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Meche Carreño. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 20 de abril de 2016. (RanchoNEWS).-México no ha tenido grandes erotómanos, tampoco colecciones dedicadas a la sensualidad y mucho menos un museo erótico. «Hemos sido un país muy reprimido eróticamente», dice el investigador y musicólogo Pável Granados, quien se embarcó en una misión en la que sintió, al principio, que andaba con «brújula sin rumbo»: curar la exposición Erotismos: La vida íntima de los objetos, que será inaugurada hoy en el Museo del Objeto del Objeto (MODO). Reporta Luis Carlos Sánchez para Excélsior.
Durante ocho meses se dedicó a investigar, a buscar gente: «vi que era algo que no se había hecho antes y que no nos había interesado hacer». Reunió por aquí y por allá casi un millar de objetos, todas cosas cotidianas, fabricadas para ser utilizadas; identificó a los personajes que se han acercado a la voluptuosidad y colocó esas situaciones que han servido como inspiración para conformar un recorrido histórico del erotismo en México desde 1869 a la fecha.
«Mejor recurrí a los amigos. De repente uno sabía de alguien, conocía a alguien; un coleccionista me decía ‘por aquí tengo algo escondido’ y de ahí salía una pieza. Me di cuenta que no hay coleccionistas dedicados al erotismo —yo no los conocí—, pero sí alguno que tenía una o dos piezas», dice. La muestra, que promete sorpresas, arrojó algunos descubrimientos.
Uno de ellos fue que a pesar de la represión que el mexicano tuvo de su erotismo, invariablemente existió una parte lasciva. También, que fue la publicidad antes que el arte, la que abrió un camino menos sinuoso para la pasión desbordada. De ahí que la muestra tenga reservados algunos desconciertos.
«Pienso que va a ser una visión un poco asombrada: sí ha habido un erotismo en México aunque muy sutil, bello, realmente muy estético». Granados se refiere sobre todo a los últimos años del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, en cuyo periodo existió la mayor contención del erotismo nacional. «Prácticamente no encontré nada del siglo XIX; es cierto que casi todo es del siglo XX y es que no ha habido, al menos no conozco, grandes erotómanos mexicanos. La producción del erotismo se empezó a dar a mediados del siglo XX y hacia acá».
«Lo que me llevó a hacer la exposición, por un lado, fue la convicción de que no es un tema que se ha tratado antes en otras exposiciones, había de arte popular, de la fotografía, pero ésta es una especie de radiografía histórica del erotismo del mexicano, así la pensé yo, pero claro, aquí con la posibilidad de ponerlo en objetos. Pienso que no sólo es una visión cotidiana sino que de algún modo trae grandes momentos de la vida social erótica y momentos significativos del erotismo», cuenta.
Uno de esos momentos fue la irrupción masiva de la publicidad. «Lo que abrió paso al erotismo curiosamente. Sí ha habido artistas eróticos, siempre, pero muchos de ellos se han dedicado a ser publicistas. Hay una gran veta que abre la publicidad y a la cual siguen las artes plásticas, la música, la producción artística».
Exhibir La vida íntima de los objetos, agrega, es una especie de corte de caja para reflexionar sobre el momento que vive el país respecto a su erotismo. «Vivimos como en un islote de tolerancia, que es la Ciudad de México. Para mí la exposición es una oportunidad de ver cómo hemos vivido nuestro erotismo social, en dónde estamos y hacia dónde vamos, porque también es un camino que lleva una dirección: hemos enfrentado la censura, la discriminación, la represión y esas también son unas guías que están del otro lado del erotismo», apunta.
Una advertencia antecede a la muestra: «Esta exposición incluye imágenes, objetos y otros elementos de contenido o temática sexual. Si bien todo se muestra para fines culturales, la entrada de menores de 16 años a esta exposición está condicionada a que estén acompañados de un adulto.»
¿Dónde y cuándo?
La muestra se inaugura hoy a las 19:00 horas en el MODO, Colima 145, col. Roma Norte, Ciudad de México.
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