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miércoles, abril 18, 2012

Literatura / Argentina: La Semana TyPA de Editores en Buenos Aires

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La catalana Gloria Masdeu trabaja para una editorial china. (Foto: Página/12)

C iudad Juárez, Chihuahua. 18 de abril 2012. (RanchoNEWS).- En el marco de las Jornadas Profesionales de la Feria Internacional del Libro, este encuentro, que reúne a agentes, traductores y editores y ya va por su 10ª edición, se ha constituido en un programa fundamental para la difusión de la literatura argentina en el mundo. Una nota de Silvina Friera para Página/12:

Un puñado de detectives –agentes, traductores y editores– está encontrando un nido en la literatura argentina desde hace una década. Antes hubo un trabajo de hormiga para que ese universo tan ecléctico como insondable incorpore en su órbita de deseos los libros que se escriben por estos pagos. La Semana TyPA de Editores en Buenos Aires cumple diez años de tenaz promoción en la traducción y publicación de obras de autores argentinos. Como es una sana costumbre, el festejo arrancó el lunes, en el marco de las Jornadas Profesionales de la 38ª Feria Internacional del Libro, que será inaugurada mañana por el escritor Luis Gusmán. Como todos los años, en esta ocasión son Hanna Axen (Suecia), Roberta Campassi (Brasil), Anita Djafari (Alemania), Kent Donovan Wolf (EE.UU.), Maria Nicola (Italia), Claudia Puls (Alemania), Pierre-Olivier Sánchez (Francia), Stephanie von Harrach (Suiza), Liesbeth Vries (Holanda) y Gloria Masdeu (China) los responsables de que nuevas obras argentinas lleguen próximamente a las librerías de París, Berlín, Roma, Zurich, Amsterdam, Nueva York, Beijing, San Pablo y tantas ciudades más. En sus ojos y en sus manos está la chance de que textos clásicos y contemporáneos trasciendan las fronteras, circulen y puedan ser leídos por más lectores en el mundo entero. Todos se preparan con esmero para tan importante misión: se reúnen con editores y críticos. Escuchan y toman nota de los títulos y nombres recomendados y sugeridos.

Hay editores, agentes y traductores que han hecho los deberes antes de llegar a Buenos Aires. La catalana Gloria Masdeu, entrenada nada menos que en la agencia literaria de Carmen Balcells, tiene en mente un par de nombres para Shanghai 99, la editorial china en la que trabaja desde que decidió dejar Barcelona para rumbear hacia Beijing, el lugar en el mundo donde eligió vivir hace dos años. Cuenta que tiene ganas de que se traduzca al chino Las viudas de los jueves o Betibú, de Claudia Piñeiro; y los cuentos de Samanta Schweblin. «Veremos qué se puede hacer –dice Masdeu en diálogo con Página/12–. Ahora tenemos una colección de cuentos en la que se publican autores consagrados, pero también queremos que sea un espacio para introducir voces nuevas. Se lanzó hace tres meses con los cuentos de Cortázar –Todos los fuegos el fuego y Bestiario– y de momento está funcionando bien. En esta colección habrá títulos de Irène Némirovsky, Richard Ford, Truman Capote y Clarice Lispector, lo que llamamos contemporáneos clásicos». Shanghai 99 –que también tiene una sede en Beijing– es una editorial dedicada en un 70 por ciento a la lengua extranjera, ese sintagma tan poroso como permeable.

Desde que está en Shanghai 99, Masdeu consiguió que se publicaran El túnel, de Ernesto Sabato, y La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares, para el mercado chino. En los próximos meses comenzarán a circular por las librerías de Shanghai y Beijing las traducciones de Plata quemada, de Ricardo Piglia, y Final del juego, de Cortázar. «La primera tirada de un título es de diez mil ejemplares. Sé que para ustedes suena alto, pero es bajo para China si se compara con el total de la población: 1200 millones de habitantes», revela. «Los lectores chinos son una minoría muy inquieta culturalmente; los países latinoamericanos despiertan mucho interés, especialmente Argentina. Pero no deja de ser una minoría, aunque intensa y muy fiel, que busca los clásicos argentinos y luego incorpora otros a autores nuevos».

La Semana TyPA de Editores en Buenos Aires se ha constituido en un programa fundamental para la difusión de la literatura argentina en el mundo. «Creo que este tipo de encuentros te permite conocer de primera mano cómo funciona el mercado argentino, además de que te ayuda a fortalecer contactos con editores y traductores del país, sobre todo en mi caso, que recomiendo autores de lengua española para ser traducidos al chino. También es importante el vínculo con editores y traductores de otros países porque descubres otros puntos de vista y otras experiencias», plantea Masdeu.

¿Qué implica el pasaje de una agencia literaria como la de Carmen Balcells a una editorial en lengua china? Masdeu advierte que no percibe diferencias sustanciales. «En Shanghai 99 no soy editora, sino que recomiendo autores y trabajo en la adquisición de derechos. En ese sentido, no es tan distinto de lo que hacía en la agencia. Mi lengua laboral es el inglés, estoy estudiando chino y tengo un nivel intermedio, pero no es mi lengua de trabajo». La transformación vital se gestó cuando Masdeu viajó por primera vez a China, hace unos cinco años. «Me fascinó la energía que había y eso fue lo que me llevó a cambiar. Y también el hecho de todo que sea tan distinto y que a la vez sea posible también vivir allí. Todavía tengo miedo, a pesar de que llevo dos años en Beijing. Mi mayor miedo es a la incomunicación, al aislamiento. Pero lo atractivo es el riesgo. Y yo apuesto por el riesgo».


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