Librería de la institución editorial. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 16 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- En 2009, cuando el Fondo de Cultura Económica cumplía 75 años de vida, contaba con 12 librerías en el Distrito Federal, ocho en igual número de estados del país, una librería virtual, nueve filiales en el extranjero y dos centros culturales: el Bella Época en el Distrito Federal; y el Gabriel García Márquez en Bogotá, Colombia. Hoy, cuatro años después, mantiene el rumbo, tiene 14 librerías en la ciudad de México, nueve en distintas entidades del país y filiales en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, Guatemala, Perú y Venezuela. Una nota de Yanet Aguilar Sosa y Nurit Martínez para El Universal:
Esa institución descentralizada del Estado mexicano, la cual fundó Daniel Cosío Villegas junto con un grupo de economistas mexicanos el 3 de septiembre de 1934, sortea con buen rumbo los dos cambios centrales que se están dando en la industria mundial del libro: el paso de las ediciones impresas al libro digital, así como la transformación de las librerías físicas a las librerías virtuales.
No sólo va con paso firme a cumplir el próximo año sus ocho décadas de vida con un catálogo que está cercano a los 10 mil títulos –en 2011 reportaba más de nueve mil títulos–, sino también es una de las editoriales que dio los primeros paso en la edición digital de libros que hasta el momento son de 425 títulos y que tiene entre uno de los más recientes Las esencias viajeras de Carlos Monsiváis.
A esa editorial que sin duda es una de las más importantes de Iberoamericana con autores como Alfonso Reyes, Juan Rulfo, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Juan José Arreola, Salvador Elizondo, Jorge Luis Boges y José Gorostiza, ha llegado el periodista y comunicador José Carreño Carlón, quien ayer fue designado por el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, como director del Fondo de Cultura Económica, en sustitución de Joaquín Díez-Canedo Flores, quien ahora dirigirá la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg).
El colaborador de El Universal, que participa como analista político en diversos medios de comunicación, está desde ayer al frente de esta editorial del Estado y tendrá a su cargo las celebraciones por los 80 años del Fondo que se cumplen en 2014.
En entrevista con El Universal, José Carreño Carlón, quien ha sido distinguido con la Medalla Manuel Alonso Muñoz como mejor comunicador social en 2005 y es Premio Nacional de Periodismo en 1987, habla sobre los retos de esta nueva encomienda en una editorial que define como «una institución muy respetable, muy seria, muy sólida, con una historia muy brillante al servicio de la cultura y de la educación en México».
¿Cómo recibe el Fondo?
Está en un momento de gran expansión del conocimiento, de nuevas disciplinas, con nuevas exigencias de investigación e innovación en todos los campos y en una discusión a fondo de una reforma educativa que está moviendo al país; son condiciones ideales para que una editorial como ésta retome como lo ha hecho siempre, su misión al servicio de la innovación, el cambio, el acrecentamiento de la cultura y el prestigio como referente de la cultura nacional y universal.
Es editorial, librería física y virtual, distribuidora, centro cultural...
Es todo un conglomerado de la transmisión del conocimiento y la cultura, no sólo en librerías, sino en centros culturales, y no sólo en la capital, sino en todo el país, y no sólo en el país, sino incluso con una vocación internacional especialmente latinoamericana, también en eso se ha actualizado; lo latinoamericano llega con mucha frecuencia al norte, a las fronteras con Estados Unidos.
¿Sus proyectos inmediatos?
Después de muchos años en la enseñanza de la educación superior, en las carreras de comunicación y en las de derecho, veo que el dato de que los jóvenes leen poco no es muy sólido, a lo mejor leen muy pocos libros, pero leen mucho en plataformas electrónicas, digitales; ahí el reto es fortalecer y acelerar el paso a la producción, a la transmisión de conocimientos en plataformas digitales, libros electrónicos desde luego, pero también en los sistemas educativos, hay que fomentar la lectura y el consumo de todos los bienes culturales en todas las plataformas, las impresas y de libros electrónicos.
Usted está muy ligado a la enseñanza y al análisis de medios, ¿que tan conocedor de la edición?
He estado más en diarios y revistas, en la edición de impresos, de periódicos; en libros ha sido menos mi experiencia personal pero a estas altura el equipo es importante, siempre he tenido relación con editores, diseñadores.
Hoy en la mañana recordaba una de mis experiencias más entrañables en ese campo. En el Instituto Indigenista mi vecino de puerta era Juan Rulfo que tenía a su cargo una colección bastante respetable de estudios antropológicos. De Rulfo aparte de toda su trascendencia como escritor, habría que verlo con la exigencia y el escrúpulo con el que cuidaba y hacía que se cuidaran las ediciones, estaba en el comité editorial de publicaciones de todo el sector público y sus aportaciones eran de un escrúpulo y una exigencia editorial de la que aprendí, más que todo de su actitud de control de calidad y de aspiración a la excelencia. Mi experiencia ha estado más en comités editoriales que en la producción de libros.
¿A qué área le apostará?
No tengo una visión excluyente, yo me formé en las letras, en la literatura, en la colección de Letras Mexicanas del Fondo, la Colección Popular; los breviarios del Fondo de Cultura Económica fueron la fuente de los debates informados de mis épocas juveniles, estudiantiles y primeros años de vida profesional en la información y en el periodismo en los 60 y 70. No hay que excluir ninguna de las colecciones, su visión amplia es la verdadera vocación del Fondo.
¿Esperaba la dirección del Fondo?
Era un sueño, una fantasía. Dentro de las actividades de un editor de cualquier género, en mi caso de la industria editorial informativa, tenía la fantasía y la ambición de llegar a estar en la casa donde uno aprendió a amar las letras y donde uno también entró en contacto con mundos posibles, con utopías, con todo lo que trae la lectura.
¿Su nuevo cargo le restará tiempo a otras de sus tareas?
Tendré que ir dejando algunas actividades, el programa sigue con su mismo esquema. Estoy dando demasiadas clases, laboratorios, tengo que reducirlos, he estado hablando con las autoridades de la universidad para ver cómo nos organizamos.
¿Ya acudió al Fondo?
He tenido las primeras entrevistas con Joaquín Díez-Canedo, todavía afuera porque él tenía sus propias entrevistas en la Comisión de Libros de Texto Gratuitos y entonces ya será mañana (hoy) cuando entremos en contacto con los grupos de trabajo. Será mi primer día en el Ajusco.
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La reacción de Gabriel Zaid
El intelectual mexicano Gariel Zaid fijó su postura respecto a este nombramiento en un artículo, publicado en la revista mexicana Letras Libres, que reproducimos en la sección de Textos y que se titula «Caprichos presidenciales».
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