El poeta mexicano. (Foto: El Informador)
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iudad Juárez, Chihuahua. 12 de enero de 2025. (RanchoNEWS).- En su libro «Poeta griego arcaico» (Sexto Piso, 2024), Luis Felipe Fabre dialoga con los dioses del Olimpo. Nació de la necesidad «mandar un par de recados a los dioses» del panteón griego, después de reconocerse como un «creyente pagano» , escribe Kevin Aragón en El Sol de México.
«Los dioses griegos nos son muy cercanos de muchas maneras, porque toda nuestra cultura occidental se ha basado en ellos. Pienso que gran parte de los mitos griegos los hemos ido relacionado, gracias Freud y psicoanálisis, como diagnósticos clínicos, como si fueran algo que no está bien en nuestras vidas. No sé quien lo decía, pero es cierto que ‘todo dios derrocado reaparece como demonio’. Esa es una forma de ver cómo los dioses siguen operando en nosotros, pero, más allá de esa imagen del síndrome y el diagnóstico, yo los veo como potencias cósmicas dentro de uno. Es el principio hermético de como es adentro es afuera y como es abajo también es arriba, que, estudiado desde la astrología, es más que interesante. Todos en nuestra carta astral tenemos dios. Y para mí los dioses no son un dato filológico o erudito, ni como una nota al pie de un libro de Gredos, sino como fuerzas actuantes en mí», dice Fabre en entrevista con El Sol de México.
«La idea que tenemos de los griegos es muy filosófica, pero al leer a los poetas preplatónicos, uno ve que hay algo sobre aprender a lidiar con lo irracional, y al mismo tiempo con un enorme amor a la vida. Es algo muy esencial: si un día tienes que agarrarte a putazos con dios, te agarras a putazos con un dios, porque lo más esencial del ser humano es permanecer un día más bajo el sol», agrega.