Rancho Las Voces: Textos / «En la mediósfera de la falsificación» por Naief Yehya
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sábado, junio 26, 2021

Textos / «En la mediósfera de la falsificación» por Naief Yehya

Tyra Banks, la real, y al desnudo, mediante la aplicación Deep Nude. (Foto: novice.najdi.si)

C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2021. (RanchoNEWS).- Durante 2020, el año de la plaga, aceptamos ver partidos de futbol en la televisión con público falso, masas digitalizadas con sonido ambiental apócrifo. Las gradas cubiertas de puntos de colores podían parecer al ojo distraído un estadio lleno y el rumor que imitaba los gritos, aplausos y cantos del público era tan genérico que podía pasar por ruido blanco. Los programadores trataban así de ocultar la tétrica realidad de los estadios vacíos. Contemplábamos desde el confinamiento doméstico un presunto ambiente de fiesta, con su carga de FoMO (Fear of Missing Out o miedo a perderse la diversión), una parodia de normalidad como tibio remedio para la saudade futbolera. Nos acostumbramos al enojoso ruido de viejo juego de video, sin contexto y en bucle como si fuera un sampleo de la felicidad del público ausente de otros tiempos. Consumimos esta falsificación generada con la premisa de que la emoción de un partido depende del estruendo de un estadio lleno. Quizá nunca nada representó mejor la hiperrealidad y la colonización del imaginario por la vida virtual. Los públicos digitalizados eran un engaño que dependía de la complicidad del espectador, quien prefería la ilusión mediática ante el desierto de lo real.

Desde su origen, internet nos ha conducido por el terreno de la psicosis social en un desgarramiento de la intimidad y la vivencia, alimentándonos con mentiras complacientes que han marcado nuestra relación con la tecnología y nuestros semejantes. Una de estas mentiras es el deepfake: fotos y videos falsos de un realismo inaudito, tanto de personas vivas (que dieron o no su consentimiento para que alguien manipulara su semejanza), como de gente afectada de sus facultades mentales o que ha muerto (y por lo tanto no puede aprobar ese uso), o bien de personajes ficticios y personas inexistentes.

El texto de Naief Yehya es publicado por el suplemento El Cultural de La Razón