Andrejs Zagars (Foto: Archivo)
M éxico. 6 de Diciembre 2006 (ANGEL VARGAS/ La Jornada).- Los actuales son tiempos decisivos para el género operístico, evalúa el director de la Opera Nacional de Letonia, Andrejs Zagars.
''O se sacude de la polilla de querer mantenerse exclusivamente en propuestas tradicionales, o su permanencia se verá en franco peligro", advierte.
Entrevistado por La Jornada con motivo de la primera gira que esa compañía realiza por el país, que incluye tres presentaciones en el Auditorio Nacional con el título Operissima, el también actor explica que en Europa existe un movimiento por hacer de la ópera una expresión más moderna y progresista, ''a excepción de Italia, donde son muy conservadores".
Explica que el objetivo de salir de los formatos y propuestas tradicionales no es generar atmósferas de choque o escándalos gratuitos, sino llegar de manera más directa al público contemporáneo, en especial a los jóvenes, que demandan planteamientos y espectáculos acordes con las inquietudes, deseos, gustos, formas de expresarse, exigencias y problemas de su época.
A Zagars le es ''muy difícil entender que aún haya puristas que defiendan esa concepción de hacer ópera con cantantes gordos e inmóviles, que lo único que hacen es empujar el sonido y no se preocupen por dotar de veracidad a los personajes que interpretan".
Tras sostener que ''el público ya no quiere más esa forma acartonada e insípida de la ópera, que huele a naftalina", define que las propuestas actuales no se sustentan sólo en lo musical y vocal; también lo dramático, lo escénico, es esencial.
''Lo básico es saber contar una historia, que el público la viva, la sienta; porque, finalmente, para qué va la gente al teatro si no para tener una experiencia emocional", abunda.
''Si lo que se busca es sólo la belleza de la música y la voz, para eso uno puede quedarse en casa a escuchar un disco. El escenario abre canales de energía; es una forma de llegar a la catarsis, mover la emoción e inclusive hasta provocar conmoción."
De acuerdo con Andrejs Zagars, Letonia es por naturaleza un pueblo de cantantes, destacándose sobre todo por su rica tradición coral: ''Somos un país pequeño de 2.5 millones de habitantes y el canto ha sido desde siempre una forma de preservar nuestras tradiciones.
''No resulta exagerado decir que antes de hablar, aprendemos a cantar. Cada región y escuela tienen su coro, además de que hay más de 100 escuelas de música; también muchos festivales regionales y cada cuatro años se organiza uno nacional que reúne a más de 25 mil participantes. Así, el canto y la ópera están presentes con nosotros desde pequeños y nos resultan muy naturales."
De Operissima, que se presentará del viernes 8 al domingo 10 de diciembre en el recinto de Reforma, explica que se trata de una gala en la que se pondrán en escena algunas de las arias y momentos más brillantes del repertorio tradicional, entre otros, de Mozart, Verdi, Puccini, Rossini, Donizetti y Bizet. Participarán más de 150 artistas, entre coro, orquesta y ocho solistas. Las funciones serán viernes a las 20:30 horas; sábado, a las 20 horas y domingo a las 17 horas.
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