Tamara de Lempika: En pleno verano, 1928. (Foto: RanchoNEWS)
C
iudad Juárez, Chihuahua. 21 de agosto de 2023. (RanchoNEWS).- «Mi obra es un autorretrato permanente» afirmaba, y es que todo en Tamara Rosalía Gurwik-Górska, es autorreferencial. Fue consciente de que su identidad y su propia imagen respondían a una construcción continua, a una performatividad. Se creó a sí misma como pintora, como amante, como diva.
Fue absolutamente libre, decidida, una trabajadora compulsiva –llegó a pintar entre 12 y 14 horas al día, hasta el amanecer, y se pasaba ocho horas tomando apuntes del natural o en el Louvre–.
Perfeccionista hasta la extenuación, fría y esnob, perversa y depravada, pero también sincera, amante de la belleza, auténtica y vulnerable. Luces y sombras para un referente del feminismo y de la liberación sexual: «Vivo la vida al margen de la sociedad, y las reglas de la sociedad no se aplican a los que vivimos al margen», dijo la propia artista.