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La escritora alemana. (Foto: DPA)
C iudad Juárez, Chihuahua, 1 de diciembre 2011. (RanchoNEWS).- Christa Wolf, una de las voces más reconocidas de la literatura alemana de la posguerra, murió hoy a los 82 años en Berlín tras una larga enfermedad, informó su editorial, Suhrkamp. Una entrega de DPA:
Novelista, ensayista y guionista, Wolf fue constante candidata al Nobel y obtuvo en 1980 el premio Georg Büchner, el más prestigioso de las letras alemanas.
Su obra, en la que destacan novelas como Casandra, El cielo dividido y Reflexiones sobre Christa T., aborda los aspectos positivos y negativos de la vida en la antigua Alemania Oriental (RDA) y refleja los destinos divididos por el Muro.
«Alemania pierde con su muerte a una de las autoras alemanas más importantes del presente», lamentó el ministro de Cultura, Bernd Neumann. Para el presidente Christian Wulff, «su literatura movilizó, entusiasmó e hizo reflexionar» a los alemanes.
Wolf nació el 18 de marzo de 1929 como Christa Ihlenfeld en una familia de clase media de Landsberg, hoy Polonia, y estudió germanística en Jena y Leipzig.
En 1961 publicó su primer libro, Moskauer Novella, y en 1963 alcanzó su primer gran éxito literario con la publicación de El cielo dividido, por el que recibió el premio Heinrich Mann.
Su actitud frente a la RDA la convirtió en una figura polémica: fue militante del partido único SED hasta su desaparición en 1989 y colaboró con la policía política Stasi.
Sin embargo, con el tiempo fue desarrollando una visión cada vez más crítica con el gobierno comunista, sin renegar nunca del marxismo.
Pésame de intelectuales y políticos
Desde finales de los años 60, ella y su familia fueron vigiladas por la Stasi. Con la reunificación alemana en 1990 mantuvo la esperanza de que llegara una forma de comunismo más humano.
Su última novela, Ciudad de los ángeles o el abrigo del Dr. Freud, apareció el año pasado. La obra narra el destino de los intelectuales exiliados en Estados Unidos durante el nazismo.
La muerte de la autora fue recibida hoy con señales de pésame por políticos e intelectuales de Alemania.
«Es difícil encontrar a otra autora en las décadas recientes que pudiera mostrarse como instancia moral en la RDA y al mismo tiempo como objeto de identificación para tantos lectores en la Alemania occidental», destacó el presidente de la Academia de las Artes de Berlín, Klaus Staeck.
El escritor Hermann Kant habló de «un día triste para la literatura alemana, para la literatura en general y para todos aquellos relacionados con la literatura alemana».
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