.
El alebrije de la feria. (Foto: Conaculta)
C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de agosto de 2009. (RanchoNEWS).- La agencia Notimex reporta desde Bogotá el éxito que obtuvo México como país invitado de la Feria Internacional del Libro celebrada en esta ciudad, donde recibieron sendos homenajes los escritores Sergio Pitol y José Emilio Pacheco, además adjuntamos una nota de www.dinero.com sobre el balance preliminar de los resultados de la feria:
Los visitantes a la Feria Internacional del Libro de Bogotá se declararon fascinados por las letras y la cultura de México, luego de visitar el pabellón del país invitado de honor a esta muestra cultural..
Los tres mil metros cuadrados pintados de rojo que tiene el pabellón, entregan una muestra del color, el olor y la alegría del pueblo mexicano, presente a través de las letras, la culinaria, el arte y la cultura que se tomaron la versión 22 de la feria del libro.
«La exposición es muy colorida, especialmente por las artesanías que hay. Por ejemplo me llamó la atención el tratamiento de la cerámica que es muy lindo y en especial la muestra de obras en barro negro» , dijo María Cely, especialista en tecnología.
«Me sorprendió que en México escriben mucho acerca de la lucha libre, la vida de los luchadores, vi varias cosas sobre El Santoï, del que mi papá me había hablado, pero sobre el que no tenía muy claro de qué se trataba» , dijo Cely.
A los bogotanos también les causa particular asombro el culto a los muertos, que no es tan arraigado en la cultura colombiana como lo es para los mexicanos.
«Es fascinante ver las calaveras, cómo las trabajan, muy ornamentadas, con lanas de colores, barro negro o figuras como los dulces con forma de esqueleto. Me da la impresión de que los mexicanos ven con mucho respeto y hasta con alegría a la muerte», dijo Fabiola Viana.
Por su parte, Miriam Triana, docente de Literatura, sostuvo que es evidente que México es un país colorido, «con una estética muy particular que muestra a un pueblo feliz».
Agregó que el stand hace sentir que México es parecido a Colombia « »porque se ve que la gente es feliz a pesar de las adversidades, además el componente indígena es muy fuerte en la cultura popular« ».
El recorrido por este centro temporal de México en Bogotá permite observar más de 35 mil libros, conocer de 40 escritores, aprender de la comida, la música y los rostros de un país tradicional y moderno al mismo tiempo.
El pabellón brinda la posibilidad única de encontrar en un mismo sitio a Kahlo, El Santo, Juan Rulfo, «El Pique» , Pedro Infante, «El chavo del 8» , y la mítica figura del alebrije, que adorna la entrada a un mundo mágico, mítico y real.
Sergio Pitol
Bogotá. 14 de agosto de 2009. (Notimex).- Por sus aportes a las letras hispanoamericanas y universales en general, el escritor mexicano Sergio Pitol, Premio Cervantes de Literatura 2005, recibió la víspera un sentido homenaje, como parte de la 22 Feria Internacional del Libro de Bogotá, en la que México participa como invitado de honor.
El reconocimiento fue hecho a través de sus pares colombianos Luz Mery Giraldo, Jaime Echeverri, Roberto Burgos y Azriel Bibliowicz, quienes diseccionaron de una manera analítica y lúdica la obra del autor nacido en Puebla, pero avecindado en Veracruz, autor de obras de magistral narración como El arte de la fuga.
En la Sala «José Asunción Silva» , de Corferias, centro neurálgico del encuentro editorial, Luz Mery Giraldo, poeta, investigadora y catedrática de reconocida trayectoria en este país, hizo referencia a la recurrente peregrinación narrativa por países y la propia escritura que hace el mexicano en su obra.
En su ensayística participación señaló como características de la literatura del homenajeado por las letras colombianas a la imaginación, la invención y la ironía, en la que construye laberintos sin salida.
Mencionó que los múltiples títulos que ha publicado, alrededor de 25, hay una relación entre sí; el autor mexicano ha tendido puentes que comunican a sus textos, convirtiendo a su literatura en un viaje, una peregrinación por ella misma.
La escritora colombiana dijo que ha encontrado también que Pitol escribe en sus libros la lectura que hace de las ciudades, de su gente, de su cultura, con lo que las hace literatura asimismo. La vida está presente con todos sus absurdos, y liga los común con lo extraordinario de una manera sagrada.
En una exposición más lúdica, juguetona y circular, el escritor Roberto Burgos Cantor «acusó» a Pitol de haber creado en él una metamorfosis, de convertirlo en una mosca, insecto volador que tiene la propiedad de ver todo en diferentes dimensiones.
Aseguró el escritor colombiano, reconocido en su país y en el extranjero, al igual que Luz Mery Giraldo ganador de premios nacionales e internacionales, que los grandes escritores tienen la capacidad de transformar a sus lectores, y así es el mexicano.
Destacó que tiene una gran sencillez y al mismo tiempo hermosura de lenguaje, que en el fondo se complica al tejer una red entre sus textos, que se comunican entre sí a través de puentes levantados por el autor.
Se trata, subrayó en un homenaje íntimo, como del lector que alaba su obra, de un juego de nudos que atrapa y obliga a leer toda su literatura, y pudo como ejemplo de ello a El arte de la fuga.
Como epílogo de este homenaje que Burgos Cantor compartió e hizo amplio con todos los presentes, alrededor de tres docenas de interesados, contó la forma en que conoció a Sergio Pitol y como de ese hecho real encontró referencias literarias y de la narrativa juguetona e inventiva del mexicano.
Dijo que fue en Xalapa, Veracruz, cuando estaba con unos amigos mexicanos a los que confió lo maravilloso de conocer a Pitol. Le hablaron y les respondió que los recibiría.
Ya en su casa, pleno de alegría, lo saludo y en un acto insólito, sus dos perros, «como niños bien educados», salieron a saludarlos para enseguida regresar a su lugar.
Este momento, aseguró, le hablo mucho del escritor y de su escritura, pues esa escena le había hecho saber los elementos que componen su obra y biografía, además que le recordó un cuento suyo sobre su perro «Sasha» , al que ya no supo si era ficción o realidad.
Poco después, rememoró ante el asentimiento con la cabeza de Pitol, que los introdujo a su biblioteca, a la que Burgos Cantor describió como la mítica de Babel: infinita y con libros en múltiples idiomas.
Habló asimismo de algunas características que encuentra en la literatura de Pitol, como su lenguaje, en el que no sólo es importante el comunicar y escribir, sino la misma estructura, y su humor, producto de su inventiva, con el que le da serios golpes a aquellos que no se atreven o pueden reír.
El homenaje al mexicano Sergio Pitol concluyó con una cerrada ovación al escritor por parte de los participantes en la mesa, así como de aquellos presentes en el foro, con seguridad seguidores de su obra.
Sergio Pitol Demeneghi es un escritor, traductor y diplomático mexicano nacido en Puebla, el 18 de marzo de 1933. Se licenció en derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y ha sido titular de esa carrera en la propia UNAM, la Veracruzana, en Xalapa, y la de Bristol, en Gran Bretaña.
Es miembro del Servicio Exterior mexicano desde 1960, para el que ha trabajado como Agregado Cultural en París, Varsovia, Budapest, Moscú y Praga, ciudades a las que ha metido en su inventiva y en donde se desarrolla muchos de sus relatos.
Además, a decir del propio escritor, su paso por la capital rusa afianzó su afición por la literatura rusa en general y por Tolstoi en particular.
Ha tenido también estancias de estudio y trabajo en Roma, Pekín y Barcelona, ciudad española en la que vivió entre 1969 y 1972 y se desempeño como traductor para varias editoriales. Actualmente vive en Xalapa, Veracruz. Recibió el Premio Cervantes de Literatura en 2005.
Pitol es también conocido por sus traducciones al español de novelas de autores clásicos en lengua inglesa, como Jane Austen, Joseph Conrad y Henry James, entre otros.
Entre su obra destacan No hay tal lugar (1967) , Infierno de todos (1971) , Los climas (1972) , El tañido de una flauta (1973) , Nocturno de Bujara (1981) , Juegos florales
(1985) , El desfile del amor (1985) , Domar a la divina garza (1988) y Vals de Mefisto (1989), por mencionar algunas.
José Emilio Pacheco
Bogotá. 24 de agosto de 2009. (Notimex).- Con una cerrada ovación al poeta José Emilio Pacheco finalizó, la víspera, la 22 Feria Internacional del Libro de Bogotá, en donde México fue el país invitado de honor.
Pacheco, una las figuras centrales de la literatura mexicana, despidió a México de la Feria Internacional del Libro con la lectura de varios de sus poemas ante un grupo selecto de escritores, críticos literarios, editores y académicos colombianos.
El ganador del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2009 estuvo acompañado en la mesa principal por el poeta colombiano, Juan Manuel Roca, quien fue el encargado de presentar a Pacheco.
El escritor mexicano, en medio de una ovación cerrada del auditorio, repitió en varias ocasiones que estaba «muy agradecido de Colombia y Bogotá» , por el reconocimiento que hacían a su obra literaria.
Con un corto poema de 15 segundos, de su libro Como la Lluvia, el escritor mexicano hizo escuchar su voz en el auditorio Tomás Carrasquilla, del centro de ferias de Bogotá (Corferias) .
«No se alcanza por fecha de nacimiento / Ni consta en los archivos oficiales/ Nos graduamos de adultos nada más cuando alguien nos deja/ en plena juventud llega de pronto el sabor de la muerte/» , leyó Pacheco de forma pausada el poema.
El auditorio, a petición del autor, era quien daba el número de una página del libro, y de esta manera Pacheco leyó poemas como La niña de plata , un texto lleno de ironía, y de reflexiones sobre el deseo.
«La presencia de José Emilio Pacheco me parece una cosa muy honrosa, primero por la personalidad de Pacheco, por su poesía, por lo que representa en la poesía hispanoamericana y por la importancia que tiene en México», dijo a Notimex Roca.
Pero además es muy «gratificante» , añadió el poeta colombiano, que Pacheco sea el personaje encargado de hacer en el cierre de la Feria Internacional del Libro una exquisita lectura de sus propios poemas.
«Me parece que México -como siempre- cuando asiste a un evento cultural en cualquier lugar del mundo se lo toma muy en serio, es decir, es una lección de responsabilidad de coherencia cultural para su país», subrayó Roca.
Para el escritor colombiano, lo más interesante es que México, de los 40 escritores que trajo a la Feria Internacional del Libro, el 70 por ciento de ellos fueran del género de la poesía.
«Digamos que el 70 por ciento de los que vinieron son poetas y eso me parece maravilloso porque demuestra que tienen un interés cultural más allá de los circuitos comerciales» , puntualizó Roca, ganador del premio Casa de las Américas 2009 con su libro Biblia de Pobres.
México, como país invitado de honor, tuvo en este evento cultural un pabellón de más de tres mil metros cuadrados, en donde puso a la venta 35 mil títulos de al menos 80 sellos editoriales.
La música, el teatro y la gastronomía mexicana también estuvieron presentes en los 10 días que duró la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
Positivo balance de la Feria del Libro
Un balance preliminar de US$25 millones en expectativas de negocios y US$4,310 en ventas spot, registró Proexport en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
Empresarios internacionales provenientes de 15 países sostuvieron un total de 1.058 citas de negocios con 99 exportadores colombianos principalmente de Bogotá, Medellín y Cali.
Libros infantiles, técnicos universitarios y servicios de impresión constituyen la mayor demanda por parte de los compradores internacionales que participan en la rueda de negocios que Proexport y la Cámara Colombiana del Libro realizan en el marco de la vigésimo segunda versión de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
En total la misión comercial está integrada por 145 empresarios que provienen de 15 países: Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Panamá, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela.
La oferta nacional para la rueda de negocios está integrada por 99 exportadores en representación de 78 empresas. Para esta versión se destaca la presencia y exhibición del portafolio de servicios de 18 ilustradores nacionales para editoriales locales e internacionales.
México como país invitado fue la delegación más grande de compradores internacionales con 22 empresarios, quienes en su mayoría venían buscando diseño, preprensa e impresión de libros en tirajes de 3 mil a 15 mil obras por semestre. Así mismo, la compra de obras editadas en Colombia de contenido escolar, universitario, religioso, de interés general, literatura infantil y juvenil y otras referencias como diccionarios y enciclopedias.
Entre los empresarios destacados del país invitado estuvieron Librerías Ghandi, una de las mayores redes de librerías en México con ventas anuales de más de US$5 millones , y compras cercanas al US$1 millón.
Reymo Ediciones, registra compras anuales de más de 5 millones de dólares a Colombia, tanto en el negocio de impresión como en el negocio editorial. Finalmente se destaca la presencia de los organismos gubernamentales como la Secretaria de Educación Pública de México, responsable del abastecimiento de las escuelas nacionales primarias y secundarias, lo que representa compras por cerca de 150 millones de ejemplares al año, en libros de texto
Cifras del sector
Bogotá lideró durante 2008 las exportaciones de libros con una participación de 47 %, es decir, US$82.8 millones . Cundinamarca se ubicó en el segundo lugar con 23.6 % lo que corresponde a US$41.5 millones y Valle del Cauca con 16.5 % con US$29 millones, para un total de US$153.3 millones que representan el 87% de las exportaciones nacionales.
El año anterior México, país invitado de honor en la feria, tuvo una participación de 12,4 % del total de las exportaciones del sector.
A junio de 2009, las ventas de libros sumaron US$77.3 millones.
REGRESAR A LA REVISTA