C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de junio de 2022. (RanchoNEWS).- Ese 16 de junio de 1972, un alienígena rockero irrumpió, acompañado de sus arañas marcianas, en la escena musical global. Enviado a la Tierra para salvar a la humanidad de un inminente apocalipsis, su popularidad marcó su fin, triste ironía que refleja el ego que consume a las estrellas del escenario. No se trata del argumento de una película de ciencia ficción, sino del concepto detrás de The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, quinto álbum de David Bowie, que este mes cumplió su cincuenta aniversario. Medio siglo después de su lanzamiento es quizá más vigente que nunca, al anticiparse a la fluidez de género que al fin ha cobrado más visibilidad en nuestras sociedades actuales.
TEATRO Y GÉNERO
Aquel viernes de 1972, la imagen andrógina y de dudosa sexualidad del personaje en el que Bowie se había convertido sacudió a las buenas conciencias. Con Ziggy Stardust transicionó del espíritu folk de sus primeros éxitos a convertirse en el rey —y la reina— del glam. También marcó el inicio de una nueva forma de concebir sus discos y sus giras como obras conceptuales que se acercaban a las prácticas del performance. Éste comenzaba a marcar el rumbo del ámbito artístico, tomando prestado a su vez el concepto de obra de arte total que desde la Secesión Vienesa y con mayor fuerza a partir del surgimiento de la Bauhaus había cobrado una gran relevancia en el arte del siglo XX, particularmente en el contexto de las vanguardias.
El texto de Veka Duncan lo publica El Cultural de La Razón