Escena de la película (Foto: Archivo)
C aracas, 21 de Noviembre 2006 (Nerea Dolara / El Nacional).- Comenzó el domingo pasado. La fiesta del cine merideña no sólo mostró 22 películas nacionales sino que, además, atrajo a más de 700 estudiantes y numerosos representantes del mundo del cine nacional. Ayer terminó y dejó tras de sí una estela de reconocimientos a la obra de varios realizadores. Los más importantes fueron obtenidos por Secuestro Express, de Jonathan Jakubowicz, que fue premiada como Mejor Película; y Tocar y luchar, de Alberto Arvelo, galardonado como Mejor Documental.
Carlos Sorín, Serge Sobczynski, Luis Ospina, Marilda Vera, Alfredo Anzola, Antonio López Ortega y Tarik Souki fueron los encargados de decidir qué producciones merecían ganar en las 16 categorías de la competencia oficial de ficción.
La cinta de Jakubowicz, su ópera prima, se estrenó el año pasado y se convirtió en un gran éxito de taquilla. La controversia que generó su contenido le valió varias demandas judiciales. Pero el director obtuvo también un contrato de distribución con la compañía productora Miramax. Secuestro Express no sólo fue reconocida como la mejor del cine venezolano en esta edición del festival, sino que recibió también galardones en el renglón de Mejor Montaje y Mejor Actor. En este último fueron premiados los tres intérpretes de los delincuentes que ejecutan el secuestro: Carlos Julio Molina, "Trece"; Pedro Pérez, "Budú" y Carlos Madera, "Niga".
Como Mejor Director fue galardonado Jacobo Penzo por Borrador, película que también fue reconocida en el renglón Mejor Actor de Reparto por la interpretación de Carlos Carrera. El premio a la Mejor Ópera Prima se lo llevó Plan B, de Alejandro Wiedemann, que también triunfó en la categoría de Mejor Actriz gracias a la actuación de Fabiola Colmenares.
Elipsis, de Eduardo Arias-Nath, fue otra de las que recibió dos galardones: Mejor Guión y Mejor Fotografía. Asimismo, Miranda recibió el premio a Mejor Música, compuesta por Eduardo Marturet; La ciudad de los escribanos los correspondientes a Mejor Dirección de Arte y Mejor Cámara; y Alejandra Troconis el de Mejor Actriz de Reparto por su papel en Al final del día.
Maroa, de Solveig Hoogesteijn, fue la elegida por el público como Mejor Película y además fue premiada como Mejor Producción.
La realidad en cámara
Cuando comenzó la organización del festival, no había distinción entre los largometrajes de ficción y los documentales. Luego se redefinió el concepto y el género documental fue separado.
Con un jurado integrado por Vasco Szinetar, Luigi López, Sandra Cuesta y Mauricio Lavia se establecieron las 7 categorías que se evaluarían.
Ayer se anunciaron los triunfadores. Tocar y luchar, de Alberto Arvelo, no sólo ganó como Mejor Documental, pues también se llevó el galardón en el renglón de Mejor Música, compuesta por Nascuy Linares.
En la categoría de Mejor Dirección se decretó un empate entre Andrés Agustí, responsable de Macadam, y Alejandro Saderman, realizador de El último bandoneón, que también ganó como Mejor Montaje.
El documental sobre la diosa de Sorte: María Lionza, aliento de orquídeas, de John Petrizzelli, se alzó con la victoria en las categorías de Mejor Sonido y Mejor Fotografía.
Así culminó la fiesta. El hotel se fue quedando solo. Ya será el próximo año cuando la mayoría de los representantes del mundo del cine nacional se reúnan otra vez para disfrutar del séptimo arte venezolano, discutir sobre el futuro del sector, compartir con estudiantes y cineastas de otras latitudes, y para vérselas de frente, nuevamente, con su dura realidad.
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