Rina Lazo, la última gran muralista. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 23 de junio de 2018. (RanchoNEWS).- «El muralismo no se acabó, lo acabaron», afirma en un solo respiro Rina Lazo (Guatemala, 1923), considerada la última mujer del movimiento artístico. La declaración no es un decir al azar. Quien fuera ayudante de Diego Rivera hasta su muerte hace memoria de la campaña gestada desde la CIA para detener el arte figurativo revolucionario, y emprender una nueva generación de artistas abstractos: «los que hacían arte mudo, el que no dice nada sólo decora», dice.
Lazo, quien celebrará en octubre próximo su cumpleaños 95 trabajando en un mural sobre los mayas, no titubea al recordar que tras la censura al mural El hombre en el cruce de caminos, de Rivera, en el Centro Rockefeller, el gobierno de Estados Unidos decidió que el discurso de los frescos resultaba peligroso para el crecimiento del capitalismo y, sobre todo, su imperialismo. Entonces se inició una campaña para desprestigiar la pintura figurativa y promocionar la abstracción.
Sonia Ávila reporta para Excélsior
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