Rancho Las Voces: Artes Plásticas / México: Marín y su visión de la vida y la muerte
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viernes, marzo 01, 2013

Artes Plásticas / México: Marín y su visión de la vida y la muerte

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El escultor ha presentado ya tres muestras con sus calaveras. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 1 de marzo de 2013. (RanchoNEWS).- Cuando el artista plástico Manuel Marín (ciudad de México, 1951) comenzó su investigación sobre la muerte, consultó al arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma. Una nota de Alida Piñón para El Universal:

El trabajo del también escultor sorprendió al arqueólogo, quien, para la segunda de tres exposiciones sobre Tzomplanti, no dudó en escribir que Marín le «dio rostro de la muerte» y le «dio vida a lo muerto».

Luego de tres años de investigación y de tres exposiciones, Manuel Marín ofrece el libro Tzompantli (Conaculta, 2013) que reúne la visión del artista sobre la muerte y la vida, y será presentado el 7 de marzo en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, a las 19:00 horas, en presencia de Matos Moctezuma y de los críticos Teresa del Conde y Luis Ignacio Sáinz.

El primer resultado de su investigación y propuesta artística lo presentó en 2010 en el Museo de Arte Popular, en la muestra Tzompantli, en donde se exhibieron 600 calaveras; el año pasado ofreció un segundo acercamiento en la Fundación Sebastián con la muestra Tzompantli Mayor, con mil calaveras. Luego, hacia finales de 2012, presentó en el Centro Cultural Talavera la exposición Altar Tzompantli, con 700 piezas. En total, en tres años ha creado alrededor de 2 mil 300 calaveras, todas son diferentes y esculpidas en diferentes materiales como metal, papel y madera.

El libro, dice en entrevista con EL UNIVERSAL, sería la cuarta propuesta sobre el Tzompantli. «Las calaveras están divididas en dos grandes grupos, uno es la representación del Tzomplantli, que es una serie de calaveras que se ensartaban en un palo y se insertaban en un muro; el otro grupo tiene que ver con el sacrificio, con el culto al Dios Sol; son dos conceptos de viaje trascendente».

Sobre su trabajo, apunta: «En la cultura occidental hay una enorme necesidad de no ser olvidados después de nuestra muerte; pero en la concepción prehispánica -particularmente la mexica-, en la que he estado trabajando y tratando de darle una forma personal, la muerte es un sacrificio para integrarse a una estructura trascendente. En este caso, en el Tzompantli, la idea es que después del sacrificio de la muerte, te conviertes en guerrero para acompañar al Sol en su tarea cósmica».

El artista plástico sostiene que otra de sus intenciones con esta obra es apropiarse de la concepción de la muerte como una presencia abrumadora. «Estoy haciendo todo lo posible para transmitir una sensación de lo que pudo haber sido el sacrificio de la muerte como un estado de trascendencia cosmológica. Sé que esto sueno aparatoso, pero creo que cuando uno ve una calavera no puede más que sobrecogerse», opina.

En una de las críticas a su trabajo, escrito por Teresa del Conde, se subraya la formación de ingeniero y estudioso de las matemáticas como factores que influyeron en la concreción del montaje Tzompantli Mayor. Al respecto, aunque lo ruboriza el perfil científico, reconoce que, en efecto, influyó en la construcción de su propuesta artística. «He tratado de alejarme de eso porque he querido irme a la profundidad de las emociones, pero una calavera, por más que la varíes, tiene una serie de constantes formales que traté de llevar a estructuras geométricas que me permitieran la posibilidad de hacer juegos formales diferentes».

Finalmente, el artista apunta que este libro es la cuarta etapa de su visión sobre la muerte. «Empecé a dibujar calaveras, era un juego que tenía más que ver con José Guadalupe Posadas, pero cuando reuní más me di cuenta que me acercaba más a la visión prehispánica y me puse a estudiar el Tzompantli. Así nació una serigrafía y luego vinieron las esculturas y la instalación; de modo que el libro es una etapa más, que podría cerrar en noviembre próximo con un altar que expondré en el Museo de Arte Popular», adelanta.

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