C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de agosto de 2021. (RanchoNEWS).- Un oso panda, un dragón o un conejito. Las formas del kentuki –el cruce entre un peluche articulado y un teléfono móvil, con una cámara en los ojos y conectado de por vida a otro usuario- pueden cambiar. Lo inquietante y peligroso, la pesadilla próxima de un futuro demasiado presente, es quién está del otro lado de esta tecnología que permite «darle las llaves de tu casa a un desconocido». Samanta Schweblin es la única escritora argentina finalista del premio LiBeraturpreis 2021 con su novela Kentukis (2018), traducida al alemán por Marianne Gareis con el título Hundert augen (Cien ojos). La colombiana Pilar Quintana está entre las finalistas con su novela La perra (2017), traducida por Mayela Gerhardt como Hündin (Perra). El LiBeraturpreis –dotado de 3.000 euros y una invitación a la Feria del Libro de Frankfurt- es un premio literario alemán concedido a escritoras de África, Asia, América Latina y el mundo árabe. La única argentina que lo ganó en 2010 fue Claudia Piñeiro con Elena sabe.
El resto de las autoras finalistas del LiBeraturpreis 2021 son la nigeriana Oyinkan Braithwaite, la canadiense Ava Farmerhi, las indias Meena Kandasamy y P. Sivakami, la japonesa Mieko Kawakami y las sudafricanas Koleka Putuma y Wilma Stockenström. Schweblin (Buenos Aires, 1978) ya había estado nominada a este premio por los libros de cuentos Pájaros en la boca y Siete casas vacías. «Pensar los premios para mujeres siempre complica un poco porque no me gusta participar en ningún evento o espacio en el que las mujeres nos vuelven a poner aparte, como las mesas de literatura en la que sólo participan mujeres. No quiero seguir perteneciendo a un grupo que ponen aparte», dice la escritora desde Berlín, ciudad a la que llegó en 2012 por una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD). Una vez que cumplió el año de la beca decidió quedarse. En Berlín escribió su primera novela, Distancia de rescate (2014), cuya adaptación se estrenará en septiembre en el Festival de Cine de San Sebastián y en octubre en Netflix, con dirección de la cineasta peruana Claudia Llosa (La teta asustada), con quien coescribió el guion.
Una nota de Silvina Friera para Página/12