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Imagen del abogado, político, escritor, educador, funcionario público y filósofo mexicano. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de junio 2009. (RanchoNEWS).- La obra, la trayectoria y la actitud de José Vasconcelos (1882-1959), «vistas hoy día se pueden encerrar en una sola palabra: disidencia», reflexionó el crítico literario Emanuel Carballo, quien analizó y recordó la importante labor cultural y literaria que realizó el abogado, escritor, político, funcionario y filósofo mexicano. Una nota de La Jornada:
En conferencia llevada a cabo este domingo, en la sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, para conmemorar el 50 aniversario luctuoso de Vasconcelos, Carballo destacó la importancia del Ateneo de la Juventud, generación a la que perteneció junto con Alfonso Reyes, Martín Luis Guzmán y Julio Torri, entre otros.
Asimismo, Carballo citó algunas de las reflexiones de Vasconcelos –«la literatura debe ser fundamentalmente protesta»– a partir de una conversación que tuvo con Vasconcelos en torno a los cuatro tomos que conforman las memorias del autor del Ulises criollo.
Vasconcelos, dijo, «es un creador de mundos autosuficientes y fascinantes; en sus libros triunfa la libertad y se denuncian las pillerías de los poderosos; empero, por ese camino, desgraciadamente don José desciende del desastre al alegato político, a la subliteratura, pero cuando acierta escribe gran literatura. Es un escritor neoromántico que cree primero en el estímulo externo, en la inspiración y luego en el trabajo. Después de su muerte ganó silenciosas batallas. Enterrados los intereses que lo combatieron, abolidos los sectarismos de izquierda y derecha, el nombre de Vasconcelos es punta de lanza que puede ayudar en la pelea contra el colonialismo mental. Su mensaje no es el de la concordia, sino el de la discordia que, a mi juicio, ahí reside una sustantiva parte del verdadero Vasconcelos. A Vasconcelos se le juzga de forma dispersa. En el terreno de la cultura y el arte, gracias a Álvaro Obregón, Vasconcelos, casi a partir de nada, hizo lo que fuimos durante varias décadas: el milagro mexicano. Después, a partir de Miguel Alemán, primero con el PRI, y ahora con el PAN, enterramos su gloriosa herencia cultural».
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