Rancho Las Voces: Cine / «Joker, de Todd Phillips» por Naief Yehya
La vigencia de Joan Manuel Serrat / 18

miércoles, noviembre 06, 2019

Cine / «Joker, de Todd Phillips» por Naief Yehya

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Imagen de la película. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 1° de noviembre de 2019. (RanchoNEWS).- Ciudad Gótica está en decadencia. Montañas de basura crecen sobre las aceras y las ratas han perdido el miedo a la gente. La infraestructura se colapsa y los servicios públicos se desintegran por los constantes recortes de las políticas de austeridad. Mientras, Wall Street está de fiesta. La aritmética neoliberal es sencilla: si los ricos tienen más, los pobres eventualmente se verán beneficiados: es el trickle-down effect [efecto de goteo]. Pero la lluvia de abundancia en este universo alternativo reaganiano nunca se concreta y en el fondo de la sociedad la podredumbre, el desencanto y la rabia aumentan.

Ése es el mundo donde Todd Phillips, uno de los herederos del cine de la transgresión del Lower East Side neoyorquino (que demostró ser un director competente y comercialmente rentable con la trilogía The Hangover, así como Road Trip y Due Date), ha situado su historia originaria del Guasón en Joker. Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) es un payaso de alquiler que vive con su madre enferma y lucha para sobrellevar la soledad, la depresión, la esquizofrenia y la pobreza. No es muy buen payaso y es peor aún como cómico standupero; su percepción de la realidad está distorsionada en gran medida por el maltrato que sufrió de la madre y su insistencia de que «Arthur siempre fue un niño feliz», cuando en realidad padecía de una condición que lo hacía reír incontrolablemente en cualquier situación estresante. El payaso es blanco fácil de jóvenes que lo patean por diversión, de colegas que se burlan de él por ser raro y de la maquinaria impersonal de un gobierno incompetente y ausente. El único placer de Arthur es ver el show nocturno de variedad de su héroe, Murray Franklin (Robert De Niro): un guiño gigante a El rey de la comedia.

Naief Yehya escribe para el suplemento El Cultural de La Razón

La reseña