El músico en una de sus presentaciones. (Foto: Getty)
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iudad Juárez, Chihuahua. 28 de octubre de 2022. (RanchoNEWS).- Impulsivo, envidioso y genial, Jerry Lee Lewis tuvo la mala suerte de nacer el mismo año que Elvis Presley y tres años después que Johnny Cash y Carl Perkins. El llamado “Cuarteto del millón de dólares” cambiaría la historia de la música gracias, entre otros azares del destino, al productor Sam Phillips y su discográfica Sun Records. Con su muerte, a los 87 años, se pierde una de las figuras más carismáticas y polémicas del rock and roll (así, con todas las letras y, si se pudiera, con todas las mayúsculas), escribe Javier López Rejas para El Cultural.
Intérprete de Great Balls of Fire, su tema más famoso, destacó por directos incendiarios (dicho sea con la mayor literalidad) y de meterse sin que se lo pidieran en todos los charcos y conflictos que se cruzaban en su camino. Nacido de una familia muy humilde de Ferriday (Luisiana), Lewis, antes de mostrar instinto de “asesino” para la música, cultivó todos los estilos que pasaban por su puerta, blancos o negros, como el country, el rhythm and blues, el boogie-woogie y el gospel hasta poner a rodar el rock con toda su fuerza y magnetismo.
Lewis empieza su carrera sobre los escenarios en 1949 y tres años después también inaugura la larga lista de mujeres que pasarán por su vida casándose con Dorothy Barton. Pronto llegarán temas como New Orleans boogie y Don’t Stay Away y actuaciones en clubs de su localidad natal, Misisipi y Nashville. Su olfato de sabueso artístico no tardaría en detectar el efecto Elvis, que pululaba por Memphis en 1956 atrincherado en los estudios de la mencionada Sun Records, donde grabaría temas como Crazy Arms o End of the Road.