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sábado, abril 02, 2016

Noticias / Ciudad Juárez: Exponen «De Baján a Chihuahua: La Ruta de Hidalgo» en el Museo de Arqueología de El Chamizal

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Cartel de la exposición. (Foto: Museo de Arqueología de El Chamizal)

C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de abril de 2016. (RanchoNEWS).- Es bien conocido en la historia de México y de nuestra entidad que los Insurgentes Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y compañía, fueron hechos prisioneros en Acatita de Baján y condenados a muerte en Chihuahua. Sin embargo no se habla a mayor detalle del traslado que realizaron los caudillos por más de 30 días para llegar a la sede de la Comandancia General de las Provincias Internas, donde serían juzgados y fusilados. Fueron casi 700 kilómetros recorridos por el «camino real» en el llamado Gran Desierto de Chihuahua, atravesando Coahuila y una pequeña parte de Durango. Informa el Museo de Arqueología de El Chamizal.

Mediante la exposición De Baján a Chihuahua: La ruta de Hidalgo se busca hacer una recreación del ambiente que vivieron los caudillos, pernoctando en varios pueblos, rancherías y en medio del llano, en un México que estaba herido por la lucha de su gente para liberarse de la corona Española. Los libros de texto nos narran los hechos históricos de manera simple pero, es muy enriquecedor conocer más detalles de lo que fue el nacimiento de nuestra Nación.

Casa Chihuahua se ha dado a la tarea de representar en 27 láminas descriptivas las reproducciones de las imágenes estereoscópicas de lo que fue este traslado de los prisioneros, desde Acatita de Baján hasta San Felipe el Real de Chihuahua. Las obras son producto del trabajo realizado por el historiador Luis Castillo Ledón y el fotógrafo Gustavo Silva, en 1907, mismos que se dieron a la tarea de tomar fotografías de los lugares por los que pasó el Padre de la Patria con sus aliados Insurgentes, las cuales están bajo custodia de la Fototeca del INAH.

El término estereoscópico se refiere a crear la ilusión de profundidad en una fotografía, mediante la presentación de dos imágenes con perspectivas ligeramente diferentes, el cerebro las une y las mira en tercera dimensión. Para esto se utiliza el aparato conocido como estereoscopio que fue inventado por Sir Charles wheatstone en 1840.


La ruta de Hidalgo

La ruta seguida por Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Jiménez y el resto de los insurgentes desde Santa María de Guadalupe de Baján (o Norias de Baján) hasta la Villa de San Felipe el Real de Chihuahua del 21 de marzo al 23 de abril de 1811 tiene, en sí misma, un valor emblemático. Representa el recorrido que, como reos de la Corona Española, realizaran los principales caudillos de la insurgencia para ser conducidos, desde su prendimiento, hasta la sede de la Comandancia General de las Provincias Internas para ser juzgados y fusilados por el delito de «querer poner en independencia a este reino de la Nueva España».

Ciudades, villas, pueblos, haciendas y rancherías tienen como parte de su historia el paso de Hidalgo y los otros 22 líderes insurgentes que lo acompañaban en esta penosa ruta a través del desierto y el llano. Se haya hecho ahí alguna escala para pernoctar, herrar las bestias y hacerse de bastimentos, o nada más se haya pasado, con eso es suficiente para que en la memoria de cada uno de esos lugares se consignara el paso de aquellos que el gobierno español describía como: «ladrones y forajidos; los peores monstruos de la humanidad que habían puesto al padre contra el hijo, al hijo contra el padre, al marido contra la esposa, a la mujer contra el marido, al vasallo contra el vasallo… rompiendo los vínculos sagrados que os unen a Dios, al Rey y a la Patria; trastornando en fin y confundiendo todo el orden social, todo lo divino y humano».

No obstante, con el tiempo y a despecho de sus enemigos, Hidalgo y el resto de los líderes insurgentes, siguen siendo el símbolo de la Independencia de México. Y de ese símbolo, con orgullo y sentido de pertenencia, participan los lugares del itinerario seguido desde Baján hasta Chihuahua. Conocer de estos lugares y de las posibles formas en que los insurgentes fueran conducidos como reos, resulta de no poca importancia.

Más allá de la tradición local, permanece el testimonio de los documentos que consignan el rumbo seguido por la caravana militar con los reos y algunas descripciones de la forma en que eran conducidos y tratados.

Destacan en este sentido los testimonios de Fray Gregorio de la Concepción, de Melchor Guasp o los informes del teniente coronel Manuel salcedo, Gobernador de la Provincia de Texas, los que fueran compilados por Juan Hernández y Dávalos en el Siglo XIX y han servido de base a los más connotados historiadores de la insurgencia como Luis Castillo Ledón, Antonio Pompa y Pompa, Carlos Herrejón Peredo, Patricia Galeana, Gildardo Contreras Palacios, Felipe Hechenique y Victor Orozco O., entre otros, en cuyos textos nos hemos basado para esta exposición.

De igual manera, resultan de suma valía las imágenes que en 1907 tomaran el fotógrafo Gustavo F. Silva y el Lic. Luis Castillo Ledón de los distintos lugares por los que transitara Don Miguel Hidalgo y Costilla para generar una colección que se exhibiría en el Centenario de la Independencia Nacional. Ahora bajo custodia de la Fototeca INAH y gracias a la generosidad del Director del Museo Nacional de Historia, Dr. Salvador Rueda Smithers, las reproducciones de estas fotografías constituyen la base de este interesante recorrido por las entonces Provincias Internas del Norte.

Los libros de texto y folletos explicativos del tema, refieren de manera muy simple la travesía, sin señalar que los casi 700 kilómetros recorridos por  «camino real» en el llamado Gran Desierto de Chihuahua (que abarca Coahuila, parte de Chihuahua y otra pequeña parte de Durango), se realizó en un mes, en medio de un numeroso contingente militar y sin ningún miramiento para con los reos. Se habla de la traición del capitán Elizondo en Baján, del prendimiento, pero luego sin referir mayor detalle, se señala que fueron juzgados y ejecutados en Chihuahua, como si el traslado se hubiere realizado en un «abrir y cerrar de ojos».

El público en general desconoce los detalles y circunstancias de la travesía, los que a través de esta exposición tratamos de hacer evidentes, para así despertar la curiosidad y saber más sobre este suceso que es parte del nacimiento de nuestra nación.


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