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lunes, noviembre 25, 2013

Fotografía / España: Mary Ellen Mark, en la sublime trastienda del cine

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La fotógrafa estadounidense expone en la galería La Fábrica de Madrid 17 retratos de estrellas del celuloide como Marlon Brando, Dennis Hopper, Woody Allen y Luis Buñuel.  (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de noviembre de 2013. (RanchoNEWS).- Su lente ha retratado a Fellini y a Buñuel; a Dennis Hopper, Marlon Brando, Martin Sheen, Woody Allen, Jack Nicholson, Johnny Depp y Jeff Bridges; y también a las prostitutas de Bombay, a enanos de circo y a niños descalzos en la calle. Mary Ellen Mark acaba de terminar su almuerzo en el ruidoso café del nuevo espacio de La Fábrica. Mira pensativa a través del ventanal, cansada por una apretadísima agenda y, tras una pausa, contesta: «Sí, el punto de vista que empleo es el mismo para unos y otros». Una nota de Fernando Díaz Quijano para El Cultural:

La galería madrileña expone y vende, bajo el título Celebrities y un precio entre los 4.000 y los 10.000 euros, 17 fotografías que la reconocida fotógrafa estadounidense (Filadelfia, 1940) realizó en la trastienda del cine, donde se instaló poco a poco. Su primera incursión en los sets de rodaje tuvo lugar en 1969, cuando hizo las fotos de producción de una película de Arthur Penn, Alice's Restaurant (El restaurante de Alicia). Ese mismo año también trabajó en Satyricon, de Federico Fellini. En los 40 años siguientes, Mark fotografió más de 100 rodajes. Ha publicado sus retratos en revistas como LIFE, New York Times Magazine, The New Yorker, Rolling Stone y Vanity Fair y en 18 libros. Seen Behind the Scene, uno de los más recientes, recoge buena parte de estos retratos a estrellas de Hollywood. Además, entre otros galardones, ha recibido el Cornell Capa, el Infinity de periodismo, el World Press a la trayectoria profesional más destacada, el Victor Hasselblad Cover y dos premios Robert F. Kennedy.




Dennis Hopper en el rodaje de Apocalypse Now (1979).

La mayoría de las imágenes reunidas en el sótano de La Fábrica son retratos, entre los que destacan los de Brando, Hopper y Sheen durante el rodaje de Apocalypse Now, maldito según los cronistas de la historia del cine. El infarto de Sheen, las adicciones y desavenencias de Brando y Hopper, un tifón y otros contratiempos alargaron tres años el rodaje de una película que a punto estuvo de no ver la luz. Pero la experiencia de Mark en Filipinas -que representaba ser Vietnam- fue muy distinta: «Cuando llegué no fue complicado, los momentos difíciles habían pasado, el clima era favorable, nos alojábamos en un hotel confortable, en un lugar precioso y tanto Coppola como los actores eran fascinantes. Lo recuerdo como una experiencia maravillosa».

Muchas fotografías son posados: un Johnny Depp de mirada franca, un Jeff Bridges apolíneo, un absorto Dennis Hopper lleno de pesadumbre, un tímido Woody Allen cobijado bajo un paraguas, un desafiante Marlon Brando 'espalda plateada' con un escarabajo adornándole la calva...

Otras son espontáneas, casi furtivas: «Se trata de capturar un momento que no sabes cuándo va a llegar. De hecho, cuando miras las hojas de contacto, aún no lo sabes. Sólo lo reconoces cuando amplías las imágenes».

En uno de esos instantes aprisionados sorprende ver a un guardia civil con tricornio en primer plano. A su lado, entre una boina y un pitillo, el ceño fruncido de Luis Buñuel. Es el rodaje de Tristana, estrenada en 1970 y protagonizada por Catherine Deneuve y Fernando Rey. Mark estuvo en aquel set de Toledo gracias a que era muy amiga del guionista Jean-Claude Carrière, gran colaborador del cineasta.

Luis Buñuel en el rodaje de Tristana (Toledo, 1969).

Mark no tuvo más contacto con Buñuel que el de unos cuantos disparos de su cámara. Fue una cosa rápida y aunque a él no le importaba ser fotografiado, estaba muy concentrado en el rodaje, como se aprecia en la foto. También la fotógrafa se concentra hasta el extremo al hacer su trabajo. Tanto, que reconoce no tener apenas anécdotas de sus encuentros con celebridades, por mucho que periodistas y conocidos nunca dejen de pedírselas.

En estas 17 fotografías se adivina un tiempo en el que Hollywood no era una fortaleza impenetrable, como ahora. «Los actores y los directores eran más accesibles y todo era más fácil. Hoy está todo mucho más protegido del exterior y es difícil establecer una conexión más personal».

Aprovechando su estancia en Madrid, Mark imparte hasta el viernes un curso de tres días en PIC.A, la escuela internacional de fotografía PHotoEspaña de Alcobendas. Aunque es muy poco tiempo, reconoce, lo exprimirá al máximo. El primer día analizará los portfolios de los alumnos, el segundo día les encargará una tarea práctica y el tercero evaluarán los resultados.

Clayton Moore, el televisivo Llanero Solitario, en su casa en Los Ángeles, 1992.






De los factores a tener en cuenta para un buen retrato, la localización es crucial para Mark: «Es tan importante el fondo como lo que aparece en primer plano», asegura. Poco amiga de lo digital, la fotógrafa advierte de la confusión que producen las nuevas tecnologías: «Instagram no es fotografía, es un medio social» y está convencida de que la ultrademocratización de la imagen, mal entendida, «destruye el valor de la gran fotografía, que es el resultado de muchos años de trabajo».






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