La escritora mexicana. (Foto: Carlos Cisneros / La Jornada)C iudad Juárez, Chihuahua. 7 de enero de 2010. (RanchoNEWS).- Desde la Ciudad de México la agencia Notimex comunica que la obra ofrece una combinación de visiones personales y periodismo:
El libro titulado «El último mundo», reciente creación de Laura Emilia Pacheco, es una invitación a indagar acerca de las cosas cotidianas que suceden en el México actual y con sus habitantes.
Pacheco ofrece una combinación de visiones personales y periodismo en un escenario de fuertes y sugestivas metáforas.
Muestra al país como un inmenso tianguis en que millones de desempleados sobreviven malvendiendo la basura plástica que llega de China, así como el culto que le rinden a la Santa Muerte.
Asimismo, pone en la mesa de discusión la destrucción de los bosques y el envenenamiento de los ríos como amenaza creciente para la vida de todos, en una serie de crónicas cortas: de la selva que rodea al sitio de Calakmul a los barrios del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Así también presenta al lector la situación ecológica de diversos sitios de la República Mexicana, mostrando una imagen de extrema gravedad, pero con esperanza.
Hace mención también de las enfermedades respiratorias, las alergias de ojos, pulmones y piel, así como los dolores intolerables de cabeza que miles de personas sufren en el país.
También escribe sobre Tepito, el barrio más bravo y uno de los más fascinantes de la Ciudad de México, donde puede encontrarse de todo, venderse de todo y perderse todo, en especial la vida.
Desde descripciones de las relaciones personales con su padre y con su novio, la narradora ofrece una imagen del mundo que ella vivió y que ahora está transformándose en algo demasiado grande e incomprensible. Estos textos de alta factura literaria buscan otorgar sentido y coherencia a esta realidad en expansión.
«El último mundo» es contra la urgencia y aspereza de sus temas, una recuperación de la palabra escrita como placer y enseñanza de vida.
Laura Emilia Pacheco es una escritora mexicana marcada profundamente por el signo de sus padres, en este caso de una forma positiva.
De su padre, José Emilio Pacheco, heredó las cualidades del gran narrador y poeta. De su madre, Cristina Pacheco, la pasión por el México profundo y su cultura.
Ha escrito diversos artículos para periódicos y revistas de circulación nacional. Es autora de «Pasión en Iztapalapa», un trabajo que narra el culto alrededor de la crucifixión.
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