Rancho Las Voces: Literatura / Suecia: Rechaza Premio Nobel el papel de «constructor de puentes» entre culturas
La vigencia de Joan Manuel Serrat / 18

miércoles, diciembre 06, 2006

Literatura / Suecia: Rechaza Premio Nobel el papel de «constructor de puentes» entre culturas


Orhan Pamuk (Foto: Archivo)

E stocolmo.6 de Diciembre 2006 (Milenio).- El ganador del Premio Nobel de Literatura 2006, el escritor turco Orhan Pamuk, rechazó hoy el papel que a menudo se le adjudica como “constructor de puentes” entre el mundo islámico y Occidente.

En una conferencia de prensa en Estocolmo previa a la ceremonia de entrega del galardón este domingo, Pamuk afirmó que es una “etiqueta” que le fue impuesta como marca por políticos y medios de comunicación y que no le gusta desempeñar este papel.

El escritor llegó el martes por la noche a la capital sueca acompañado de su hija de 15 años para asistir a la ceremonia del Nobel de Literatura, dotado con 10 millones de coronas (1,1 millones de euros/1,3 millones de dólares) y que le será entregado por el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia.

Pamuk, de 54 años, dijo además que se siente “triste” por el conflicto entre Turquía y la UE. El escritor reconoció que ya no hay entusiasmo sobre la eventual entrada futura de Turquía en el bloque.

No obstante, agregó que sigue pensando que “Europa se beneficia si Turquía se une a la UE”. De ese modo, Europa podría hacerse “más tolerante y más multicultural” y también la propia Turquía se volverá más tolerante.

“Y el mundo aprendería que no hay una confrontación entre civilizaciones”, agregó. Pese a esta mención política, Pamuk se centró en la conferencia, celebrada en la sede de su editor sueco, en aspectos literarios.

El autor se manifestó “honrado” por haber ganado el prestigioso galardón, pero dijo estar decidido a no dejar que “cambie su vida” aunque sin duda cambie su situación financiera.

Pese a su firme intención, el impacto del Nobel ha sido grande. Al recibir la noticia estaba en Nueva York donde acababa de comenzar sus clases en la Universidad de Columbia, y desde entonces lo único que ha escrito es su discurso para el premio, pero añadió que espera retomar pronto una novela en la que está trabajando desde hace tres años y medio.

La enseñanza fue su primera forma de ganar dinero, después de que su padre pagara sus estudios en el Robert College de Estambul, donde planeaba convertirse en artista.

Luego estudió arquitectura y periodismo y acabó siendo escritor. Pamuk relató que se dio cuenta de su vocación cuando vio su primer libro a la venta en una librería “y a la gente comprándolo y leyéndolo”, así como cuando ganó su primer premio y oyó a su madre describirlo como un escritor en una conversación con otra persona.

En el anuncio del premio en octubre, el secretario permanente de la Academia, Horace Engdahl, nombró entre sus favoritos a “El libro negro”, publicado en 1990. Pamuk señaló que esa obra fue “en la que encontré los comienzos de mi voz” como escritor.

El autor comparó sus libros con niños a los que vigila de cerca y relató que escribe a mano en papel, añadiendo a menudo palabras y frases.

Pamuk explicó que “nunca está seguro” que haber terminado un libro, pero que se impone una fecha límite a sí mismo o con su editor para entregarle el manuscrito.

Al ser interrogado acerca del secreto de la escritura, al principio Pamuk fue reacio a responder, pero al final comentó que es “escribir sobre uno mismo pero en una forma en que todos piensen que estás escribiendo de ellos”.

Su primer libro fue “Cevdet Bey y sus hijos” (inédito en español), una saga familiar de tres generaciones, y la trascendencia internacional llegó con “Me llamo Rojo”, que transcurre en el siglo XVI en Estambul.

La Academia destacó la trayectoria de Pamuk por haber condenado la “fatwa” contra Salman Rushdie, por su defensa del autor kurdo Yasar Kemal a mediados de los 90 y más recientemente por hacer mención al tema tabú de la masacre de un millón de armenios por las fuerzas otomanas durante la Primera Guerra Mundial.

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