Paul Hochman of the Today Show interviews the Philip K. Dick Android (June 23, 2005)
The crew of Discovery Channel's Mythbusters spends some time with PKD. (June 23, 2005)
ÀLEX BARNET
B arcelona, España. 21/12/2005 (LA VANGUARDIA) "Mis escritos tratan de mundos alucinados, drogas intoxicantes y psicosis. Pero mis escritos actúan como un antídoto." Detrás de estas palabras está el pensamiento, la voz y la apariencia humana del escritor Phil K. Dick, fallecido hace veintitrés años, pero quien las pronuncia ahora es un androide creado a su imagen y semejanza y que plantea, más allá del aspecto tecnológico, un brillante epílogo a su obra. El creador de los replicantes, esos robots infinitamente humanos que buscaban su identidad en el filme BladeRunner, cuenta ahora con una réplica artificial que, hasta donde la tecnología actual lo permite, imita a su modelo humano y es una avanzadilla de futuros seres artificiales.
Phil K. Dick (1928-1982) dejó un legado de una cincuentena de novelas y más de cien relatos cortos, que le avalan como uno de los grandes creadores de la ciencia ficción, género al que aportó una visión muy personal y moderna, en la que la tecnología y la difusa frontera entre realidad e irrealidad contaminan y cuestionan lo humano. Éste es el mensaje que hay en sus obras más conocidas, que han inspirado películas como Paycheck, Desafío total y Minority report. Y especialmente en el relato ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, llevada a cine con el título de Blade Runner. Dick fue un creador genial, pero desordenado y en buena medida atrapado por sus propios fantasmas. Consumía anfetaminas de forma voraz y vivió sus últimos años entregado a la escritura compulsiva y convencido, entre otras cosas, de que podía ser abducido por los extraterrestres. Hay elementos para pensar que ahora aprobaría la aventura que han emprendido sus herederos y varias instituciones norteamericanas para crear este androide, que para expresarse utiliza una gran base de datos con sus ideas y opiniones.
El PKD Project cuenta con la participación de Hanson Robotics, que aporta el robot físico, dotado con un sistema avanzado de gesticulación facial realizado en un material sintético que imita la textura de la piel humana. El FedEX Institute of Technology, vinculado a la Universidad de Memphis, proporciona los sistemas de inteligencia artificial y de lenguaje natural. Y el Automation on Robotic Research Institute (Texas) ha dotado al robot con sistemas de visión que le permiten reconocer algunas figuras - familiares, amigos, etcétera- entre la multitud.
"Este robot con forma humana es un retrato biográfico de Phil K. Dick. Con él queremos destacar temas de su obra y que han preocupado a la humanidad durante siglos, como qué nos hace humanos o qué significa real", explica a Cultura/ s Eric Mathews, director asociado del FedEx Institute of Technology.
El PKD Trust, que administra el legado del autor y que está dirigido por sus hijas Isa y Laura, también apoya la iniciativa. "Este proyecto", señalan, "se alinea con temas que preocupaban profundamente a nuestro padre y que a menudo exploraba en sus escritos: el concepto de humano definido por la compasión y la empatía y también el potencial uso inhumano de la tecnología." El androide ha debutado en un festival organizado por la revista norteamericana Wired y ha sido entrevistado sentado en un sofá -ya que de momento no tiene movilidad- por varias televisiones, entre ellas Discovery Channel. En una de estas entrevistas se le ha escuchado responder con malicia: "A través de los años parece que una sutil, pero real, degradación ha hecho que el mundo se parezca a mis novelas. Algunos frikis incluso me acusan de traer el mundo moderno con mis escritos".
El androide está ahí y sus impulsores hablan de emplearlo, básicamente, para exponer la tecnología y difundir el pensamiento de Dick, aunque el futuro genérico de estas máquinas es muy amplio. "Androides como éste se utilizarán en el marketing y en la comunicación, donde tendrán ventajas gracias a la novedad que representan. Asimismo, se utilizarán como juguetes y elementos de ocio avanzado. En diez años los robots conversacionales y sociales harán compañía a los niños en los hospitales o atenderán a la gente en los mostradores", dice Eric Mathews.
Hace años el escritor manifestó: "Soy un filósofo que hace ficción, no un novelista. Empleo mi habilidad de escritor como medio para expresar mi percepción". Sentado en el sofá, su replicante puede repetir ahora la frase, seguro de que tiene sentido y de que, en realidad, al pronunciarla, está adquiriendo uno de nuevo.