Rufino Tamayo (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de noviembre de 2017. (RanchoNEWS).-La obra realizada por el pintor mexicano Rufino Tamayo durante los 15 años que vivió en Nueva York a principios del siglo pasado, podrá ser apreciada por primera vez en Estados Unidos en una muestra única organizada por el Instituto Smitsoniano. Una entrega de Notimex.
La muestra, que constará de 41 piezas, fue inaugurada este viernes en el Museo Smithsoniano de Arte Americano, que por primera vez exhibirá obras de sus dos estancias en Nueva York, entre 1920 y 1949.
«Una de las motivaciones que tuve para organizar esta exhibición es para enfatizar la importancia del arte mexicano, y la influencia del arte mexicano en Estados Unidos», dijo E. Carmen Ramos, curadora adjunta del museo.
El embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez, fue el encargado de inaugurar la exhibición Tamayo: Los años en Nueva York, que permanecerá abierta hasta el 18 de marzo de 2018.
La muestra incluye algunas de las piezas más reconocidas del artista oaxaqueño, como Carnaval, de 1941; y Perro ladrando a la luna, de 1942, dos de las piezas en que, a decir de Ramos, estaba ya presente la influencia que el pintor español Pablo Picasso ejerció sobre el arte de Tamayo.
«Nueva York realmente jugó un importante papel en la evolución de Tamayo y su pensamiento sobre el futuro del arte mexicano, y parte de la historia que queremos contar es cómo lo influenció Nueva York y cómo él influenció Nueva York», afirmó Ramos.
La influencia de la gran urbe es evidente en otros cuadros de la exhibición que retratan aspectos del paisaje urbano, en uno de los cuales parece estar presente la figura de su esposa Olga.
Ramos resaltó que montar la exhibición, planeada durante tres años, fue un reto, aunque admitió que el hecho de que la mayoría de los cuadros se encuentran de manera permanente en Estados Unidos, hizo más fácil el ensamble.
«Para mí, lo que habla del éxito de Tamayo mientras vivió en Nueva York es que muchos de sus trabajos son parte de colecciones en Estados Unidos, institucionales o privadas», dijo la curadora, aludiendo al hecho de que el mexicano pudo colocar desde entonces sus obras entre coleccionistas de este país.
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