Rancho Las Voces: Caricatura / Entrevista a Daniel Clowes
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jueves, diciembre 15, 2011

Caricatura / Entrevista a Daniel Clowes

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Daniel Clowes por Daniel Clowes. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihauhua, 15 de diciembre 2011. (RanchoNEWS).- Un barrio residencial interminable por el que deambular sin destino, grandes gafas de pasta y máscaras de gato, un chicle en la boca, ropa contraria a cualquier moda, la virginidad pesando sobre los hombros, el cinismo como forma de vida y el dedo corazón apuntando al cielo. Algo así era la adolescencia que habitaba en las páginas de Ghost World, la novela más popular, más mundialmente reconocida y reconocible del historietista Daniel Clowes (Chicago, 1961). Incluida en origen en su serie Bola Ocho, sus personajes –las antagónicas Enid y Rebecca, amigas por necesidad púber–, empezaron a cobrar vida propia hasta conseguir su propio libro, llamado a convertirse en icono generacional desde su publicación en 1998. Una huella de la juventud en los 90, sí, pero también de las siguientes, pues hoy la obra sigue enganchando a los adolescentes, para sorpresa de quien la concibió. En el ínterin Clowes ha visto incontables reediciones, traducciones, muñecas de las protagonistas y la adaptación de la historia al cine en una película de cuyo guión también es responsable. Lo último, una edición de lujo que acaba de lanzar en España La Cúpula y que incluye la novela, el guión del filme y multitud de extras.

Convertido en uno de los autores más aclamados del cómic underground, el paciente Clowes no se cansa nunca de contestar entrevistas sobre sus dos hijas de papel, a las que imagina como seres de carne y hueso cuyas vidas continúan en algún lugar del mundo. De buena mañana y desde su casa en California, vuelve a ponerse al teléfono para hablar de ellas. Nada del hombre temible de las fotos ni de las extravagancias de sus historietas, Clowes es amable y risueño. Adiós mito, una entrevista de Marta Caballero para El Cultural:

No puedo cansarme de Enid y Rebecca. Sé que muchos autores reniegan de su obra más famosa y que les molesta que les pregunten por ella, pero no es mi caso, aunque sé a lo que te refieres. Sin embargo, me siento muy orgulloso de este libro porque es muy personal, en él hay pensamientos muy profundos de un momento de mi vida y me gusta.

No en vano, además de hacerlo internacionalmente conocido, la historia de Ghost World le reporta cada cierto tiempo una buena cantidad de dinero: «No me han hecho rico pero es un libro que sigue vendiéndose ¿Desde hace cuánto? ¿13 años? Es como tener un hijo al que envías al mundo y que, cada cierto tiempo, te manda un cheque a casa. Incluso mejor, porque los hijos ya no hacen esas cosas. Es un dinero por el que no tengo que trabajar y estoy muy agradecido por ello», se alegra el dibujante.

Así las cosas, si Ghost World es la gallina de los huevos de oro de su trayectoria, ¿Por qué no continuó escribiendo historietas sobre sus protagonistas?

Tenía claro que cualquier cosa que añadiera sólo habría empeorado el libro. Durante un tiempo todo el mundo me reclamaba una historia que explorase otro momento de las vidas de las protagonistas, pero yo sabía y sentía que era imposible, que no podía hacer nada más.

Esta última afirmación de Clowes no es del todo cierta, hay breves añadidos en la edición especial que juegan con la idea del futuro de las chicas, representado aquí de una forma tan negativa que, llegado el momento, ellas mismas se rebelan y espetan al dibujante para que corte. ¿Por qué esa seguridad tan tajante de que les habría ido mal en la vida?

No, mal no, en realidad para mí estos personajes tenían ese tipo de personalidad rebelde que indica que acabarían encontrando su lugar en el mundo. Probablemente habría sido un final feliz, pero no me gusta decirlo.

Me imagino que cuando habla de rebeldía se refiere más a Enid, la verdadera protagonista. Es ella quien se opone a cualquier rutina, a cualquier acto de normalidad. Y, sin embargo, usted que es artista se siente identificado con Rebecca, más dócil, más silenciosa. Jamás lo habría imaginado.

¿En serio? Es divertido que lo veas así. Enid fue desde el principio una especie de manifestación del tipo de gente a la que siempre he admirado, personas que no son tímidas, almas vibrantes, de esas que pueden ser ellas mismas en público. Yo era mucho más débil, estaba demasiado preocupado por cómo podrían juzgarme. Solía ser siempre el amigo callado de alguien como Enid. En el libro hay una dualidad entre con quién me identifico y a quién admiro.

El tiempo, las charlas, los premios... ¿No le han dado más seguridad? ¿No es ahora más Enid que entonces?

No, no creo que nadie cambie. Dedicándome a esto durante 25 años sí que he llegado a sentirme más cómodo hablando en público y cosas así a las que me resistía al principio, pero mi personalidad no ha logrado asemejarse a la de Enid en nada.

El caso es que en el prólogo de la nueva edición usted escribe que a día de hoy con quien más se identifica es con el padre de ella.

Sí, cuando estaba escribiendo el cómic el padre de Enid era un viejo tonto y es en eso en lo que me he convertido exactamente...

Exagera Clowes. Su agudeza y su talento para reunir drama y sarcasmo, comedia y desesperación a la hora de hablar del ser humano, tenga la edad que tenga, están más vivos que nunca, como ha demostrado en trabajos más recientes como Wilson y Mister Wonderful. Aunque en algo acierta: sus historias han dejado de tocar la adolescencia para abundar en otra época de cambios, esa en la que uno deja de ser joven. Si Ghost World connotaba un alto contenido autobiográfico, los personajes masculinos a los que hoy recurre lo derrochan aún más:

¿Ya no le interesa escribir sobre adolescentes?

No es eso, es que me siento cada vez más desconectado no de ellos en sí, sino de mis propias emociones como adolescente. He escrito Ghost World, David Boring y títulos más recientes como Death-ray y siento que no tengo mucho más que decir sobre esa parte de mi desarrollo, de mi conversión en persona. Ahora lo que me interesa es explorar cómo la edad te transforma en alguien diferente. Son los cambios en general los que me interesan.

¿No trata con adolescentes?

¡Oh, no! mi hijo es pequeño, aún no tiene la edad de Enid. Afortunadamente no trato mucho con ellos pero siempre me alegra saber que siguen respondiendo a libros como Ghost World, me sorprende que me digan que significa algo para ellos.

Entiendo su sorpresa, la adolescencia de hoy en nada se parece a la de los que fuimos adolescentes en los 90. ¿Podría haber creado Ghost World en el mundo actual?

Habría sido una historia totalmente diferente. Probablemente las chicas pasarían mucho más tiempo en casa conectadas a Facebook y a ese tipo de cosas. Sería difícil construir una trama con estos ingredientes.

Porque no hay trama alguna en un joven colgado de un ordenador.

No, la verdad es que un personaje sentado en una mesa no tiene mucho interés. Pero, insisto, me encanta que la gente joven lea este libro en el que no aparece un solo teléfono móvil ni ninguno de los parámetros básicos de su mundo. Esto me hace pensar que la obra debe desprender algo a nivel emocional.

Lo dice como dudando. ¿Es que no es consciente del icono que es Ghost World? ¡Pero si hasta ha salido en Los Simpsons!

Qué va, no pienso en nada parecido. Yo solo creo personajes, trato con un mundo muy pequeño que luego pongo en el papel y no pienso en nada más grande que esto. Esperas que si te retas a ti mismo, las cosas vayan bien, pero no voy tan lejos.

Volviendo a los cambios, a su propia evolución como escritor, me da la sensación de que no para de explorar nuevos terrenos. En cada libro hay distintos estilos de dibujo y aprecio que cada vez tiende más a caricaturizar a los personajes.

Siempre estoy trabajando en darme a mí mismo algo que me enriquezca, trato de encontrar formas de levantarme cada mañana con ganas de saltar corriendo hacia la mesa de dibujo. Eso es lo que tienes que hacer si eres artista, trabajar por hacerlo todo lo más interesante y excitante como sea posible. Intentar abarcar distintos estilos me desafía y, además, me resulta divertido.

Acaba de publicar una nueva portada para el New Yorker en la que muestra una librería en la que se vende todo tipo de objetos menos libros. Sobre todo, aparatos para la lectura digital. ¿Dónde están los libros en 2011?

Soy consciente de que todo está cambiando constantemente, pero para mí un libro es inmejorable, es el objeto perfecto. Un libro existe por sí mismo, funciona como un mundo y no hay nada que te distraiga de él. Comprar un libro, leerlo, ponerlo en la estantería... es algo que nada puede superar. Cada uno de mis libros, y tengo miles de ellos, son como un espía, cada uno contiene un trozo de memoria en sí mismo, de la experiencia que tuve con él. Es algo que pierdes con estos aparatos. Sé que no se puede cambiar el flujo del progreso pero ¿es esto el progreso?

¿Tampoco le convence la tecnología a la hora de trabajar?

Sí, tengo que usarla en ciertas fases, como en el coloreado, de cara a la impresión. Pero toda la parte de escritura, dibujo, etcétera la hago de forma completamente manual, al viejo estilo.

Tengo entendido que va a escribir el guión para la adaptación de Wilson al cine. ¿Está contento de volver a este medio?

¡Muchísimo! La dirigirá Alexander Payne el próximo año. Es probablemente mi director favorito y tener la oportunidad de trabajar con él es emocionante. Payne es uno de los pocos cineastas que puede presumir de tener una carrera perfecta, no ha hecho una mala película. Ambos tenemos una sensibilidad parecida y una idea similar de lo que queremos que sea nuestro trabajo. Es que no me lo creo, me despierto por las mañanas y me pregunto ¿Es verdad que vamos a hacer esta película?

¿Ha pensado en algún actor para protagonizarla?

No, aún no tenemos, pero seguro que va a ser interesante encontrarlo. Payne es muy bueno en estas cosas, así que me mantengo abierto a las posibilidades más improbables, porque estoy seguro de que elegirá a alguien que a mí jamás se me habría ocurrido. Me divierte ver a cualquiera actuando y pensar de inmediato: hey, este tío lleva barba, ¿podría ser Wilson?

Además de la película, ¿en qué está trabajando ahora y cuáles son sus influencias presentes?

Ahora estoy con un cómic más largo sobre el que aún no estoy listo para hablar. Mi influencia aquí son los primeros cómics de Marvel, con los que crecí. Tienen esta especie de loca sensibilidad pop que estoy intentando reproducir. Aún no tiene título y sí puedo decir que no se parece en nada a mis trabajos anteriores.

Entre cómics de Marvel y la ilusión casi infantil de regresar al cine finaliza esta charla con Clowes, que asegura que le gustaría venir a España a presentar su tercera incursión en el séptimo arte. La primera fue con Ghost World y le valió una nominación al Oscar. El guión de aquella película está recogido en la nueva edición doble que contiene «dos permutaciones de un mismo mundo». Pero este nuevo libro es mucho más. Metido a vendedor («soy el peor del mundo vendiendo cosas», protesta), se le pide que convenza a sus seguidores de volver a colocar otra edición de esta historia en la estantería ahora que la Navidad acecha:

El libro original tiene como 80 páginas y éste es como tres veces más grande. Si te gusta la película, es bueno que tengas el guión y, además, un montón de fotos y de cosas locas relacionadas con ella. Si tienes este libro puedes quedarte tranquilo de que no hay nada que se te quede atrás, ninguna cosa que puedas conseguir en eBay. Todo lo relacionado con Ghost World está en él y presentado en un formato perfecto.


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