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Jacques Dupin ante dos obras de la muestra Miró-Dupin arte y poesía, ayer en la Fundación Miró. (Foto: EFE)
C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de junio 2009. (RanchoNEWS).- La fundación del artista dedica una exposición a la relación entre el pintor y el escritor Jacques Dupin. Una nota de Catalina Serra para El País:
«¿Considera que no gana nada frecuentando a la gente?», le preguntó Georges Raillard a Joan Miró, alérgico a las relaciones sociales, en su famoso libro El color de mis sueños. «Sí, el diálogo con gente que me gusta de verdad, con la que me entiendo y me interesa. Los poetas. Como Jacques Dupin. Jacques es un gran amigo, y un gran poeta. Acabo de grabar un libro para sus poemas», contestó el artista. El libro se exhibe ahora en la exposición Miró-Dupin. Arte y poesía que hasta el 18 de octubre puede verse en la Fundación Miró de Barcelona, entidad que en el marco del 20º aniversario de la muerte del artista ha querido rendir homenaje al poeta francés que, también, escribió en 1961 una de las mejores monografías sobre su obra y es el autor del catálogo razonado de sus pinturas y esculturas.
En un curioso gesto entre huraño y socarrón, Jacques Dupin (Privas, Francia, 1927) lo miraba ayer todo desde una cierta distancia. Lleva un mes de homenaje porque a mediados de mayo ya estuvo en Barcelona en unas jornadas sobre su obra poética que organizaba Arts Santa Mónica y que ahora se ha publicado en forma de libro. Le emocionó, dice, que un conjunto de poetas se hubieran conjurado para traducir algunos de sus poemas al catalán y calificó la exposición de «notable», si bien lamentó que no se hubiera incluido la relación de Miró con otros poetas además de él mismo.
«Queríamos centrarnos en Dupin, es un homenaje, aunque sí hay referencias a otros poetas», se justificaba Rosa Maria Malet, directora de la fundación. La exposición, un estimulante recorrido por algunas de las obras más «poéticas» de Miró, se ha realizado con obras de la propia colección en un montaje renovado y que incluye algunas perlas (como el minimalista Paysage de 1968, un cuadro totalmente blanco con sólo un punto negro) que habitualmente no se exhiben.
La pintura se combina además con una interesante selección de los libros de la biblioteca particular de Miró (que la familia depositó en 2007 en la fundación barcelonesa) y con una selección de dibujos. También se exhiben libros ilustrados con poesías de Dupin y grabados de Miró y de otros artistas como Tàpies, Giacometti, Joan Mitchell o André Masson (con los que trabajó o mantuvo relación Dupin en su trayectoria personal y profesional), así como un curioso montaje con sus poemas, que puntúan toda la muestra y que tiene su cénit en los paneles en los que se han escrito algunos de los títulos de los grabados de Miró (como Les armes du sommeil) que escribía Dupin. «Cuando le conocí, en 1954, yo me encargaba de las ediciones de la galería Maeght y él ya no tenía ganas ni tiempo de poner títulos a todos los grabados que hacía», comentaba Dupin. «Siempre tenía en cuenta la obra y después le consultaba». No eran títulos-poesía como los que ponía el propio Miró a sus obras (Un oiseau pursuit une abeille et la baise), pero mantenían su carácter evocador.
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