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Sin título (bailarina Elena Noriega), 1950; en la parte superior derecha, imagen de la serie Globero (Palacio de Bellas Artes), Ciudad de México, 1961, y abajo, Ruego, 1954, coreografía: Magda Montoya y música de Johann Sebastian Bach, fotografías de Nacho López incluidas en la muestra en el recinto de Juárez, esquina Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro Histórico. El próximo octubre se cumplirá el 30 aniversario luctuoso del artista. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 14 de abril de 2016. (RanchoNEWS).- A unos meses de cumplirse el 30 aniversario luctuoso de Nacho López (el próximo octubre), hoy se inaugura en el Museo del Palacio de Bellas Artes una exposición con trabajos del artista, poeta, pensador y crítico. Merry MacMasters reporta para La Jornada.
La muestra Nacho López: fotógrafo de México reúne más de 235 obras vintage (impresiones de época hechas por el mismo fotógrafo) y documentos.
Abarca imágenes y series que ya forman parte del imaginario colectivo como Penitenciaría Lecumberri (1950), La Venus se fue de juerga por los barrios bajos (colonia Santa Julia) y Cuando una bella parte plaza por Madero, estas dos últimas series de 1953. También trae y promete sorpresas.
Uno de sus seis núcleos temáticos está dedicado a la pasión de Nacho López por el cine. Él hubiera querido desempeñarse más en el séptimo arte; sin embargo, como expresó José Antonio Rodríguez, curador de la exhibición –con Alberto Tovalín–, su muy admirado Gabriel Figueroa «nunca le permitió acceder al cine industrial mexicano». Entonces, don Nacho volteó hacia el cine experimental e indigenista.
La muestra hace referencia a dos cintas: Los hombres cultos (1972) y una sobre el triunfo de la revolución cubana. Respecto de la primera, que además ganó un premio, después de su estreno no se volvió a proyectar fuera de una función hace unos años en la Cineteca Nacional, dijo Rodríguez. Adelantó que Los hombres cultos se exhibirá en forma completa en diferentes horarios del día durante el tiempo que dure la exposición.
Todo un enigma es En algún lugar del mundo. Según Rodríguez «poco después del triunfo de la Revolución cubana, El Tigre Azcárraga (dueño de Televisa) pagó a Nacho López para hacer ese documental. El comandante Castro Ruz le permitió a los ejércitos para puestas en escena y le abrió La Habana para realizar la película.
«Se sabe que Nacho López entregó todo el material fílmico al Tigre Azcárraga y desde 1961 se encuentra perdido, aunque en este proceso de más de un año de investigación para la exposición logramos detectar dónde estaba.»
Inquirido al respecto, Rodríguez aseguró que el productor del filme –no se reveló su nombre– «lo resguardó en negativos –no lo tiene Televisa–; entonces se tiene que hacer un proceso de positivo, de edición, además no hay guión». Para mostrarlo «necesitábamos basarnos en un guión que no teníamos, nadie lo tiene. No puedes pegar segmento por segmento de películas, sino basarte en un guión para armar el discurso que quiso hacer Nacho López.»
Precursor del fotorreportaje
Miguel Fernández, director del museo, dijo que la Cineteca Nacional está dispuesta a «apoyarnos para generar este trabajo de positivo. Ojalá se pueda dar en el transcurso de la exposición y que la familia acepte.»
Los otros apartados son Yo ciudadano, Páginas visuales, Tierra Tiempo, Trastocación y Multidimensionalidad.
María Cristina García Cepeda, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, recordó que este precursor del fotorreportaje mantuvo un proceso permanente de experimentación. Un ejemplo son sus «vasedactigrafías», apenas vistas una vez. Consistían en embarrar a su esposa y amigos de vaselina, y ponerles encima papel fotográfico que, como superficie sensible, adquiría todas las conformaciones generadas por este extracto sobre los cuerpos, explicó Rodríguez.
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