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Momento de la presentación. (Foto: La Razón)
C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de enero de 2010. (RanchoNEWS).- Desde Madrid, Laura Seoane de La Razón nos ofrece la siguiente reseña de «Namasya, soli contemporains»:
Integrar el kuchipudi –la danza tradicional india– en cuatro solos de danza contemporánea no parece, en principio, una premisa coreográfica errónea. Pero los límites de esta «fusión» deben estar definidos. Shantala Shivalingappa interpretó cuatro piezas de orígenes conceptuales diversos, y en todas ellas ciertos tics del kuchipudi se impusieron a las otras acepciones coreográficas.
Así, en el primer solo, la introspección del butoh pasó a un segundo plano ante los movimientos de brazos excesivamente exornados. La brillantez innegable de su ejecución (más evidente en el tren superior) no exime al conjunto de cierta pérdida de espiritualidad. La segunda parte, en la que Shivalingappa estuvo más dinámica, tampoco permitió que la bailarina abandonara la expresión excesivamente introvertida más propia de la danza japonesa. En pocos momentos de su actuación se pudo ver su mirada, clavada en el suelo durante todo el espectáculo.
La tercera y cuarta pieza, de carácter más abiertamente indio, no aportaron mucho más a las que le precedieron. Shivalingappa ofreció algunas imágenes de gran belleza, pero, una vez más, su introspección constante no permitió que se les sacara más rentabilidad visual. El conjunto también hubiera podido encajar mejor sus piezas si los intervalos no estuvieran ocupados por una «vídeo creación» con imágenes de la bailarina que, más que lucirla, parecía parodiarla.
«Namasya, soli contemporains». Dirección artística e interpretación: Shantala Shivalingappa. Coreografía: U. Amagatsu, S. Shivalingappa y S. Nair. Escena Contemporánea. Sala Cuarta Pared. Madrid.
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