Rancho Las Voces: Premio Nacional de Bellas Artes
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viernes, diciembre 17, 2004

Premio Nacional de Bellas Artes


Juan José Gurrola

José David Cano
Viernes, 17 de diciembre de 2004
El teatro es el mejor asomo del destino del hombre: Gurrola.


Actualmente el pensamiento estético de Juan José Gurrola se pasea entre la teoría del caos y la cuántica, y se detiene en Shakespeare y
su obra poco comprendida y estudiada, según él mismo señala en esta entrevista. Irreverente, polémico, multifacético, Gurrola acaba de obtener
el Premio Nacional de Ciencias y Artes -en el campo de «Bellas Artes».
Amante de los cómics, arquitecto, performancero, pintor, director de teatro, cine, ópera y televisión; escenógrafo, actor, coreógrafo, compositor y fotógrafo, Juan José Gurrola deja ver en estas líneas su carácter antisolemne, extravagante y rebelde a las convenciones, así como su interés por el teatro y su preocupación por la falta de actores comprometidos.
-Se le ve muy contento, maestro; ¿es por el premio?
-Estoy muy feliz, es cierto; entusiasmado. Es un retorno muy favorable por muchísimas razones: el honor, la distinción. Es obvio que me incita a trabajar más y a hacerlo mejor. Por otro lado, y para ser sinceros, el dinero que conlleva el premio no me va a caer mal: con él voy a poder terminar el techo de una casita que estoy construyendo en Tepoztlán, y que no sabía de dónde sacaría para terminar. También estoy contento por mi familia y amigos, que siempre me han rodeado, y orgulloso de ser reconocido aún como un enfant terrible; aunque, con este premio, parece que ya no lo soy tanto. Antes, decir Gurrola en una reunión era ganarse enemigos. Hoy, después de estos 50 años en el teatro, me puedo dar el lujo de aceptar algún alimento para mi ego y mi familia.
Sin embargo, "eso no significa que haya dejado de ser cuestionador; considero que nunca he sido alineado en mis acciones, y nunca lo seré. Incluso, creo que ese enfant terrible era un poco para tapar, o minimizar, las vanguardias que en diferentes campos inicié por una curiosidad infinita. Ahí está el performance, o las innovaciones en ópera y en teatro, que es donde más me conocen. Por ejemplo, hoy también doy clases de arquitectura. Me irrita que los directores de teatro no sepan nada de arquitectura y los arquitectos no sepan ni un ápice del espacio escénico."
-Lejos de elegir un estilo que distinguiera su trabajo, usted ha defendido la reinvención continua. ¿Le parece fundamental cambiar?
-¡El cambio es la vida...! El cambio es lo nuevo, y lo nuevo siempre me ha interesado. Si hay una cámara nueva, una computadora, el advenimiento de algún avance científico, siempre me ha llamado la atención: la física, la teoría cuántica, la teoría del caos, todo eso me atrae sin que yo pueda detenerlo... Mi cuerpo quiere ponerse a prueba. Y me pongo a prueba en la fotografía, en la ópera, en la arquitectura o en las artes plásticas. Esto ha sido así a tal punto que, hoy, me dedico a todo lo que me incite mi cuerpo y mi mente. Es un hecho: soy bastante inquieto, y se comprueba con mis más de 30 muestras individuales de pintura, por ejemplo. Me encanta la acuarela, el carbón, y me paso feliz mi vida en eso.
-El cambio, como estrategia, ¿es una necesidad personal o una decisión intelectual?
-Ambas cosas, porque después de estar haciendo una cosa me paso a la otra, según como la vida es. Siempre he creído que los artistas que siguen un solo patrón de actividad, como Sebastián, se vuelven como un remake: ya sabes que harán algo igual. Con esto no digo que sean malos; simple y sencillamente que se transforman en un remake. Como creador, luego de terminar un trabajo, yo tiro todo a la basura, lo renuevo todo. Además, tengo una curiosidad enorme por cuánto crece en el mundo, por todo lo que tenga que ver con los avances tecnológicos. Pongámoslo de esta forma: mi interés por pintar se da a cierta hora y por dirigir a otra. En ese sentido, el ser humano, para mí, es un poliedro que al mismo tiempo es amante, arquitecto o músico. Eso ha provocado, además, que todo el tiempo quiera liberarme para que no me encasillen sólo como director de teatro o pintor o fotógrafo.
"Por ejemplo, otro campo al que he incursionado es la investigación. Actualmente, estoy dirigiendo Hamlet, de Shakespeare; y con ello demostrar que nadie ha leído Hamlet co- mo se debe, porque las traducciones argentinas y españolas no se les entiende nada. Ha sido un trabajo de tres años, y ahora estamos ensayando para poder montarla."
-Hace algún tiempo usted llegó a decir que "por el momento los caminos para el teatro están agotados". ¿Sigue pensando igual?
-El teatro no se agota. El teatro aparece alrededor de nosotros sin que sepamos. Es una entelequia. Es algo que existe por sí solo. Es algo que se organiza. Por eso no me pongo a leer la obra, sino más bien me fijo en la realidad. El teatro es una filosofía hermética y mística para hacer despertar la conciencia absoluta y desarrollar la sabiduría primordial. Es el alma de la humanidad, la verdadera vida que está profesionalmente hecha para que la comunidad del hombre la entienda, el templo donde los oficiantes llevan a cabo la transformación de una percepción, apoyada por la gesticulación de la universalidad.
En el ámbito teatral, explica Juan José Gurrola, la realidad no quiere ser realidad sino mentira. "Hay un empujón que nos salva de la realidad, y eso es mentir", dice. "Ese lugar hueco y negro (el teatro) tiene necesidad en tal fecha de que sucedan cosas, como un dios negro que va a chupar de la realidad lo que quiere, incluso al director, el actor y los objetos. Todo llega por razones insólitas a reunirse en un lugar. El director no tiene que hacer nada, más que escuchar y ver que lleguen bien (los objetos) para que no se enojen. No se puede mover un objeto de su identidad sin pedirle permiso".
-Director, arquitecto, performancero, pintor, fotógrafo... cuando debe llenar una forma con su profesión, ¿qué escribe?
-Me presento como Juan José Gurrola. Me da pena presentarme como director, o como artista plástico. Ya me lo imagino: aquí está el poeta equis... ¡Que vergüenza! En realidad me presento simplemente como artista; eso sí soy por los cuatro lados. Qué puedo hacer: la belleza me gana. Posted by Hello