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El historiador, escritor, bibliógrafo, ensayista y diplomático José Luis Martínez, en imagen de 1989 tomada del libro Escritores en la diplomacia mexicana, tomo II (Foto: Paulina Lavista )
M éxico, 21 de Marzo 2007. (MONICA MATEOS , MERRY MACMASTERS , ERICKA MONTAÑO , MONICA RODRIGUEZ/La Jornada).- El historiador, diplomático, ensayista, bibliógrafo y cronista emérito José Luis Martínez, considerado como el curador de las letras mexicanas, falleció este martes alrededor de la una de la tarde a los 89 años de edad, debido a complicaciones de una larga enfermedad.
Su hijo del mismo nombre, que procreó con la coreógrafa y bailarina Amalia Hernández, y quien es embajador de México en Hungría, informó desde aquel país a La Jornada que llegará hoy por la noche al Distrito Federal, para asistir al funeral de su padre.
Este jueves, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) le rendirá un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, a partir de las 10:30 horas.
José Luis Martínez nació en Atoyac, Jalisco, en 1918. La Academia Mexicana de la Lengua le brindó un reconocimiento en enero pasado en su calidad de director honorario perpetuo de esa institución.
La última vez que acudió a un acto público fue el pasado 19 de febrero, a la instalación de la nueva asociación civil del Consejo de la Crónica de la Ciudad de México, en su calidad de miembro fundador de esa instancia cultural.
Cultivador de la inteligencia
De su obra hablan para La Jornada sus amigos.
''Estuve cerca de José Luis Martínez mucho tiempo, aprendí muy variadas cosas de él, tanto de su pasión bibliográfica y editorial, como el arte de vivir, de leer, de escribir. José Luis Martínez estuvo en el centro de la república literaria y cultural del país muchos años, ese estar era el resultado de su enamoramiento por la literatura y por quienes la practicaban, por los poetas y por quienes leían, por eso estuvo cerca de los escritores y artistas", dice el editor y ensayista Adolfo Castañón.
''Es una de las pocas personas de las que podemos decir que llevaban puesta la literatura mexicana completa, la había leído toda, hasta a los más jóvenes, de los autores de los siglos XVI al XX. Fue un hombre dedicado al cultivo de la memoria y de la inteligencia. Gabriel Zaid, en el texto crítico que acompaña el video que preparó el CNCA para el homenaje que le rindió la Academia Mexicana de la Lengua, presentó a José Luis Martínez como el 'curador' de las letras mexicanas, esta palabra de curador nos puede resultar un poquito oscura, pero tiene que ver con la conciencia de la responsabilidad y el hacerse cargo del cuidado de las letras de México", señala Castañón.
Para el narrador Arturo Azuela, José Luis Martínez, quien dirigió el Instituto Nacional de Bellas Artes de 1965 a 1970, ''indudablemente representa esa gran tradición de polígrafos mexicanos que viene desde don Carlos de Sigüenza y Góngora. No sólo fue un gran ensayista, sino entregó una de las grandes contribuciones en la historia literaria de México".
El féretro con los restos mortales de José Luis Martínez, durante el homenaje de cuerpo presente que se rindió al maestro en el Palacio de Bellas Artes. (Foto: Marco Peláez/La Jornada)
Agrega: ''perteneció a uno de los grupos más notables de la cultura mexicana del siglo XX: Juan José Arreola, Alí Chumacero, Antonio Alatorre, ilustres jaliscienses que se vinieron a vivir a México en la década de los 40. En muchos sentidos, la obra de José Luis Martínez tiene grandes alcances y es visionaria".
Prosigue: ''sus trabajos sobre Nezahualcóyotl y Hernán Cortés son de los mejores en su género. Y, precisamente hace casi medio siglo, abrió las mejores críticas en el campo de la narrativa mexicana. Su pérdida, pues, no sólo es irreparable, sino esperemos que otro grupo de polígrafos mexicanos muy pronto retome su obra. Su dedicación a Alfonso Reyes fue digna de admiración".
Y concluye: ''por otra parte, también fue de llamar la atención su trabajo como funcionario público y en especial como director de la Academia Mexicana de la Lengua."
El escritor Alberto Ruy Sánchez, dice: ''José Luis Martínez fue para todos nosotros un maestro, perteneció a la generación de Octavio Paz, tomó un camino del análisis de la literatura mexicana y estudio bibliográfico. Quienes tuvimos el privilegio de usar su biblioteca cuando la necesitamos, sabemos del rigor y la pasión con las que él se dedicó a los libros y a México''.
Diputado y diplomático
Con motivo del homenaje que recibió en enero en Bellas Artes el ex director del Fondo de Cultura Económica, La Jornada publicó en estas páginas una serie de entrevistas que le realizó la escritora Elena Poniatowska.
Entre muchos de sus oficios, José Luis Martínez fue secretario de El Colegio Nacional, diputado federal, así como embajador de México ante Perú, Grecia y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La primera entrevista de Poniatowska a José Luis Martínez, el último día de 1953, generó una polémica con los intelectuales de la época, pues en ella el cronista hizo una fuerte crítica a la literatura mexicana y propuso que los escritores se dedicaran a enseñar:
''Que enseñen a leer y a escribir. Le voy a contar algo. Yo era un intelectual hasta las cachas poético y lleno de problemas. Por las noches me desvelaba filosofando. Quería que todo tuviera un sentido trascendental y para todo buscaba una respuesta. Daba conferencias y clases de filosofía y filología. En las noches me reunía con mis amigos, casi todos autores de lánguidos versitos que en el fondo no eran sino diversiones privadas para el regocijo del petit comité. Como usted sabe, acompañé a Yáñez en su campaña política, y un día, en el pequeño pueblo de Mascota, encontré dos maestros rurales muy jóvenes. Además de enseñar, gastaban su sueldo en vestir y dar de comer a sus alumnos. Tenían una idea admirable de la condición humana y su actitud frente a la vida era intachable, conmovedora, un cierto modo de ser que ninguno de nosotros, literatos vanidosillos, podríamos alcanzar. Entonces me di cuenta de la inutilidad de la literatura mexicana actual y de la necesidad de lo que yo podría escribir."
Entre sus obras figuran Literatura mexicana siglo XX, Guía para la navegación de Alfonso Reyes, Hernán Cortés y Nezahualcóyotl, vida y obra, entre muchas otros.
El cuerpo de José Luis Martínez fue velado en Gayosso Sullivan y mañana jueves, después del homenaje en Bellas Artes, sus restos serán cremados.
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