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Aspecto del proyecto. (Foto: Milenio)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 14 de enero 2010. (RanchoNEWS).- Cierto es que, en ocasiones, quienes dirigen programas de fomento a la lectura, tienen que hacer uso de la frase de: «Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma» y el año pasado, se realizó una actividad con el departamento de Salas de Lectura que alberga el Icocult, a la cual titularon «Lecturas para llevar», en donde el personal de esta instancia y voluntarios del programa, repartieron volantes y serigrafías en dos cruceros importantes de la ciudad. Desde Coahuila una nota de Karla Lobato Huerta para Milenio:
Salvador Álvarez, coordinador estatal del proyecto de estímulo a la lectura, considera que el programa realizado a finales de 2009, fue una actividad que les sorprendió de manera positiva.
«Nos ha dejado con una gran emoción porque es una actividad que en un momento en donde las letras acompañan a la vida de las personas, necesitamos de vez en cuando una noticia a través de un buen poema».
Gratificante fue que el público haya respondido de la manera en que lo hizo aquella vez. «La etapa anterior que fue el piloto, tuvo como resultado tres mil poemas repartidos en una hora y casi 400 vehículos serigrafiados en dos cruceros de la ciudad y, en ese sentido, es muy importante por ser una actividad que involucra a la sociedad civil que tiene mucho movimiento y que lleva la letra a todas partes».
Otra de las grandes satisfacciones que les ha dejado este programa, es la ayuda de la sociedad civil, ya que cada uno de los representantes de Salas de Lectura son voluntarios que no perciben ningún salario y que hacen esta labor sólo por el hecho de ayudar a incrementar el gusto por la literatura. Para lograr el éxito, dice Álvarez, se tuvo una etapa de sensibilización con los encargados de repartir los volantes y serigrafías.
Se les habló de cómo deberían de acercarse a las personas para que éstos pudieran recibir de manera eficaz este poema de manera que, pudiera interesarles el conocer más sobre el autor que ellos manejaron. «En este tiempo donde todo causa desconfianza, acercarnos con una sonrisa y, sobre todo, solicitándole al peatón que aceptara el poema a través del volante o al conductor que aceptara compartir la lectura de un fragmento de un texto en su cristal trasero, fue una actividad agradable para ambos».
Dentro de los objetivos que se han planteado, es dar la posibilidad de compartir fragmentos de textos breves a la menor provocación. Pues, por lo general, es difícil acercarnos a los libros porque la situación no nos da o el tiempo no nos lo permite, y lo hemos visto a diario en las actividades que nosotros desempeñamos dentro de Salas de Lectura».
Con esta opción que ellos ofrecen al ciudadano, le permiten no sólo cumplir con el fomento a la lectura, sino también el de poder involucrarse en este tipo de proyectos que, si bien no son conocidos, han tendido sus resultados en cada comunidad en donde se labora.
«El año pasado, fue con Benedetti y Sabines, entre otros autores; ahora tocará el turno a Manuel Acuña, con uno de sus poemas que por mucho tiempo permaneció inédito».
Gracias al éxito obtenido, mes con mes, se desarrollará esta actividad en los cruceros de Independencia y avenida Juárez y Colón e Independencia. «Comenzaremos con una propuesta un poco más sencilla pero sobre todo muy cálida y muy coahuilense como Manuel Acuña». Por instrucciones del director general del Icocult Armando Guerra, este proyecto se expandirá por todo el estado.
Este 15 de enero de las 11:00 a las 13:00 horas, se llevará a cabo esta actividad con serigrafías y volantes.
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