Rancho Las Voces: Festival Internacional Chihuahua / «Rigoletto » con la compañía del Centro de la Ópera Galina Vishnevskaya, reseña
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martes, octubre 07, 2008

Festival Internacional Chihuahua / «Rigoletto » con la compañía del Centro de la Ópera Galina Vishnevskaya, reseña

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Yury Baranov y Svetlana Mareeva en un momento de la representación. (Foto: Jaime Moreno Valenzuela / RanchoNEWS)

C iudad Juárez, Chihuahua. Martes 23 de septiembre de 2008. (Rubén Moreno Valenzuela / RanchoNEWS).- La compañía rusa del Centro de la Ópera Galina Vishnevskaya ha ofrecido una noche memorable con su versión de «Rigoletto» , tal vez la mejor presentación de su índole en los últimos años en nuestra frontera. La escenificación se llevó a cabo –con teatro lleno– en el Rascón Banda, del Centro Cultural Paso del Norte, en la programación del IV Festival Internacional Chihuahua, donde brilló la voz de Svetlana Mareeva.

La obra es del compositor italiano Giussepe Verdi (1813-1901), con libreto de Francesco Maria Piave, basada a su vez en la obra teatral Le roi s`amuse, del escritor francés Víctor Hugo. La primera versión fue estrenada con gran éxito hace más de 150 años en el Teatro La Fenice de Venecia.


La Ópera narra la tragedia que viven el bufón jorobado Rigoletto (Yury Baranov, barítono), de la corte de Mantua (Italia) del siglo XVI, y su amada hija Gilda (Svetlana Mareeva, soprano), quien se enamora del frívolo Duque (Pavel Paremuzov, tenor) que ha sido maldecido –junto al bufón– por el Conde Monterone (Alexei Tikhomorov), por haber humillado a la hija de éste. Gilda está tan enamorada que, no obstante saberse engañada por el Duque, decide morir antes de renunciar a su amor, lo que hace cumplir la maldición tan temida por Rigoletto.

El tema es típico del movimiento literario romanticista, del cual Víctor Hugo (1802-1885) es uno de los más prominentes representantes. Por cierto, en su tiempo el escritor francés se disgustó con Verdi por no haberle pedido permiso para realizar esa obra, por lo que luchó por los derechos de autor durante toda su vida.

El montaje de la Ópera fue espléndido. No sólo por el pulcro trabajo del director concertante, el macedonio Ivan Popovsky y su orquesta de más de 30 músicos, y por la interpretación de la veintena de cantantes especialmente de Svetlana Mareeva, Yury Baranov y Pavel Paremuzov; sino por el gran ejercicio escenográfico realizado.

No en balde Rusia es la tierra del gran maestro de teatro Constantin Stanislavsky (1863-1938). Este «Rigoletto» se caracteriza por su marcada teatralidad, apoyada en un buen vestuario, una inteligente instalación escenográfica giratoria, una cuidada iluminación con efectos visuales renacentistas; pero sobre todo en la actuación de los cantantes, cuyos constantes y rímicos movimientos escénicos mantuvieron viva la atención del público.

La compañía fue premiada con una prolongada ovación de pie y algunos asistentes coincidieron en señalar que esta representación había superado a «La Bohème», que la compañía italiana del Festival de Puccini de Torre del Lago, había presentado en este mismo teatro en el festival pasado.

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