendieta en 1985, cuando contaba 36 años, truncó una de las carreras más intensas y comprometidas del momento. La influencia que deja tras de sí es visible en un arco extraordinariamente amplio de prácticas y estilos. La riqueza de su legado reside precisamente en la dificultad que encontramos para situarla en disciplinas concretas pues las desborda todas, diseminándose con naturalidad en unas y en otras. Cuando hablamos de las Rape Performance y de People Looking at Blood, Moffit, Iowa, citadas anteriormente, vemos el origen de trabajos de artistas como Regina José Galindo o Teresa Margolles, relacionados con la sangrante realidad de ciertas cuestiones de género o con la violencia en lo cotidiano, pero ¿no vemos también prácticas contextuales enraizadas en el ámbito de la instalación? ¿No recuerdan a los escenarios creados, por ejemplo, por artistas como Elmgreen & Dragset? La exposición que hoy se abre al público en el Castello di Rivoli arroja buena luz sobre las mil caras de esta fascinante artista.
REGRESAR A LA REVISTA
Cosmetic Facial Variation, 1972. (Foto: Cortesía de The Estate of Ana Mendieta, Nueva York)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- En lo alto de una loma al pie de los Alpes italianos y a poco más de veinte kilómetros de la ciudad de Turín se encuentra el Castello di Rivoli, una de las instituciones artísticas emblemáticas del país transalpino. Alojada en la antigua pinacoteca de la familia Saboya, que contaba con un buen número de residencias en torno al núcleo turinés, nació a mediados de los ochenta al abrigo de la iniciativa cultural de la región del Piamonte y durante muchos años fue uno de los centros más relevantes de Europa. Tuvo a Rudi Fuchs como primer director y por aquí también pasaron figuras de la talla de Carolyn Christov-Bakargiev, directora artística de la última Documenta, que lideró el proyecto en dos etapas distintas. Cuenta con una estupenda colección, probablemente la más importante del país, instalada permanentemente en las deslumbrantes salas del Castello, y ha acogido algunas de las mejores exposiciones realizadas en Italia en las últimas dos décadas. Hoy, sin embargo, como ocurre en España, la flagrante falta de interés de la clase política por la cultura ha relegado a todas las instituciones italianas en una situación de coma inducido, y el Castello lucha por mantenerse a flote con apoyos de un sector privado que no acaba de participar con decisión en la vida cultural del país. Una nota de Javier Hontoria para El Cultural:
Esta exposición que ahora se le dedica a la figura de Ana Mendieta en la Manica Lunga, como se le llama a la larguísima sala de exposiciones temporales del Castello, es, por tanto, una gran noticia. Titulada Ana Mendieta. She Got Love, es la muestra retrospectiva más importante realizada sobre la artista cubana en Europa (en España pudo verse su trabajo en la Fundación Tàpies de Barcelona y en el CGAC de Santiago en 1996-97) y es una oportunidad magnífica para ver su trabajo en un contexto, el de la tradición del arte Povera italiano con su elenco de penones, calzolaris, fabros y zorios exuberantemente expuestos en la colección a pocos metros de ahí, que propiciará, seguro, interesantísimas lecturas. La exposición sirve también de marco para la premiere del documental Itali-Ana. Mendieta in Rome, dirigido por Raquel Cecilia Mendieta, sobrina de Ana, un filme sobre la estancia de la artista en Roma, donde disfrutó de una beca de la Academia Americana y en cuyas calles y plazas pasó sus años más felices.
La vida de Ana Mendieta fue corta, pero la intensidad con la que fue vivida, esa forma tan volcánica de estar en el mundo, y su manera de entender el arte, siempre en el borde difuso de los géneros, hacen de ella una de las figuras más interesantes de los años setenta y mediados ochenta. Nacida en La Habana en 1948, fue trasladada al estadounidense estado de Iowa en 1961 en la llamada «Operación Peter Pan», en la que miles de niños cubanos fueron arrancados de sus padres y llevados a diferentes estados para evitar que cayeran en las garras doctrinarias castristas. Las vidas de una Ana casi adolescente y la de su hermana Raquelina, algo mayor que ella, experimentaron el notable giro que puede esperarse al dejar atrás la efervescencia revolucionaria cubana para instalarse en la casta y escasamente excitante Iowa. Tras deambular por diferentes parroquias y familias, ingresó en la Universidad del estado y comenzó a vertebrar ese lenguaje tan suyo pero tan universal, y tan insólitamente poderoso siempre. Viajó a Europa y vivió en Roma, donde descubrió las tradiciones milenarias europeas que hermanó con las precolombinas, con las que ya había enraizado con anterioridad. Conoció y sufrió al siniestro Carl André, y murió joven, en 1985, al caer de una ventana del apartamento en el que vivía con el pope minimalista, que se encontraba en casa cuando ocurrieron los hechos.
Las comisarias de la exposición, la directora Beatrice Merz y Olga Gambari, detestarán cualquier alusión al fatal desenlace de la vida de Mendieta pues su proyecto tiene la ambición de trascender todo lo que no sea alumbrar el inmenso legado artístico de la cubana a través de la exploración de todas las facetas de su obra. Además de los morbosos, también quedará decepcionado todo quien quiera situar a Mendieta en el ámbito exclusivo del feminismo, pues la artista fue piedra angular en la transformación de las relaciones de poder entre hombres y mujeres en los años sesenta, sí, pero fue también muchas otras cosas. Fue pionera del body art y de la performance, campos en los que creó un conjunto de trabajo extraordinariamente singular; se sumergió en la marea del Land Art y coqueteó con el arte Povera. Pero, sobre todo, lideró siempre la visión alternativa a toda mirada canónica, despedazando cualquier posición excluyente.
La marcada disposición longitudinal de la Manica Lunga es muy apropiada para exposiciones de carácter cronológico, pero Ana Mendieta. She Got Love no quiere ceñirse a una lectura progresiva y sí explorar las asociaciones entre grupos de trabajo. Por eso, aunque los primeros trabajos de Mendieta fueron realizados en torno a 1972, momento en que comenzó un periodo creativo de una fertilidad asombrosa, la primera pieza de la exposición es de 1978, su conocida madera con la palma de su mano grabada, un trabajo extraordinario que revela muchas claves del trabajo de Mendieta. Es la comunión verdadera entre cuerpo y material, es la revelación de la huella como registro vaporoso de un acontecer que será signo inequívoco y vertebrador de todos sus trabajos, desde sus archiconocidas Siluetas hasta otros trabajos sobre madera realizados más tarde y presentes también en la exposición.
Series de fotografías como Cosmetic Facial Variations o Glass on Body Imprints, ambas de 1972 muestran ya la presencia flagrante del cuerpo femenino y una propensión a su transformación que se manifiesta en imágenes ya enconadas. Mendieta trabajó fundamentalmente con fotografías y películas filmadas en Súper 8 (transferidas aquí a DVD). Hay películas que se emiten en monitores sobre pedestales y otras que son retroproyectadas sobre superficies de vidrio. Estas últimas proporcionan imágenes que sobrevuelan al espectador, livianas y etéreas, que contrastan con la aplastante rotundidad que desprenden las imágenes del cuerpo de Mendieta en las fotografías que cuelgan de los muros. ¿No es, acaso, la dicotomía entre presencias y ausencias, uno de los ejes centrales del trabajo de la artista? En este sentido, el montaje está decididamente logrado.
En 1973 Mendieta realizó una serie de trabajos en torno al asunto de la violación (Rape Performance). Son trabajos tremendos que nacen de un oscuro suceso ocurrido en su universidad. Se caracterizan por su notable dimensión crítica pero son también buena prueba del carácter pionero del trabajo de Mendieta, que abrió con ellos el camino de la instalación. La artista creaba un escenario dramático en el que citaba a alumnos de la universidad que eran recibidos por el cuerpo ensangrentado de la artista entre platos rotos. Vinculado a estos trabajos se encuentra el registro de la performance People looking at Blood, Moffit, Iowa, en la que los viandantes han de sortear un charco formado por un reguero de sangre que procede de una casa. ¿Con qué nivel de naturalidad se inscribe la violencia en lo cotidiano?, parece preguntarse la artista.
Hacia 1975, el cuerpo de Mendieta empieza a tener una presencia sólo relativa en sus imágenes pues es la ausencia de este la que se impone en la magnífica serie Siluetas, tal vez la más célebre de la artista. Su cuerpo se adivina en la arena de la playa batida por el agua del mar, sobre el césped o en superficies rocosas, o sobre los lugares de culto que dejaron civilizaciones ancestrales. Es una huella, un testimonio de la fusión del cuerpo con la tierra, colmando la ambición de llegar hasta el principio de las cosas en trabajos concebidos en clave antropológica. En 1977 surge la serie The Tree of Life, derivada de la anterior, en la que trata nuevamente de fundirse con un árbol en camaleónica afirmación de la naturaleza cósmica de la vida.
Las esculturas que pueden verse hacia la mitad del recorrido pertenecen a su periodo romano y son tentativas de trabajar en su estudio, en interiores, algo no habitual en el quehacer de Mendieta. Son troncos de árboles sobre los que imprimía imágenes abstractas que aluden a las primeras culturas, en particular la etrusca. Mendieta crea las imágenes con pólvora, como grabadas a fuego, tienen mucho de ritual primitivo y encuentran su eco en los dibujos sobre hojas de árboles que pueden verse a continuación.
La muerte de Ana Mendieta en 1985, cuando contaba 36 años, truncó una de las carreras más intensas y comprometidas del momento. La influencia que deja tras de sí es visible en un arco extraordinariamente amplio de prácticas y estilos. La riqueza de su legado reside precisamente en la dificultad que encontramos para situarla en disciplinas concretas pues las desborda todas, diseminándose con naturalidad en unas y en otras. Cuando hablamos de las Rape Performance y de People Looking at Blood, Moffit, Iowa, citadas anteriormente, vemos el origen de trabajos de artistas como Regina José Galindo o Teresa Margolles, relacionados con la sangrante realidad de ciertas cuestiones de género o con la violencia en lo cotidiano, pero ¿no vemos también prácticas contextuales enraizadas en el ámbito de la instalación? ¿No recuerdan a los escenarios creados, por ejemplo, por artistas como Elmgreen & Dragset? La exposición que hoy se abre al público en el Castello di Rivoli arroja buena luz sobre las mil caras de esta fascinante artista.
REGRESAR A LA REVISTA
miércoles, enero 30, 2013
Textos / Sergio Gálvez y Julián Vadillo: «Julio Aróstegui - Maestro de dos generaciones»
.
El historiador español. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Reproducimos el texto de los últimos doctorandos de Julio Aróstegui recién fallecido, Sergio Gálvez y Julián Vadillo. Publicado por El Mundo:
Se nos ha ido casi por sorpresa Julio Aróstegui (Granada, 1939-Madrid, 2013). Historiador clave en el proceso de renovación de la historiografía contemporaneísta del último medio siglo. Toda una referencia dentro y fuera del campo de la historia, así como del mundo cultural, social y sindical de la izquierda española.
Para los que estuvimos cerca de él hasta los últimos momentos, intentar trazar un pequeño esbozo de su obra resulta tarea difícil en estos precisos instantes. Quizá, y antes que nada, para los que conocimos a Julio habría que destacar una faceta no estrictamente académica: su capacidad de dialéctica y de conversación fuera y dentro de los despachos, fuera y dentro de las aulas, o directamente sentados en una mesa. Se podía estar de acuerdo o no con él (era lo de menos) pero era precisamente a través de esas conversaciones cuando entendías los significados del qué hacer del historiador. Probablemente, era una herencia de sus tiempos de profesor de instituto por los más diversos lugares de la geografía española, empezando por Salamanca.
Tres grandes pasiones historiográficas marcarían su trayectoria: en una primera etapa, sus minuciosos estudios sobre el carlismo; ya mediados los años 80 su acercamiento a la década de los treinta del siglo XX, hasta convertirse en una referencia clave de la II República y de la Guerra Civil, con obras que hoy ya podemos considerar clásicas. Y en tercer lugar, y quizá aquí se encuentre su faceta menos conocida y reconocida, su afán por la renovación de la historiografía como ciencia social. Dos cuando no tres generaciones de jóvenes historiadores han recurrido y recurrirán en el futuro a La investigación histórica: teoría y método.
Pero sobre todo en estos últimos años había abordado una de sus empresas más apasionantes: la dirección de la Cátedra Complutense «Memoria Histórica del Siglo XX». Referencia central hoy dentro del mundo académico y en el entorno del espacio asociativo memorialístico. Sin duda, su labor frente a la Cátedra ha impulsado un mejor conocimiento sobre nuestra memoria colectiva democrática, antifranquista y por extensión antifascista.
Aunque poco amigo de semblanzas y menos de homenajes, recibió varios en vida. El primero de ellos de la mano de un conjunto de amigos y colegas de la profesión cuando se jubiló. Era el año 2009, y de allí saldría un excelente volumen de contribuciones con el título El valor de la historia. Más recientemente, este verano pasado, en los Cursos de El Escorial se presentaría de la mano de AMESDE un documental titulado Reconocimiento a Julio Aróstegui, que sería capaz de reunir a amigos, colegas y prácticamente a toda su familia.
En septiembre de este año finalizó su periodo como Catedrático emérito en la Universidad Complutense de Madrid. Más de uno le habíamos animado a que continuara trabajando, compatibilizando sus compromisos familiares con sus nietos, sus hijos (Julio, Amparo y Beatriz) y su mujer, Nieves. Y en ello estaba. Acababa de publicar la primera edición de una obra a la que le había dedicado sus últimos años de trabajo: Largo Caballero, el tesón y la quimera. Ahora le tocaba disfrutar tantas horas de trabajo con presentaciones y sobre todo conversaciones.
Para concluir para quienes esta pequeña semblanza firmamos, la noticia ha sido especialmente dura. Fuimos los dos últimos doctorandos a los que Julio firmó la tesis. En breve, vamos a leerlas. Y aunque con aquellas firmas nos decía que con las mismas finalizaba su tarea académica, sabíamos que aquello no era cierto. Nos toca ahora salir a defender nuestros trabajos en los que siempre creyó Julio, con la misma honestidad y rigurosidad con la que siempre supo revestir su forma de hacer y de entender el trabajo del historiador social.
Sergio Gálvez y Julián Vadillo son historiadores. Julio Aróstegui ha dirigido sus tesis doctorales.
REGRESAR A LA REVISTA
El historiador español. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Reproducimos el texto de los últimos doctorandos de Julio Aróstegui recién fallecido, Sergio Gálvez y Julián Vadillo. Publicado por El Mundo:
Se nos ha ido casi por sorpresa Julio Aróstegui (Granada, 1939-Madrid, 2013). Historiador clave en el proceso de renovación de la historiografía contemporaneísta del último medio siglo. Toda una referencia dentro y fuera del campo de la historia, así como del mundo cultural, social y sindical de la izquierda española.
Para los que estuvimos cerca de él hasta los últimos momentos, intentar trazar un pequeño esbozo de su obra resulta tarea difícil en estos precisos instantes. Quizá, y antes que nada, para los que conocimos a Julio habría que destacar una faceta no estrictamente académica: su capacidad de dialéctica y de conversación fuera y dentro de los despachos, fuera y dentro de las aulas, o directamente sentados en una mesa. Se podía estar de acuerdo o no con él (era lo de menos) pero era precisamente a través de esas conversaciones cuando entendías los significados del qué hacer del historiador. Probablemente, era una herencia de sus tiempos de profesor de instituto por los más diversos lugares de la geografía española, empezando por Salamanca.
Tres grandes pasiones historiográficas marcarían su trayectoria: en una primera etapa, sus minuciosos estudios sobre el carlismo; ya mediados los años 80 su acercamiento a la década de los treinta del siglo XX, hasta convertirse en una referencia clave de la II República y de la Guerra Civil, con obras que hoy ya podemos considerar clásicas. Y en tercer lugar, y quizá aquí se encuentre su faceta menos conocida y reconocida, su afán por la renovación de la historiografía como ciencia social. Dos cuando no tres generaciones de jóvenes historiadores han recurrido y recurrirán en el futuro a La investigación histórica: teoría y método.
Pero sobre todo en estos últimos años había abordado una de sus empresas más apasionantes: la dirección de la Cátedra Complutense «Memoria Histórica del Siglo XX». Referencia central hoy dentro del mundo académico y en el entorno del espacio asociativo memorialístico. Sin duda, su labor frente a la Cátedra ha impulsado un mejor conocimiento sobre nuestra memoria colectiva democrática, antifranquista y por extensión antifascista.
Aunque poco amigo de semblanzas y menos de homenajes, recibió varios en vida. El primero de ellos de la mano de un conjunto de amigos y colegas de la profesión cuando se jubiló. Era el año 2009, y de allí saldría un excelente volumen de contribuciones con el título El valor de la historia. Más recientemente, este verano pasado, en los Cursos de El Escorial se presentaría de la mano de AMESDE un documental titulado Reconocimiento a Julio Aróstegui, que sería capaz de reunir a amigos, colegas y prácticamente a toda su familia.
En septiembre de este año finalizó su periodo como Catedrático emérito en la Universidad Complutense de Madrid. Más de uno le habíamos animado a que continuara trabajando, compatibilizando sus compromisos familiares con sus nietos, sus hijos (Julio, Amparo y Beatriz) y su mujer, Nieves. Y en ello estaba. Acababa de publicar la primera edición de una obra a la que le había dedicado sus últimos años de trabajo: Largo Caballero, el tesón y la quimera. Ahora le tocaba disfrutar tantas horas de trabajo con presentaciones y sobre todo conversaciones.
Para concluir para quienes esta pequeña semblanza firmamos, la noticia ha sido especialmente dura. Fuimos los dos últimos doctorandos a los que Julio firmó la tesis. En breve, vamos a leerlas. Y aunque con aquellas firmas nos decía que con las mismas finalizaba su tarea académica, sabíamos que aquello no era cierto. Nos toca ahora salir a defender nuestros trabajos en los que siempre creyó Julio, con la misma honestidad y rigurosidad con la que siempre supo revestir su forma de hacer y de entender el trabajo del historiador social.
Sergio Gálvez y Julián Vadillo son historiadores. Julio Aróstegui ha dirigido sus tesis doctorales.
REGRESAR A LA REVISTA
Cine / Inglaterra: La mujer que llevó a Bolaño al cine
.
Un fotograma de la película Il futuro con Rutger Hauer y Manuela Martelli. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- A veces la osadía tiene sus gratificaciones. Y en la vida de Alicia Scherson, cineasta chilena de 38 años, esa osadía ha sido una constante que le ha permitido arriesgarse y ganar, convirtiendo una novela de Roberto Bolaño en película, algo que nadie había hecho hasta ahora y que, con toda probabilidad, no volverá a ser posible para ningún cineasta independiente. Scherson acaba de estrenar en los festivales de cine de Sundance y Rotterdam la película Il futuro, una coproducción chileno-italiana-española-alemana basada en Una novelita lumpen,un relato de Bolaño (la última que vio publicar en vida), cuyos derechos adquirió Scherson en 2006. Una nota de Barbara Celis para El País:
Por aquel entonces, Carmen Balcells aún era la representante de la obra del escritor fallecido tres años antes y que no conocería la fama internacional hasta 2008, cuando su novela 2666 fue publicada en Estados Unidos y se convirtió en best seller, ganó el Premio Nacional de la Crítica de ese país y estalló la bolañomanía, que hoy es ya una enfermedad intelectual comparable a la que provocó en su momento la llamada nueva literatura latinoamericana. Andrew Wylie, conocido en la industria del libro como El Chacal (un hueso mucho más duro de roer que Balcells), es ahora quien dirige el destino de la obra del autor chileno, que vivió gran parte de su vida en Cataluña.
Scherson, lectora y admiradora de Bolaño, descubrió Una novelita lumpen en 2004 y con una sola película en su maleta, Play (ganadora del Festival de Tribeca en 2005), se acercó a Balcells a título personal y le pidió los derechos para llevarla al cine. «Tuve suerte de que aún no hubiera estallado ‘la fiebre’. Era un libro poco conocido, encargado para una serie titulada Año 0 de Mondadori sobre el nuevo milenio desde la perspectiva de diferentes ciudades y firmadas por diferentes autores latinoamericanos. No tenía una productora detrás que me apoyara pero Balcells y la viuda del escritor aceptaron», cuenta Scherson a través de Skype desde el Festival de Cine de Rotterdam, donde también estrenó su segunda película, Turistas, en 2009. «Adquirí los derechos y los guardé. Necesitaba hacer otra película antes de enfrentarme a Bolaño y comencé a trabajar en la adaptación, algo que nunca había hecho porque yo siempre he trabajado con material propio».
Pero Una novelita lumpen no es uno de esos libros complejos de Bolaño sobre la literatura dentro de la literatura. «Tiene una trama muy sencilla, la de Bianca, una adolescente que nos habla desde el futuro de la historia que ella y su hermano viven tras la muerte de sus padres con un tono como de fin de mundo y ese humor tan duro de Bolaño. El mayor desafío no fue tanto adaptar la trama sino llevar a la pantalla la atmósfera del libro».
Il futuro (le cambió el nombre porque lumpen tenía muchas dificultades de traducción), como sus anteriores filmes, está impregnado precisamente de una extraña pátina de sensaciones visuales que a veces rozan lo onírico y a la que contribuye una imagen atípica de los barrios periféricos de Roma, donde se mezclan las ruinas de la ciudad con imágenes que sugieren la inexorable decadencia de la civilización europea. «Creo que Bolaño fue un poco visionario y entendió hacia dónde se precipitaba Europa mucho antes de que comenzara la crisis», afirma Scherson. En ese ambiente que a veces se percibe entre opresivo e irreal, la adolescente Bianca (la chilena Manuela Martelli) trata de encontrarle un sentido a su vida tras la muerte repentina de sus padres. Maciste, un actor ciego y de músculos flácidos que antaño protagonizaba películas de héroes hercúleos de serie B (interpretado por Rutger Hauer, el líder replicante rebelde de Blade Runner), será el inesperado salvador de la protagonista.
«Una de las cosas que me hizo conectar con el libro es que Bianca tiene que encontrar estrategias de supervivencia, y ese tipo de personajes siempre me interesan. La necesidad que tenemos muchos seres humanos de colocarnos un disfraz para superar determinadas situaciones cuando nos encontramos a la deriva». Y en cierto modo, eso quizá también resuene en la propia vida de Scherson: siendo estudiante de biología un día vio en un periódico una convocatoria para estudiar en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños en Cuba y se presentó. «Conseguí una beca y anuncié en casa que me iba a estudiar cine para ser directora, algo que las niñas de mi generación nunca pensamos que pudiéramos ser. Fue un impulso pero ya no hubo marcha atrás».
REGRESAR A LA REVISTA
Un fotograma de la película Il futuro con Rutger Hauer y Manuela Martelli. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- A veces la osadía tiene sus gratificaciones. Y en la vida de Alicia Scherson, cineasta chilena de 38 años, esa osadía ha sido una constante que le ha permitido arriesgarse y ganar, convirtiendo una novela de Roberto Bolaño en película, algo que nadie había hecho hasta ahora y que, con toda probabilidad, no volverá a ser posible para ningún cineasta independiente. Scherson acaba de estrenar en los festivales de cine de Sundance y Rotterdam la película Il futuro, una coproducción chileno-italiana-española-alemana basada en Una novelita lumpen,un relato de Bolaño (la última que vio publicar en vida), cuyos derechos adquirió Scherson en 2006. Una nota de Barbara Celis para El País:
Por aquel entonces, Carmen Balcells aún era la representante de la obra del escritor fallecido tres años antes y que no conocería la fama internacional hasta 2008, cuando su novela 2666 fue publicada en Estados Unidos y se convirtió en best seller, ganó el Premio Nacional de la Crítica de ese país y estalló la bolañomanía, que hoy es ya una enfermedad intelectual comparable a la que provocó en su momento la llamada nueva literatura latinoamericana. Andrew Wylie, conocido en la industria del libro como El Chacal (un hueso mucho más duro de roer que Balcells), es ahora quien dirige el destino de la obra del autor chileno, que vivió gran parte de su vida en Cataluña.
Scherson, lectora y admiradora de Bolaño, descubrió Una novelita lumpen en 2004 y con una sola película en su maleta, Play (ganadora del Festival de Tribeca en 2005), se acercó a Balcells a título personal y le pidió los derechos para llevarla al cine. «Tuve suerte de que aún no hubiera estallado ‘la fiebre’. Era un libro poco conocido, encargado para una serie titulada Año 0 de Mondadori sobre el nuevo milenio desde la perspectiva de diferentes ciudades y firmadas por diferentes autores latinoamericanos. No tenía una productora detrás que me apoyara pero Balcells y la viuda del escritor aceptaron», cuenta Scherson a través de Skype desde el Festival de Cine de Rotterdam, donde también estrenó su segunda película, Turistas, en 2009. «Adquirí los derechos y los guardé. Necesitaba hacer otra película antes de enfrentarme a Bolaño y comencé a trabajar en la adaptación, algo que nunca había hecho porque yo siempre he trabajado con material propio».
Pero Una novelita lumpen no es uno de esos libros complejos de Bolaño sobre la literatura dentro de la literatura. «Tiene una trama muy sencilla, la de Bianca, una adolescente que nos habla desde el futuro de la historia que ella y su hermano viven tras la muerte de sus padres con un tono como de fin de mundo y ese humor tan duro de Bolaño. El mayor desafío no fue tanto adaptar la trama sino llevar a la pantalla la atmósfera del libro».
Il futuro (le cambió el nombre porque lumpen tenía muchas dificultades de traducción), como sus anteriores filmes, está impregnado precisamente de una extraña pátina de sensaciones visuales que a veces rozan lo onírico y a la que contribuye una imagen atípica de los barrios periféricos de Roma, donde se mezclan las ruinas de la ciudad con imágenes que sugieren la inexorable decadencia de la civilización europea. «Creo que Bolaño fue un poco visionario y entendió hacia dónde se precipitaba Europa mucho antes de que comenzara la crisis», afirma Scherson. En ese ambiente que a veces se percibe entre opresivo e irreal, la adolescente Bianca (la chilena Manuela Martelli) trata de encontrarle un sentido a su vida tras la muerte repentina de sus padres. Maciste, un actor ciego y de músculos flácidos que antaño protagonizaba películas de héroes hercúleos de serie B (interpretado por Rutger Hauer, el líder replicante rebelde de Blade Runner), será el inesperado salvador de la protagonista.
«Una de las cosas que me hizo conectar con el libro es que Bianca tiene que encontrar estrategias de supervivencia, y ese tipo de personajes siempre me interesan. La necesidad que tenemos muchos seres humanos de colocarnos un disfraz para superar determinadas situaciones cuando nos encontramos a la deriva». Y en cierto modo, eso quizá también resuene en la propia vida de Scherson: siendo estudiante de biología un día vio en un periódico una convocatoria para estudiar en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños en Cuba y se presentó. «Conseguí una beca y anuncié en casa que me iba a estudiar cine para ser directora, algo que las niñas de mi generación nunca pensamos que pudiéramos ser. Fue un impulso pero ya no hubo marcha atrás».
REGRESAR A LA REVISTA
Literatura / Cuba: Recta final del Premio Literario Casa de las Américas
.
La «cultura de enlatados» aplasta el sentir latinoamericano, dijeron en Cuba. (Foto: Página/12)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- El jurado en la categoría Ensayo histórico-social inauguró el primer debate de esta edición. Renán Vega Cantor (Colombia), Salim Lamrani (Francia) y Sergio Guerra Vilaboy (Cuba) reflexionaron sobre la integración en América latina. Una nota de Silvina Friera para Página/12:
Cansados pero felices podría ser el lema de la muchachada latinoamericana que ya ha elegido a los finalistas. En la recta final del Premio Literario Casa de las Américas, cuyos ganadores se anunciarán mañana por la tarde, el jurado en la categoría Ensayo histórico-social inauguró el primer debate de esta edición. Renán Vega Cantor (Colombia), Salim Lamrani (Francia) y Sergio Guerra Vilaboy (Cuba) reflexionaron sobre los avances, dificultades y perspectivas de la integración independiente en América latina. El historiador y ensayista cubano repasó los antecedentes de la integración en la región y aseguró que en tiempos de eclosión y de cambio que se viven en el continente, la celebración de una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) –que está reunida por estos días en Chile– es una muestra de la voluntad integracionista. Los procesos de unidad e integración están asociados a la figura de Francisco de Miranda, «el primero en pensar en la emancipación y sugerir que las colonias de España debían independizarse y congregarse en torno de un solo Estado». Guerra recordó que más allá del imaginario de Miranda, formado de otros muchos pensadores, subyacía un hilo conductor. La independencia no debía conducir a la desintegración, sino todo lo contrario, «en gran medida, gracias a que paulatinamente se había ido creando una conciencia nacionalista que excedía a la patria chica».
La lucha por la independencia –desde la perspectiva de Guerra– proyectó siempre la unidad en un sentido más amplio. Para ejemplificar esa amplitud, señaló la intención de Bolívar de liberar América y su proyecto en el Congreso de Panamá. «Era esa época tan feliz, cuando considerábamos a toda Hispanoamérica como nuestra patria de nacimiento», citó el historiador y ensayista cubano un fragmento de las memorias del segundo presidente ecuatoriano Vicente Rocafuerte (1783-1847) en la que se refiere a la lucha por la independencia. Aunque durante estos doscientos años hubo «intentos exiguos» de recuperar el ideario integracionista, especialmente ante amenazas externas para el continente, el proyecto se archivaba no bien desaparecía el peligro inminente; recién en el siglo XXI «el compromiso histórico de los próceres se ha puesto a la orden del día». El ensayista y profesor francés dijo que, para entender cómo se reflejan los procesos emancipatorios y de integración latinoamericana en Occidente, es preciso poner las cartas sobre la mesa y desmontar el papel que juegan los medios de comunicación. «Los grandes conglomerados económicos invierten en la prensa escrita, un sector estructuralmente deficitario, con el objetivo de controlar el mercado de ideas, limitar el marco de los pensamientos aceptables y censurar la opinión heterodoxa». Lamrani precisó que los medios de comunicación occidentales cubren de «manera parcial» la realidad latinoamericana. Cuba y sus dificultades económicas es un paradigma de esta cuestión al comprobar cómo esos medios eluden sistemáticamente cualquier mención al principal obstáculo que enfrentan en la isla: «El estado de sitio económico impuesto desde 1960 por los Estados Unidos». Finalmente planteó que es «muy difícil que la opinión pública occidental tenga una imagen honesta de la realidad de la nueva América latina, cuando esa prensa defiende un orden establecido».
En este tiempo, intervino Renán Vega Cantor, hay una especie de tríada de instituciones «aparentemente integracionistas», como ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), Mercosur (Mercado Común del Sur) y la Celac. Sin embargo, el historiador y ensayista colombiano se preguntó hasta qué punto constituye «un avance significativo» en términos de integración latinoamericana, cuando «el proceso de integración alternativa como la Unión Europea y los llamados Tratados de Libre Comercio (TLC) están hoy en crisis». Vega se encargó de clavar el aguijón de varios interrogantes al preguntarse si sería casualidad que México, el primer país en firmar un TLC, tenga tan altos niveles de violencia y criminalidad. En el listado de logros, destacó la sustitución de la «putrefacta e insepulta» OEA (Organización de Estados Americanos) por la Celac. Pero advirtió que al mismo tiempo que se habla de integración, el modelo económico que se impone en América latina es del siglo XIX. «Aunque sabemos que no debemos reeditar aquel patrón, carente de soluciones reales a los problemas del continente, es precisamente la lógica de ese modelo extractivista primario exportador que destruye al medio ambiente y al ser humano, la que impera.» ¿Qué hacer, entonces? Vega Cantor propuso trabajar en pos de reivindicar la diversidad que caracteriza las culturas de nuestros pueblos, para evitar que se imponga la «cultura de enlatados» que aplasta el sentir de las sociedades latinoamericanas. A modo de epílogo ponderó la necesidad de pensar la integración en un sentido amplio porque reducirla exclusivamente a lo económico «sería rebajar la riqueza cultural y social del continente latinoamericano».
Después llegó la hora de los poetas. Entonces coparon la Casa Fernando Balseca (Ecuador), Rafael Courtoisie (Uruguay), Joserramón Melendes (Puerto Rico) y Teresa Melo (Santiago de Cuba). Quedaron levitando por la sala Manuel Galich los ecos del bellísimo poema «Louis Armstrong canta: ‘be careful, it’s my heart’», de la poeta cubana: «Aquí me instalo yo y no digo una palabra: una/larga conversación sostiene mi mente con la nada./ Estrujo lo que no sé qué es: y me arrullo: be/ careful, it’s muy heart (...) La vida intenta decirle cosas a ese/pobre infeliz y el pobre infeliz estruja lo que no/ sabe qué es,/ y ese es mi corazón, eso/ murmuro, ese es mi corazón bajo el cemento».
REGRESAR A LA REVISTA
La «cultura de enlatados» aplasta el sentir latinoamericano, dijeron en Cuba. (Foto: Página/12)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- El jurado en la categoría Ensayo histórico-social inauguró el primer debate de esta edición. Renán Vega Cantor (Colombia), Salim Lamrani (Francia) y Sergio Guerra Vilaboy (Cuba) reflexionaron sobre la integración en América latina. Una nota de Silvina Friera para Página/12:
Cansados pero felices podría ser el lema de la muchachada latinoamericana que ya ha elegido a los finalistas. En la recta final del Premio Literario Casa de las Américas, cuyos ganadores se anunciarán mañana por la tarde, el jurado en la categoría Ensayo histórico-social inauguró el primer debate de esta edición. Renán Vega Cantor (Colombia), Salim Lamrani (Francia) y Sergio Guerra Vilaboy (Cuba) reflexionaron sobre los avances, dificultades y perspectivas de la integración independiente en América latina. El historiador y ensayista cubano repasó los antecedentes de la integración en la región y aseguró que en tiempos de eclosión y de cambio que se viven en el continente, la celebración de una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) –que está reunida por estos días en Chile– es una muestra de la voluntad integracionista. Los procesos de unidad e integración están asociados a la figura de Francisco de Miranda, «el primero en pensar en la emancipación y sugerir que las colonias de España debían independizarse y congregarse en torno de un solo Estado». Guerra recordó que más allá del imaginario de Miranda, formado de otros muchos pensadores, subyacía un hilo conductor. La independencia no debía conducir a la desintegración, sino todo lo contrario, «en gran medida, gracias a que paulatinamente se había ido creando una conciencia nacionalista que excedía a la patria chica».
La lucha por la independencia –desde la perspectiva de Guerra– proyectó siempre la unidad en un sentido más amplio. Para ejemplificar esa amplitud, señaló la intención de Bolívar de liberar América y su proyecto en el Congreso de Panamá. «Era esa época tan feliz, cuando considerábamos a toda Hispanoamérica como nuestra patria de nacimiento», citó el historiador y ensayista cubano un fragmento de las memorias del segundo presidente ecuatoriano Vicente Rocafuerte (1783-1847) en la que se refiere a la lucha por la independencia. Aunque durante estos doscientos años hubo «intentos exiguos» de recuperar el ideario integracionista, especialmente ante amenazas externas para el continente, el proyecto se archivaba no bien desaparecía el peligro inminente; recién en el siglo XXI «el compromiso histórico de los próceres se ha puesto a la orden del día». El ensayista y profesor francés dijo que, para entender cómo se reflejan los procesos emancipatorios y de integración latinoamericana en Occidente, es preciso poner las cartas sobre la mesa y desmontar el papel que juegan los medios de comunicación. «Los grandes conglomerados económicos invierten en la prensa escrita, un sector estructuralmente deficitario, con el objetivo de controlar el mercado de ideas, limitar el marco de los pensamientos aceptables y censurar la opinión heterodoxa». Lamrani precisó que los medios de comunicación occidentales cubren de «manera parcial» la realidad latinoamericana. Cuba y sus dificultades económicas es un paradigma de esta cuestión al comprobar cómo esos medios eluden sistemáticamente cualquier mención al principal obstáculo que enfrentan en la isla: «El estado de sitio económico impuesto desde 1960 por los Estados Unidos». Finalmente planteó que es «muy difícil que la opinión pública occidental tenga una imagen honesta de la realidad de la nueva América latina, cuando esa prensa defiende un orden establecido».
En este tiempo, intervino Renán Vega Cantor, hay una especie de tríada de instituciones «aparentemente integracionistas», como ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), Mercosur (Mercado Común del Sur) y la Celac. Sin embargo, el historiador y ensayista colombiano se preguntó hasta qué punto constituye «un avance significativo» en términos de integración latinoamericana, cuando «el proceso de integración alternativa como la Unión Europea y los llamados Tratados de Libre Comercio (TLC) están hoy en crisis». Vega se encargó de clavar el aguijón de varios interrogantes al preguntarse si sería casualidad que México, el primer país en firmar un TLC, tenga tan altos niveles de violencia y criminalidad. En el listado de logros, destacó la sustitución de la «putrefacta e insepulta» OEA (Organización de Estados Americanos) por la Celac. Pero advirtió que al mismo tiempo que se habla de integración, el modelo económico que se impone en América latina es del siglo XIX. «Aunque sabemos que no debemos reeditar aquel patrón, carente de soluciones reales a los problemas del continente, es precisamente la lógica de ese modelo extractivista primario exportador que destruye al medio ambiente y al ser humano, la que impera.» ¿Qué hacer, entonces? Vega Cantor propuso trabajar en pos de reivindicar la diversidad que caracteriza las culturas de nuestros pueblos, para evitar que se imponga la «cultura de enlatados» que aplasta el sentir de las sociedades latinoamericanas. A modo de epílogo ponderó la necesidad de pensar la integración en un sentido amplio porque reducirla exclusivamente a lo económico «sería rebajar la riqueza cultural y social del continente latinoamericano».
Después llegó la hora de los poetas. Entonces coparon la Casa Fernando Balseca (Ecuador), Rafael Courtoisie (Uruguay), Joserramón Melendes (Puerto Rico) y Teresa Melo (Santiago de Cuba). Quedaron levitando por la sala Manuel Galich los ecos del bellísimo poema «Louis Armstrong canta: ‘be careful, it’s my heart’», de la poeta cubana: «Aquí me instalo yo y no digo una palabra: una/larga conversación sostiene mi mente con la nada./ Estrujo lo que no sé qué es: y me arrullo: be/ careful, it’s muy heart (...) La vida intenta decirle cosas a ese/pobre infeliz y el pobre infeliz estruja lo que no/ sabe qué es,/ y ese es mi corazón, eso/ murmuro, ese es mi corazón bajo el cemento».
REGRESAR A LA REVISTA
Arqueología / México: Estructura piramidal de Teotihuacán está en riesgo de derrumbarse, denuncian
.
Desde hace dos años, la edificación piramidal permanece apuntalada con polines de madera y restringido el acceso a los visitantes, sin que hasta el momento las autoridades hayan tomado cartas en el asunto para evitar que se desplome. (Foto: Javier Salinas)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- La estructura piramidal número uno, de más de 12 metros de altura y conformada por cuatro cuerpos, ubicada en la Plaza de la Luna, en la zona arqueológica de Teotihuacán, está en riesgo de derrumbarse, debido a cuarteaduras y hundimientos ocasionados por la humedad, denuncian investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Una nota de Javier Salinas Cesáreo para La Jornada:
Desde hace dos años, la estructura piramidal permanece apuntalada con polines de madera y el acceso restringido a los visitantes, sin que hasta el momento las autoridades tomen cartas en el asunto.
Edwin Romero Meneses, arquitecto del sitio prehispánico, explicá que desde 2009 se detectaron daños en una de las 13 estructuras que rodean la Plaza de la Luna, causados por la humedad que generar las lluvias.
La estructura piramidal número uno, conformada por cuatro cuerpos con características de talud y tablero, con altura de 12 metros, presenta en la cúspide asentamientos con niveles de 20 centímetros de hundimiento, lo cual propicia en el tercero y cuarto cuerpos el riesgo de colapso. Dos años después, la parte lateral y la cúspide fue apuntalada con vigas de madera.
Trabajos en dos temporadas
Hoy la estructura muestra un grave deterioro y riesgo de venirse abajo, por lo que especialistas presentaron al Consejo de Arqueología del INAH un proyecto de conservación integral con la finalidad de contener y revertir los daños. Sin embargo, todavía no se tiene respuesta.
Romero Meneses manifiesta la necesidad de comenzar la restauración a la brevedad. Lo que se requiere resanar pisos, consolidar juntas estructurales y fragmentos de pintura. Propusimos generar en la cúspide un pozo de sondeo para localizar el origen del problema y restaurar las partes de riesgo de derrumbe.
Por lo menos en dos temporadas, explica, quedaría restaurado y el monto requerido para los trabajos es superior a 4 millones de pesos y subraya tener conocimiento de que el proyecto de restauración fue autorizado.
«Si no se restaura de inmediato, el edificio precolombino correrá el riesgo de un desplome en todos sus cuerpos; un daño irreversible».
REGRESAR A LA REVISTA
Desde hace dos años, la edificación piramidal permanece apuntalada con polines de madera y restringido el acceso a los visitantes, sin que hasta el momento las autoridades hayan tomado cartas en el asunto para evitar que se desplome. (Foto: Javier Salinas)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- La estructura piramidal número uno, de más de 12 metros de altura y conformada por cuatro cuerpos, ubicada en la Plaza de la Luna, en la zona arqueológica de Teotihuacán, está en riesgo de derrumbarse, debido a cuarteaduras y hundimientos ocasionados por la humedad, denuncian investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Una nota de Javier Salinas Cesáreo para La Jornada:
Desde hace dos años, la estructura piramidal permanece apuntalada con polines de madera y el acceso restringido a los visitantes, sin que hasta el momento las autoridades tomen cartas en el asunto.
Edwin Romero Meneses, arquitecto del sitio prehispánico, explicá que desde 2009 se detectaron daños en una de las 13 estructuras que rodean la Plaza de la Luna, causados por la humedad que generar las lluvias.
La estructura piramidal número uno, conformada por cuatro cuerpos con características de talud y tablero, con altura de 12 metros, presenta en la cúspide asentamientos con niveles de 20 centímetros de hundimiento, lo cual propicia en el tercero y cuarto cuerpos el riesgo de colapso. Dos años después, la parte lateral y la cúspide fue apuntalada con vigas de madera.
Trabajos en dos temporadas
Hoy la estructura muestra un grave deterioro y riesgo de venirse abajo, por lo que especialistas presentaron al Consejo de Arqueología del INAH un proyecto de conservación integral con la finalidad de contener y revertir los daños. Sin embargo, todavía no se tiene respuesta.
Romero Meneses manifiesta la necesidad de comenzar la restauración a la brevedad. Lo que se requiere resanar pisos, consolidar juntas estructurales y fragmentos de pintura. Propusimos generar en la cúspide un pozo de sondeo para localizar el origen del problema y restaurar las partes de riesgo de derrumbe.
Por lo menos en dos temporadas, explica, quedaría restaurado y el monto requerido para los trabajos es superior a 4 millones de pesos y subraya tener conocimiento de que el proyecto de restauración fue autorizado.
«Si no se restaura de inmediato, el edificio precolombino correrá el riesgo de un desplome en todos sus cuerpos; un daño irreversible».
REGRESAR A LA REVISTA
martes, enero 29, 2013
Poesía / Lilvia Soto: «Los rojos granos blancos»
.
El soldado americano
era más alto y blanco
y tenía a Dios de su lado.
El japonés era delgado como un carrizo,
oscuro como sus tristes designios.
Contenía todas las sombras
y sorpresas de su
pueblo traicionero,
de su ruin imperio.
El americano,
casi un niño,
temía por su vida,
pero era valiente,
un patriota decidido a
liberar al mundo de su maldad,
hacerlo seguro para los amantes de la libertad.
Mató al japonés
y saqueó su cuerpo
en busca de su credencial.
Con el nombre encontró una foto
y a través de la guerra y
a través de los años
pensó en ampliar
el rostro del muchacho
para mandárselo a sus padres,
para que supieran,
sin los sangrientos detalles,
del coraje de su hijo,
de su sacrificio.
Aquel día en Borneo,
en el cuerpo del japonés encontró
un paquete
y muerto de hambre
saboreó cada grano de arroz.
No mandó la foto,
conserva la credencial
y aún hoy
después de tantos años
no puede comer arroz,
pues cada grano blanco
está rociado
de rojo.
REGRESAR A LA REVISTA
El soldado americano
era más alto y blanco
y tenía a Dios de su lado.
El japonés era delgado como un carrizo,
oscuro como sus tristes designios.
Contenía todas las sombras
y sorpresas de su
pueblo traicionero,
de su ruin imperio.
El americano,
casi un niño,
temía por su vida,
pero era valiente,
un patriota decidido a
liberar al mundo de su maldad,
hacerlo seguro para los amantes de la libertad.
Mató al japonés
y saqueó su cuerpo
en busca de su credencial.
Con el nombre encontró una foto
y a través de la guerra y
a través de los años
pensó en ampliar
el rostro del muchacho
para mandárselo a sus padres,
para que supieran,
sin los sangrientos detalles,
del coraje de su hijo,
de su sacrificio.
Aquel día en Borneo,
en el cuerpo del japonés encontró
un paquete
y muerto de hambre
saboreó cada grano de arroz.
No mandó la foto,
conserva la credencial
y aún hoy
después de tantos años
no puede comer arroz,
pues cada grano blanco
está rociado
de rojo.
REGRESAR A LA REVISTA
Tin Tan / Mazatlán: Recuerdan a Germán Valdés con escultura gigante en el Carnaval
.
La efigie del pachuco. (Foto: joelandjanicewhitaker.blogspot.com)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- A través de la instalación de once esculturas urbanas a los largo del malecón de Mazatlán, inspiradas en figuras icónicas de la industria cinematográfica mundial, la ciudad da la bienvenida a los turistas que acuden al Carnaval, reporta El Informador.
Las esculturas gigantes de casi ocho metros de altura creadas por el artista plástico Jorge González Neri son presumidas para todos los visitantes. El escultor trasladará el inconsciente colectivo hacia figuras míticas del cine internacional y nacional como: Tin Tan, Marlon Brando, Charles Chaplin, Marlene Dietrich, Marilyn Monroe, Marcel Marceau, Cantinflas, El Santo, Al Johnson, Pedro Infante y Tongolele.
A través de las esculturas gigantes el Instituto de Cultura de Mazatlán pretende vincular el carnaval porteño con el cine mundial y establecer un puente de comunicación con los espectadores para divulgar los valores de la fiesta más emblemática de los mazatlecos.
La ciudad de Mazatlán cumple 115 años de celebrar sus famosos Carnavales y ha preparado un programa especial que incluye desde una fusión musical entre la Orquesta Sinfónica Sinaloa de la Artes y la Original Banda EL Limón dirigidos por el maestro Enrique Patrón de Rueda, hasta un espectacular desfile de 35 carros alegóricos con la historia internacional del Cine, música y comparsas y la participación en el desfile de un grupo de 60 integrantes de las mejores escuelas de samba de Brasil.
El famoso Carnaval de Mazatlán se llevará a cabo del 7 al 12 de febrero con el tema La Linterna Mágica. La hotelería de la ciudad reporta ya reservaciones al 80% en los hoteles de la Zona Dorada y al 100% en los hoteles del Malecón y el Centro Histórico.
REGRESAR A LA REVISTA
La efigie del pachuco. (Foto: joelandjanicewhitaker.blogspot.com)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- A través de la instalación de once esculturas urbanas a los largo del malecón de Mazatlán, inspiradas en figuras icónicas de la industria cinematográfica mundial, la ciudad da la bienvenida a los turistas que acuden al Carnaval, reporta El Informador.
Las esculturas gigantes de casi ocho metros de altura creadas por el artista plástico Jorge González Neri son presumidas para todos los visitantes. El escultor trasladará el inconsciente colectivo hacia figuras míticas del cine internacional y nacional como: Tin Tan, Marlon Brando, Charles Chaplin, Marlene Dietrich, Marilyn Monroe, Marcel Marceau, Cantinflas, El Santo, Al Johnson, Pedro Infante y Tongolele.
A través de las esculturas gigantes el Instituto de Cultura de Mazatlán pretende vincular el carnaval porteño con el cine mundial y establecer un puente de comunicación con los espectadores para divulgar los valores de la fiesta más emblemática de los mazatlecos.
La ciudad de Mazatlán cumple 115 años de celebrar sus famosos Carnavales y ha preparado un programa especial que incluye desde una fusión musical entre la Orquesta Sinfónica Sinaloa de la Artes y la Original Banda EL Limón dirigidos por el maestro Enrique Patrón de Rueda, hasta un espectacular desfile de 35 carros alegóricos con la historia internacional del Cine, música y comparsas y la participación en el desfile de un grupo de 60 integrantes de las mejores escuelas de samba de Brasil.
El famoso Carnaval de Mazatlán se llevará a cabo del 7 al 12 de febrero con el tema La Linterna Mágica. La hotelería de la ciudad reporta ya reservaciones al 80% en los hoteles de la Zona Dorada y al 100% en los hoteles del Malecón y el Centro Histórico.
REGRESAR A LA REVISTA
Estampas de la Frontera / Fotos antiguas de «Juárez de mis Recuerdos» VII
.
Tarjeta postal de Ciudad Juárez, probablemente de mediados del siglo pasado. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por Joel S Casas Ávila)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- En el grupo «Juárez de mis Recuerdos», en Facebook, los usuarios emplazan fotografías viejas de esta frontera, algunas de ellas verdaderas joyas.
Rancho Las Voces contribuirá con artículos de esta sección en este interesante ejercicio de nostalgia, si usted desea conocer la agrupación búsquelos en este enlace. A continuación ofrecemos una selección de imágenes publicadas en ese sitio.
El Hotel Camino Real, que también formaba parte de la zona del ProNaF. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por José Luis Hernández Caudillo)
Las hermanas Josefina y Martha Elena Reyes Lomelí en el Parque Borunda en 1953. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por Martha Elena Reyes Lomelí)
Tarjeta postal de Ciudad Juárez, probablemente de mediados del siglo pasado. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por Joel S Casas Ávila)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- En el grupo «Juárez de mis Recuerdos», en Facebook, los usuarios emplazan fotografías viejas de esta frontera, algunas de ellas verdaderas joyas.
Rancho Las Voces contribuirá con artículos de esta sección en este interesante ejercicio de nostalgia, si usted desea conocer la agrupación búsquelos en este enlace. A continuación ofrecemos una selección de imágenes publicadas en ese sitio.
En estos últimos días el señor José Luis Hernández Caudillo se dedicó a subir imágenes del ProNaF, que a continuación reproducimos. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por José Luis Hernández Caudillo)
ProNaF 2. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por José Luis Hernández Caudillo )
ProNaF 3. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por José Luis Hernández Caudillo)
ProNaF 4. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por José Luis Hernández Caudillo)
El Hotel Camino Real, que también formaba parte de la zona del ProNaF. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por José Luis Hernández Caudillo)
Panorámica del Mercado Juárez y la (entonces) avenida 16 de Septiembre, la foto tal vez fue captada desde el hotel San Antonio. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por José Luis Hernández Caudillo)
Intersección de las calles Francisco Villa (Ferrocarril) y 16 de septiembre en la década de los años 60 del siglo pasado. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por José Luis Hernández Caudillo)
Las hermanas Josefina y Martha Elena Reyes Lomelí en el Parque Borunda en 1953. (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por Martha Elena Reyes Lomelí)
Esta foto de la Misión de Guadalupe, generó el siguiente diálogo: «Carolina Tomkinson -Segun datos del Censo del año de 1804 tomado por la Iglesia de Nuestra Senora de Guadalupe, (hoy Catedral de Cd. Juarez); la Villa estaba dividida en partidos (barrios). La Iglesia estaba situada en el Barrio del Centro. La casa #24 fue donde fincara su residencia mi chozno, don Francisco Manuel Del Barrio y Guerra. Los demás partidos llevaron el nombre de: Las Calaveras, del Charco, del Barrial, La Playa, del Chamizal, Los Álamos, Gacho y el de Los Indígenas. José Luis Hernández Caudillo -Y a partir de la estancia de Dn. Benito Juárez esos nombres cambiaron a: Partidos Iglesias, Lerdo, Romero, Diaz, etc. Carolina Tomkinson, ¿el Sr. Del Barrio fue quien promovió el famoso caso # 4 del Chamizal? Carolina Tomkinson -Don Pedo Ignacio García de Noriega Del Barrio, fue propietario de una porción del terreno de El Chamizal. El promovió en 1894 la reclamación ante la Comisión Internacional de Límites. Dicha porción perteneció a don Antonio Del Barrio y la heredó a Lorenzo Del Barrio a su vez a su sobrino Pedro Ignacio Garcia de Noriega». (Foto: Juárez de mis Recuerdos, subida por José Luis Hernández Caudillo)
Libros / México: «Charles Baudelaire. Dibujos y fragmentos póstumos» traducción y notas de Ernesto Kavi
.
Baudelaire bajo la influencia del hachís; 1842-1845. (Foto: Ramón Romero)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Si algo amaba Charles Baudelaire era la belleza del arte y la palabra; si algo quería era arrojar proyectiles cargados de verdades y críticas al rostro de los lectores; quería arrojar proyectiles al corazón de su siglo. «Quería lastimar, derrumbar muchísimos de los prejuicios tanto políticos como estéticos que entonces comenzaban a reinar y en los cuales aún ahora vivimos». Una nota de Yanet Aguilar Sosa para El Universal:
La obra del francés que murió a los 46 años cuando ya era considerado un poeta maldito a pesar de sólo haber publicado un sólo poemario, Las flores del mal, es la protagonista de un nuevo libro que congrega la totalidad de sus dibujos y textos creados en los últimos años de su vida.
Charles Baudelaire. Dibujos y fragmentos póstumos, es un libro hito y parteaguas en el estudio de la obra de Baudelaire, así lo concibe Ernesto Kavi, autor de la edición, traducción y notas que ha sido publicado por Sexto Piso en España y ha logrado una excelente recepción.
«Nunca antes se habían publicado sus dibujos, se desconocía incluso que los hubiera hecho; además estaban dispersos en instituciones públicas y colecciones privadas. Lo más importante son los textos inéditos de Baudelaire. ¿Cómo es posible que se encuentren inéditos del poeta más importante del siglo XIX y uno de los más importantes de la literatura universal? Muchos de estos textos ni siquiera han sido publicados en francés», afirma a El Universal el escritor y traductor mexicano que radica en París.
Si bien había salido un libro con parte de los dibujos de Baudelaire y uno más donde se publicaron algunos de sus textos, esta nueva obra es inédita y recoge los textos en los que el poeta proyectaba un libro. «Sigue siendo muy polémico porque en sus textos ataca la democracia, opta por un gobierno aristocrático; ataca fuertemente al progreso y al capitalismo, y es muy misógino».
Se reunen 39 dibujos, varios de ellos autorretratos o retratos de mujeres, y también de una buena cantidad de textos que Baudelaire escribió en hojas pequeñitas y que se mueven entre la poesía y filosofía, género que él desarrolló.
«La filosofía y la poesía están hermanadas; es casi la invención de un nuevo género. Él hablaba mucho de los proyectiles, incluso una parte de estos fragmentos así los titula, él quería lanzar estos proyectiles al rostro de los lectores, al corazón de su siglo», señala el impulsor de este proyecto que le llevó dos años de trabajo.
En 364 páginas de una edición ilustrada que contiene dibujos creados entre 1843 y 1859; y textos escritos entre 1854 y 1866, Ernesto Kavi da cuenta de la obra de Baudelaire pero también de su espíritu. «Hay una rabia contra su tiempo y una fuerza descomunal en el individuo; él dice que hay que ser héroes, grandes hombres y santos para sí mismos; ésa es una enseñanza ahora que todos se conforman con una pequeña vida; Baudelaire era un tipo sobre humano que gracias a la poesía podía optar por un cierto heroísmo».
El hallazgo de los inéditos
La crítica española destacó mucho el prefacio de Las flores del mal en la que Baudelaire explica ese poemario que es fundamental para la poesía, pero han pasado por alto los textos con una crítica teológica y política que se ajusta al tiempo actual y es lo que más le gusta a Kavi de estos fragmentos póstumos. «No aceptan que abandonar a los dioses es una catástrofe de nuestro tiempo».
El traductor y poeta asegura que este libro contiene la totalidad de los inéditos de Baudelaire y al mismo tiempo completa su obra, pero además reproduce un pequeño fragmento que está en la Biblioteca literaria Jacques Doucet, identificado sólo con la «D» y que es un proyecto de poema que debió haberse incluido en el libro Pequeños poemas en prosa –también póstumo–, en el que Baudelaire describe un mundo que está en ruinas, con un cielo agrietado que se nos va a caer encima.
«Es una metáfora de nuestro tiempo. Cómo el abandono de los dioses ha provocado el derrumbe de nuestro mundo, pero con todo, también Baudelaire señala que aún podemos estar a salvo teniendo fe en las imágenes y en las palabras; teniendo fe en la belleza», dice Kavi.
El investigador que con minucia reunió todos los materiales que existen de Baudelaire, dice que logró el libro que planeaba el poeta y que él mismo definió en una de sus cartas como «un gran monstruo que trata de todas las cosas».
«Cualquier lector que abra una de estas páginas se va a reconocer o va a sentir una afinidad grandísima con Baudelaire, a quien vemos como a un hombre en completa contradicción; creo que es un hombre más complejo y completo porque es un hombre que se contradice. Él decía que el derecho a contradecirse era un derecho humano».
Baudelaire, lo dejan ver sus textos, era muy crítico consigo mismo, trabajaba mucho para ser gran poeta y sentía que no lo lograba; dedicó aforismos y oraciones a Dios, le pedía poder cumplir su obra antes de morir. Sin embargo murió sin ver publicados sus libros, sólo una parte de Las flores del mal y su ensayo Los paraísos artificiales, donde narra su experiencia con el hachís y el opio.
Charles Baudelaire. Dibujos y fragmentos póstumos –hasta ahora la obra más ambiciosa de Ernesto Kavi, el escritor nacido en la ciudad de México, en 1981– sólo ha visto la luz en español, pero merece ser traducido a varios idiomas, por lo menos al francés y al italiano.
REGRESAR A LA REVISTA
Baudelaire bajo la influencia del hachís; 1842-1845. (Foto: Ramón Romero)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Si algo amaba Charles Baudelaire era la belleza del arte y la palabra; si algo quería era arrojar proyectiles cargados de verdades y críticas al rostro de los lectores; quería arrojar proyectiles al corazón de su siglo. «Quería lastimar, derrumbar muchísimos de los prejuicios tanto políticos como estéticos que entonces comenzaban a reinar y en los cuales aún ahora vivimos». Una nota de Yanet Aguilar Sosa para El Universal:
La obra del francés que murió a los 46 años cuando ya era considerado un poeta maldito a pesar de sólo haber publicado un sólo poemario, Las flores del mal, es la protagonista de un nuevo libro que congrega la totalidad de sus dibujos y textos creados en los últimos años de su vida.
Charles Baudelaire. Dibujos y fragmentos póstumos, es un libro hito y parteaguas en el estudio de la obra de Baudelaire, así lo concibe Ernesto Kavi, autor de la edición, traducción y notas que ha sido publicado por Sexto Piso en España y ha logrado una excelente recepción.
«Nunca antes se habían publicado sus dibujos, se desconocía incluso que los hubiera hecho; además estaban dispersos en instituciones públicas y colecciones privadas. Lo más importante son los textos inéditos de Baudelaire. ¿Cómo es posible que se encuentren inéditos del poeta más importante del siglo XIX y uno de los más importantes de la literatura universal? Muchos de estos textos ni siquiera han sido publicados en francés», afirma a El Universal el escritor y traductor mexicano que radica en París.
Si bien había salido un libro con parte de los dibujos de Baudelaire y uno más donde se publicaron algunos de sus textos, esta nueva obra es inédita y recoge los textos en los que el poeta proyectaba un libro. «Sigue siendo muy polémico porque en sus textos ataca la democracia, opta por un gobierno aristocrático; ataca fuertemente al progreso y al capitalismo, y es muy misógino».
Se reunen 39 dibujos, varios de ellos autorretratos o retratos de mujeres, y también de una buena cantidad de textos que Baudelaire escribió en hojas pequeñitas y que se mueven entre la poesía y filosofía, género que él desarrolló.
«La filosofía y la poesía están hermanadas; es casi la invención de un nuevo género. Él hablaba mucho de los proyectiles, incluso una parte de estos fragmentos así los titula, él quería lanzar estos proyectiles al rostro de los lectores, al corazón de su siglo», señala el impulsor de este proyecto que le llevó dos años de trabajo.
En 364 páginas de una edición ilustrada que contiene dibujos creados entre 1843 y 1859; y textos escritos entre 1854 y 1866, Ernesto Kavi da cuenta de la obra de Baudelaire pero también de su espíritu. «Hay una rabia contra su tiempo y una fuerza descomunal en el individuo; él dice que hay que ser héroes, grandes hombres y santos para sí mismos; ésa es una enseñanza ahora que todos se conforman con una pequeña vida; Baudelaire era un tipo sobre humano que gracias a la poesía podía optar por un cierto heroísmo».
El hallazgo de los inéditos
La crítica española destacó mucho el prefacio de Las flores del mal en la que Baudelaire explica ese poemario que es fundamental para la poesía, pero han pasado por alto los textos con una crítica teológica y política que se ajusta al tiempo actual y es lo que más le gusta a Kavi de estos fragmentos póstumos. «No aceptan que abandonar a los dioses es una catástrofe de nuestro tiempo».
El traductor y poeta asegura que este libro contiene la totalidad de los inéditos de Baudelaire y al mismo tiempo completa su obra, pero además reproduce un pequeño fragmento que está en la Biblioteca literaria Jacques Doucet, identificado sólo con la «D» y que es un proyecto de poema que debió haberse incluido en el libro Pequeños poemas en prosa –también póstumo–, en el que Baudelaire describe un mundo que está en ruinas, con un cielo agrietado que se nos va a caer encima.
«Es una metáfora de nuestro tiempo. Cómo el abandono de los dioses ha provocado el derrumbe de nuestro mundo, pero con todo, también Baudelaire señala que aún podemos estar a salvo teniendo fe en las imágenes y en las palabras; teniendo fe en la belleza», dice Kavi.
El investigador que con minucia reunió todos los materiales que existen de Baudelaire, dice que logró el libro que planeaba el poeta y que él mismo definió en una de sus cartas como «un gran monstruo que trata de todas las cosas».
«Cualquier lector que abra una de estas páginas se va a reconocer o va a sentir una afinidad grandísima con Baudelaire, a quien vemos como a un hombre en completa contradicción; creo que es un hombre más complejo y completo porque es un hombre que se contradice. Él decía que el derecho a contradecirse era un derecho humano».
Baudelaire, lo dejan ver sus textos, era muy crítico consigo mismo, trabajaba mucho para ser gran poeta y sentía que no lo lograba; dedicó aforismos y oraciones a Dios, le pedía poder cumplir su obra antes de morir. Sin embargo murió sin ver publicados sus libros, sólo una parte de Las flores del mal y su ensayo Los paraísos artificiales, donde narra su experiencia con el hachís y el opio.
Charles Baudelaire. Dibujos y fragmentos póstumos –hasta ahora la obra más ambiciosa de Ernesto Kavi, el escritor nacido en la ciudad de México, en 1981– sólo ha visto la luz en español, pero merece ser traducido a varios idiomas, por lo menos al francés y al italiano.
REGRESAR A LA REVISTA
Poesía / Entrevista a Gonzalo Rojas
.
El poeta chileno. (Foto: jmarino.com)
C iudad Juárez, Chihuahua. 8 enero de 2013. (RanchoNEWS).- El poeta Armando Alanís Pulido publicó en la revista Tierra Adentro, con el título «La poesía vive de la gran apuesta», la siguiente entrevista al gran poeta chileno Gonzalo Rojas:
Armando Alanís Pulido: Después de leerlo y de escucharlo, pareciera que usted ya lo dijo todo.
Gonzalo Rojas: «Ya todo está escrito», dije yo una vez, pero cuando César Vallejo dijo: todavía, también dijo: Nunca está todo, siempre hay un todavía por ahí, solapado, escondido, a medio aparecer.
AAP: Entonces hay oportunidad de seguir diciendo cosas. No se morirá del todo como usted dice.
Eso lo dijo Horacio y yo lo repito: Non omnis moriar, en el viejo latín imperial que no es el latín de las misas; latín de cocina que yo no desdeño pero es más suave –una fiera Horacio–, eso se dice pero es un proyecto que se sabe de sobra no funciona. En fin, siempre me gusta releer a los viejos griegos que no son viejos: Son más nuevos que nosotros, y a los muchachos romanos tan encantadores del imperio Imperio, no como esta mierda llamada imperio norteamericano.
¿Usted tiene una definición de la poesía?
No. Es algo tan secreto, no confuso, algo tan misterioso… No la tengo, ni creo que se pueda tener, nace con el vagido del niño y no termina ni con el último vocablo que se escribe con «V», velorio, pero andamos entre eso, entre el vagido y el velorio. La poesía en todo caso es terracidad –si no existe la palabra invéntala–; el poeta que no mantenga esa amarra descalza con la tierra, que no se hiera, incluso casi hasta la llaga a veces, los pies, las manos, el pescuezo, la jeta, con tierra, ese no es terrestre, no es humano y como no es humano, no es humilde. Yo decía sin jugar a las etimologías que la palabra «hombre» viene de humus; es el humo genital de la tierra, cuando tú la hueles, y está ahí preciosa ella latiendo, y te entra por la nariz, está fresca, viva, lo mismo la tierra áspera, la de las rocas hermosas, la de la piedra que yo tanto amo también o la tierra fértil del campo, hay que ser terrestre, los grandes poetas de América han sido terrestres: Vallejo es animal de tierra; el buen Neruda cuando era bueno fue terrestre de la poesía. No se sabe. En todo caso la naturaleza de ella es sin duda enigmática pero responde a una necesidad. Cuando hoy día los cretinos, los tontos infinitos quieren cancelar, cerrarle las puertas a la poesía, no saben en la que se meten porque ni más allá de todo el laberinto portentoso de las galaxias, ni allí podría desaparecer, porque ella se hace, acuérdate, no sólo con palabras sino con silencios.
¿Usted es un hombre de silencios?
Por lo menos apuesto a él. Muchas veces más me ha dicho que los vocablos,que las sílabas hermosas que tanto amo. Acuérdate del gran silencio de los músicos, pregúntale a Beethoven cómo se las habría arreglado sin silencio.
Alguna vez usted retó a Huidobro.
Ese diálogo con Vicente fue fuerte y firme como hablan los muchachos que se creen hombres enteros. Él me dijo con su altanería y con sus ojos tan radiantes, joven todavía él: «Muchacho: ¿No les he dicho que no deben de leer a esos carcamanes?», aludiendo a los clásicos grecorromanos, y yo le contesto: «Mira, muy Vicente serás tú, pero no sabes nada sobre lo que es un clásico». Y él me dio una lección y me dijo unas líneas de Las Tristes de Ovidio en buen latín viejo, lo que quería decir que él, un temerario, un «vanguardero» –diría yo con descaro–, un vanguardista como era, se sabía a su Ovidio tanto como se sabía a su Breton o a su Apollinarie que tanto adoraba; me miró con sus lindos ojos mágicos, magnéticos, yo lo miré a él, y me dijo, me señaló con el gesto: «aprende a callarte».
¿Qué le falta al mundo? ¿Poesía? ¿Le falta descubrirla?
El mundo está lleno de miedo y por eso no confía en la palabra poética, en la poesía que es lo que permite realmente descifrar los enigmas. El mundo vive aherrojado, encarcelado en sí mismo y pese al portento científico y tecnológico, parece no tener esa confianza de fundamento que la poesía es capaz de proponer.
¿Es necesaria la poesía?
Es tan necesaria como la palabra. Los hombres vivimos colgados del lenguaje y quien habla, quien maneja la palabra ya tiene una opción poética. En la poesía como en las artes hay lo que llaman la visión de mundo, pero el material expresivo, a eso se lo llama lenguaje, y lo que cuesta con frecuencia es ganar un lenguaje, un lenguaje genuino.
Usted dijo en alguna ocasión: «Estoy viviendo un reverdecimiento en el mejor sentido, una re-niñez, una espontaneidad, es como si yo dejara que el lenguaje hablara por mí». En estos tiempos parece que el lenguaje se ha devaluado. ¿Cómo hace un poeta para no devaluarse?
Sí, el lenguaje se ha devaluado en el sentido que se ha perdido, vuelvo a reiterarlo, esa confianza en la palabra, seguramente por el influjo de otros prodigios técnicos. Un poeta no se devalúa si tiene un diálogo directo con la vida inmediata. La gente se ha inclinado no sólo hacia la prosa que es una bella cosa, sino a la informática menor, esa de decir a medias las cosas y creer que hasta ahí se puede llegar; hay que decir más, hay que intensificar y ganar la más alta concentración expresiva.
Pero aún así usted se queja mucho de la tecnología.
Pero no hasta el punto de creer que sea una hija bastarda de la ciencia. No. Ella es una proyección del pensamiento poético y el pensamiento poético sí que es hermano del pensamiento científico, porque ambos proceden de la misma fuente que se llama la imaginación. No hay imaginación poética ni imaginación científica en divorcio. Es lo mismo. De lo contrario pregúntale a los jónicos, a los filósofos presocráticos, Tales, Anaxímedes, Anaximandro, Heráclito, etcétera, y pregúntale a los críticos contemporáneos para los cuales también el mundo es un enigma: No hay tal exactitud, hay una aproximación. No hay que tener tanta reverencia ante los portentos de las máquinas.
Haciendo a un lado la tecnología, ¿qué le impresiona? A un poeta le deben impresionar muchas cosas.
Desde luego, cuando tú dices «impresión» al fondo dices «asombro». El mundo ha perdido capacidad de asombro porque se le han dado tantas y tantas maravillas. Hoy día hasta el niño ya no se asombra. Él es el rey del asombro. El niño fue siempre hechizado por el planeta y lo galáctico y por todo; en él se cumpliría muy bien aquello que dijera un poeta grande del siglo XVII, nuestro Quevedo: «Nada me desengaña, el mundo me ha hechizado». Claro, el mundo lo ha hechizado a uno cuando tiene capacidad y disposición de asombro. Pero he aquí que el mundo actual bajo el influjo –en algún orden maligno de la tecnolatria– esté «desasombrado», lo que es un horror y por ahí está «despoetizado», y altaneramente cree que todo lo tiene resuelto el pobrecito mundo que gira y gira inútilmente; sin darse cuenta que la cosa es mucho más compleja; que nunca se llega, y no es que lo haya dicho Goethe, y lo puede decir cualquiera, el fundamento no es llegar. «Que no pueda llegar nunca», así lo dijo, eso es lo que te hace grande. Eso es lo que te hace hombre.
En ese sentido, ¿ha cambiado su definición de poesía?
Nada, yo soy el mismo niño, por algo uno de mis libros tiene imágenes plásticas de Roberto Mata. Se llama: La reniñez.
Entonces usted continúa siendo un animal rítmico.
¡Ah, eso sí! La ritmicidad se me dio desde siempre; yo creo que todos nosotros somos rítmicos y es cosa de saber respirar, por eso digo:
Un aire, un aire, un aire
un aire,
un aire nuevo:
no para respirarlo
sino para vivirlo.
Es cosa de sentir la vibración diastólica y sistólica, no sólo en lo fisiológico sino en el pensamiento.
¿Cómo definiría a Gonzalo Rojas?
Soy un aprendiz «lentiforme», minucioso, responsable, me demoro, no creo en la prisa, no creo por ahí en el éxito: El éxito es hijo de la prisa, del apremio; eso no va para nada con los poetas que somos hijos del ocio, del ocio creador, no del Nec otium que es la negación del ocio. «Negocio» la palabra sucia. Yo no soy un negociante de nada. No tengo otro negocio que estar aquí diciendo la verdad.
Pero a veces hay que negociar con las palabras.
Hay que saber usarlas. Hay que tener el dominio de ellas: Un registro vivo léxico y sintáctico, y eso es lo que no tiene la poesía contemporánea, no sólo en español. La gente ha olvidado que la palabra es un juego, un juego grave pero es un juego, y que para manejar las pautas, normas si tú quieres, claves de ese juego, hay que tener un dominio del registro, registro vocálico, silábico de todos los matices de la palabra, y no estoy hablando semióticamente, por algo se dijo: «En un principio era el verbo».
Atendiendo algunos de sus títulos, ¿qué prefiere usted: la oscuridad o la luz?
Yo soy oscuro y claro y me muevo en una especie de vaivén pendular desde lo oscuro a lo claro y de lo claro a lo oscuro. Ahora la preguntilla sería: ¿Cuánta claridad hay en lo claro? ¿Cuánta oscuridad hay en lo oscuro? En una palabra mi respuesta es conjetural, como soy yo mismo.
¿Se encuentra usted a salvo?
¡Qué voy a estar a salvo! Estoy nadando como puedo, no por los noventa años, que cualquiera los puede cumplir al menor pestañeo. Uno cumple noventa años a cada instante, aunque tengas ocho, aunque tengas cinco. No por eso. Pero el mar se demuestra nadando y hay que andar en ese braceo sin fin; me gusta estar nadando, además me gusta el riesgo. Lo pericoloso yo lo adoro. El peligro, el peligro del amor donde siempre es perdedor uno. En la vida todo el mundo es perdedor, y no es pesimismo. ¿Quién es el ganador? ¿El que tiene cinco millones de no sé cuantas libras de no sé que esterlinas? Es un pobre gato que tiene unas monedas insignificantes. Eso no es poderío. Por fuera es poderío, pero vamos viendo por dentro, por dentro es m-i-e-d-o.
Si usted fuera protagonista de una película, ¿sería el bueno o el malo?
A mí me gustaría… no sé si ser el malo, pero ser el que apuesta, ya te hablé del riesgo. El que apuesta parece malo y a lo mejor es el mejor; a lo mejor es el bueno, el que apuesta a vivir, a amar, el que apuesta a descifrar el mundo como es el caso de los poetas. Nosotros vivimos de la gran apuesta.
¿Qué escribe ahora?
Escribo en el aire y con el aire. Estoy como más libre de decir y para decir. Soy un poeta inconcluso. Creo que ahora en mis escritos hay una especie de frescor expresivo que yo no registraba antes. Es decir, sin ser rural, sin ser regional, yo he ganado un vínculo mayor con el lenguaje que habla la gente a ras del suelo, con modos expresivos divertidos casi siempre. Por ejemplo, hay un largo poema mío que se llama «Empréstame a tu hermana». Eso es una procacidad, cuando tú dices eso –qué bandido– es para lo que ya se sabe, pero yo pienso, estas pobres patrias despedazadas que se llaman nuestra América, la de nosotros, desde México para abajo, tan deshermanadas, tan distantes, tercamente autónomas y seudoautónomas que son. ¿Por qué no nos juntamos más?
No en el sentido bolivariano solamente, sino en todo, hasta en el respiro. Somos un mundo y ascendemos. Entonces ha entrado en mi ejercicio poético de hoy el modo de decir de la gente que se llama pueblo, de la gente que no tiene grandes destrezas, ni conocimientos ni tácticas ni técnicas literarias, pero que habla más hondamente, el mundo, el famoso mundo nuestro con galaxias y todo y todos los percances científicos, tecnológicos, tecnono-sé-qué-más de los que ya hablamos, todo eso está pendiente. Por eso el «casi» que dijo Ludwig Wittgenstein tiene vigencia: casi todo es otra cosa. Pero óyeme: la poesía no se cuenta ni se narra. Se dice. Se entredice. Lo que yo hago es entredecir el mundo.
REGRESAR A LA REVISTA
El poeta chileno. (Foto: jmarino.com)
C iudad Juárez, Chihuahua. 8 enero de 2013. (RanchoNEWS).- El poeta Armando Alanís Pulido publicó en la revista Tierra Adentro, con el título «La poesía vive de la gran apuesta», la siguiente entrevista al gran poeta chileno Gonzalo Rojas:
Armando Alanís Pulido: Después de leerlo y de escucharlo, pareciera que usted ya lo dijo todo.
Gonzalo Rojas: «Ya todo está escrito», dije yo una vez, pero cuando César Vallejo dijo: todavía, también dijo: Nunca está todo, siempre hay un todavía por ahí, solapado, escondido, a medio aparecer.
AAP: Entonces hay oportunidad de seguir diciendo cosas. No se morirá del todo como usted dice.
Eso lo dijo Horacio y yo lo repito: Non omnis moriar, en el viejo latín imperial que no es el latín de las misas; latín de cocina que yo no desdeño pero es más suave –una fiera Horacio–, eso se dice pero es un proyecto que se sabe de sobra no funciona. En fin, siempre me gusta releer a los viejos griegos que no son viejos: Son más nuevos que nosotros, y a los muchachos romanos tan encantadores del imperio Imperio, no como esta mierda llamada imperio norteamericano.
¿Usted tiene una definición de la poesía?
No. Es algo tan secreto, no confuso, algo tan misterioso… No la tengo, ni creo que se pueda tener, nace con el vagido del niño y no termina ni con el último vocablo que se escribe con «V», velorio, pero andamos entre eso, entre el vagido y el velorio. La poesía en todo caso es terracidad –si no existe la palabra invéntala–; el poeta que no mantenga esa amarra descalza con la tierra, que no se hiera, incluso casi hasta la llaga a veces, los pies, las manos, el pescuezo, la jeta, con tierra, ese no es terrestre, no es humano y como no es humano, no es humilde. Yo decía sin jugar a las etimologías que la palabra «hombre» viene de humus; es el humo genital de la tierra, cuando tú la hueles, y está ahí preciosa ella latiendo, y te entra por la nariz, está fresca, viva, lo mismo la tierra áspera, la de las rocas hermosas, la de la piedra que yo tanto amo también o la tierra fértil del campo, hay que ser terrestre, los grandes poetas de América han sido terrestres: Vallejo es animal de tierra; el buen Neruda cuando era bueno fue terrestre de la poesía. No se sabe. En todo caso la naturaleza de ella es sin duda enigmática pero responde a una necesidad. Cuando hoy día los cretinos, los tontos infinitos quieren cancelar, cerrarle las puertas a la poesía, no saben en la que se meten porque ni más allá de todo el laberinto portentoso de las galaxias, ni allí podría desaparecer, porque ella se hace, acuérdate, no sólo con palabras sino con silencios.
¿Usted es un hombre de silencios?
Por lo menos apuesto a él. Muchas veces más me ha dicho que los vocablos,que las sílabas hermosas que tanto amo. Acuérdate del gran silencio de los músicos, pregúntale a Beethoven cómo se las habría arreglado sin silencio.
Alguna vez usted retó a Huidobro.
Ese diálogo con Vicente fue fuerte y firme como hablan los muchachos que se creen hombres enteros. Él me dijo con su altanería y con sus ojos tan radiantes, joven todavía él: «Muchacho: ¿No les he dicho que no deben de leer a esos carcamanes?», aludiendo a los clásicos grecorromanos, y yo le contesto: «Mira, muy Vicente serás tú, pero no sabes nada sobre lo que es un clásico». Y él me dio una lección y me dijo unas líneas de Las Tristes de Ovidio en buen latín viejo, lo que quería decir que él, un temerario, un «vanguardero» –diría yo con descaro–, un vanguardista como era, se sabía a su Ovidio tanto como se sabía a su Breton o a su Apollinarie que tanto adoraba; me miró con sus lindos ojos mágicos, magnéticos, yo lo miré a él, y me dijo, me señaló con el gesto: «aprende a callarte».
¿Qué le falta al mundo? ¿Poesía? ¿Le falta descubrirla?
El mundo está lleno de miedo y por eso no confía en la palabra poética, en la poesía que es lo que permite realmente descifrar los enigmas. El mundo vive aherrojado, encarcelado en sí mismo y pese al portento científico y tecnológico, parece no tener esa confianza de fundamento que la poesía es capaz de proponer.
¿Es necesaria la poesía?
Es tan necesaria como la palabra. Los hombres vivimos colgados del lenguaje y quien habla, quien maneja la palabra ya tiene una opción poética. En la poesía como en las artes hay lo que llaman la visión de mundo, pero el material expresivo, a eso se lo llama lenguaje, y lo que cuesta con frecuencia es ganar un lenguaje, un lenguaje genuino.
Usted dijo en alguna ocasión: «Estoy viviendo un reverdecimiento en el mejor sentido, una re-niñez, una espontaneidad, es como si yo dejara que el lenguaje hablara por mí». En estos tiempos parece que el lenguaje se ha devaluado. ¿Cómo hace un poeta para no devaluarse?
Sí, el lenguaje se ha devaluado en el sentido que se ha perdido, vuelvo a reiterarlo, esa confianza en la palabra, seguramente por el influjo de otros prodigios técnicos. Un poeta no se devalúa si tiene un diálogo directo con la vida inmediata. La gente se ha inclinado no sólo hacia la prosa que es una bella cosa, sino a la informática menor, esa de decir a medias las cosas y creer que hasta ahí se puede llegar; hay que decir más, hay que intensificar y ganar la más alta concentración expresiva.
Pero aún así usted se queja mucho de la tecnología.
Pero no hasta el punto de creer que sea una hija bastarda de la ciencia. No. Ella es una proyección del pensamiento poético y el pensamiento poético sí que es hermano del pensamiento científico, porque ambos proceden de la misma fuente que se llama la imaginación. No hay imaginación poética ni imaginación científica en divorcio. Es lo mismo. De lo contrario pregúntale a los jónicos, a los filósofos presocráticos, Tales, Anaxímedes, Anaximandro, Heráclito, etcétera, y pregúntale a los críticos contemporáneos para los cuales también el mundo es un enigma: No hay tal exactitud, hay una aproximación. No hay que tener tanta reverencia ante los portentos de las máquinas.
Haciendo a un lado la tecnología, ¿qué le impresiona? A un poeta le deben impresionar muchas cosas.
Desde luego, cuando tú dices «impresión» al fondo dices «asombro». El mundo ha perdido capacidad de asombro porque se le han dado tantas y tantas maravillas. Hoy día hasta el niño ya no se asombra. Él es el rey del asombro. El niño fue siempre hechizado por el planeta y lo galáctico y por todo; en él se cumpliría muy bien aquello que dijera un poeta grande del siglo XVII, nuestro Quevedo: «Nada me desengaña, el mundo me ha hechizado». Claro, el mundo lo ha hechizado a uno cuando tiene capacidad y disposición de asombro. Pero he aquí que el mundo actual bajo el influjo –en algún orden maligno de la tecnolatria– esté «desasombrado», lo que es un horror y por ahí está «despoetizado», y altaneramente cree que todo lo tiene resuelto el pobrecito mundo que gira y gira inútilmente; sin darse cuenta que la cosa es mucho más compleja; que nunca se llega, y no es que lo haya dicho Goethe, y lo puede decir cualquiera, el fundamento no es llegar. «Que no pueda llegar nunca», así lo dijo, eso es lo que te hace grande. Eso es lo que te hace hombre.
En ese sentido, ¿ha cambiado su definición de poesía?
Nada, yo soy el mismo niño, por algo uno de mis libros tiene imágenes plásticas de Roberto Mata. Se llama: La reniñez.
Entonces usted continúa siendo un animal rítmico.
¡Ah, eso sí! La ritmicidad se me dio desde siempre; yo creo que todos nosotros somos rítmicos y es cosa de saber respirar, por eso digo:
Un aire, un aire, un aire
un aire,
un aire nuevo:
no para respirarlo
sino para vivirlo.
Es cosa de sentir la vibración diastólica y sistólica, no sólo en lo fisiológico sino en el pensamiento.
¿Cómo definiría a Gonzalo Rojas?
Soy un aprendiz «lentiforme», minucioso, responsable, me demoro, no creo en la prisa, no creo por ahí en el éxito: El éxito es hijo de la prisa, del apremio; eso no va para nada con los poetas que somos hijos del ocio, del ocio creador, no del Nec otium que es la negación del ocio. «Negocio» la palabra sucia. Yo no soy un negociante de nada. No tengo otro negocio que estar aquí diciendo la verdad.
Pero a veces hay que negociar con las palabras.
Hay que saber usarlas. Hay que tener el dominio de ellas: Un registro vivo léxico y sintáctico, y eso es lo que no tiene la poesía contemporánea, no sólo en español. La gente ha olvidado que la palabra es un juego, un juego grave pero es un juego, y que para manejar las pautas, normas si tú quieres, claves de ese juego, hay que tener un dominio del registro, registro vocálico, silábico de todos los matices de la palabra, y no estoy hablando semióticamente, por algo se dijo: «En un principio era el verbo».
Atendiendo algunos de sus títulos, ¿qué prefiere usted: la oscuridad o la luz?
Yo soy oscuro y claro y me muevo en una especie de vaivén pendular desde lo oscuro a lo claro y de lo claro a lo oscuro. Ahora la preguntilla sería: ¿Cuánta claridad hay en lo claro? ¿Cuánta oscuridad hay en lo oscuro? En una palabra mi respuesta es conjetural, como soy yo mismo.
¿Se encuentra usted a salvo?
¡Qué voy a estar a salvo! Estoy nadando como puedo, no por los noventa años, que cualquiera los puede cumplir al menor pestañeo. Uno cumple noventa años a cada instante, aunque tengas ocho, aunque tengas cinco. No por eso. Pero el mar se demuestra nadando y hay que andar en ese braceo sin fin; me gusta estar nadando, además me gusta el riesgo. Lo pericoloso yo lo adoro. El peligro, el peligro del amor donde siempre es perdedor uno. En la vida todo el mundo es perdedor, y no es pesimismo. ¿Quién es el ganador? ¿El que tiene cinco millones de no sé cuantas libras de no sé que esterlinas? Es un pobre gato que tiene unas monedas insignificantes. Eso no es poderío. Por fuera es poderío, pero vamos viendo por dentro, por dentro es m-i-e-d-o.
Si usted fuera protagonista de una película, ¿sería el bueno o el malo?
A mí me gustaría… no sé si ser el malo, pero ser el que apuesta, ya te hablé del riesgo. El que apuesta parece malo y a lo mejor es el mejor; a lo mejor es el bueno, el que apuesta a vivir, a amar, el que apuesta a descifrar el mundo como es el caso de los poetas. Nosotros vivimos de la gran apuesta.
¿Qué escribe ahora?
Escribo en el aire y con el aire. Estoy como más libre de decir y para decir. Soy un poeta inconcluso. Creo que ahora en mis escritos hay una especie de frescor expresivo que yo no registraba antes. Es decir, sin ser rural, sin ser regional, yo he ganado un vínculo mayor con el lenguaje que habla la gente a ras del suelo, con modos expresivos divertidos casi siempre. Por ejemplo, hay un largo poema mío que se llama «Empréstame a tu hermana». Eso es una procacidad, cuando tú dices eso –qué bandido– es para lo que ya se sabe, pero yo pienso, estas pobres patrias despedazadas que se llaman nuestra América, la de nosotros, desde México para abajo, tan deshermanadas, tan distantes, tercamente autónomas y seudoautónomas que son. ¿Por qué no nos juntamos más?
No en el sentido bolivariano solamente, sino en todo, hasta en el respiro. Somos un mundo y ascendemos. Entonces ha entrado en mi ejercicio poético de hoy el modo de decir de la gente que se llama pueblo, de la gente que no tiene grandes destrezas, ni conocimientos ni tácticas ni técnicas literarias, pero que habla más hondamente, el mundo, el famoso mundo nuestro con galaxias y todo y todos los percances científicos, tecnológicos, tecnono-sé-qué-más de los que ya hablamos, todo eso está pendiente. Por eso el «casi» que dijo Ludwig Wittgenstein tiene vigencia: casi todo es otra cosa. Pero óyeme: la poesía no se cuenta ni se narra. Se dice. Se entredice. Lo que yo hago es entredecir el mundo.
REGRESAR A LA REVISTA