Rancho Las Voces

lunes, marzo 02, 2015

Obituario / Francisco González Ledesma

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El escritor y periodista. (Foto: Consuelo Bautista)

C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de marzo de 2015. (RanchoNEWS).-El periodista y escritor Francisco González Ledesma (Barcelona, 1927) ha fallecido esta madrugada en Barcelona a los 87 años. Considerado como uno de los padres de la novela negra española, mientras estudiaba Derecho publicó cientos de novelas del Oeste en la editorial Bruguera con el seudónimo Silver Kane. Su primera novela de autor, Sombras viejas, recibió el Premio Internacional de Novela, pero la censura franquista prohibió su publicación. No fue su único tropiezo con esta. Como periodista trabajó en El correo catalán y La Vanguardia. Una nota de la redacción de El País.

En 1984 ganó el Premio Planeta por Crónica sentimental en rojo. En Expediente Barcelona creó el personaje del comisario Ricardo Méndez quien le proporcionó una notable popularidad como autor de novela negra y lo proyectó fuera de las fronteras españolas.

 «No sé cuánto tiempo me queda para escribir. Probablemente, mi próxima novela será el último Méndez y será más sentimental que nunca», explicó Francisco González Ledesma durante la celebración, en octubre de 2009, del 25º aniversario de Crónica sentimental en rojo (1984), novela en la que el inspector Ricardo Méndez entró en el olimpo de los detectives de ficción.

Con Una novela de barrio, el escritor obtuvo el primer Premio Internacional de Novela Negra RBA, el mejor dotado del género en el mundo con 125.000 euros. En 2013 publicó Peores maneras de morir, la undécima y última novela de su detective, terminada mientras se recuperaba de un ictus con un Méndez viejo que, en una maravillosa imagen del autor, patea una ciudad que ya no reconoce.

En 2007, el escritor explicaba a este diario que «Méndez me devolvió al género durante la Transición, cuando España era una inmensa novela negra: aún hoy no sabemos bien quién estaba detrás del golpe de Tejero; Adolfo Suárez me dijo una vez que había hasta un banco... Méndez es sobre todo humano: detiene a un comunista pero es capaz de preocuparse por su familia. Uno está marcado por las emociones de niño; en las escaleras de los barrios humildes, repletas de solidaridad y sufrimiento, donde los hijos eran de todas las madres, debías creer en la gente a la fuerza. Todo eso que viví (y las experiencias de cuatro polícias que traté) está trasladado a Méndez». González Ledesma consideraba que  «el periodismo era una gran academia de cinismo». «Sólo me faltó ser abogado, para ni creerme la ley», reflexionaba.

En 1966 fue uno de los doce fundadores del Grupo Democrático de Periodistas, asociación clandestina durante la dictadura en defensa de la libertad de prensa. En 2010, la Generalitat le otorgó la Creu de Sant Jordi por su trayectoria informativa y por la calidad de su obra.

De familia de periodistas, también lo son sus hijos Enric y Vicky. La capilla ardiente quedará instalada a partir de las 15.00 en el tanatorio Sant Gervasi de Barcelona y está previsto que el funeral se oficie este martes a las 13.00.



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Arqueología / México: Redita la UNAM «El señor nueve flor en Zaachila», para celebrar 50 años de relevante hallazgo en Zaachila

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En la imagen, copa polícroma con colibrí, obra maestra de la cerámica mesoamericana y mixteca, descubierta en la tumba zapoteca hace medio siglo. (Foto: Tomada del libro)

C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de marzo de 2015. (RanchoNEWS).- A 50 años del hallazgo de una de las tumbas zapotecas más importantes de la región de Oaxaca, localizada en la comunidad de Zaachila, el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presenta una nueva edición del libro donde el arqueólogo Roberto Gallegos Ruiz (Tlaxcala, 1932) detalla los hallazgos y trabajos que realizó ahí hace medio siglo. Informa para La Jornada Mónica Mateos-Vega.

Además de actualizar la información, la obra, titulada El señor nueve flor en Zaachila, incluye nuevo material fotográfico que enriquece los datos obtenidos de las cámaras funerarias donde yacían prominentes jerarcas de una poderosa cultura que habitó esa zona entre los años 1000 y 1450 dC.

«Los resultados no son un trabajo personal, sino del equipo que compartió casi durante tres meses satisfacciones, sinsabores y compañerismo», explica Gallegos en la adenda al libro.

Añade que «el afecto nos hace recordar a los ausentes y a los sobrevivientes; conservamos ese respeto a los hoy reconocidos y prestigiados antropólogos cuya participación fue determinante en trabajos que se tradujeron, así lo creemos, en conocimientos históricos y arqueológicos sobre Oaxaca que aportó Zaachila y que tienen inserción nacional».

En enero de 2012, el arqueólogo recordó en entrevista con La Jornada que en 1962, con 10 mil pesos en la bolsa, presupuesto otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entonces a cargo de Eusebio Dávalos Hurtado, «y la encomienda de trabajar en el sitio durante dos meses, o hasta donde te alcance el dinero para comprar materiales y pagar a los trabajadores», llegó a Zaachila.

El propio pueblo, tan celoso de su herencia zapoteca, había pedido que especialistas del instituto fueran a investigar el área conocida como El Cerrito.

«Cuando fue abierta la Tumba 1, los zaachileños se interesaron por los testimonios arqueológicos prehispánicos; en algunos casos hubo tensión, pero nunca agresiones (...) Desde el inicio de los trabajos se disponía de un reducido presupuesto que mermaba con otros gastos que se habían incorporado, aunque en el desmonte del montículo participaron espontáneamente zaachileños a cambio de colectar pequeños troncos que usaron como leña; como éste, se evitaron otros gastos extraordinarios que permitieron realizar trabajos arqueológicos», recuerda el autor en la nueva edición de su libro.

Roberto Gallegos impulsa ahora la creación de un museo de sitio en Zaachila que cuente con apoyo institucional y de manera profesional muestre, entre otros aspectos, la belleza de piezas excepcionales que formaban la ofrenda de la tumba, entre ellas una copa polícroma con colibrí, «una obra maestra de la cerámica mesoamericana y mixteca», abunda.

El libro El señor nueve flor en Zaachila, de Roberto Gallegos, se presentó en la edición 36 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.



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Danza / México: SU-EN aborda el tema de la realidad con un butoh que reta al espacio

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Reality Re-Mix fue parte de las actividades del encuentro Soliloquios y diálogos bailados (Foto: José Antonio López)

C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de marzo de 2015. (RanchoNEWS).- En el espectáculo Reality Re-Mix, la bailarina y coreógrafa sueca SU-EN sumerge al espectador en el mundo del butoh, en la dimensión de muchos espacios y realidades, mediante su mirada, movimientos y silencio. Reporta desde la ciudad de México para La Jornada Fabiola Palapa Quijas.

Reality Re-Mix –con música de Ztsu– es un performance butoh, que se presentó este fin de semana en la temporada Soliloquios y diálogos bailados, que se realizó en el foro del Centro Cultural Los Talleres.

A la bailarina y aprendiz en el grupo Hakutobo (1988-1994), donde Yoko Ashikawa impartía clases, el butoh le parece un mundo brutalmente hermoso, que la obliga a manejar su cuerpo para investigar el mundo, la materia y la existencia humana mediante el arte.

«Reality no es un butoh tradicional, sino un espacio visual, con tensión visual, cuya cuestión de fondo es la pregunta: ¿Qué es real? El trasfondo es la realidad. Buscamos una y encontramos varias, que tenemos que dejar ir, porque hay también vamos a hallar una posibilidad o una infinidad de realidades, y al final no sabemos nada», explica SU-EN.

Un cacto, flores, una peluca, piedras y una sandía son los elementos que emplea la bailarina para explorar de manera simbólica el encuentro de otras realidades.

En esta propuesta, que transforma el espacio y la relación del cuerpo con lo que lo rodea, los movimientos y la mirada de SU-EN tienen el poder de expresar, transmitir y experimentar enigmáticas zonas, donde su cuerpo reta al espacio cuando intenta tocar las espinas de un cactus, subirse en una piedra, e incluso fragmentar una sandía y compartirla quienes observan en silencio sus movimientos.

El trabajo de SU-EN está fuertemente influenciado por los procesos de la naturaleza, la lucha y los cambios inevitables en la vida. El tema de la realidad es muy cercano a lo que la artista ha realizado en Suecia, desde que se adentró en el mundo del butoh con su compañía, la cual lleva su nombre.

«Reality Re-Mix tiene una estructura que me permite utilizar elementos del país en el que estoy, en este caso México, por eso hay cactus, historias de jardín, tamales y hasta una sandía, porque estando en un lugar hay influencias naturales. Como creadora me sumo a las atmósferas, sonidos y colores de la ciudad que visito y con eso realizo la obra.»

Las principales influencias de SU-EN provienen del performance, de las artes visuales y de colaboraciones interdisciplinarias con otros artistas. Algunos especialistas describen la propuesta de la coreógrafa sueca como  «belleza cruel».

Cuando inició su proceso de formación con Yoko Ashikawa, la bailarina sueca descubrió que en con el butoh tenía  «una posibilidad de renovarse y de transformarse».

«Tengo una conexión muy cercana a las raíces del butoh japonés y tengo un amplio contacto también con el arte actual, el que sucede hoy día en los escenarios», añade en entrevista la directora de SU-EN Butoh Company, quien asegura que los mexicanos son fuertes, que aguantan mucho, ya que la ciudad de México le parece un lugar inmenso con muchas tensiones. Agregó que le gustaría conocer el campo, pues la ciudad sólo da una versión de la realidad.

En la temporada de Soliloquios, Nemian Danza Escénica, dirigida por la coreógrafa y bailarina Isabel Beteta, alternó escenario con la coreógrafa sueca, con su obra Entre el cielo y la tierra (el hombre).



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Música / Entrevista aTodd Rundgren

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Rundgren, figura de culto para los fans del pop sofisticado y del art rock. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 1 de marzo de 2015. (RanchoNEWS).- Legendario cantante, compositor y productor, acompañará hoy al ex beatle en el Movistar Free Music.  Yumber Vera Rojas lo entrevista para Página/12:

Hace cuatro años, en un diálogo con el periodista Alfredo Rosso, Charly García contó que todo el mundo creía que su hit «Influencia» era de su autoría porque parecía un tango existencialista. Según el músico, el problema del tema original era que, a pesar de que se trataba de un buen single, le faltaba producción. Y la verdad es que tenía razón, al punto de que su adaptación es tan potente y personal (aparte en castellano) que hace mella en el espíritu festivo de la canción que fue estrenada en 1982, en medio del auge de la new wave. Pero no era la primera vez que el ex Say No More aludía a Todd Rundgren, lo que dejó de manifiesto en la última reunión de Sui Generis, en la que interpretó uno de los máximos hits del cantautor estadounidense: «Can We Still Be Friends?» (está registrada en vivo en el disco Sí-Detrás de las paredes con el título de «Yo soy tu papá»). No obstante, en 2013, García no sólo cumplió el sueño de conocer a uno de sus mayores ídolos, sino que recibió elogios del mismísimo Todd por su versión de «Influenza» (así se llama en inglés), se hicieron amigos, bailaron juntos tango, y hasta le presentó a Ringo Starr.

Así es. Rundgren conoció a Charly en el último desembarco en la Argentina de la Ringo Starr & His All-Starr Band, proyecto musical al que volvió en 2012. «Conocí la versión de ‘Influencia’ de Charly por alguien que me mandó un mail avisándome que existía. La busqué en YouTube, y me encontré con el video, que me pareció muy bueno», recuerda, al otro lado del teléfono, el cantante, compositor, multiinstrumentista y productor de 66 años.  «Desde entonces tuve la sensación de que compartíamos las mismas influencias. Es un artista al que le gusta innovar todo el tiempo, y me siento identificado con eso.» A tres años de su primera visita al país, la leyenda del power pop, del pop psicodélico y del art rock regresa hoy a Buenos Aires, nuevamente de la mano del baterista de Los Beatles, para actuar en el Planetario porteño como acto estelar del Movistar Free Music. «Debido a que nunca había estado en Sudamérica, Buenos Aires me abrió los ojos. Me pasé toda la semana recorriendo la ciudad. Es espectacular. Pensé que no iba a regresar. »

¿Cómo conoció a Ringo Starr?

Lo conocí en Las Vegas, en 1978. En esa época, Jerry Lewis solía organizar un telemaratón y quiso poner una banda que tuviera llegada en la gente joven. Así que nos convocaron a Bill Wyman, Dave Mason, y a mí, además de a Ringo, y el experimento salió muy bien. Nos divertimos mucho haciendo ese show. Después no lo volví a ver por 14 o 15 años, y ahí me invitó a ser parte de una de las primeras formaciones de la Ringo Starr & His All-Starr Band.

Luego de integrar varias alineaciones de esta agrupación, ¿por qué decidió volver a formar parte de ella?

Podría haber tocado antes, pero estoy agradecido de formar parte de esta alineación no sólo por el nivel de los músicos, sino porque creo que es la mejor que tuvo Ringo. No es fácil poner a un montón de artistas en un mismo grupo, a causa del contraste de personalidades. Pero nos respetamos, y nos llevamos bien. La relación entre nosotros y la química le da esa categoría tan especial. Lo que más nos gusta es subir al escenario y hacer buena música con exponentes muy talentosos.

Aunque el repertorio del show hace hincapié en el ex beatle, la dinámica del grupo invita a que cada una de sus estrellas toque temas representativos de sus respectivas carreras. En su debut ante el público argentino interpretó «I Saw the Ligth», de Something/Anything? (1972), el disco más cotizado de su obra. ¿Qué opinión le merece ese trabajo en la actualidad?

Ese disco fue una total expresión de libertad. Esas canciones fueron viables porque pudimos tener nuestra propia sala de grabación. Antes de que eso pasara, teníamos que depender, al igual que el resto de los artistas, del presupuesto que nos daba la compañía discográfica para pagar las horas de estudio. Esa posibilidad nos permitió hacer un montón de cosas de una manera no convencional. Y como no había apuro, nos dedicamos a probar cosas y a experimentar, lo que hubiera sido imposible de la otra forma.

State, su último álbum de estudio, lanzado en 2013, testimonia una de las cualidades de su obra: la reinvención. ¿A qué se debió ese reciente flirteo con la música electrónica?

Mi intención era hacer un disco con un sonido moderno, y para eso tenía que empezar a entender qué era lo que se escuchaba en la actualidad. Así que hice una investigación en YouTube que me llevó de Skrillex a Lindstrom, pasando por Tame Impala, y en ese proceso aprendí mucho. Entendí, por ejemplo, el poder que tienen los softwares y las computadoras en esta época, lo que lleva a que surjan ideas nuevas y originales porque cualquier arista puede convertir su computadora en su estudio. Tiempo atrás, cuando un grupo o un solista querían firmar un contrato con una compañía discográfica, debían presentar antes un single que fuera comercial para que les dieran el dinero para entrar a una sala de grabación. Hoy podés crear música sin seguir esos parámetros, y eso, según mi opinión, logró que este momento sea tan experimental e interesante.

A pesar de sus 24 discos, y de casi cinco décadas de trayectoria, se convirtió en una inspiración para la actual generación de músicos, sobre todo para la del indie. ¿Cómo se lleva con el reconocimiento?

Cualquier tipo de reconocimiento siempre es bienvenido, más si tengo en cuenta que estos artistas descubrieron muchas cosas que hice cuando ni siquiera habían nacido. Eso me generó mirar hacia atrás, y empezar a redescubrir qué era lo que les atraía de lo que hice. Ellos también me estimularon a despreocuparme de los detalles y a prestarle más atención al proceso creativo. Lo que creo que quedó reflejado en mi disco State.

Aparte de su obra como cantautor, usted ostenta una prolífica carrera en la producción de algunos de los discos referenciales en la historia del rock. El homónimo debut de los New York Dolls, publicado en 1973, es uno de ellos. ¿Qué recuerdo rescata de ese álbum?

Lo que más recuerdo de ese disco es que al momento de hacerlo ellos tenían una imagen medio rebelde, por lo que en la escena neoyorquina había una gran expectativa sobre ese debut. Así que todas las sesiones estuvieron llenas de fans y periodistas. Pero el desafío era, tomando en cuenta que era un grupo cuyos integrantes recién comenzaban a tocar un instrumento, que cada toma se pudiera hacer sin que se equivocaran. Si bien varios años después volví a trabajar con la banda, sólo quedaban dos miembros originales. Aunque el proceso fue más interesante por la experiencia que acumularon.



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Arquitectura / Inglaterra: Una utopía para ciclistas en Londres

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Recreación de los carriles bici del proyecto SkyCycle de Fosters + Partners. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de febrero de 2015. (RanchoNEWS).- Hace tiempo que Foster + Partners dejó de ser lo que tradicionalmente se entiende por un estudio de arquitectura. Salta a la vista paseando con Huw Thomas, uno de los socios, por sus dependencias levantadas en la orilla sur del Támesis, la metrópoli de un imperio que se expande ya por los seis continentes. El arquitecto va señalando a su paso algunos de los proyectos que ahora les ocupan. Por ejemplo: una maqueta de una gigantesca impresora en 3-D para construir bases en la luna utilizando el polvo de la propia superficie lunar. “Claro, imagine si tiene que llevar ahí arriba todos los materiales para construir”, explica Thomas, flemático, haciendo gala de una lógica aplastante. Además de aeropuertos, torres y bodegas, aquí se diseña el futuro. Escribe para El País Pablo Guimón.

A esa categoría pertenece SkyCycle, uno de sus últimos proyectos, realizado con los estudios Exterior Architecture y Space Syntax, dos de sus cómplices habituales. En pocas palabras, SkyCycle es un sistema de carriles bici suspendidos por encima de la red de 219 kilómetros de vías de tren que surcan la superficie de Londres. Pero esa es una descripción epidérmica, y aquí no se trabaja la epidermis. Lo que vende SkyCycle es una revolución en el urbanismo de las ciudades y, en particular, una solución a los enormes retos que afronta Londres en el futuro.

El pasado 31 de enero Londres llegó a los 8,615 millones de habitantes, superando por primera vez el pico de población que alcanzó en 1939. Al éxodo tras los bombardeos alemanes de la Segunda Guerra Mundial le siguió un replanteamiento de la ciudad en la posguerra que eliminó los suburbios, llevó a sus habitantes a nuevas ciudades en el suroeste y planteo un urbanismo poco denso en la capital.

La población volvió a crecer en los noventa y en la última década suma 250 personas al día, de modo que se espera que supere los 10 millones en 2030. Los retos, como puede comprobar cualquiera que hoy pretenda alquilar una casa en Londres o que coja el metro en hora punta, son descomunales. Para esa fecha se calcula que la demanda de transporte público habrá subido un 50% y se necesitaría construir 50.000 casas nuevas cada año para atender a la demanda futura. La gente se va cada vez más a las afueras para poder pagarse un piso, pero los trabajos siguen en el centro. El esquema actual de movilidad es difícilmente sostenible.

El Ayuntamiento tiene planes pero, según el estudio de arquitectura más importante del mundo, no son lo suficientemente valientes. «Tarde o temprano los gobernantes tendrán que plantearse seriamente dar respuesta a este reto», opina Thomas. La respuesta, para Foster + Partners, es la bicicleta.  «Gane quien gane las próximas elecciones, deberá tener como prioridad la salud de la gente», explica Thomas. «Los beneficios medioambientales y de salud de la bicicleta están claros».

En la última década su uso de la bici en Londres ha crecido un 70%. Este alcanza solo a un 2% de los desplazamientos -un porcentaje a la cola de las capitales europeas- y supone un 20% de las muertes y accidentes graves en las calles.

Pero, ¿dónde se meten las bicis, si en las calles no hay espacio y la polución es irrespirable? A esa pregunta trata de responder SkyCycle. «Los peatones necesitan más sitio, los coches también… hay mucha presión sobre el espacio», explica Sam Martin, de Exterior Architecture.  «Puedes hacer túneles, pero son muy caros y tienen un acceso limitado solo a las estaciones. Empezamos a fijarnos en lo integradas que estaban las vías de tren en superficie. Y nos dimos cuenta de que la mitad de la población vive y trabaja a diez minutos en bici de esa red. Tienes un nivel de penetración en la población que nunca tendrás con túneles».

Las vías de tren conectan Londres con el exterior. Pero, además de conexiones, son barreras en la ciudad. «Son como ríos sin puentes», ilustra Thomas. A los carriles del SkyCycle, por los que circularían 12.000 ciclistas a la hora, se accedería desde 200 puntos, ya sean pasarelas, ascensores, telesillas u otra tipología.

Las vías, diseñadas para los trenes de vapor, tuvieron en cuenta la orografía del terreno y aprovecharon las zonas llanas. Por eso la circulación por el SkyCycle sería relativamente fácil. Más aún si se tiene en cuenta que sería un pedaleo ininterrumpido. “La energía se gasta sobre todo al parar y al arrancar”, explica Thomas. “Si no hay semáforos ni atascos, se puede cubrir mucha más distancia sin cansarse y sin sudar”.

Otro argumento es la regeneración de los terrenos aledaños a las vías, tradicionalmente despreciados. «Si miras por la ventana de un tren urbano ves espacio no aprovechado: hangares, solares, ruinas industriales… nadie quiere vivir cerca de las vías», explica Martin. «Ahora esos terrenos volverían a ser atractivos, al estar cerca del SkyCycle. Incluso los propietarios de esos solares revalorizados podrían financiar parte del coste del proyecto a cambio de tener un punto de acceso en su parcela».

El coste se calcula en la friolera de 10.000 millones de libras.  «Pero es mucho menos, proporcionalmente, que construir túneles o carriles adicionales en superficie», argumentan. «Y estamos estudiando todas las posibilidades que ofrece para el desarrollo de negocios privados a lo largo de la red. Son 480 kilómetros, porque la vía tiene dos lados, de oportunidades nuevas de negocio».

Foster + Partners son expertos en la construcción de grandes aeropuertos que básicamente son «sistemas supersofisticados de logística de equipajes y paquetería». «¿Qué pasa si trasladamos esos sistemas al SkyCycle?», se pregunta Thomas. «Imagine un almacén de Amazon en un extremo, tubos en la red para distribuir la mercancía y, después, mensajeros en bici que la lleven a las casas. En la actualidad las furgonetas de reparto medio vacías colapsan el tráfico».

También están el factor estético - «crear un hito arquitectónico en la ciudad para el futuro», según Thomas- y el potencial para el turismo. Ahora el turista se mueve por Londres emergiendo del subsuelo como un topo, incapaz de captar una perspectiva general de la ciudad.  «Imagine bicis de alquiler con ipads que marquen itinerarios para ver la ciudad desde el cielo», propone Thomas.

La idea ya ha sido presentada al alcalde Boris Johnson, que organizó una reunión con la empresa que gestiona los ferrocarriles de Londres. Allí se decidió desarrollar el proyecto de un tramo, entre Stratford y Liverpool Street, para estudiar costes y viabilidad. El problema, de entrada, es el precio. Pero la decisión final trasciende al equipo de Johnson, que abandonará la alcaldía el año que viene.  «El SkyCycle podría extenderse a muchas otras ciudades», explican sus autores, y quien construya la primera  «podrá exportar el conocimiento y la tecnología». Se trata, concluye Thomas, de  «mucho más que pedalear en el cielo».


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domingo, marzo 01, 2015

Fotografía / México: Captar imágenes, pasión de Spock

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De la serie The full body project. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 1 de marzo de 2015. (RanchoNEWS).-Quitarse la figura de Mr. Spock, de la serie Viaje a las estrellas (Star Trek), fue complicado para el actor Leonard Nimoy, fallecido el viernes a los 83 años. «Ser conocido en un área de las artes y querer pasar a otra es complicado. En cierto modo, se obtiene la atención por lo que eres, pero también obtienes una cierta resistencia», afirmó en una entrevista concedida en 2004 al periódico The Republican. Una nota de la redacción de Excélsior.

Más conocido por su papel como tripulante de la nave Entreprise, Nimoy también cultivó una fructífera carrera como escritor y fotógrafo. Él mismo afirmaba que, cuando tenía 10 años, la cámara ya se había vuelto uno de sus objetos favoritos. Su pasión por la imagen lo llevó a realizar proyectos temáticos que incluían visiones críticas sobre diferentes temas o exploraciones introspectivas con las que buscaba capturar su experiencia judía.

Uno de sus trabajos más atractivos como fotógrafo surgió en 2007 bajo el título The full body project. La serie muestra a mujeres desnudas de grandes formas y prominentes vientres; su idea era defenderlas del ideal de Hollywood sobre la perfección física. En la red circulan algunas de las imágenes del proyecto; en blanco y negro, Nimoy devuelve la dignidad a mujeres que el sistema hollywoodense descarta por su físico.

The New York Times registra en su necrológica que Nimoy también «encontró su voz como escritor». Aparte de su autobiografía, el actor publicó A Lifetime of Love: Poems on the Passages of Life en 2002. Ese mismo año, después de haber ilustrado sus libros de poesía con sus fotografías, Mr. Spock publicó Shekhina, un libro dedicado a la fotografía con tema judío, la del aspecto femenino de Dios.

 «Sus fotografías en blanco y negro de mujeres desnudas y semidesnudas fueron calificadas por algunos líderes judíos ortodoxos como heréticas, pero el señor Nimoy afirmó que su trabajo era coherente con las enseñanzas de la Cábala», registra el rotativo estadunidense.



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Libros / Argentina: «Aquello estaba deseando ocurrir» de Leonardo Padura

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«Nadie escapa del embrujo de Cuba, dicen los cuentos de Padura». (Foto: Rafael Yohai)

C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de febrero de 2015. (RanchoNEWS).-Los trece cuentos del gran narrador cubano confirman que el autor de Pasado perfecto y El hombre que amaba a los perros ha logrado ser profeta en su tierra sin renunciar a una mirada crítica sobre la compleja vida social de los cubanos. Silvina Friera entrevista al autor para Página/12:

La obsesión de Leonardo Padura es y será «la maldita circunstancia del agua por todas partes», como la definió Virgilio Piñera. Los trece cuentos de Aquello estaba deseando ocurrir (Tusquets) son un viaje por la imposibilidad de librarse de la geografía mental que implica la insularidad, tanto para los personajes que se van como para los que permanecen. Nadie escapa del embrujo de Cuba, menos los que creen que lo han logrado. En esta encrucijada inexorable, todos vacilan y dudan, luego de una sucesión de frustraciones, anhelos extraviados y esperanzas hipotecadas por el miedo. El alcohol pone a flote las más íntimas nostalgias de un sancionado periodista cubano –«acusado de no poseer la suficiente firmeza ideológica para ser un orientador de masas, según constaba en su expediente»–, cuya misión en Luanda (Angola) a comienzos de 1990, antes del colapso de la Unión Soviética, está por concluir. El dilema de Mauricio, el protagonista del relato «La puerta de Alcalá», como el de muchos de los personajes del libro, consiste en regresar a La Habana o quedarse en Europa y no volver más. La escala en Madrid y la tentativa frustrada de visitar una exposición sobre el pintor Diego Velázquez en el Museo del Prado es la coartada «perfecta» para reencontrarse con un amigo arquitecto que optó por el exilio. En ese diálogo y ajuste de cuentas con lo experimentado por cada uno persiste una suerte de «empate técnico» por la derrota compartida. El que se fue se siente «más solo que el carajo». El que se quedó y se quedará padece la asfixia de las carencias económicas y es asediado por el temor de haberse equivocado. La perspectiva narrativa, manejada con el excelente pulso con que Padura suele desplegar la punzada nítida de la premonición, revela que en ese drama no hay ganadores. Las decisiones tienen un costo y cada uno lo está pagando de una manera irreversible.

«La vida es un sueño/ y todo se va./ La realidad es nacer y morir,/ por qué llenarnos de tanta ansiedad,/ todo no es más que un eterno sufrir,/ el mundo está hecho de infelicidad», canta Violeta del Río, «La Dama Triste del Bolero», en otro cuento atravesado por las paradojas entre cubanos que resisten en su país y quienes se han ido a Miami, como la cantante en cuestión. En 1968, cuando todavía vivía y cantaba en La Habana, le prodigó un «festín de sexo» a ese joven estudiante provinciano y católico que narra la historia en primera persona, un texto en el que se puede leer un explícito homenaje a Guillermo Cabrera Infante. Violeta del Río, personaje conocido para el lector de la serie de novelas policiales protagonizadas por Mario Conde –está en las páginas de La neblina del ayer (2009)–, es una criatura de ficción construida a partir de numerosas cantantes de boleros de La Habana de los años cincuenta. En el presente de ese cuento, en 1998, al volver a escucharla en Miami, en su primer viaje académico a Estados Unidos, el hombre de cincuenta años, «un escéptico fundamentalista», comprende que una de las más brutales imposiciones que sufrió fue olvidar a Violeta del Río.

 «Adelaida y el poeta» es un cuento formidable, impecable de principio a fin. Una mujer de 62 años asiste cada martes al taller literario de escritores aprendices para leer entre sus compañeros los textos que escribe. Pero esta vez tiene un as bajo la manga: el más querido de sus cuentos, un relato sobre el itinerario de su hija –muerta a los 18 años– que escribió para complacer al poeta Reinaldo, el tallerista un tanto cansado de escuchar «engendros frustrantes de aquellos ancianos aburridos». La anciana sorprende al poeta con ese texto en el que «no hay nada de ficción». Reinaldo se pregunta qué derecho tiene para incitar a las gentes a escribir sus angustias y desenterrar sus muertos y recuerdos. Hasta en un relato donde sucede algo «extraordinario», como en «La muerte feliz de Alborada Almanza», emerge la amarga realidad cubana durante la crisis económica del «período especial»: el hecho de acostarse con hambre, la carencia y los dolores de una vida «terrible». Hay un modo crítico paduriano de mirar la compleja vida social de los cubanos. Padura (La Habana, 1955), autor de varias novelas como Pasado perfecto, El hombre que amaba a los perros y Herejes, entre otros títulos, ha logrado ser profeta en su tierra.

Miguel está demasiado cansado y vencido después de ver morir tantas promesas y esperanzas. Desea un lugar en el mundo sin grandes responsabilidades históricas. Quiere ser un hombre común que pueda vivir de su trabajo y tener el dinero para pagarse una comida en un restaurante, comprarse un libro o una corbata. «No pedía demasiado o tal vez lo pedía todo, porque aquella utopía no parecía existir para alguien como él, venido el Tercer Mundo, sin el estómago necesario para hacerse pasar por un perseguido político y ofrecer escandalosas declaraciones que le allanaran el camino, ni deseos de prostituirse –si es que alguien aún deseaba alquilar su devaluada anatomía– al lado de una mujer vieja y gorda que le abriera las puertas de su apartamento», se lee en «El destino: Milano-Venezia (vía Verona)». Otra constante que atraviesa varios de los cuentos de Aquello estaba deseando ocurrir es el miedo que paraliza a los personajes, las ganas de irse y no atreverse.

El último cuento, «El cazador», deviene tragedia. El narrador presenta a un homosexual cubano asediado por la nostalgia de viejos amores. «Necesita encontrar otra vez a un hombre como Anselmo, un varón de pies a cabeza (...) Coño, cómo lo había querido, cómo se había deprimido con la separación y las estupideces que, para aturdirse, hizo con las locas depravadas de Coppelia, inconsistentes y vagabundas, gozadoras desenfrenadas que preferían el azar de un baño público, el riesgo de una escalera oscura, los sobresaltos de un matorral agresivo a la plenitud de una cama limpia y bien empleada y, al amanecer, un desayuno compartido y un beso profundo y con sabor a hombre y a café antes de salir para el trabajo.» El suicidio, se podría advertir, reproduce la imagen estereotipada del homosexual que termina siendo víctima de la sociedad. Más allá de lo cuestionable del desenlace desde una perspectiva política, la memoria del lector repite una frase tan bella como desgarradora: «El cuchillo cantó en el piso como una campana desafinada».



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