jueves, noviembre 09, 2006
Artes Plásticas / España: Barcelona acoge retrospectiva del pintor rococó Fragonard
Jean-Honoré Fragonard, The Stolen Kiss, c. 1786-1788 .The State Hermitage Museum, St. Petersburg (Foto: Archivo)
B arcelona, España. 9 de Noviembre 2006. (Agencias/El País).- La primera exposición en España dedicada al pintor francés Jean-Honoré Fragonard (1732-1806) reúne en el CaixaFórum de Barcelona, desde el 10 de noviembre al 11 de febrero, una parte importante de su obra, así como de artistas en los que se inspiró, como Rembrandt o Ruysdael, junto a obras de coetáneos y piezas de artistas en los que dejó huella.
El fuego de Rubens, la elegancia de Van Dyck y el claroscuro de Rembrandt son algunas de las influencias que, "incluso los niños", apunta el comisario de la muestra, Jean-Pierre Cuzin, pueden detectar en la exposición en una serie de cuadros y dibujos en los que el francés copia a los maestros holandeses y flamencos.
Planteada por Cuzin como una exposición de tesis, en la amplia retrospectiva, con 120 piezas, la más grande desde la que se organizó en París y en Nueva York en 1987, se pueden contemplar pinturas y dibujos procedentes del Museo Británico, el Louvre, la Tate Britain, la National Gallery de Londres y la de Washington, el Ermitage, el MNAC, el Museo Thyssen de Madrid o el Museo de la Real Academia de San Fernando. Junto a Watteau y Chardin, Fragonard fue uno de los pintores franceses más populares del siglo XVIII, quien mejor ilustró el placer de vivir y la libertad de costumbres del Antiguo Régimen, justo antes de la Revolución Francesa que cambio toda Europa.
Junto a obras de algunos de sus inspiradores, como Rembrandt, Carel Fabritius y Jacob van Ruysdael, el recorrido va alumbrando algunos parentescos con el trabajo de sus contemporáneos: Francois Boucher, Alexis Grimou, Hubert Robert, Tiepolo, su cuñada Marguerite Gérar y su hijo Alexandre-Evariste.
Proximidad a Picasso
El comisario aún va más lejos en sus hipótesis y establece un claro paralelismo entre Fragonard y la actitud con la que se enfrentó Picasso al arte: "ambos tuvieron una creatividad extraordinaria y, al igual que Fragonard hizo con los maestros flamencos y holandeses, Picasso se apoyó en Velázquez, Manet o Delacroix para hacer algo diferente".
Los dos artistas sentían la "necesidad" de compararse con los clásicos y reinventarlos, lo que "no supone falta de originalidad, sino búsqueda de inspiración". "Los pintores más vitalistas son los que necesitan más referentes", ha explicado este experto. Con Picasso tiene también en común, ha añadido Cuzin, "la capacidad para ejecutar cuadros o dibujos a una gran velocidad", como queda palpable en la exposición en el Retrato del Abbé de Saint-Non (1769), su mecenas, en cuyo dorso figura una etiqueta con la divisa "fue pintado en una hora".
La muestra de CaixaForum se divide en nueve ámbitos que repasan las temáticas e influencias que recibió el maestro francés: sus dibujos preparatorios, sus retratos, óleos mitológicos, obras realistas, figuras de fantasía, las pinturas religiosas o sus últimos cuadros. El comisario considera que en sus últimos trabajos Fragonard se adaptó a las nuevas tendencias, influenciado por la pintura flamenca. Entre las obras más significativas que se exponen en Barcelona figuran El retrato del Abbé de Saint-Non, su mecenas, el mural La fiesta en Saint-Cloud, El descanso durante la huída a Egipto, Céfalo y Procris, Juana de Arco en la hoguera, San Pedro penitente, La mala noticia o El beso a hurtadillas.
El comisario ha querido acabar la exposición con una propuesta "provocadora", la huella de Fragonard en artistas del siglo XXI, como el nigeriano Yinka Shonibare, que elige la famosa dama del columpio, la viste con trajes africanos y la decapita para mostrar la brutalidad de la sociedad contemporánea; o el británico Glenn Brown, que manipula a Fragonard, altera los colores y presenta al personaje boca abajo.
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