C iudad Juárez, Chihuahua. 14 de febrero de 2022. (RanchoNEWS).- La fotógrafa Isabel Muñoz (Barcelona, 71 años) ha sido elegida este lunes miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Rabasf). Ha sido en la primera votación, por mayoría absoluta, con 25 votos a favor y solo una abstención, según fuentes de la institución. Esta elección supone un reconocimiento más para esta artista del arte de la imagen, premio Nacional y con dos World Press Photo en su trayectoria. En su obra destaca el retrato del cuerpo y su movimiento, así como la plasmación de sus imágenes en el laborioso procedimiento de la platinotipia, nacido con la fotografía, con el que se logra una estética especial, con gran calidad tonal y un volumen que se acerca al de la escultura. «Para mí, es importante este nombramiento para poder devolver a la fotografía algo de lo mucho que me ha dado», ha dicho Muñoz por teléfono a este periódico poco después de conocer la noticia. «Quiero colaborar en potenciar la fotografía en esta institución». Muy contenta, ha manifestado que ahora lo que quiere «es colaborar desde la Academia para intentar ayudar a otros fotógrafos y a la sociedad».
Muñoz se une así a una institución nacida en 1752 y compuesta por 56 académicos, pertenecientes a los ámbitos de la arquitectura, pintura, escultura, música, cine, arte gráfico, fotografía, diseño e historia y teoría del arte. Sobre su futuro discurso de ingreso, para el que tiene dos años de plazo y así ser académica de número, ha subrayado que va «a intentar que sea lo más visual posible», aunque aún tiene que determinar sobre qué materia tratará. Muñoz ha añadido que el nombramiento llega en un momento en que trabaja en varios proyectos, «uno sobre los orígenes de la humanidad, además continúo con mi labor sobre la contaminación de los océanos por los plásticos». En los próximos meses tiene previstas exposiciones en Turquía, Bruselas y Kioto (Japón), donde va a mostrar un nuevo trabajo original: «Fotos impresas sobre corales y conchas marinas», ha indicado.
Una nota de Manuel Morales para El País