Portada del libro. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de junio de 2018. (RanchoNEWS).- Junto con Un hilito de sangre, de Eusebio Ruvalcaba, y una antología de relatos eróticos de José Agustín, el libro Erótica: la otra orilla del deseo, de Andrés de Luna (Tamaulipas, 1955), fue ocultado a principios de la década de los noventa del siglo pasado. «La literatura erótica provocaba espanto; cuando yo saqué ese libro, en 1992, no se podía comprar en Sanborns, hubo una censura bastante fuerte sobre esos tres libros, estaba muy censurado», dice el narrador y ensayista.
Las historias voluptuosas, recuerda, prácticamente eran escondidas en la parte más baja de los anaqueles, «y casi había que pedirlos personalmente en las librerías más o menos serias». Tres décadas después, piensa, las cosas han cambiado, pero la tradición literaria mexicana sigue adoleciendo de una narrativa erótica consolidada: «Se ha tratado, pero no se ha logrado desafortunadamente; parece ser que hay como ciertos destellos, pero realmente creo que no hemos tenido el nivel y la tradición como en Francia o en Inglaterra.»
Luis Carlos Sánchez escribe para Excélsior
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