El cineasta italiano. (Foto: RanchoNEWS)
C
iudad Juárez, Chihuahua. 24 de diciembre de 2024. (RanchoNEWS).- Para algunos cineastas su ciudad, o su país, es mucho más que el lugar en el que ambientan sus historias o un mero contexto es un personaje más, cuando no el coprotagonista. No solo eso. Su propia mirada provoca que esos lugares se tiñan de ella en el imaginario popular. Si Scorsese o Woody Allen recrean una y otra vez Nueva York, también lo hace Pedro Almodóvar con Madrid como Truffaut y Rohmer con París u Ozu con Tokio, escribe Juan Sardá en El Cultural.
Después de Fellini, del que cada vez más es más evidente su insoslayable herencia, Sorrentino «sorrentinea» con Parthenope, una película hermosa sobre una mujer bellísima (Celeste Dalla Porta) que nace en los años 50 y de la que vemos toda su vida hasta la vejez, centrándose sobre todo en su juventud.
Todo ello, en una serie de secuencias-estampas en las que Sorrentino muestra distintos aspectos de Nápoles y la propia vida italiana en una película que es una especie de suma poética de sus obsesiones. Y así es Italia según su más famoso cineasta moderno.