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miércoles, marzo 24, 2010

Noticias / México: Expertos traducen textos atribuidos a Sor Juana que reflejan cultos indígenas

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Retrato de la adolescente Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 8 de marzo de 2010. (RanchoNEWS).- Desde la Ciudad de México, la agencia EFE informa que los textos forman parte del Mercurio Encomiástico:

Dos piezas literarias escritas en náhuatl atribuidas a Sor Juana Inés de la Cruz, que fueron traducidas por expertos, revelan en un lenguaje disfrazado el culto indígena a las montañas, dijo hoy la especialista en etnohistoria Margarita Loera.

La experta dio a conocer en un comunicado que el corpus Mercurio Encomiástico, en el que se incluyen los dos textos de Sor Juana y otros 16 de caciques indígenas de los siglos XVII y XVIII, fue traducido del náhuatl al español por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ayudados por hablantes de esa lengua.

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, conocida como Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695), ingresó al convento para desarrollar su vocación de poetisa, escritora y dramaturga, y fue llamada la décima musa y el Fénix de América.

«La loa atribuible a Sor Juana, pero sobre todo las piezas literarias de los caciques indígenas, revelan una invocación cosmoteísta a las fuerzas de la naturaleza», explicó Loera.

Añadió que una de las referencias más antiguas sobre el mito del «amorío de los volcanes», de origen prehispánico, explicaba la «relación» del volcán Iztaccíhuatl (Mujer dormida) con el Cerro Venacho, ambos en el centro del país.

La especialista indicó que lo más destacable de la transcripción del citado conjunto documental fue que permitió entrever la existencia de un lenguaje lleno de disfraz cultural, que utilizaron en su momento los caciques indígenas a fin de continuar el culto a las montañas.

Agregó que los caciques indígenas comienzan a escribir su propia historia a finales del siglo XVII y durante el XVIII, y lo «interesante de las obras en cuestión es que refieren a las deidades y a la cultura alrededor del agua, lo que las convierte en una joya documental».

Loera indicó que según una comparación histórica los textos fueron escritos por Sor Juana entre los 13 y los 16 años, y no a los 8 como se le atribuyen otros autores.

Las dos obras atribuidas a Sor Juana debió escribirlas, antes de ingresar a la corte virreinal.

La experta indicó que la traducción de esta obra se convertirá en un libro conmemorativo relacionado con el Bicentenario de la Independencia, con un título provisional de Sor Juana Inés de la Cruz, una flor de los volcanes.

Loera recordó que esta obra fue descubierta hace años por el historiador Augusto Vallejo Villa.

La versión de El Universal

La Loa satírica en una comedia en la festividad de Corpus hecha y realizada en Tlayacapa en el año de 1682, y su pieza teatral, atribuidas a Sor Juana Inés de la Cruz, fueron traducidas del náhuatl al español a partir de la colaboración entre expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y pobladores de las cercanías de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, hablantes de esa lengua.

También fueron traducidas al español 16 obras escritas por caciques indígenas que conforman junto con las piezas de la Décima Musa el corpus Mercurio Encomiástico, conjunto documental de los siglos XVII y XVIII, cuya trascripción «permitió entrever la existencia de un lenguaje lleno de disfraz cultural, que utilizaron en su momento los caciques indígenas a fin de continuar el culto a las entidades de la montaña», aseguró Margarita Loera, investigadora del INAH

La Loa satírica en una comedia en la festividad de Corpus hecha y realizada en Tlayacapa en el año de 1682, es un poema escrito en mezcla de castellano y náhuatl antiguo, y la etnohistoriadora coincide con Augusto Vallejo y Salvador Díaz Cíntora en atribuir a Sor Juana Inés de la Cruz, no obstante, señala que la Décima musa debió escribirlo entre los 13 y los 16 años, y no a los 8 como han referido otros historiadores.

Aunque el corpus Mercurio Encomiástico fue ubicado hace algunos años por Augusto Vallejo Villa, el historiador se centró en la loa satírica de 1682, misma que atribuyó a la poetisa, luego de la traducción que hizo su amigo, el filólogo Salvador Díaz Cíntora, explicó la experta, de acuerdo con un comunicado del organismo.

Los resultados de la traducción –que se inscriben en el subproyecto «Etnohistoria en pueblos de origen prehispánico, aledaños al Xinantécatl, al Iztaccíhuatl y al Popocatépetl»–, derivarán en un libro conmemorativo a propósito del Bicentenario de la Independencia, cuyo título tentativo esSor Juana Inés de la Cruz, una flor de los volcanes.

Loera, directora general del proyecto eje Conservación del patrimonio cultural y ecológico en los volcanes, en el que convergen la Escuela Nacional de Antropología e Historia y la Dirección de Estudios Históricos (ambas instancias del INAH), señaló que a diferencia de esa traslación, la publicación –que espera sacar a la luz– incluye la traducción del conjunto documental completo, es decir, dicha composición y su pieza teatral, ambas atribuibles a la poetisa de la Nueva España, además de las 16 escritas por autores indígenas.

El corpus fue escrito en un náhuatl periférico del siglo XVII, es decir, con variantes al usado en ese entonces en la ciudad de México. «La traducción que hizo Díaz Cíntora de la loa atribuible a Sor Juana Inés de la Cruz es muy erudita. Por mi parte –continuó Margarita Loera–, preferí contactarme con un hablante del náhuatl, quien me ayudó a develar una interpretación distinta de la misma, con un tono más etnohistórico».

«La loa atribuible a Sor Juana, pero sobre todo las piezas literarias de los caciques indígenas, revelan una invocación cosmoteísta a las fuerzas de la naturaleza. Para fines del siglo XVII y durante el XVIII, estos personajes comienzan a escribir su propia historia. Lo interesante de las obras en cuestión es que refieren a las deidades y a la cultura alrededor del agua, lo que las convierte en una joya documental».

De acuerdo con la especialista, mediante un disfraz del lenguaje, los textos delMercurio Encomiástico conllevan otro mensaje. Así, mientras estos pasajes se recitaban en los atrios de las iglesias, la mención de santos cristianos en ellos, realmente correspondía a la invocación de las altas montañas.

Dentro de las piezas del conjunto documental, Loera ubicó una de las referencias más antiguas sobre el mito del «amorío de los volcanes» el cual, aunque sí es de origen prehispánico, originalmente explicaba la «relación» del Iztaccíhuatl con el Cerro Venacho, que se halla a 8 kilómetros al este del poblado de Amecameca.

«La confusión en torno a esta leyenda, es decir, cuando la figura del volcán Popocatépetl sustituye al Cerro Venacho, se da en el siglo XIX. En el último tercio de ese siglo se crean pinturas y obras literarias alusivas a los volcanes para distraer la atención pública sobre el desastre ecológico que estaba implicando la desecación de los lagos del Valle de México, entre ellos el de Chalco», anotó la experta.

Por lo que respecta a la La Loa satírica en una comedia en la festividad de Corpus hecha y realizada en Tlayacapa en el año de 1682, dijo que continúan las sospechas sobre la atribución de la obra, sin embargo, «en el Archivo General de la Nación localicé una cantidad de documentos inquisitoriales en los que el copista del Mercurio Encomiástico, José Antonio Pérez de la Fuente y Quijada, asienta que recibió dicho corpus».

«Cabe recordar que este copista de origen mestizo estaba recogiendo para esa época y a petición del cacique Juan Hipólito Cortés Quetzalquauhtli y Tequantepehua, la historia del pueblo de Panoayan (cercano a Amecameca, en el Estado de México). Entonces no es extraño que entre esos documentos se hallara la loa de la poetisa novohispana, muy posiblemente la única joven no sólo letrada en náhuatl y castellano, sino además literata, que habitaba en ese entonces en la hacienda del lugar», finalizó.

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