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El intelectual francés. (Foto: archivo)
P arís, 6 de Marzo 2007. (EFE).- El filósofo y sociólogo francés Jean Baudrillard, feroz crítico de la sociedad de consumo y teórico de la posmodernidad, murió ayer en París a los 77 años, informaron sus allegados, aunque no precisaron la causa del deceso.
Baudrillard, próximo a otros dos grandes pensadores franceses, Roland Barthes y Henry Lefebvre, publicó medio centenar de obras, muchas traducidas al español, como América, El crimen perfecto y La guerra del Golfo no ha tenido lugar.
Egresado de filología germánica de la Sorbona de París y traductor de Bertold Brecht, Baudrillard refutó el pensamiento científico tradicional y basó su filosofía en el concepto de virtualidad del mundo aparente. Además de arremeter contra la sociedad de consumo y considerar a las masas como cómplices de esa situación, desarrolló en las últimas décadas una crítica radical contra los medios de comunicación: era amante de la fotografía, pero crítico voraz de la imagen tridimensional.
Nació en Reims, Francia, en 1929. Fue docente en la Universidad París X, en Nanterre, donde tuvo un papel activo en los hechos de mayo del 68.
Frente al mundo posmoderno, advirtió que no había realidad, no había historia, sino un simulacro de la realidad. Opinaba que los medios de comunicación eran los constructores ideológicos de la realidad virtual, de la ilusión radical que niega la realidad real.
Crítico de la sociedad estadounidense, aseguraba que en ese país la autenticidad había sido reemplazada por la copia. Antes de que se iniciara la Guerra del Golfo (1990), predijo que dicha guerra no ocurriría. Después de ésta, proclamó haber estado en lo cierto: planteó que la realidad de la guerra, en la que la gente se enfrentaba una a otra hasta la muerte, había sido reemplazada por una copia de ésta, donde no existió ninguna lucha, ya que llegó al mundo por la televisión.
De visita en México en septiembre de 2001, tras los atentados contra las torres gemelas, afirmó que el siglo XX vio todo tipo de crimen, pero que el crimen perfecto había sido caer en la banalidad.
Criticó la televisión por comercializar la imagen para convertir a los eventos en un conjunto de fantasmas forzados por la visibilidad indiscriminada. "Cuando ya lo vimos todo, necesitamos ver lo que ocurre en un mundo cerrado, en un mundo virtual, en donde sólo existe un zombie con un vínculo umbilical de su propia imagen".
En México circulan sus libros América, Contraseña, Cool memories, El crimen perfecto, Cultura y simulacro, Las estrategias fatales, La guerra del Golfo no ha tenido lugar, Ilusión del fin o la huelga de los acontecimientos, La izquierda divina, El otro por sí mismo, Pantalla total, Paroxista indiferente y La transparencia del mal (Anagrama); La posmodernidad (Colofón) y El sistema de los objetos, Crítica de la economía política del signo y La ilusión vital (Siglo XXI).
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