Ravi Shankar con el músico George Harrison en Friar Park durante la grabación del álbum Festival from India, 1974. (Foto: Clive Arrowsmith)
C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de diciembre de 2020. (RanchoNEWS).- George Harrison nunca se conformó con los destinos previsibles de su vida. De joven, decidió ir más allá del anodino futuro que podía esperar el hijo de una familia humilde en un suburbio de Liverpool. Años después, no aceptó tampoco acomodarse en los estereotipos de una millonaria leyenda viva del rock. Harrison nunca se conformó con ser solo lo que se esperaba de él que fuese.
El llamado «beatle silencioso», condenado a ser oscurecido por el arrollador equipo creativo que formaban Lennon y McCartney, era un chico tímido, de sonrisa escasa, de pocas palabras, sin la chispa cómica ni el talento para la autopromoción de sus tres compañeros de grupo e incómodo con la gloria. Pero escondía un secreto: el espíritu aventurero. George era un explorador, un buscador. Como músico y como ser humano. Y en su búsqueda tomó un camino imprevisto para aquel chaval que, como todos, admiraba a Elvis y soñaba con tocar como Chuck Berry. Y ese camino que eligió para su aventura vital y musical, para trascenderse a sí mismo, para esquivar lo previsible, le llevó a embarcarse en un viaje apasionante y a alcanzar un destino que desbarataba toda predicción: le condujo a la India, a su profunda complejidad cultural, musical y religiosa. Y allí encontró a Ravi Shankar.
El texto de Fernando Benzo es publicado por El Cultural